❪ ⛓️💥 ❫ 027: Rhaenyra.
FUEGO Y SANGRE
ACTO I: LA PRINCESA DRAGÓN
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CAPÍTULO XXVII:
Semillas y brotes
RHAENYRA Y LAENOR llegaron a la Cámara del Consejo Privado siendo de los primeros en llegar. Solo Lord Beesbury y Lord Strong ocupaban sus respectivos asientos. Al notar la entrada de la pareja, ambos se levantaron tardíamente y les hicieron una reverencia.
━━Buenos días, Lord Beesbury. Lord Strong ━━pronuncia Rhaenyra con una inclinación de cabeza, mostrando su respeto hacia los dos nobles.
━━Les deseo un buen día, caballeros ━━saluda Laenor cortésmente, siguiendo el ejemplo de su esposa.
El Consejero de la Moneda toma la palabra: ━━Perdone nuestra sorpresa, mi princesa ━━comienza a decir este, mostrando cierta confusión en sus palabras━━. Nosotros solo...
━━No pensábamos que volvería tan pronto a sus obligaciones, su alteza ━━interviene Lord Strong en concordancia con su compañero, tratando de encontrar una explicación lógica en su mente━━. Después de todo, ayer contrajo matrimonio.
Rhaenyra intercambia una mirada fugaz con Laenor antes de responder. ━━Agradezco su preocupación, queridos consejeros. Si fuera una mujer corriente, podría permitirme pasar mis días en brazos de mi esposo, pero como heredera al Trono de Hierro, no puedo permitirme ese lujo... ━━Rhaenyra sonríe con inocencia.
Lord Lyonel Strong asintió, comprendiendo ahora la determinación y compromiso de Rhaenyra. ━━Nos complace ver su dedicación a nuestras responsabilidades, su alteza ━━expresa, mostrando un apoyo sutil y genuino━━. Estamos a su disposición para ayudarla en lo que necesite ━━agrega, demostrando su lealtad hacia la futura reina.
Con una expresión de gratitud en su rostro, Rhaenyra asintió y agradeció a ambos consejeros por su comprensión y apoyo. Sabía que no sería un camino fácil, pero estaba lista para enfrentar lo que le esperaba, tanto en su papel como princesa heredera como en su reciente matrimonio. Juntos, Rhaenyra y Laenor, y de la mano con sus aliados, lograrían construir un futuro próspero para los Siete Reinos.
━━Por otra parte, señores, la princesa y yo tenemos todas las noches para satisfacer nuestros apetitos, si entienden a lo que me refiero ━━añade jocosamente Laenor, con una sonrisa de suficiencia en el rostro.
Rhaenyra sabe que Laenor siente incomodidad por hablar con tanta vulgaridad de su intimidad, pero era una medida necesaria. Nadie en la Fortaleza Roja podía poner en duda que estaban locos el uno por el otro. Desafortunadamente, los señores no entendían de indirectas sutiles, así que tenían que ser tajantes y directos.
Rhaenyra atisbó un destello de diversión en los ojos de Lord Beesbury cuando este soltó una risita bonachona ante el comentario de su esposo. No pudo evitar sentir un leve alivio al ver que el ambiente se relajaba, aunque fuera momentáneamente.
━━Espero que pronto nos deleite con noticias de un futuro heredero, su alteza ━━menciona el consejero con tono jovial, dejando entrever su humor amigable.
Los labios de Rhaenyra se curvan en una sonrisa tímida mientras responde: ━━Si los dioses son misericordiosos con nosotros ━━replica, haciendo todo lo posible por mostrarse humilde y comedida. Sabe que tener un heredero sería fundamental para asegurar su posición en la línea sucesoria, por lo que ese tipo de comentarios no serían inesperados desde este punto. No obstante, no pudo evitar añadir━━: Recuerden lo injustos que fueron con mi madre y mis pobres hermanos y hermanas ━━buscando apelar a la empatía y solidaridad de aquellos que escuchaban.
Por dentro, Rhaenyra sabía que utilizar el recuerdo de su madre como una estratagema era indigno, pero para su plan y el de Laenor, hoy debían representar el papel de víctimas inocentes de una madrastra amargada. Debían crear una narrativa en la que su ascenso resultara imperativo, no solo para rectificar las injusticias pasadas, sino también para asegurar la estabilidad y prosperidad de los Siete Reinos en el futuro.
Consciente de la manipulación sutil que estaba desplegando, Rhaenyra espera pacientemente las reacciones de los presentes. Mientras aguardaban sus palabras, no pudo evitar preguntarse si habrían sido capaces de transmitir la imagen deseada. La incertidumbre se agolpa en su interior, pero la convicción sigue ardiendo en su mirada violácea. Estaba decidida a luchar por su derecho y a reescribir su propia historia.
━━Estoy seguro de que no correrá la misma suerte que nuestra querida reina Aemma ━━le aseguró Lyonel Strong, dándole unas palmaditas paternales en la mano━━, usted fue la niña más fuerte y sana que he visto en mi vida, y ahora se ha convertido en una mujer joven y fuerte. Todos rezaremos por su salud, la de Ser Laenor y la de sus futuros hijos.
━━Le estamos agradecidos, Lord Strong.
━━Y no sólo por sus amables palabras, sino también por haber criado a un hijo tan ejemplar y honorable ━━menciona Laenor, sentándose junto a Rhaenyra.
━━¿Qué quiere decir? ━━Lyonel se sorprende.
━━Su hijo ayer, a petición mía, defendió valientemente a nuestra princesa de unos escuderos especialmente fieros y borrachos que querían despojarla de toda su ropa. La princesa llegó sana y salva a nuestros aposentos gracias a él.
━━Es su deber ━━responde con simpleza Lord Strong, pero Rhaenyra puede ver cómo su rostro se llena de orgullo.
Las puertas de la estancia se abren en ese momento, permitiendo la entrada de Daemon. Su figura imponente llena el espacio, haciendo que los presentes se giren hacia él. Con paso imponente, el Targaryen recorre el espacio con una mirada indiferente, como si fuera el dueño absoluto de aquel lugar. Rhaenyra, a pesar de su entereza, no puede evitar sentir un atisbo de nerviosismo en su interior al encontrarse bajo la mirada penetrante de su tío. Sabía que podía esperar cualquier cosa de él. Sin embargo, cuando los ojos de Daemon se posan en la pareja de recién casados, una sonrisa picaresca se dibuja en su rostro.
La princesa se mantiene alerta, esperando escuchar alguna broma o improperio insinuando los acontecimientos de su noche de bodas, pero para su sorpresa, las palabras jocosas no llegan. El rostro de Daemon, en lugar de mantener la expresión juguetona, se torna serio en el instante en que toma asiento al lado de Laenor. Aquel cambio repentino en su actitud fue desconcertante para Rhaenyra, quien intenta comprender la razón detrás de esa transformación.
La princesa observa atentamente a Daemon, buscando algún indicio o señal que le permitiera entender el motivo de ese cambio súbito. Su mirada rastrea cada detalle de su rostro, tratando de descifrar sus pensamientos ocultos. Pero no hubo nada, solo una expresión seria y enigmática que dejaba entrever que algo había ocurrido, algo más allá de lo que Rhaenyra podía imaginar.
Aquella situación generaba una tensión palpable entre las paredes del lugar. Todos permanecen expectantes, tratando de comprender ese nuevo juego que Daemon parece estar jugando. Rhaenyra, por su parte, decide guardar silencio y esperar pacientemente a que las piezas de aquel extraño rompecabezas comenzaran a encajar. Sabía que pronto se revelaría el siguiente movimiento en esta partida de ajedrez política, aunque no podía afirmar con certeza quién sería el primero en mover qué pieza.
━━Buenos días, mi princesa, Ser Laenor, señores ━━saluda finalmente Daemon con cortesía.
━━Lo mismo digo, príncipe Daemon ━━corresponde Lord Strong el saludo, mirando con desconfianza al inusualmente educado Daemon.
Rhaenyra intercambia miradas con Daemon. Él le dedica apenas una sutil inclinación de cabeza. Rhaenyra se relaja al entender que Rhaenys si ha tenido tiempo de hablar con él. Algún tiempo después, aparecen Ser Tyland y el Gran Maestre Mellos. El rostro de este último se pone rápidamente pálido al ver a la princesa enigmáticamente sonriente.
━━¿Se encuentra bien, Maestre Mellos? No tiene buen aspecto ━━pregunta compasivamente Laenor, y Rhaenyra apenas puede contener la carcajada.
━━N-No, en a-absoluto, Ser Laenor. Estoy bien ━━balbucea Mellos, desplomándose pesadamente en su asiento.
Daemon resopla de risa, mirando al asustado anciano. El resto de los miembros del consejo miran a su alrededor, sin saber qué está pasando. Rhaenyra se muerde el interior de la mejilla, intentando mantener la calma y ve temblar los labios de Laenor, a punto de esbozar una mueca. El último en entrar en la Cámara del Consejo Privado es el Rey, acompañado por la Mano y el Lord Comandante Ser Harrold. Todos se levantan de la mesa, recibiendo al rey.
Rhaenyra mira a la Mano, tratando de averiguar si está enterado de lo que ha hecho su hija. Daemon y la Princesa Rhaenys habían estado trabajando duro desde la llegada de esta última para purgar a la gente que estaban informando a Ser Otto. A juzgar por la expresión tranquila del rostro del Hightower, las noticias de esa mañana aún no habían llegado a sus oídos. Rhaenyra se permite una breve risita.
El espectáculo comienza.
Viserys, al ver a su hija y a Laenor entre los señores, alza las cejas en señal de sorpresa. Y la Mano frunce el ceño con disgusto al percatarse de su presencia. ━━Rhaenyra, Laenor, no esperaba verlos en la reunión de hoy ━━La vergüenza recorre su rostro━━, pensé que... que disfrutarían de su mutua compañía. Después de todo, apenas se casaron ayer.
━━Me habría encantado pasar el resto del día en la cama con mi esposa, pero los asuntos de estado no esperan, y Rhaenyra insistió en que el matrimonio no es excusa para eludir sus deberes reales ━━Laenor sonríe a modo de disculpa.
━━¡Ja, las palabras de una verdadera heredera! ━━dice Viserys complacido, tomando su lugar en la cabecera de la mesa.
Ya que estaban todos presentes en la Cámara del Consejo, se disponen a sentarse alrededor de la gran mesa una vez confirmadas sus asistencias con los orbes cristalinos de cada miembro. El ambiente se vuelve tenso y expectante, como si todos supieran que algo importante estaba por suceder. Rhaenyra se siente observada, y cuando levanta la vista, se encuentra con los ojos de su tío. Era una mirada significativa, llena de intención, que hizo que la princesa sintiera un poco de presión. Al lado de ella, Ser Otto parece inquieto, como si pudiera sentir el peso que ejercía Daemon sobre ellos.
El tío de Rhaenyra se mueve en su asiento con la agilidad felina de un gato bien alimentado. Lanza una mirada burlona hacia Ser Otto, como si disfrutara de hacerlo sentir incómodo. En ese momento, dirige su atención hacia Viserys, cuyo rostro serio y pensativo demostraba que estaba muy concentrado en lo que estaba por venir. Todos se miraban discretamente, tratando de averiguar qué pasaría a continuación. Cualquier palabra, cualquier gesto podía ser decisivo en ese momento, y todos lo sabían.
Rhaenyra estaba preparada para cualquier cosa que pudiera suceder alrededor. Había aprendido a ser precavida, a vigilar cada movimiento y a no subestimar a nadie. Sabía que las apariencias podían engañar y que debía estar alerta ante cualquier señal que pudiera indicar un peligro inminente. Mientras tanto, Daemon seguía observando con detenimiento a los presentes. Había un aura de misterio y tensión en el aire, y olía a algo más grande que una simple reunión política.
━━Me sorprende que no esperaras ver a Rhaenyra en el consejo, hermano ━━comienza diciendo Daemon en tono inocente━━. Después de la visita que nuestra reina hizo a los aposentos de los recién casados esta mañana, sin duda por orden tuya, debo suponer que apenas tuvieron ganas de continuar con sus juegos nocturnos.
Rhaenyra observa divertida cómo el labio inferior del Gran Maestre se tuerce con cobardía y el rostro del Hightower se congela de desconcierto.
━━¿De qué estás hablando, Daemon? ━━Viserys frunce el ceño, cambiando la mirada de su hermano a su hija.
━━No, no, hermano, comprendo perfectamente tu punto. Como futura reina y un referente para todas las damas nobles, es cierto que la princesa debe ser un símbolo de pureza y castidad. Pero, resulta interesante notar que incluso nuestra santa abuela Alysanne decidió romper con la antigua tradición de inspeccionar las sábanas del lecho nupcial ━━Daemon, sin darle mayor importancia a la mirada desafiante de Otto, continúa exponiendo su argumento de manera serena.
━━¿De qué estás hablando? ¿Qué sábanas? ━━El rey no salía de su perplejidad, alzando la voz.
━━Pero, padre ━━dice Rhaenyra tímidamente, mirando a su progenitor━━, creía que habías enviado a la reina y al Maestre Mellos a vernos a Laenor y a mí para comprobar que estaba intacta cuando llegue al lecho nupcial.
━━Sí, su majestad ━━Laenor se une a ella━━, la princesa y yo pensamos que fue orden suya para acallar las malas lenguas que se atreven a difundir rumores de que Rhaenyra se ha casado sin ser doncella. El Maestre Mellos ha corroborado ante la Reina que nuestro matrimonio ha sido debidamente consumado.
Todos en la sala desvían la mirada hacia el tembloroso maestre. Rhaenyra se deleita con el miedo que destella por un instante en el fondo de los oscuros ojos de Otto. Mantener la máscara de su inocencia se le hacía cada vez más difícil.
━━Maestre Mellos, ¿quiere explicar por qué usted y la reina perturbaron la paz de la princesa heredera y su esposo esta mañana? ━━pregunta Viserys con una voz inesperadamente amenazadora.
━━Imagínense lo bochornoso que hubiese sido sorprender a los recién casados haciendo algo de lo más interesante ━━Daemon niega con la cabeza. Mellos desvía una mirada sorprendida de Otto Hightower a Viserys y viceversa.
━━He hecho una pregunta, Gran Maestre ━━El rey alza la voz para presionar al hombre.
━━La reina vino a verme y me dijo que la acompañara a los aposentos de la princesa y Ser Laenor para garantizarle que el matrimonio había sido valido y que el futuro de la dinastía estaba a salvo ━━dice Mellos con voz temblorosa, sin levantar los ojos de la superficie de la mesa.
━━¡Una virtud sin precedentes! ━━exclama Daemon, levantando las manos━━. Ser Otto, su hija es la Madre misma en carne y hueso. Cuánto esmero y misericordia en nuestra reina.
━━Lord Mano, ¿sabías lo que la reina estaba a punto de hacer? ━━Viserys se vuelve hacia Otto, quien parecía como si le hubieran golpeado en la cabeza con algo pesado.
━━Yo... Su majestad, yo...
Por primera vez en la memoria de Rhaenyra, la Mano del Rey no sabe qué decir. Se sintió desgarrada por el impulso de acabar con Otto, de pisotearle en el fango en el que con tanta diligencia había pisoteado su autoridad y su reputación. Pero no podía permitirse un enfrentamiento tan abierto. No ahora, cuando su posición seguía siendo precaria.
«No demuestres tu ira. Comprendo que la tentación es grande, que quieres ver caer a Otto, pero algunas cosas requieren paciencia y tiempo. No culpes a la reina y finjas humildad. Muestra a los señores que eres piadosa y no vengativa. Y si Alicent vuelve a hacer algo así, cosa que hará, estarán de tu lado. A veces la virtud externa protege más que una armadura de acero, Rhaenyra», la amonestó Rhaenys antes de que ella y Laenor se marcharan a la reunión.
━━Estoy segura de que su majestad no deseaba hacernos pasar un mal rato ni ofendernos a mi esposo y a mí ━━Rhaenyra se ríe para sus adentros, al ver el asombro escrito en el rostro de la Mano━━. No dudo de que la reina haya querido protegerme de rumores gratuitos que difaman mi dignidad, en recuerdo de nuestra vieja amistad.
━━Rhaenyra tiene razón, Majestad ━━Laenor la apoya como de costumbre━━. No hubo nada inesperado en sus acciones. Después de todo, la futura paz del reino dependía hasta cierto punto del resultado de nuestra noche de bodas. Y su majestad sólo hacía lo que tenía que hacer. Sólo que el modo en que eligió hacerlo fue algo insólito.
Rhaenyra se maravilla de la facilidad y elegancia con que las mentiras brotan de los labios de Laenor. Ella apenas podía pronunciar las palabras de una mentira, luchando por hacerlas pasar a través de su garganta y sus dientes apretados. Pero su actuación y la de Laenor están dando los frutos necesarios. Ve la simpatía en las miradas de los señores hacia ella; y ve también la indignación por las acciones de la Reina. Y el hecho de que la Mano no fuera consciente de las acciones de su propia hija ha disminuido un poco su credibilidad a los ojos de los miembros del Consejo Privado.
━━Padre, Señores ━━dice Rhaenyra a los presentes━━, no creo que el pequeño incidente de esta mañana merezca tanta discusión. Ni yo ni Laenor guardamos rencor a la reina. Sugiero que discutamos asuntos más importantes.
━━Sí, como la posibilidad de un viaje a Dorne tanto para la princesa como para mí por invitación personal del príncipe Qoren Martell.
Se hace el silencio en la estancia durante unos momentos. Rhaenyra puede ver que la ira de su padre aún persiste. Esperaba que su espectáculo cuidadosamente orquestado condujera al resultado que ella deseaba. Necesitaba que él viera la verdadera cara de su esposa y de su padre. Por supuesto, no esperaba una ruptura total. Pero de que aparecería un quiebre entre su padre y su Mano, estaba casi segura. Rhaenyra no mira a Otto, no vaya a ser que se le escape una sonrisa victoriosa. Y necesita todo su autocontrol para hacerlo.
━━¿Cuál es la invitación? ━━Viserys finalmente rompe el silencio.
━━Como recordarás, padre, tengo por tradición enviar regalos a los hijos recién nacidos de las Casas Nobles ━━explica Rhaenyra.
━━Mi nuera me ha pedido que le diga que sus regalos han complacido inmensamente a mi nieto, su alteza ━━dice Lord Beesbury con un ronroneo de satisfacción.
━━Me alegro mucho, milord ━━asiente Rhaenyra, retomando la conversación con su padre.
━━Hace unas lunas envié regalos a la hija recién nacida del príncipe Qoren, la princesa Aliandra Martell. Y ayer, el príncipe Andros nos invitó a Laenor y a mí a visitar Lanza del Sol. En cuatro meses, la princesa cumplirá su primer onomástico, y habrá una gran celebración en honor a ella. Que es exactamente a lo que hemos sido invitados.
━━¿Es esta una sabia decisión, su majestad? ━━Rhaenyra aprieta los dientes cuando Otto interfiere descaradamente en la conversación con su padre. Debe haberse recuperado del shock para atreverse a cuestionar su juicio━━. Dorne sigue sin ser conquistada. Las guerras con estos salvajes del sur llevan cien años haciendo que el continente se desangre en las fronteras con sus tierras. No es ningún secreto que el pueblo dorniense no siente amor por el nuestro ━━continúa Otto, sin mirar a la furiosa Rhaenyra━━. Después de todo, ellos causaron la muerte de la reina Rhaenys y su dragón.
━━Por mucho que lamentemos las pérdidas de las guerras con los dornienses, no podemos sino respetar su resistencia y firmeza, Lord Mano ━━acota Laenor en voz baja, acariciando tranquilamente el muslo de Rhaenyra━━. Les hemos traído fuego y sangre, sería extraño que respondieran con otra cosa que no fuera odio. Sin embargo, alguien puede dar el primer paso hacia la reconciliación.
En ese momento, la princesa heredera toma la palabra: ━━Y ese paso soy yo ━━Rhaenyra expresa su convicción de que el príncipe Qoren sentía aprecio por ella, y que un gesto tan pequeño podría comenzar a suavizar el resentimiento de los dornienses hacia los Targaryen. Con seguridad, se ofrece como la persona adecuada para dar ese paso hacia la reconciliación
━━Permítame expresar mi preocupación, su alteza. Esto podría ser una trampa. Usted aún es joven, y mantiene una fe inquebrantable en la honradez de los hombres. Sin embargo, me temo que este viaje podría resultar en un trágico desenlace ━━interrumpe Otto con una sonrisa tranquilizadora, mientras dirige su mirada hacia Rhaenyra.
Los pensamientos furiosos de Rhaenyra resuenan como un viento implacable: «Como si en verdad te entristecieras si me mataran en Lanza del Sol».
━━Cierto es que soy joven y carezco de la experiencia que posee nuestro rey y los ilustres caballeros que conforman el Consejo Privado. Pero incluso yo comprendo que asesinar a la heredera del Trono de Hierro, respaldada por su familia y, lo que es más relevante, por cinco imponentes dragones adultos, uno de los cuales participó en la primera guerra dorniense, sería la más ingenua e insensata decisión que el príncipe Qoren podría tomar. A menos, claro está, que desee que retomemos lo que Aegon el Conquistador comenzó. Cada castillo en Dorne ha sido reducido a cenizas en tres ocasiones desde la muerte de la Reina Rhaenys, y las ardientes arenas de Sotoinferno se han convertido en vidrio bajo la incombustible furia de los dragones. Estoy convencida de que los dornienses han aprendido la lección a partir de aquel fatídico suceso.
Se hace de nuevo el silencio. Rhaenyra mira a su padre, que no está acostumbrado al silencio. Casi puede ver los argumentos de Otto y los de Rhaenyra debatiéndose en su mente. Finalmente, su mirada se ilumina. ━━No estoy en contra de este viaje. Pero ━━Levanta la mano antes de que Rhaenyra pueda decir nada━━, Laenor y tú no irán solos. Reclutaremos una tropa de los mejores guerreros, y Daemon la liderará.
━━Será un honor acompañar a nuestra princesa ━━secunda Daemon con seriedad.
━━Me encargaré personalmente de conversar con el príncipe Andros para indagar a fondo todos los pormenores de este viaje ━━afirma Viserys resueltamente━━. La condición primordial es que lleves contigo a uno de los dragones. La elección, por supuesto, recae en ti, pero si me permites sugerir, optaría por Caraxes. Su edad y experiencia superan a la de tu propio dragón y al de Laenor.
━━Pero, padre, ¡los dornienses no tolerarán la presencia de un dragón en sus tierras! ━━protesta Rhaenyra, dándose cuenta de los problemas que podría acarrear aquello.
━━O es con el dragón o nada, Rhaenyra. No puedo arriesgarme a enviarte a la hostil Dorne sin protección ━━Viserys se muestra inflexible.
━━Estaré protegida por Laenor y Daemon ━━intenta persuadir la princesa a su padre.
━━No es suficiente. No eres sólo una princesa, eres mi heredera ━━Rhaenyra nota cómo el rostro de Otto se arruga ante estas palabras━━. Sólo te dejaré ir a Dorne si me consta que estarás a salvo.
━━Como ordenes, padre ━━claudica resignadamente Rhaenyra, comprendiendo que continuar argumentando no la llevaría a ninguna parte━━. Me encargaré de solicitar al príncipe Andros que te haga una visita más tarde.
━━No te preocupes, Rhaenyra, yo mismo me ocuparé de encontrar al príncipe Martell ━━asegura Viserys. El rey echa un vistazo a los presentes, observando a aquellos que han sido testigos silenciosos del espectáculo que se estaba desarrollando━━. Creo que nuestra reunión ha llegado a su fin por el día de hoy. Me han proporcionado mucho en qué pensar y no deseo retenerlos más tiempo, caballeros.
Los señores captan la indirecta implícita y se ponen de pie desde sus asientos. Rhaenyra realiza una reverencia respetuosa ante su padre, mientras que Laenor inclina ligeramente su cabeza en señal de deferencia. Al abandonar todos la Cámara del Consejo, Rhaenyra alcanza a escuchar la voz de su padre detrás de su espalda. ━━Y a ti, Lord Mano, te pediré que te quedes ━━En ese momento, la princesa intercambia una mirada cómplice entre Laenor y Daemon.
La decepción por las condiciones que Viserys ha impuesto para viajar a Dorne se ve reemplazada por una sombría satisfacción por la ira en la voz del rey. Las semillas habían sido sembradas, y ahora solo quedaba esperar pacientemente a que los brotes emergieran. El descontento de la familia real con los Hightower se había vuelto evidente, y era solo cuestión de tiempo antes de que las consecuencias se hicieran sentir.
Rhaenyra, con sus ojos violeta llenos de determinación, entendía que el enfado de su padre significaba que el plan había funcionado. Daemon, con su cabello plateado como el invierno, mantenía una sonrisa sutil y maliciosa igualmente de fría en su rostro. Laenor, con su intensa y cautelosa mirada, era el cerebro detrás de la operación. Sabía que la espera sería larga hasta que finalmente pudiesen estar tranquilos, pero también sabía que valdría la pena.
Mientras tanto, el resto de la corte seguía ajena a la conspiración urdida por los Targaryen. Los Siete Reinos dormían bajo el manto de la incertidumbre, sin sospechar lo que se avecinaba. Pero en las sombras, los brotes comenzaban a emerger lentamente, trayendo consigo el suspense y la emoción de un nuevo y peligroso capítulo en la historia de Poniente.
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