—Yuyu— El pelinegro alzo la vista y sonrió cuando enfocó a su prometido vistiendo únicamente una playera suya— Me queda mejor a mí que a tí— Corrió hasta él para sentarse en sus piernas.

—¿Por qué me haces esto?— Jongho sólo le sonrió— Le prometí a tu papá no haríamos nada hasta que nos casemos.

—Yunho, llevamos tres años de novios y ya hicimos de todo, a parte nos casamos en tres días— Comenzo a hacer círculos.

—Se lo prometí a tu papá— Beso su mejilla— Pero en tres días serás mi esposo y después serás completamente mío.

—Tonto, te amo y no me arrepiento de conocerte— El mayor sonrio.

—Tambien te amo, osito— Jongho tomó las mejillas contrarias para besar al mayor.

—¿Nosostros contra el mundo?— El pelinegro tomo las mejillas del menor y pego su frente con la contraria.

—Nosotros contra el mundo— Jongho sonrió y volvió a besarlo.

—Siempre...

—Desde el momento que nos hicimos novios hasta que la muerte nos separe, seremos únicamente nosotros contra el mundo— Yunho acarició sus mejillas.

—¿Vamos a nuestro lugar?— Hizo ojitos y un puchero para convencerlo.

—No puedo negarte nada cuando haces eso, ve a cambiarte...

El menor obedeció, se levantó y con prisa se fue a la habitación para vestirse decentemente.

Su lugar era un penthouse que le regaló su mamá por su cumpleaños número dieciocho, era especial por dos razones la primera porque fue el último regalo que su mamá le dió antes de fallecer y la segunda porque ahí conoció a Yunho, en ese entonces él sólo era el recepcionista y entonces lo entendió su mamá le había dado dos últimos regalos.

—Listo— El mayor se levantó—  Me desanima que mi mamá no estará en nuestra boda— Yunho lo abrazo.

—Ella estará ahí— Murmuró— Quizás no físicamente, pero ella va a estar ahí, viendo como su hijo se casa con un gran hombre— Jongho sonrio y golpeó el brazo del mayor—¿No soy un gran hombre?

—Lo que digas, Yuyu...

—A parte tu mamá quería que nosotros algún día nos casaramos y es lo que haremos porque nos amamos— Beso su frente.

—Enserio te amo.

—Yo también te amo

[…]

Jongho lanzo su copa de vino a la pared y no evitó llorar una vez más, ya no quería llorar por él pero le era inevitable lo amaba. Comenzo a patalear logrando que el agua de la bañera saliera y diera al suelo.

—Jongho— El pelirrojo sollozo cuando escuchó a Daehwi—¿Estás bien?

—N-no— Trato de hablar alto.

¿Cómo podía estar bien? Su esposo lo estaba engañando aún en el mismo lugar, seguía importandole poco profanar su santuario, no le estaba importando que él sufriera.

—Jongho, por favor podemos hablar— Jongho miro los cristales en el suelo y suspiro.

—Ya salgo— Murmuró.

Sin ganas salió de la bañera y tomo su bata, se miró en el espejo para burlarse de sí mismo por lo patético que se sentía.

—Primero que nada, no me estés asustando, pensé que te había ocurrido algo cuando escuché un cristal rompiéndose— Jongho balbuceó— Segundo, sabes que yo te apoyo en todo ¿Verdad?— El pelirrojo asintio— No tienes porqué estar pasando esto sólo...

—L-lo se...

—Ve a vestirte, tenemos que hablar de algo muy importante.

Jongho no dijo nada sólo camino a la habitación. Por su parte Daehwi notó que ya casi no había fotos colgadas en la pared, de hecho sólo había una y era de Jongho y Yunho el día de su boda, uno de los días más importante de su vida.

Antes al entrar a ese hogar se podía sentir el amor que esos dos se tenían, pero ahora sólo podía sentir una profunda pena y tristeza.

—Aqui estoy— Aviso el pelirrojo— ¿Por qué estás aquí?— El castaño suspiró y lo miró.

—Se qué lo que menos quieres hablar ahorita es sobre el trabajo, pero soy tu mejor amigo y no puedo ocultarte ésto— Jongho ladeo su cabeza sin comprender— Nos asociamos con Hong Joochan.

—¿Y él es?— El menor inconscientemente miro una foto de Yunho y con eso Jongho dedujo.

—Él es el amante de Yunho— Nuevas lágrimas se deslizaron por sus mejillas— Necesito que me digas que puedes separar lo profesional con lo personal...

—Puedo hacerlo— Murmuró mientras alzaba la vista para mirarlo— Puedo separar lo profesional de lo personal.

—Hablo enserio Jongho, aunque no quiera debo decir que él tiene buenas reseñas y estamos en un proyecto importante— El pelirrojo le sonrió y retiro sus lágrimas.

—Puedo hacerlo ¿Cuando lo conozco?

—Si te sientes bien, mañana— Jongho asintio.

—Bien, entonces mañana conoceré a Hong Joochan...

Escucharon como la puerta era abierta y divisaron a Yunho entrar, al menor le extraño verlo pero si había entendido él tendría que seguir ahí aunque no quisiera.

—Yo mejor me voy, te veo mañana.

—Por supuesto— Acompaño al rubio a la puerta y este una vez más le pidió que separará el trabajo con lo que estaba ocurriendo.

—¿Por qué mierda tu despacho se asoció con...?

—¿Con tu amante?— Cuestionó— Pues fíjate que yo también me acabo de enterar, pero tranquilo te juro que se separa el trabajo de todo esto que está pasando— Yunho fruncio el ceño— Sólo esperó que si le hayas dicho todo lo que yo te dije, porque adivina...

—¿Qué?

—Para todos tú y yo estamos casados, y siempre me he presentado con los nuevos socios por mi apellido de casado— El pelinegro abrió los ojos.

—¿Que mierda, Jongho?

—Mañana nada impedirá que me presente de esa forma— Le sonrió— ¿Haz pensado en buscar empleo?

—Tengo un empleó— Jongho negó.

—Trabajas en la industria hotelera de mi papá ¿Sabes que ocurrirá cuando él se entere de lo que me hiciste? Aunque podemos hacer un trato— El mayor alzo una ceja— Tú dejas a ese por tu trabajo o dejas tu trabajo por ese ¿Que eliges? Piénsalo muy bien, te doy hasta mañana después de regresar del trabajo, por el momento debo irme a arreglar.

—¿Para qué?

—Yuyu, yo no te cuestionó cuando vas a ver a Hong Joochan y también ve consiguiendo otro sitió para cogertelo porque el penthouse será vendido.

—No puedes hacer eso...

—Puedo hacerlo porque es mío, ahora sí me permites debo arreglarme.

Yunho gruñó cuando el menor desapareció de su vista, él no podía estarle haciendo eso.

[...]

Jongho entro con una amigable sonrió a la sala de juntas dónde estaban algunos integrantes del despacho con el que se asociaron.

—Buenos días, me presento soy Jeong Jongho— Notó que cierto castaño fruncia el ceño despues de haberse presentado.

—Su nombre no es ¿Choi Jongho?— Preguntó aquel castaño quien después fue reprendido.

—Lo soy, pero prefiero utilizar el apellido de mi esposo— Daehwi negó por detrás del pelirrojo.

—Es hijo de Choi Siwon y Kang Minkyung ¿No es así?— Preguntó alguien más, pero Jongho sólo notó como el castaño se tensaba.

—Asi es, mi padre es dueño de los hoteles Choi y mi madre una gran arquitecta que junto a mi padre iniciaron con su industria hotelera— El señor que había preguntado asintio dándole la razón en sus palabras.

—¿Por qué usted no entro a la industria?

—Bueno, yo siempre tuve una gran admiración por mis dos padres pero quería ser como mi madre un gran arquitecto y bueno mi esposo es quien decidió entrar a la industria junto a mi padre...

—Mi hijo, Joochan— Jongho lo miro y le sonrió con hipocresía— También es un gran admirador de tu madre y me atrevo a decir que eso me da celos— El pelirrojo rio bajito.

—¿Admirador de mi madre? Ya lo veo, por eso mismo deseo que seamos un buen equipo y no existan malos entendidos ¿Que les parece una cena?

—Me parece una buena idea...

—¿Y su hijo tiene pareja?— Joochan miro a su padre y comenzo a negar.

—Lo tiene, pero se niega a presentarlo— Jongho alzo una ceja.

—¿Por qué será? Bueno está noche quizás puedas presentárselo, mi esposo nos acompañará porque nunca voy a una cena sin él... No quiero hacerlos perder más su tiempo, así que doy por terminada está reunión.

Poco a poco todos fueron saliendo a excepción de los Hong quienes se quedaron discutiendo el lugar y la hora para la cena. Cuando ellos se fueron, Daehwi golpeó su nuca.

—¿Hablas enserio? “Quizas puedas presentárselo” ¿En qué demonios pensabas? Jongho dijiste que no mezclarias el trabajo con tu vida personal— Jongho se encogió de hombros.

—Si, cambie de opinión... Ese siendo admirador de mi mamá, estoy muy seguro de que mi mamá lo aborreceria por lo que está haciendo— El menor bufó.

—¿Enserio llevarás a Yunho a la cena?— Jongho asintio—¿Cómo?

—Le conviene... Necesito que me ayudes a iniciar un trámite para vender el penthouse— Daehwi se detuvo justo antes de entrar a la oficina del mayor.

—¿El que te regalo tu mamá?

—Me duele tener que venderlo, pero ya no tiene el gran significado que le tenía, esos dos lo profanaron y quiero que dejen de usarlo— El castaño se sentó frente a él.

—Solo prohíbe que ellos entren y después que lo limpien a profundidad— El pelirrojo negó.

—Cuando decida darle el divorcio a Yunho no quiero nada que me recuerde a él... Para mí ya no tiene algún significado valioso.

Aquello era mentira pero necesitaba ir dejando poco a poco todo lo que tuviera que ver con Yunho.

[…]

Jongho miro a su esposo entrar con un semblante frío y distante, estaba listo para lo que fuera a gritarle.

—¿Ya te dijo de la cena que tendremos?— Preguntó con descaro— Es bueno que su papá quiera conocer a su novio en esa cena.

—Estas demente, Choi— El pelirrojo asintio.

—Voy separar lo que me conviene, pero cuando no se trate de trabajo haré lo que sea para fastidiarle la existencia... Haré que desee jamás haberse interesado de tí, haré que cada que vea una foto de mi mamá se sienta culpable, haré que su papá vea como un cobarde al dichoso novio su hijo— Yunho se acercó amenazante, pero no había forma en la que el menor se intimidara.

—No te metas con él, él no inició esto— Jongho enseguida sintió como un nudo se iba a formando por culpa de esas palabras— Yo fui quien lo busco, soy yo quien lo convenció, así que no se te ocurra meterlo en esto.

—Tú no me dices que hacer Jeong Yunho, porque te conozco mejor que nadie y no serás capaz de renunciar al gran empleo que tienes con mi papá, luchaste por ese puesto y no vas a renunciar con facilidad... Y mientras tú trabajas para mi papá yo puedo tener completo control de tu vida, o dime ¿Vas a renunciar a ese puesto?— El mayor se quedó en completo silencio y Jongho sonrió triunfante— Claro que no vas a hacerlo, porque mi papá va a saber que algo está mal y yo le diré que me engañaste en el penthouse que mi mamá me regaló, entonces te quedaras sin posibilidades de volver a ejercer.

—Estas mal, haces las más complicadas de lo que deberían ser— Jongho se encogió de hombros—¿Enserio vamos a terminar en mal?

—Al menos no fuí yo quien falló— El pelinegro alzo una ceja—¿Qué?

—¿Yo me revolque con dos?— El menor rio sin gracia.

—De tí ya puedo creer todo, pero como dije yo no falle primero, yo simplemente me di el derecho a también pasarla bien... Y no tienes derecho a reclamarme— Yunho bufo.

—No te estoy reclamando...

—Bien, a las ocho es la recepción— El mayor negó.

—No ire— El pelirrojo alzo una ceja.

—Hasta que un papel no diga que estamos divorciados tú y yo seguimos siendo esposos, o me voy a encargar de que sea sospechoso el hecho de que mi esposo y el novio de ese no se hayan presentado ¿Decide? Tienes una hora— Le guiñó y se fue a su habitación.