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❁Cαρíтυℓσ 5❁

Dejarla ir

Los años pasaron rápidamente, el mundo como antes conoció había cambiado por completo, las guerras entre humanos se intensificaban, tecnología y avances en la ciencia y nuevas formas de vestir poco a poco transformandose en la época que una vez le mostró Aome.

Era increíble ver cuánto había cambiado todo en 500 años, ahora los youkai viven ocultos o camuflados entre humanos para evitar cualquier desastre o caos, en la actualidad los humanos sólo ven a los youkai y daiyoukai como simples leyendas, sin saber la verdad.

Época actual

15 años antes

Inuyasha siempre estuvo presente en la vida de Aome desde una distancia prudente, presenció todo desde su nacimiento, la vio llorar el día de la muerte de su padre, como con cada año crecía más, inclusive las ocasiones en las que ese humano fastidioso llamado Hoyo se le declaró en varias ocasiones pero ella siempre le rechazaba. Hasta llegar al cumpleaños quince de la azabache, el día que llegaba al sengoku.

Sabía que no podía hacer nada más que observar por más que quisiera correr hacia ella y estrecharla entre sus brazos, no podía, tenía que dejarla ir. Aome a veces tardaba hasta meses en volver a su época pero sabía que siempre su yo del pasado la protegería, presenció la vez en la máscara que come carne la atacó a ella y a su hermano. Aquellas peleas que tanto extrañaba, también las veces en las que la hizo llorar a causa de su indecisión, dándose cuanta de todo el daño que le causó.

La observaba de cerca, tenía que estar en un lugar oculto para que ella no lo viera, así transcurrió casi todo un año, llegando así a la fecha en la que ambos fueron injustamente separados. Todos la noches Aome lloraba y gritaba su nombre, comprendiendo lo mucho que ella debió extrañarlo al igual que él, se sintió como el peor monstruo al verla llorar y no poder hacer nada para consolarla y decir que estaba ahí, siempre estuvo ahí. Con ella.

No podía hacer más que verla, así pasó hasta que supo que debía decirle adiós a su amada azabache, ya no podía verla, si la amaba debía dejarla ir. Jamás la buscó, sabía que era lo mejor para que así ella no saliera herida, el despertar de Ryūkamanari estaba muy cerca y sabía las consecuencias si ese maldito se enteraba de la existencia de Aome y lo mucho que ella significa para él, ella es su todo y por eso si quiere que ella siga con vida y no corra peligro tendrá que alejarse.

Inuyasha y Sesshomaru ya hace varios años atrás crearon la compañía que todos conocen ahora como "La compañía Taisho" en Kyoto en colaboración con Susaku, la líder del clan Fénix y con ayuda de Yuki, el líder del clan Kitsune. Sesshomaru se quedó al cargo de la compañía mientras él se fue por 15 años para poder ver a Aome. Después comenzó a empacar para volver a Kyoto, sabiendo que ya no vería más a su amada.

Pero al parecer el destino los quizo volver a unir, aquella noche en que esos sujetos atacaron a Aome, justo en ese momento pasaba manejando por la zona para ir a Kyoto cuando el olor de sagre inconfundible de la azabache llegó a su nariz y no lo dudo ni un segundo para ir hacia donde ella se encontraba y salvarla.

-¡Malditos! ¡Suéltenla ahora!- estaba demasiado furioso, con esos hombres por haber tocado a su Aome y con él mismo por haber permitido que esto sucediera. Los golpeó a cada uno con toda su fuerza mandándolos varios metros lejos, después regresó su vista a la joven quién le miraba con sorpresa en sus ojos, su mejilla sangraba y su culpabilidad aumentó.- ¡Aome!

Él sin darle tiempo a reaccionar corrió a abrazarla acariciando su cabeza, no comprendió que carajos hacia ella en un lugar tan peligroso a esas horas de la noche pero lo que si sabía era que por la podía abrazar después de muchos, pero muchos, años. Aome lloró contra su pecho y se aferró a él con fuerza.

-Inu... Inuyasha- dice Aome y él solo continúa abrazandola, la extraño tanto y ahora su amada azabache estaba ahí con él, aunque fuese por un segundo quería verle sentir esa sensación de tenerla junto a él y suspirar de nuevo su dulce aroma.

No supo por cuánto tiempo estuvieron así hasta que la sintió quedarse profundamente dormida sin dejar de abrazarlo. La cargó en sus brazos y fue hacia el auto para llevarla directo hacia su casa sin antes curar su herida y limpiar la sangre que salía de su mejilla. Manejó hasta llegar al sitio, sabiendo que definitivamente esta sería la última vez que se verían se acercó lentamente a su rostro para depositar un beso en sus labios, ahora estaba más que seguro, amaba a esa mujer, la amaba más que a nada en el mundo y si quería que ella pudiera tener una vida normal sin peligro tenía que alejarse. Dejarla ir.

-Aome... Es lo mejor, debo alejarme de tí, esto lo hago porque... Te amo- acaricia delicadamente la mejilla de la joven y sin más la cargó en sus brazos hasta llegar a la puerta de su casa y entonces salió la madre la Aome.

-Por Kami ¡Aome! ¿Qué sucedió?- entonces le explicó todo a la mujer, prefirió decirle que la encontró inconsciente en el parque para que no se preocupara, ella le creyó y sin más la dejó en su casa. Iba a irse cuando la mujer mayor le preguntó:

-Disculpa joven ¿Nos hemos visto antes?- él le regresa a ver temiendo que lo haya reconocido pero él lo negó diciendo que no la conocía. Naomi no se vio muy convencida del todo pero no dijo nada más y entró a la vivienda.

Subió a su auto y miró por última vez la casa de Aome, antes de irse fue al Goshimboku, justo ahí seguía la marca y no pudo evitar recordar aquel día donde conoció a la azabache. Manejó con destino al aeropuerto, en el camino recordó todo lo que había vivido junto a ella, jamás la olvidaría y jamás dejaría de amarla.

Cuidad de Kyoto

Compañía Taisho

Magrugada

Minutos antes de tomar el taxi hacia la compañía había recibido una llamada no muy amistosa por parte de Sesshomaru, según lo que le dijo era urgente que llegara, no le dio mucho detalles y colgó. Bajó del auto y entró al sitio, todos iban de un lado al otro yendo y viniendo con cajas y más cajas ¿Qué sucedía? No lo sabía pero a puesto a que no serían buenas noticias.

Entró a la sala de juntas, ahí estaban Sesshomaru, Susaku, Yuki y Shippo. Esto no le gustaba, por la forma en que todos le miraban supo que no le darían buenas noticias. Tomó asiento y Sesshomaru procedió a hablar.

-Lo que temíamos después de muchos años ha comenzado- les hizo saber e instantáneamente todos comprendieron a lo que el peliplateado se refería.

En ese momento las puertas se abren dando paso a Yukanna, la hija de Sesshomaru. Todos en la sala le regresan a ver a la joven de cabello plateado, ella también tomó asiento para comenzar a contar lo sucedido en el monte Takao.

-Ryūkamanari despertará pronto... La barrera que creó la sacerdotisa Kagayaki se está desvaneciendo y poco a poco perdiendo su poder- les informo Yukanna.

-Tenemos que prepararnos, no tardará mucho en romperse la barrera- argumenta Susaku.

-Llevaré mis tropas hacia el monte Takao, defenderemos ese punto- dice Yuki.

-Bien nosotros nos trasladaremos a Tokyo- dice Sesshomaru, todos aseguraron preparan sus tropas para cuando el momento llegue, para estar más cerca tomaron la decisión de trasladar la compañía Taisho a Tokyo y así mismo lo anunciaron en una entrevista en vivo.

Cuidad de Tokyo

Nuevas instalaciones

Medio día

Las nuevas instalaciones ya están disponibles, de un lado al otro llevaban cajas y muebles al interior del edificio. Pronto terminarían con los preparativos, se trasladaron a Tokyo lo más rápido que pudieron, ahí estaba Inuyasha liderando la mudanza y por el momento estaba dándoles unas indicaciones a unos de los trabajadores cuando de la nada percibe un aroma conocido en el sitio.

Inmediatamente él se da la vuelta topandose frente a frente con su amada Aome, abrió los ojos como platos quedándose paralizado viendo como aquella mujer que por tanto tiempo espero por ver nuevamente le miraba fijamente.

-Inu... Inuyasha.

-A-Aome- pronuncia el peliplateado sorprendido por la inesperada visita y más si se trataba de Aome. Sinceramente no esperaba que ella llegara, pero ahora estaba aquí, trató de controlarse pero le fue imposible y sin darse cuenta ya estaba caminando hacia la azabache y sin importarle nada la abrazó contra él.- Aome...

-Inuyasha... ¿Por qué nos venido por mí? Yo te extrañé mucho ¿Acaso tu no?- pregunta Aome con dolor y tristeza en sus palabras. Él miró hacia otro lado apartando su mirada de la suya, Inuyasha sabía que éste día llegaría y su deber es mantener a salvo a Aome a cualquier costo.

-Acompañame... Hablemos en un lugar más privado- dice Inuyasha y sin esperar una respuesta le toma delicadamente del brazo y le llevó directamente a su oficina. Ambos permanecieron en silencio por un largo lapso de tiempo, el peliplateado tenía la mirada en el suelo, no quería separarse más de ella pero tampoco quería que le pasara lo mismo que a Rin.

-Te preguntarás que hago en este lugar...- dice él utilizando un tono frío.

-Si... No comprendo que sucede aquí, el pozo aún continúa sellado, ahora te encuentro aquí... Aquí dirigiendo una compañía milloraria y... y... La otra vez en parque yo te vi... ¿Me salvaste verdad Inuyasha?

-... Si... Fui yo... Pero no el Inuyasha que conocíste antes... El pozo jamás volvío a funciar desde que te fuiste- le explica el peliplateado recordando aquellos años en los esperó a Aome.

-¿Cómo? ¿Entonces de qué forma llegaste aquí?- pregunta la azabache aún sin comprender.

-Para tí no transcurrieron más que dos meses... Pero para mi... Fueron 500 años- dijo el hanyou dejando a una Aome asombrada y sin palabras. Claro que omitió todo lo que cambió el transcurso de todo ese tiempo, pensó que lo mejor sería que Aome no supiera nada con respecto a Ryūkamanari y la posible guerra.

-Inuyasha...- pronuncia la azabache pero él la interrumpe regresando a verle pero con una mirada entre fría y nostálgica, no quería que se apartara de su lado pero debía hacerlo, ella debía odiarlo.

-Debes continuar con tu vida Aome...- después de decir las primeras palabras esquivó nuevamente su mirada de la suya dejándola atónita- ya no es necesario que permanezcas a mi lado... Olvídate de mí.- concluye Inuyasha con un tono frío, la joven se quedó muda ante las palabras, Inuyasha sintió una punzada en el corazón al tener que decirle tan duras palabras.

-Inuyasha... ¿Por qué? ¿Ya no me quieres a tu lado?- dijo Aome con los ojos cristalinos mirándole con dolor. El peliplateado le regresó a ver un momento por la pregunta pero después volvió a mirar a otro sitio, ella no podía permanecer más tiempo ahí o no resistiría el impulso de abrazarla y no soltarla nunca.

-... No... Ya no te quiero a mi lado- le responde Inuyasha con tal frialdad, pudo olorer lágrimas provenir de ella y se sintió aún peor sobretodo por no poder decirle la razón y lo que ocurría pronto.

-Si es lo que quieres... Esta bien... Inuyasha- dice Aome con voz entre cortada para después salir rápidamente por la puerta, el hanyou se quedó ahí parado en medio de la oficina a punto de ir tras ella pero trató de controlarse. Debía dejarla ir.

En medio otra persona entra a la oficina, se trataba de Shippo quién a simple vista se podía notar la sorpresa y la incertidumbre en su rostro.

-Hace un momento choque con alguien ¿Era Aome no es así?- pregunta y el peliplateado asiente.- ¡Idiota! ¡Y ahora que le dijiste!

Inuyasha frunce el ceño.

-¡Cállate de una maldita vez Shippo! Solo hise lo que tenía que hacer- le da la espalda.

-Inuyasha entiendo que te preocupe que el maldito de Ryūkamanari cobre venganza utilizando a Aome como lo hizo antes con Sesshomaru y Rin pero la pondrás más en peligro si la dejas sola- analiza tratanto de hacerlo entrar en razón.

-No la voy a abandonar simplemente ella ya no estará metida en todo ésto y yo fingiré no conocerla pero jamás dejaré de protegerla- explica mirando fijamente hacia la ventana.

-Solo quiero que entiendas que ella jamás podrá olvidarse de ti por el amor que te tiene- sin más se va dejándolo solo.

~o~

La noche había llegado, ya todos se estaban yendo y no se podía ver a mucha gente en el sitio. La compañía Taisho estaba casi a oscuras excepto por una sola oficina donde cierta hanyou acomodaba sus cosas para irse cuando escucha un ruido a sus espaldas. De inmediato ella se gira poniéndose a la defensiva pero al ver de quién se trata le resta importancia dándole la espalda.

-¿Vas a seguir ignorándome Yukanna?- dice cierta voz masculina.

La chica de cabello plateado toma su maleta caminado hacia la salida ignorando lo que él dijo pasando a lado de él.

-No insistas Shippo- advierte fríamente.

El kitsune la detiene tomándole de la muñeca.

-No hubo ni un solo instante que no pensara en ti- hace saber pero Yukanna le regresa a ver con odio.

-Mejor guarda esa "sinceras" palabras para ti amada Soten ¿Si?- se zafa de su agarre alejándose del sitio a gran velocidad.

-Maldición Yukanna- cierra sus manos en forma de puños- todo fue un mal entendido.

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Inuyasha tiene la intención de alejar a Aome para que Ryūkamanari no cobre venganza utilizandola a ella mientras que Shippo y Yukanna tratan de aclarar un mal entendido del pasado ¿Cómo terminará todo ésto?

¿Surgirán más conflictos?

¿Inuyasha seguirá apartando a Aome?

¿A qué se debió la muerte de Rin?

¿Ryūkamanari atacará pronto?

¿Aome logrará llegar hasta la verdad?

Esto y más en: "Inuyasha y Aome: Sentimientos a través del tiempo" 😃

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