FUEGO Y SANGRE
ACTO I: LA PRINCESA DRAGÓN

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CAPÍTULO XLVI:
Sospechas y acusaciones

LA LUNA SE ALZABA ALTA SOBRE LANZA DEL SOL, bañando el palacio con una luz plateada que apenas lograba suavizar las sombras que se cernían sobre sus muros. Qoren Martell no podía detener el temblor que recorría su cuerpo, a pesar de la capa que llevaba sobre los hombros. Estaba sentado en un sillón junto a la cama donde dormían su esposa, Lyanna, y su hija, la pequeña Aliandra. Ambas estaban profundamente abrazadas, como si ese contacto pudiera protegerlas de cualquier peligro que aún acechara más allá de las paredes de la estancia.

Lyanna no había querido cambiarse el vestido manchado con la sangre de otros; sus manos aún temblaban, y sus ojos, incluso cerrados, reflejaban la inquietud que la acosaba. Sus oscuros cabellos estaban enredados y desordenados, mientras su rostro mostraba una tensión que ni el sueño lograba aliviar. Qoren no podía apartar la mirada de ellas. Una furia fría se entrelazaba con un miedo paralizante en su interior, recordándole una y otra vez los eventos de la noche anterior.

Cuando él y Daemon irrumpieron en los aposentos de Aliandra, Laenor y Ser Erryk ya habían evitado lo peor, pero aún así, el horror del lugar quedó grabado en su memoria: dos guardias yacían muertos en un charco de su propia sangre, y la ama de cria de la niña, que solía quedarse a dormir allí, había muerto junto a la cuna con el cuello atravesado. La pequeña Aliandra, llorando desconsoladamente, sin entender lo estaba pasando, fue hallada sana y salva gracias a la rápida intervención de Laenor y Ser Erryk. Ambos hombres habían luchado con valentía, aunque no sin costo.

Erryk había recibido una herida en el cuello, tan cerca de la yugular que apenas un milagro lo había salvado. Laenor, por su parte, sangraba profusamente de un corte en el costado, y aunque el Maestre Ormund logró detener la hemorragia y coser la herida, el príncipe consorte había perdido demasiada sangre como para mantenerse en pie, pero en general, tuvo suerte de que la hoja de los mercenarios no alcanzara ningún órgano importante.

Tres hombres habían sido los responsables del atentado. Dos de ellos habían caído bajo las espadas de Laenor y Erryk, mientras que el tercero fue incapacitado cuando Laenor cortó los tendones de sus piernas, asegurándose de que no pudiera escapar. En aquel momento, Qoren sintió una efímera chispa de alivio: sus heridas no eran lo suficientemente profundas como para que muriera por la perdida de sangre, así que el prisionero podría ser interrogado, y finalmente obtendrían respuestas.

━━No servirá de nada, mi príncipe ━━dijo Daemon, inspeccionando los cuerpos y al único sobreviviente con una expresión que mezclaba disgusto y resignación━━. Les han cortado la lengua a todos.

Aquellas palabras habían encendido la furia de Qoren. En un arrebato, intentó abalanzarse sobre el hombre sobreviviente con la intención de matarlo allí mismo, pero Daemon y su hermano menor, Andros, lo detuvieron justo a tiempo.

━━Aún lo necesitamos vivo, hermano. Si lo matas, perderemos nuestra única oportunidad de encontrar al verdadero culpable ━━le recordó Andros con calma, aunque con una firmeza que no dejaba lugar a discusión.

Así, Qoren ordenó que el prisionero fuera llevado a las mazmorras de Lanza del Sol, con la instrucción de que solo Samwell y Andros fueran responsables de su custodia. No quería correr el riesgo de que alguien lo silenciara antes de que pudieran obtener información.

━━Déjame vigilar al prisionero junto a tu cuñado y tu hermano, Qoren ━━pide Daemon con una voz grave, pero cargada de un peligro subyacente mientras él y otros señores se reunían en el solario de Quoren para discutir lo que había sucedido.

━━¿Para qué? ¿Para matarlo y enterrar cualquier rastro que conduzca a su familia? ━━replica con veneno Lord Fendrel Yronwood, el viejo Guardián del Camino Pedregoso.

Daemon entrecerró los ojos, con una sonrisa gélida curvando sus labios.

━━¿O tal vez quiera eliminarlo usted, Lord Yronwood? Así podría encubrir su participación en este vil complot contra la Casa Martell. Dígame, ¿cuántas monedas de oro le ofrecieron por la sangre de una bebe?

La acusación prendió una chispa de rabia en el viejo Fendrel, quien golpeó la mesa con un puño cerrado y se levantó de su asiento.

━━¡Cómo osa insinuar tal cosa! ━━Lord Fendrel estaba furioso, señalando con el dedo a Daemon━━. ¡En estas tierras, usted no es nadie! En el norte será un príncipe y el hermano del rey, pero aquí en Dorne tan sólo es un invitado que violó las sagradas leyes de hospitalidad y atacó a la hija del dueño de la casa que le dió de comer el pan y la sal.

Daemon no se amedrentó. Su mirada recorrió a los presentes como una sombra amenazante.

━━Deje el espectáculo, Lord Fendrel ━━responde Daemon con frialdad━━. La historia de Dorne está llena de traiciones y rencillas. ¿Qué son unos pocos años de paz frente a siglos de guerra? Quizás mi llegada y la de mi familia ha perturbado más de lo que pensábamos. ¿Pero qué pasa si el verdadero enemigo está aquí, sentado entre nosotros?

━━Está haciendo graves acusaciones, Príncipe Daemon. ¿De verdad está tan desesperado por tratar de evitar sospechas sobre usted mismo que incluso está dispuesto a cometer mezquindades como incitar un conflicto entre los señores de Dorne y su príncipe? ━━Lord Robert Jordayne intervino en la conversación.

━━¿Y será acaso que los Jordayne se han aliado de nuevo con los Yronwood, como en los tiempos de las guerras civiles dornienses? ━━Una siniestra sonrisa se dibuja en el rostro de Daemon━━. Sus casas fueron aliadas en la oposición contra los Martell, Lord Robert. Entonces el motivo era que los Martell habían acogido a los Rhoynar y establecido una alianza con ellos. Ahora el Príncipe Qoren ha acogido a los Targaryen, a quienes tanto odian en Dorne. Dudo que les haya agradado que la dragona de la princesa Rhaenyra viva tranquilamente en las cuevas de la costa del Mar de Dorne, cuando los antepasados de su jinete incendiaron sus castillos hace un siglo, ¿no es así?

Qoren permaneció en silencio durante toda la discusión, intentando ordenar sus pensamientos. Pero cuando Daemon expresó sus sospechas, algo encajó en la mente del príncipe. Al invitar a los Targaryen a Lanza del Sol, Qoren había albergado la esperanza de lograr un acuerdo de paz que le permitiera a Dorne tomar un respiro y dejar de temer un nuevo ataque por parte de de los dragones de los Targaryen. Pero la llegada de la princesa Rhaenyra y su familia había cambiado muchos de sus planes. Vio en la joven heredera del Trono de Hierro una fuerza y sabiduría que ciertamente no esperaba de una muchacha de diecisiete años. Vislumbró nuevas oportunidades que le permitirían contar con la protección de los jinetes de dragón, y a Dorne, prosperar bajo el gobierno de una casa poderosa.

━━La Princesa Rhaenys, mi tía y suegra, siempre decía que las alianzas basadas en matrimonios son las más sólidas, mi príncipe ━━dijo Rhaenyra a Qoren durante uno de sus paseos por los jardines de Lanza del Sol.

━━Es muy sabia, mi princesa. El matrimonio es lo que mantiene una alianza más firme que cualquier amistad o relación comercial. Un amigo puede traicionar, las reservas de oro y plata pueden agotarse, pero la sangre es lo que perdura eternamente ━━concordó Qoren.

━━No pretendo engañarle ni ser ambigua, mi príncipe ━━le había dicho Rhaenyra, con la mano descansando en su abultado vientre━━. He meditado en la posibilidad de un matrimonio entre nuestros hijos. Pero la princesa Aliandra es la heredera del trono dorniense, y mi primogénito, el futuro heredero del Trono de Hierro. Tendrán demasiadas obligaciones como para unirlos en matrimonio sin poner en riesgo nuestros reinos. La sangre es el vínculo más fuerte, pero un vínculo impuesto puede destruirnos tanto como unirnos. Es cuestión de decidir si compartimos el poder o luchamos por él

━━¿Entonces qué propone? ━━ cuestionó Qoren.

«Tal vez me proponga anexar Dorne a los Siete Reinos», pensó Quoren, aguardando su respuesta.

Pero la respuesta de Rhaenyra, propiamente dicha, lo sorprendió.

━━La Princesa Lyanna está grávida nuevamente ━━Rhaenyra esbozo una pequeña sonrisa al notar el semblante sorprendido de Qoren━━. No se preocupe, lo sé de boca de la propia princesa. Vuestro secreto estará a salvo hasta que usted y la princesa decidan compartir la noticia con sus súbditos.

━━Prosiga, princesa ━━asintió Qoren.

━━Mi prima Laena también está esperando un hijo. Si Lyanna da a luz a un varón y Laena una niña, podríamos casarlos, uniendo así las Casas Targaryen y Martell no sólo por la amistad, sino también por la sangre ━━propuso Rhaenyra, observando atentamente la reacción del dorniense.

━━¿Y el príncipe Daemon sabe que está prometiendo a su aún no nacida hija con mi futuro hijo? ━━Qoren sonrió, mientras entrecerraba los ojos.

━━Me encargaré yo misma de tratar con mi tío. En último caso, recurriré a mis suegros. La Serpiente Marina y mi tía Rhaenys sabrán persuadir a mi tío de que esta unión redundará en beneficio de todos.

━━¿Y si al príncipe le naciera un hijo y a mí una hija?

━━No he pasado demasiado tiempo en Dorne, mi señor. Pero en este tiempo he aprendido una cosa importante: la princesa Lyanna jamás consentirá en enviar a su hija tan lejos de casa, a un país extranjero. Aunque usted estuviera de acuerdo, Lyanna nos arrancaría la cabeza a todos por haber decidido el destino de su hija sin su conocimiento.

━━Y el príncipe Daemon jamás permitirá que su hijo y heredero se aleje tanto hacia el sur ━━asintió Qoren, comprensivo━━. Pero, ¿qué le hace pensar que sí consentirá enviar a su hija aquí?

━━Deje eso en manos de Laena, milord ━━Los ojos de Rhaenyra destellaron━━. A mi prima le ha encantado Dorne y sus costumbres. Le fascina especialmente que aquí las mujeres hereden títulos y tierras en igualdad con los hombres, y que se les enseñe a luchar y defenderse en lugar de encerrarlas en castillos para parir heredero tras heredero.

━━Hay mucha verdad en sus palabras, mi princesa
━━dijo Qoren con honestidad, pues él mismo había estado meditando sobre la posibilidad de una unión por matrimonio entre los Martell y los Targaryen. La opción propuesta por Rhaenyra era muy buena━━. Pero por ahora no podemos hablar de ese matrimonio con más detalles. Al menos hasta que esos niños, cuyo destino estamos decidiendo ya, nazcan.

━━Por supuesto, Alteza ━━respondió Rhaenyra━━. El simple hecho de que vea con buenos ojos esa perspectiva a futuro, ya es un gran logro para mejorar las relaciones de Dorne con el resto del continente. Le agradezco que este abierto a estas propuestas.

Qoren recordó esa conversación con Rhaenyra al ver a Yronwood y Jordayne discutiendo acaloradamente con Daemon. Fendrel Yronwood había pretendido casar a su hijo Ryon de diecisiete años con Aliandra desde el día en que nació. Jordayne, por su parte, había propuesto a su hijo Marcel de seis años como futuro príncipe consorte de Dorne.

Habiendo recibido respetuosos rechazos, no se dieron por vencidos. Cuando él y Lyanna anunciaron otro embarazo de la princesa en las carreras por el día del nombre de Aliandra, Qoren volvió a ser blanco de propuestas de posibles alianzas. Esta vez, no sólo ofrecían hijos, sino también hijas, pues nadie sabía aún si tendrían un hijo o una hija.

Por supuesto, la noticia de que estaba considerando la propuesta de matrimonio de Rhaenyra no se mantuvo en secreto mucho tiempo. Los rumores se extendieron por Dorne más rápido que los mejores halcones de caza de los Fowler. Y, claro está, esto desató una oleada de indignación entre los señores dornienses. Sobre todo, se oponían a esa propuesta los mismos Yronwood, Jordayne y Blackmont que durante siglos habían luchado contra los Martell por el dominio en Dorne.

Qoren no era un ingenuo mentecato. Desde un principio sabía que pocos en Dorne se entusiasmarían con una alianza con los Targaryen. ¿Que podía decir?, sus propios antepasados, encabezados por Meria Martell, lo habrían colgado tan sólo por concebir la idea de hacer la paz con los Señores Dragón. Mas a Qoren poco le importaba. No soñaba con la gloria de ser un gran gobernante de la Casa Martell, célebre por la inquebrantable fidelidad a los preceptos de su divisa: Implacables, indomables, inamovibles. Así eran los Martell de Dorne. Así eran los monarcas que lograron resistir a Aegon el Conquistador con sus hermanas y tres dragones. Pero los tiempos habían cambiado. Ahora los Targaryen contaban con más de diez dragones, la mayoría con jinetes experimentados en batalla.

El aislamiento del resto del continente tampoco había beneficiado a Dorne. Antaño, cuando los Siete Reinos aún no habían sido conquistados, todos los reinos se hallaban en pie de igualdad, enzarzados en constantes guerras que mermaban sus reservas y recursos humanos. Mas ahora, unificados bajo el poder del Trono de Hierro, prosperaban gracias al comercio entre sí y con Essos. En cambio, Dorne, cuya mayor parte estaba cubierta por estériles desiertos, no podía jactarse de abundancia de recursos.

Sí, Dorne era célebre por sus dulces frutos estivales: rojas naranjas, amarillos limones, jugosos granados, dorados melocotones, púrpuras uvas y sabrosos dátiles. Pero el suegro de Qoren, Lord Vorian Dayne, solía decir que con solos frutos no se alimenta a un pueblo. Y Qoren le daba la razón. Los ingresos del comercio de vinos dornienses, pescado salado y ahumado, especias, miel y lana de cabra ciertamente llenaban las arcas. Pero no lo suficiente para proveer a la gente de pan y carne en abundancia.

Antaño, uno de los antepasados de Qoren soñó con construir un canal desde el Sangreverde para regar las tierras del desierto dorniense y criar allí rebaños de cabras y ovejas. Mas luego abandonaron ese proyecto, juzgándolo irrealizable. Demasiados recursos y hombres se requerirían para llevar a cabo tal iniciativa. Pero una alianza con los Targaryen abría a Dorne enteramente nuevas posibilidades. Él y Rhaenyra habían debatido sobre posibles exenciones comerciales, inversión en la extracción de plata, estaño y hierro de las montañas dornienses, y el perfeccionamiento de la flota bajo el mando de los Velaryon, entre otras cuestiones.

Qoren se convencía cada vez más de la rectitud de su decisión.

Pero el atentado a Aliandra había trastocado todos los planes. Por eso ahora Qoren se hallaba en el solario, rodeado de señores que se vociferaban unos a otros y a Daemon, sin saber cómo proceder.

━━Estimados señores, entiendo que tienen sobradas razones para negarse, pero les pido que me dejen a solas con Su Alteza.

La tranquila voz de Rhaenyra hace que Qoren aparte la mirada de la inútil contemplación de la superficie de la mesa. Levanta la vista. Rhaenyra se yergue frente a los señores, con la cabeza en alto y la espalda recta. Todavía lleva el vestido que tenía puesto en el banquete. Ahora, sin embargo, está manchado con la sangre de Laenor, que se ha secado bajo sus uñas y se ve en sus cabellos platinados. Sus ojos están rojos por las lágrimas que no se atrevió a derramar frente a los hostiles dornienses. Qoren recuerda la horrible herida de Laenor, que recibió al proteger a su hija, e inmediatamente se pone de pie.

━━Señores, déjennos a la princesa Rhaenyra y a mí ━━Qoren se vuelve hacia Daemon━━. Príncipe Daemon, puede unirse a Samwell y a mi hermano para custodiar al prisionero.

Daemon asiente en silencio y se retira. Los demás señores, refunfuñando con disgusto, se van, sin dejar de lanzar miradas desdeñosas a Rhaenyra. Ella no les presta atención, esperando a que el último señor salga del solario. Cuando la puerta finalmente se cierra, se permite sollozar. Qoren se apresura a sentarla en una cómoda silla frente a la suya. Rhaenyra deja que las lágrimas fluyan, escondiendo el rostro entre sus manos ensangrentadas, dejando sucias franjas rosadas en sus pálidas mejillas. Qoren le sirve agua en una copa y se la ofrece. Ella, aún sollozando, la toma con manos temblorosas y bebe con avidez, derramando parte del líquido. Finalmente, sus hombros dejan de sacudirse y deja la copa vacía sobre la mesa. Frota con fuerza su cara, y sus ojos violetas, hace poco empañados por las lágrimas, se endurecen, volviéndose fríos y rígidos amatistas. Este cambio tan marcado sorprende a Qoren. La princesa Rhaenyra no dejaba de asombrarlo.

━━¿Cómo está Ser Laenor? ━━pregunta Qoren con preocupación.

━━El maestre Ormund le ha cosido la herida y le ha dado leche de amapola para que pueda descansar. Vine a verlos en cuanto se quedó dormido ━━responde Rhaenyra con voz serena, enderezándose en el sillón.

━━No debió apresurarse tanto, princesa. En su estado, también debe cuidar de sí misma. Le ruego que descanse. Mandaré a que la acompañen doncellas que la ayuden a limpiarse esa sangre ━━la insta Qoren.

━━No me iré a ninguna parte hasta que me escuche, milord.

Qoren ve la obstinación en los oscurecidos ojos de Rhaenyra y se rinde. La tensión y el cansancio que lo han acosado en las últimas horas se le vienen encima como una carga, obligándolo a recostarse en el respaldo de la silla.

━━Sé que no tienes ninguna razón para confiar en mí ━━Rhaenyra pasa al "tú", sin reparar en las convenciones━━. Sé que tus señores a una sola voz afirman que fuimos nosotros quienes quisimos atentar contra tu heredera y debilitar a Dorne, para culminar la obra de Aegon el Conquistador. Y sé que sus argumentos serán más poderosos que cualquiera de mis palabras.

━━¿Pero? ━━pregunta el regente de Dorne.

━━Pero sé que tú mismo no crees que hayamos sido nosotros, Qoren.

━━¿Y de dónde sacas tal certeza?

━━De no ser así, no habrías permitido que mi tío custodiara a uno de los mercenarios, ni me habrías encerrado a Laena y a mí en nuestros aposentos para que no pudiéramos seguir urdiendo las intrigas que susurran tus vasallos.

━━Podría hacerlo más adelante.

━━Pero no lo harás.

━━¡Maldición! ━━exclama Qoren, asustando a Rhaenyra. Suspira con pesadez━━. Tienes razón, no lo haré.

━━Porque sabes que no somos responsables de este atentado, Qoren ━━Rhaenyra se levanta de la silla y comienza a pasear nerviosamente por la habitación━━. Sabes que he llegado a querer a Lyanna como si fuera mi propia hermana. Se ha convertido en una buena amiga, casi tan cercana como Laena. Y la pequeña Aliandra conquistó mi corazón desde el momento en que vi esos adorables hoyuelos en sus regordetas mejillas. Ni por la gloria de conquistar Dorne, ni para reforzar mi posición ante los señores de Poniente, habría atentado contra la vida de tu hija, ni por mano propia ni a través de otros.

━━¿Acaso crees que no lo entiendo? ━━Qoren también se pone en pie y se agarra el cabello, como si quisiera detener el torbellino de pensamientos que lo asalta━━. Pero, ¿qué les digo a mis señores? ¿Que la princesa Rhaenyra es tan buena que jamás habría atentado contra la vida de mi heredera? ¿Que un Targaryen, cuyos antepasados durante décadas han incendiado nuestras tierras y asesinado a nuestra gente, no nos desea el mal? En situaciones como ésta, las palabras no bastan, Rhaenyra. Necesito presentar a los señores pruebas de tu inocencia.

━━Y las encontraremos, Qoren ━━Rhaenyra se acerca y le aprieta la mano, mirándolo con súplica━━. Estoy convencida de que todo esto fue un plan de Otto Hightower.

━━¿El consejero de tu padre? ¿Por qué querría eso? Eso sólo desataría una guerra contra Dorne ━━La extrañeza de Qoren es evidente en su cara.

━━Sabes bien que su hija es la nueva reina de Poniente. Y sus nietos, los aspirantes al trono. Durante años ha estado susurrando infamias sobre Daemon a mi padre, hasta que éste lo despojó de su condición de heredero, nombrándome a mí en su lugar. Y desde el nacimiento de Aegon, Otto sueña con que mi padre lo haga el nuevo heredero del Trono de Hierro.

━━Pero han pasado muchos años desde el nacimiento de tu hermano, y tu padre no ha cambiado su decisión.

━━Y eso vuelve loco a Otto. Desde el principio fue el primero en oponerse a mi viaje a Dorne, instaba a mi padre a no dejarme ir, puesto que era peligroso. Pero debió de cambiar de parecer y decidió darle la vuelta a la situación a su favor. ¿Cómo se castiga a quienes atacan a niños inocentes en Dorne?

━━Con la muerte ━━responde Qoren con sombría seriedad.

━━E incluso si no me hubieras matado, usándome como rehén, podrías haber ejecutado a Laenor, Daemon y Laena, privando así a los Targaryen de tres jinetes de dragón. Eso me habría despojado de la influencia que he ido ganando a cuentagotas en la capital, bajo la guía de Laenor y de mis suegros ━━dice Rhaenyra con igual oscuridad.

━━Otto habría eliminado al principal rival de su nieto por el trono, aunque fuera al precio de una guerra con Dorne.

━━No me sorprendería que incluso maté a mi padre para sentar a Aegon en el trono y gobernar en su nombre.

━━¿Tan ansioso está de poder?

━━Ni yo misma sé aún de lo que sería capaz con tal de obtenerlo.

Ambos callan, sumidos en sus pensamientos.

━━Entiendes que, si esto es una maquinación de Otto, sus hombres no habrían podido infiltrarse en Dorne y en Lanza del Sol sin ayuda desde dentro ━━Rhaenyra no lo pregunta, lo afirma.

Qoren asiente, comprendiendo adónde quiere llegar la joven princesa.

━━El camino de los Martell al dominio de Dorne fue largo y espinoso. Hubo un tiempo en que mi casa era vasalla de los Jordayne, y subordinados de los Yronwood. Pero la llegada de la reina Nymeria lo cambió todo. Los Martell se convirtieron en la casa gobernante del Dorne unificado. Y aún quedan casas que, siglos después, no se han resignado a aceptarlo ━━reconoce él.

━━Déjame llevarme al prisionero a Desembarco del Rey. Daemon encontrará una manera de sacarle información. Y descubriremos quién es su amo.

━━Me pides demasiado, Rhaenyra. Sería como firmar mi propia impotencia ━━objeta Qoren.

━━Envía con nosotros hombres en los que confíes. Para que tu pueblo vea que todas las partes perjudicadas participan en esta investigación ━━propone la princesa━━. Y tú llevarás a cabo tu propia pesquisa aquí, en Dorne. Necesitas descubrir quién podría desear la muerte de Aliandra.

━━Debo meditarlo ━━dice Qoren poniendo fin a la conversación, cabizbajo.

Rhaenyra asiente lentamente, apretando los labios.

━━Espero que tome la decisión correcta, Alteza.

Con estas palabras, Rhaenyra hace una reverencia y sale del solario, siendo escoltada por Ser Marbrand. Y Qoren regresa a los aposentos que comparte con Lyanna, sin apartar un ojo avizor donde descansaban su hija y su esposa. La propuesta de Rhaenyra era sensata. Si en efecto fueron señores dornienses los implicados en el atentado, de quedarse el prisionero en Lanza del Sol, acabarían matándolo tarde o temprano, para que no los delatara. Pero si se lo entregaba a Rhaenyra para que lo interrogara en Desembarco del Rey, minaría su autoridad ante sus propios vasallos.

━━Tu mirada es tan pesada que incluso la he sentido a través del sueño.

La ronca voz de su esposa hace que Qoren se estremezca. Su esposa se levanta de la cama y se acerca a él. Él abre los brazos, y ella se sienta en su regazo, acurrucándose. Qoren la estrecha contra sí y hunde el rostro en su cabello, aspirando el aroma de su amada. Lyanna le deja un breve beso en los labios y le cubre el rostro con sus manos.

━━¿Qué ha ocurrido mientras dormía? ¿Cómo está Laenor?

━━Perdió mucha sangre, pero Ormund asegura que el peligro ha pasado y que se recuperará pronto.

━━Me alegro. No querría que Rhaenyra se convirtiera en viuda tan joven ━━suspira su esposa.

━━¿Tú crees que no fueron los Targaryen quienes hicieron todo esto? ━━pregunta Qoren, sin saber por qué.

Los ojos dorados de Lyanna le dicen claramente: «¿Es que has perdido el juicio?», pero no lo expresa en voz alta.

━━Sé que no fueron los Targaryen ━━responde ella, mirando a su esposo━━. Al menos, no los que nos visitan.

━━Rhaenyra sospecha de la Mano de su padre, Otto Hightower.

━━Incluso si fuera él, alguien tuvo que ayudar a sus mercenarios aquí, en Dorne.

━━Rhaenyra dijo lo mismo.

━━Entonces es lo suficientemente inteligente como para no estar implicada en este sucio asunto.

━━Me pidió que le entregara al prisionero, para averiguar quién lo envió.

━━Entonces envía con ellos a Samwell. Y también Andros. Si el autor intelectual del atentado intenta deshacerse del testigo, nuestros hermanos no lo permitirán.

Las palabras de Lyanna le brindan a Qoren una merecida paz. Escondiendo el rostro en el pecho de su esposa, finalmente, el príncipe de Dorne se permite descansar un poco.

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