
❁Cαρíтυℓσ 28❁
❁Nada es lo que parece❁
<<¡Ay, Kami! Inuyasha, por favor, tienes que estar bien>> pedía una y otra vez, mientras bajaba a toda velocidad las grandas de piedra del templo. Entonces a lo lejos pudo divisar a su amado, él se veía muy débil y su ropa manchada de sangre, sus miradas se conectaron y ella no dudo en abrazarlo.
-¿Qué fue lo que pasó, Inuyasha?- varias lágrimas bajan por sus mejillas, alejándose un poco del abrazo para verlo fijamente a los ojos y extrañamente sintió algo en su corazón, además, la mirada del mencionado no tenía brillo alguno.- ven conmigo, hay que curarte.
-Ka-Kagome... N-No pensé que ésto pa-pasaría, fueron d-demasiados y no tu-tuve más opción que e-escapar- la abraza de vuelta contra él, esbozando una disimulada sonrisa.- pero eso no me importa ahora que te tengo entre mis brazos.
-¿Inu... Yasha?- siente un escalofrío recorrerle todo su cuerpo y se alejó un poco, se sentía extraña, definitivamente algo no andaba bien aquí.- ¿Cómo fue que llegaste hasta aquí si estabas muy herido?
-¿Importa? Ah, ya entiendo...- avanza hacia ella a paso lento, sin quitar aquella sonrisa llena de malicia, hasta quedar ambos a sólo unos centímetros de distancia.- ¡Ja! Parece que no eres tan estúpida como creí, que interesante.
-¿Qué? ¿De qué estás hablando?- da un paso atrás, sintiéndose asustada bajo la fría mirada de aquel hombre. Pero no pudo retroceder más, ya que se petrificó al escuchar una risa malvada por parte del peliplateado y le regresó a ver con sorpresa.- ¿I-Inuyasha?
-Aunque tampoco eres tan inteligente como aparentas- sin darle tiempo a reaccionar, él le toma fuertemente del cuello y esboza nuevamente una sonrisa, divertido ante su sufrimiento.- oh, vamos niña. Eres tan inocente que ni siquiera te pasó por la cabeza que mi plan podría basarse en el de ese idiota de Naraku.
Kagome abre los ojos como platos al ver como aquel la sujetaba del cuello con fuerza, fuera rodeado por una luz oscura y en cuestión de segundos su apariencia cambió, recuperando su forma original.
-Mejor llámame por mi nombre real, ahora mismo tienes al gran Ryūkamanari frente a tí. Deberías sentirte honrada ¿No crees?- suelta una carcajada.- ¿Y dónde crees que está Inuyasha en estos momentos? Oh, si, va en camino a su tumba junto con los demás. Para éstas horas seguro ya murió y si lograra sobrevivir, ten por hecho que no será por mucho.
La miko frunció el ceño e intentó zafarse de su agarre, pero Ryūkamanari apretó más su cuello y casi sin aire, cayó inconsciente. Lo único que pedía ahora es que su amado y los demás estuvieran con vida, que no hayan caído en la inevitable trampa.
Departamento de Sesshomaru
Tarde
Escuchó la puerta abrirse, Yukanna tuvo un mal presentimiento y salió de su habitación para encarar al "invasor", pero bajó la guardia al ver que se trataba de su padre. Aunque le resultó extraño verlo aquí al segundo día de su partida ¿Tan rápido había terminado la batalla o qué?
-Papá ¿Qué haces aquí?- cuestiona la hanyou, mirándole atentamente, pero él ni le regresó a ver. Parecía que estaba más concentrado en buscar algo.- ¡Papá! ¿Me estás escuchando? ¿Pasó algo en el Monte Takao?
-Cierra la boca- ordena con frialdad, a lo que ella se petrificó y prefirió quedarse en silencio, por lo visto las cosas salieron muy mal como para que él esté así. Iba a irse pero percibió algo extraño en el olor de su padre, algo que no coincidía.- Yukanna...- hace un ademán para que se acerque.
-¿Si?- preguntó suavemente, acercándose con cautela y llevó una de sus manos a su cadera, donde tenía a su confiable katana, Tetsusaiga. Pero la sorpresa se la llevó ella, al momento que él le sujeta suavemente de la muñeca y le regresó a ver.- ¿Pero qué...?- no termina de hablar pues ve una sonrisa malvada dibujarse en el rostro del peliplateado.
-Quítate, me estorbas- segundos antes de que la hanyou pudiera siquiera desenvainar su espada, "Sesshomaru" le lanza una poderosa descarga eléctrica desde la mano con la que sujetaba su muñeca y sin fuerzas, Yukanna cae bruscamente al suelo.- debiste usar tu katana, que lamentable eres.
Lo último que la chica pudo ver antes de caer inconsciente, fue como aquel que la había atacado, tomaba una forma conocida, y entonces supo que éste era el fin, ni siquiera podía moverse. Cerró los ojos finalmente y el youkai que tomó la apariencia de Sesshomaru, estuvo a punto de darle el golpe final, pero se detuvo al ver a una figura inconfundible acercarse.
-¡Detente!- defiende la universitaria, parándose frente a la hanyou y el responsable de lo ocurrido simplemente esbozó una sonrisa, avanzado hacia ella.- ¿¡Quién eres tú?! ¿¡Qué asuntos tienes aquí?!
-Mi querida Rin, nos volvemos a ver- inicia el ser de cabellos negros, ojos visiblemente de color sangre, aunque un parche cubría su ojo izquierdo y sus vestimentas daban a entender que pertenece a otra era, incluso utiliza una armadura.- me presento, soy Ryūkamanari... Y ahora vendrás conmigo.
-¿Qué? ¡No, espera!- es jalada del brazo hacia la salida, en contra de su voluntad y su secuestrador, al ver que sería difícil llevarsela de ésta forma, sopló en su cara un especie de polvo blanco y al instante la chica perdió el conocimiento, siendo cargada estilo princesa por ese sujeto.- y ustedes, encárguense de la hija de Sesshomaru.
-¡Si, señor!- exclaman los dos sirvientes que habían llegado con él y acatando la orden de su amo, se acercaron hacia Yukanna de forma amenazante. Uno de ellos la levantó y colocó en su hombro, dispuesto a llevársela.- nos divertiremos mucho con ésta chiquilla.
Ambos youkai estuvieron a punto de marcharse, pero fueron sorprendidos en ese instante, puesto que la ventana se partió en pedazos, fruto de un fuerte ataque y una mujer de cabellos negros y amarrados en una larga trenza, entra a toda velocidad. Los sirvientes la reconocieron, se trata de la última descendiente de los Relámpago.
-¡Desgraciados, mueran!- con su espada, Soten los vuela en pedazos y Yukanna queda en libertad, la youkai que llegó en su auxilio cae de rodillas al suelo, respirando con dificultad. Todavía no había podido recuparse bien de la paliza que le dio Ryūkamanari, pero no podía permitir que ese maldito llevara a cabo la última fase de su plan.
<<El tiempo se está agotando...>> piensa con preocupación.
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Ryūkamanari robo la apariencia de Inuyasha y Sesshomaru para secuestrar a Kagome y Rin, además de dejar muy lastimada a Yukanna, aunque ésta última fue salvada justo a tiempo por Soten, quien está determinada a no permitir que el Ryūkamanari cumpla la última fase de su plan ¿Logrará evitarlo?
¿Qué le pasó a Inuyasha y Sesshomaru?
¿Están a salvo de la trampa o no?
¿A dónde se llevó Ryūkamanari a Kagome y Rin?
¿Qué pretenderá hacerles?
Esto y más en "Inuyasha y Kagome: Sentimientos a través del tiempo" 🤔🤔🤔🤔🤔🤔
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