FUEGO Y SANGRE
ACTO I: LA PRINCESA DRAGÓN

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CAPÍTULO VIII:
Hermanos dragón

TODO IBA MUY MAL, no como él esperaba. Después de finalmente liberarse de sus ataduras matrimoniales con la Zorra de Bronce, Daemon se decidió por lo que había anhelado durante tantos años. Rhaenyra debía convertirse en su esposa tan pronto como alcanzara la edad adecuada para el matrimonio. Pero su débil hermano escuchaba a ese bastardo Hightower, permitiendo que los señores ovejas pretendieran la mano de su princesa dragón. Por lo tanto, tuvo que recurrir a medidas extremas.

Sabía que estaban siendo vigilados por el hombre de Otto. Él quería que los acontecimientos de esa noche llegaran a oídos de Viserys. Daemon sabía que nadie querría tomar un producto "manchado", incluso si ese producto era la Princesa Heredera. Estos señores ovejas tenían demasiada arrogancia. Y entonces a Viserys no le quedaría más opción que permitirles a él y a Rhaenyra casarse. El encuentro con Laenor resultó una sorpresa, pero él sabía que eso no afectaría que la Mano del Rey se enterara de las travesuras nocturnas de la princesa y se lo informará inmediatamente al rey Viserys.

Él esperaba que Viserys lo convocara desde temprano en la mañana. Pero eso no sucedió. Parecía que a todos en la Fortaleza Roja no les importaba lo sucedido. Los rumores se extendían con una rapidez increíble en este nido de víboras, pero ninguna alma en el castillo mencionaba lo que le había ocurrido a la princesa durante la noche. Esto preocupaba a Daemon, al igual que el hecho de que ni Viserys ni su repugnante Mano intentaran llamarlo para rendir cuentas.

Pero el golpe más doloroso fue el encuentro con Rhaenyra, riendo alegremente junto a Laenor y sosteniendo su mano. Si por la noche él incluso estaba agradecido a su sobrino por acompañar a Rhaenyra hasta el castillo sana y salva, ahora quería arrancarle las manos al chico por atreverse a tocar a su princesa. Y Rhaenyra... Ella lucía hermosa con su vestido del color de sus ojos violeta.

Los ojos de Daemon recorrieron naturalmente el cuerpo cambiado de su sobrina. No pudo distinguir su cuerpo transformado ni en el modesto vestido con el que lo recibió ayer, ni en los harapos masculinos que llevaba por la noche. Ahora, el vestido abrazaba su delicada cintura, dejando a la vista su esbelta nuca, sus elegantes clavículas y su busto redondeado.

Quería arrebatársela de las manos a este joven insolente y volar con ella hasta los confines del mundo, donde nadie los encontraría. Previamente, Rhaenyra habría accedido gustosamente a esto. Pero esta nueva Rhaenyra no estaba dispuesta a arrojarse felizmente a los brazos de su tío.

La noticia de su compromiso con Laenor y la próxima boda fue como un balde de agua fría sobre él. No podía creer que después de la noche que habían compartido, Rhaenyra hubiera encontrado tan rápidamente un reemplazo. Recordaba su mirada. Recordaba sus labios inquietos, ansiosos por un nuevo beso. Recordaba sus delgados dedos apretando con avidez su cabello. Recordaba la humedad entre sus suaves muslos cuando la tocaba. No, ¡todas estas conversaciones sobre una boda con Laenor eran una farsa! Un farol. ¿Qué puede ofrecerle ese cachorro paliducho que él no pueda?

«La flota y las riquezas de los Velaryon, y tres dragones, uno de los cuales pertenecía a la mismísima Visenya Targaryen. Todo lo que tú no puedes ofrecerle. Para una futura reina, casarse con Laenor era un matrimonio digno e indiscutible», susurra una voz sensata en su cabeza.

Daemon fácilmente habría desestimado todas estas tonterías, si no fuera porque tuvo que enfrentarse a la desaprobación y burlas de Rhaenyra. Primero ella se negó a hablar con él a solas, diciendo que podía decirle todo frente a Laenor. Y luego lanzó acusaciones contra él, ocultas tras palabras amables. Daemon se sorprendió de lo afiladas que pueden ser las palabras de Rhaenyra y de cuánto pueden llegar a herir. Algo imperceptible ha cambiado en su pequeña princesa.

«Quizás la noche anterior engendró un nuevo dragón», el pensamiento surge y desaparece al instante en la mente de Daemon.

Rhaenyra declaró que estaba cansada y, despidiéndose de él, se fue tomada del brazo de Laenor. Daemon no recuerda cuánto tiempo estuvo parado junto al árbol, tratando de entender qué había hecho. Solo recobra la conciencia en sus aposentos, donde ya lo esperaba un invitado. Viserys estaba parado junto a la ventana, mirándolo con una compasión incomprensible en sus ojos. La sangre de Daemon hierve ante esa mirada.

━━Te estás volviendo viejo, hermano. Pensé que me tenías preparado un duelo al primer rayo de sol ━━Daemon sonríe amargamente━━. En asuntos relacionados con mi penitencia, tú y tu maldita Mano siempre han estado ansiosos por ejecutarla. ¿Qué ha cambiado esta vez?

━━Todo ha cambiado, hermanito.

Daemon desvía su mirada sorprendido de la pared hacia su hermano. Viserys se acerca a él y lo abraza en silencio. Daemon se queda sin palabras, sin entender lo que está sucediendo.

━━Cuando Otto llegó a mí en plena noche y me contó lo que habías hecho con Rhaenyra, estuve a un paso de ir a buscarte y cortarte la cabeza personalmente ━━murmura Viserys en su hombro.

━━Estoy seguro de que Otto se habría regocijado si lo hubieras hecho ━━Daemon no puede evitar comentar.

━━Creo que tienes razón ━━El rey estuvo de acuerdo con su hermano.

Daemon se aleja de su hermano a distancia de un brazo extendido. Lo observa detenidamente, como buscando algo en él.

━━¿Acabas de estar de acuerdo con un comentario despectivo hacia tú querido Otto? ━━Daemon entorna los ojos sospechosamente mientras observa a Viserys━━ ¿Estás seguro de que eres mi hermano?

━━Deja de hacer el payaso ━━Viserys se aparta.

━━Oh sí, definitivamente eres mi hermano. Qué lástima que tu efímera perturbación mental tan tentadora haya sido tan breve.

Daemon no puede dejar de derramar sarcasmo, a pesar de no querer entristecer a su hermano. Le sorprendió e incluso le asustó el comportamiento de Viserys, quien no lo acusó y simplemente lo abrazó, como no lo hacía desde hace mucho tiempo. El sarcasmo y las burlas siempre habían sido la armadura de Daemon frente a algo nuevo y aterrador. Ahora sentía cómo su corazón se apretaba al ver el rostro apagado de Viserys.

━━Lo siento ━━susurra suavemente, incapaz de soportar la decepción en los ojos de su hermano.

Se acerca a la mesita junto a la cama y llena generosamente su copa de vino. Daemon se lo bebe de un solo trago, sin preocuparse de que casi la mitad de la copa se derrame sobre su camisa blanca. Viserys se acerca en silencio y también llena su copa. Al ser más cuidadoso, su vestimenta real permanece impecable.

━━¿Recuerdas la primera vez que nos embriagamos? ━━pregunta de repente Viserys, mirando el líquido rojo.

━━No hay forma de olvidarlo ━━responde Daemon con una sonrisa involuntaria, sumergiéndose en recuerdos.

━━Nos colamos en la bodega, robamos un barril de Dorado del Rejo y bebimos junto con los lacayos y los escuderos ━━rememora Viserys.

━━Y a la mañana siguiente, vomitamos por todos los pasillos de la Fortaleza Roja, para gran disgusto de la abuela Alysanne ━━Daemon se ríe.

━━¿Recuerdas cómo esperábamos que nuestro padre decidiera nuestro castigo?

━━Sí, porque nunca podía ser lo suficientemente severo con nosotros.

━━Sobre todo contigo ━━bromea Viserys dándole un codazo en el costado━━. Siempre le recordabas a nuestra madre.

━━Sí... ━━Daemon suspira.

Los hermanos guardan silencio por un momento.

━━¿Cuánto tiempo no pudiste sentarte adecuadamente después de la paliza que te dio la abuela Alysanne? ━━Daemon interrumpe el silencio.

━━Al menos cinco días ━━responde Viserys━━. Si la gente supiera lo fuerte que podía ser la mano de nuestra abuela, seguramente no la llamarían la Bondadosa Reina Alysanne.

━━Más bien sería Alysanne la Despiadada ━━asiente Daemon.

━━O Alysanne Mano de Hierro ━━se ríe Viserys.

Los hermanos estallan en risas. Daemon no entendía lo que estaba pasando, pero absorbía ávidamente cada momento de cercanía con su hermano. Por mucho que lo negara, echaba terriblemente de menos a Viserys. No importaba cuántas repugnantes mentiras Otto le susurrara al oído a Viserys, Daemon seguía siendo leal a su hermano y al rey. Porque lo amaba. Porque le recordaba a su padre.

La princesa Alyssa era salvaje y obstinada, valiente e indomable. Solo una mujer así podía subirse a su dragón solo días después de dar a luz, con su bebé atado a su pecho y pasar horas volando por los cielos. Tanto su padre como su abuelo y abuela no dejaban de decirle a Daemon que se parecía a su madre. Y Viserys se parecía al príncipe Baelon. No en el amor por el arte de la guerra o volar en dragón. Se parecía a su padre en su infinita bondad y fe en que la mayoría de las personas en el mundo son buenas.

Incluso después de pasar toda su vida en el nido de víboras llamado la Fortaleza Roja, no dejó que eso afectara su fe en las personas. ¿De qué otra manera se podría explicar el hecho de que la Mano del Rey, su mano derecha, resultó ser un bastardo como Otto Hightower?

Pareciera que algo había cambiado en su hermano. Si fuera el antiguo Viserys, Daemon ya estaría en otro destierro, al que Otto Hightower lo hubiera enviado a través de las palabras de su propio hermano. Pero ahora, en lugar de lanzar acusaciones y amenazas, Viserys se reía junto a él.

━━Hable mucho con Rhaenyra esta mañana ━━dice Viserys, poniéndose serio y dejando a un lado su copa de vino sin terminar.

━━¿Sobre qué? ━━pregunta Daemon.

━━Sobre muchas cosas. Sobre su madre, sobre sus hermanos y hermanas nonatos y fallecidos. Sobre mi matrimonio con Alicent y mis hijos más pequeños. Pero sobre todo, hablamos sobre ti.

━━¿Sobre mí?

━━Sí, sobre ti ━━reitera Viserys, apretando el hombro de Daemon y mirándolo como si lo estuviera viendo por primera vez━━. Te hemos extrañado, hermano. Sé que he sido mezquino y estúpido al no ayudarte a ti y a Lord Corlys en la guerra por los Peldaños. Me obstiné, pensando que sin apoyo abandonarías esta absurda tarea y volverías a casa. Pero una vez más subestimé tu valía, Daemon. Cuando me entregaste la corona del Rey de los Peldaños de Piedra y el Mar Angosto, mi corazón se llenó de orgullo. Pero sobre todo, de alegría porque mi hermano había regresado a casa.

━━Después de todo, tú mismo me desterraste ━━dice Daemon en un tono de niño herido.

━━Y ese día fue la primera vez que me corté con el Trono de Hierro ━━admite Viserys━━. Solo esta noche he comprendido que todos tus destierros, causados por mí, fueron un error.

━━Si vamos a ser honestos, fue tu Mano quien los causó, y tú solo obedecías sus deseos ━━resopla Daemon.

━━Puede que sí ━━Sorprende a Daemon nuevamente Viserys, estando de acuerdo con él━━, quiero que todas nuestras diferencias queden en el pasado.

━━Pero... ¿qué hay de...?

Daemon no puede obligarse a preguntar sobre los acontecimientos de la noche anterior. Lo invade una vergüenza tardía.

━━Rhaenyra me lo contó todo. Me alegra que no la hayas deshonrado por completo.

━━Yo no...

━━Sé que no tenías la intención de deshonrarla, porque para ti los placeres carnales no son una vergüenza. Pero para una joven doncella, y mucho menos para una princesa, sí lo son, Daemon.

━━Solo quería...

━━Casarte con Rhaenyra, lo sé ━━lo interrumpe Viserys.

━━Pero, ¿por qué? ━━Daemon suspira.

━━¿Por qué no les permití casarse? ━━Viserys exhala pesadamente━━. Sabes, antes, cuando mi querida Aemma vivía y Rhaenyra no era mi heredera, a menudo pensaba en casarlos. Después de todo, te habías encariñado con ella desde el mismo momento en que la tomaste en tus brazos.

━━Pero, ¿por qué? ━━repite Daemon su pregunta.

━━Porque Aemma no lo quería ━━Levanta la mano Viserys, deteniendo a Daemon, quien está listo para abrumarlo con preguntas━━. Ella te amaba, Daemon. Eras el amado primo de Aemma. Ella siempre decía que anhelaba tener tanta valentía como tú, para no prestar atención a la opinión de todos esos nobles y damas sumisas. Ella confiaba plenamente en ti, incluso cuando yo dudaba de tu cordura. Pero ella te conocía, Daemon. Y conocía a nuestra hija. En Rhaenyra arde el mismo fuego que corre por tus venas en lugar de sangre, Daemon. Si estuvieran juntos, eventualmente se consumirían mutuamente y junto a ustedes, todo el reino. Aemma no quería eso ni para ti ni para Rhaenyra. Después de todo, tú mismo no querrías causarle daño.

━━Nunca. Nunca haría daño a Rhaenyra. Somos familia, a pesar de todo ━━murmura Daemon suavemente.

━━También soy parte de tu familia, Daemon. Sin embargo, me has causado dolor tantas veces que ya no puedo contarlas ━━responde Viserys con tristeza en sus ojos.

━━Lo hice sin malicia ━━Daemon se justifica, sintiéndose como un niño reprendido por sus padres.

━━Lo sé. Es parte de tu naturaleza. El fuego que arde en ti brilla tan intensamente que a veces ciega. Sé que no lo hiciste con intención de hacer daño. Rhaenyra es igual ━━Una sonrisa triste cruza los labios de Viserys━━. Nunca dejé de sorprenderme de cómo pudimos tener una hija así, teniendo a la dulce Aemma como madre. Rhaenyra solía bromear diciendo que debía haber sido tu hija en lugar de la mía.

Daemon guarda silencio, reflexionando sobre las palabras de su hermano. Esta conversación le ha dado mucho en qué pensar.

━━No te voy a desterrar, hermano. Por los Dioses, te he extrañado. Necesito al menos una persona en este castillo, además de Rhaenyra, en quien pueda confiar plenamente. Nunca me has traicionado, Daemon. Ni siquiera los acontecimientos de la noche anterior pudieron hacerme renunciar a ti. No te alejes de nosotros ━━pide Viserys, mirándolo con sus ojos bondadosos.

━━¡Nunca me alejaré de ustedes! ━━exclama Daemon, abrazando fervorosamente a su hermano.

Viseris le da palmaditas en la espalda, sorprendido por el repentino impulso de su hermano.

━━Entonces quédate con nosotros, hermano ━━vuelve a pedir Viserys, apartándose de Daemon━━. Apoya a Rhaenyra. Gana la victoria en el próximo torneo en honor a su boda con Laenor y corónala como Reina del Amor y la Belleza. Ayúdame a restablecer la relación con nuestra prima Rhaenys, a quien ofendí hace muchos años. Quédate a mi lado mientras restauramos la grandeza de los Targaryen. Quédate ahí cuando dé la bienvenida a mis futuros nietos, quienes Rhaenyra traerá a este mundo. Sé la fuerza que ayudará a Rhaenyra a reclamar el trono cuando yo no esté.

━━No hables así. ¡Tu muerte está lejos, muy lejos! ━━se indigna Daemon.

━━Pero no soy eterno, Daemon. Llegará un día en que será mi turno. Y Rhaenyra tendrá que enfrentarse a un mundo que no querrá aceptar a una mujer en el Trono de Hierro. En ese momento, tú y Laenor deberán hacer todo lo posible para proteger a mi hija y a sus hijos. ¡Prométemelo, Daemon! ━━Viserys aprieta el hombro de su hermano, clavando en él una mirada pesada.

━━Lo prometo ━━le asegura Daemon━━. Pero solo si tú prometes vivir hasta tener arrugas, sobrevivir a nuestro abuelo Jaehaerys y convertirte en abuelo y bisabuelo de numerosos nietos y bisnietos.

━━Haré todo lo posible ━━Sonríe Viserys.

━━Gracias, hermano ━━susurra Daemon, sin confiar en su propia voz━━. Gracias por no renunciar a mí.

━━Nunca más, hermanito.

Viserys sale de su habitación con el corazón ligero, dejando a Daemon solo con sus pensamientos. Parece que la noche anterior no solo había cambiado a Rhaenyra.

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