Lo embrujaron
ᴹˢ. ᴿᵒᵇᵉʳᵗˢ ♥︎
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River

—Cariño, ¿ya despertaste? —escuché la ronca voz de papá al otro lado de la puerta— Theo llegó y te espera en la sala.

Apurada, me levanté de la cama tomando mi gorra y celular, y salí corriendo hacia abajo.

Le había mandado mensaje la noche anterior para que viniera, con el video que le tomé a Nova, podríamos adelantar todo y entregarla a la policía, por fin volveríamos a la normalidad con Seth para mí y Theo fuera de ese hospital.

Salte los últimos dos escalones y rápidamente me aventé a un lado suyo, buscando el video en la galería.

—Les dejé el desayuno en la cocina, vuelvo en la tarde —dijo papá saliendo, pero yo solo asentí y seguí buscándolo.

Theo puso un brazo sobre mis hombros y se acercó más para ver lo que hacía.

—¿A dónde fuiste exactamente anoche, eh? No entendí la mitad de lo que pusiste.

—Nova hizo a todo mundo ir a un club en plena madrugada —dijo con la vista en la pantalla—, y mira nada más cómo acabó la noche.

Le puse play al video justo cuando alguien tocó el timbre.

—Bájale el volumen —le susurré yendo a atender.

Vi por la mirilla y casi jadeé al mismo tiempo de Theo, que había llegado a esa parte del video.

Rápidamente abrí y me lancé a abrazar a Seth, que no me esperaba que viniera llorando después de lo que pasó anoche.

—Riri —lloriqueó en mi hombro—. N-no pude.

—¿Qué no pudiste, Seth?

—¿Seth? —dijo Theo, acercándose a un lado nuestro.

Lo jaló del brazo para que se uniera al abrazo mientras yo lo guiaba despacio hacia sillón, donde pareció calmarse un poco.

—¿No pudiste qué, hermano?

Limpié suavemente sus mejillas con la manga de mi chaqueta, esperando lo peor cuando su mentón se contrajo, evitando volver a sollozar.

—N-Nova, ella... anoche...

—Lo sé, yo también lo vi antes de que Jacob me sacara, y discúlpame mucho, pero se lo tuve que contar a Theo. ¿Por eso estás llorando?

—No, es que yo... —susurró, volviendo a llorar sonoramente— No p-puedo, yo la amo, pero ella los mató, Riri. Me da tanta culpa estar así, como si nada hubiera pasado.

—Ay, Seth —lo abracé a mi pecho con Seth palmeando su espalda—. No es tu culpa, eres una buena persona, es normal que te sientas mal por este tipo de cosas.

—Le dije que necesitaba tiempo —murmuró con la voz ronca—. Me quería morir cuando empezó a llorar por eso.

Theo y yo nos vimos con una sonrisa sorprendida y cómplice.

¿Cómo no lo había pensado? Era claro que la iba a dejar por eso. Seth tenía valores y creencias muy presentes, por más enamorado que estuviera, no podía dejarlo pasar así como así.

El celular de Theo empezó a sonar e iba a apagarlo, hasta que vio de quién se trataba.

—Ahora vuelvo, es la trabajadora social y me matará si no contesto —sacudió el cabello del chico—. Hermano, escucha a Riri, nada de esto fue tu culpa.

Salió corriendo a la cocina para contestar mientras que con Seth cambiamos de posición, ahora él estando recargado en el sofá, conmigo sobre su regazo aun abrazándonos fuertemente.

—Oye, hablando de lo que pasó anoche...

—No te preocupes, te necesito ahora y no podría enojarme por eso.

Sentí un nudo en la garganta al oírlo, no sabía que también me pondría sensible tan rápido.

—Es que, luego de eso —empecé con voz temblorosa—, Nova sí se enojó conmigo. Claro que lo esperaba, pero por un momento creí que de verdad me golpearía.

Tomé un pausa cuando los ojos también se me nublaron por las lágrimas.

—Me recordó tanto a Nick Holland, el niño que me golpeaba en mi otra escuela. Casi lloraba cuando también me llamó bruja —dije derramando las primeras lágrimas.

—Riri...

—Lo siento tanto, Seth. Si pudiera, te hubiera olvidado hace mucho tiempo, y créeme que lo he intentado, pero no funciona. Te quiero y me duele ver cómo sufres por ella.

Aún con las mejillas humedecidas, alzó su rostro de mi hombro para verme apenado.

Suevamente, limpió mis lagrimas con su pulgar, y dejo su mano ahí, acariciándome tan hipnotizadoramente que medio cerré los ojos, disfrutando del contacto.

Con lentitud, me acerqué a él pendiente de que no retrocediera y, cuando no lo hizo, subí mis manos a su nuca y lo besé delicadamente.

Tan solo fue un roce de labios, pero como no dijo nada, volví a besarlo una y otra vez, agitándome y sintiendo cómo él volvía a llorar en medio de eso.

—Ri...

Me detuve cuando intentó decir algo, pero al final pareció arrepentirse y yo lo tomé como señal para continuar.

Subiendo ambas manos a su cuero cabelludo, bajé mis labios por su mandíbula y cuello. No dejaba de llorar, por lo que empecé a succionar con una nueva sensación de excitación.

Solo abrí los ojos un segundo, casi gritando del susto cuando vi a Theo atrás de nosotros con una expresión helada y con el teléfono en la mano.

Sin que Seth lo notara, rápidamente le hice una señal para que nos dejara solos, a lo que él asintió todavía sorprendido y salió a la cocina en silencio, tapándose los ojos en el proceso.

Finalmente a solas, me aferré a su torso y empecé a restregarme y dar saltos sobre él. Estaba calientito, lo que hacía la sensación mil veces mejor.

Y cuando apenas iba a quitarme la chaqueta, desperté por el ruido de la aspiradora.

"¿Había..."

Me enderecé para ver la hora y gruñí al ver que todavía me quedaba una hora para levantarme. Me enloquecía papá cuando se ponía a limpiar antes de irse.

Frustrada, volví a acostarme boca arriba, viendo las diversas fotos de Seth pegadas en el techo.

Había pasado unos días desde el club y Seth no había dejado a Nova, ni me había dirigido la palabra. Todavía no había dicho nada a nadie sobre ese video a excepción de Theo, primero quería asegurarme que le provocaría algo y no saliera libre gracias a sus padres, y eso requiere tiempo para planearlo.

No lo había pensado así, pero no era posible que Seth la hubiera perdonado como si nada. Al menos no en sus cinco sentidos... o que lo hubieran embrujado.

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—Si no tomas de una vez la decisión, ¡vas a desperdiciar los siguientes años de tu vida!

Nova solo siguió subiendo las escaleras hacia su cuarto, evitando alterar más a su madre.

Una vez entró, se tiró a los brazos del chico, que la esperaba tras la puerta y con el corazón en un puño, y por fin pudo soltar el primer sollozo.

—¿Les dijiste? —susurró, apoyando la cabeza sobre la suya.

A lo que ella negó entre llantos.

Seth entendió que no era momento para ello, por lo que ambos suavemente se fueron arrodillando hasta quedar sentados en el suelo, con la chica aferrada a su torso.

No la había dejado sola desde esa noche en el club. Nova pedía comer en la habitación, por lo que ahí compartía con el chico y, en las noches, ella dormía en la cama y Seth sobre un colchón inflable en el suelo, dándose la mano todo el tiempo. Si bien no quería que sus padres lo descubrieran, tampoco quería romper la confianza que le habían dado.

Sam entendió eso, por lo que él mismo lo suplantaba en las guardias que le correspondía, y le había dicho a Sue que era un asunto de la imprimación. Por lo que estaría ahí el tiempo que necesitara.

—Me están presionando para que elija una carrera —murmuró la chica cuando pudo tranquilizarse un poco.

—¿Y qué tiene de malo? Eres una genio, te van a aceptar a dónde vayas.

—Quieren que vaya a la Universidad de Tsinghua, porque ambos se graduaron allá y estaría fuera de peligro.

—...¿Y?

—¡Está en China, Seth!

—... Oh... Tengo que sacar visa, ¿verdad?

A lo que Nova lo vio frustrada aun con los ojos llorosos.

—¿Sabes chino?

—Puedo aprender.

—¿Tienes visa?

—Si me das unos días...

—No quiero ir, amor —dijo volviendo a apoyar su cabeza en su cuello—. No quiero que estemos solos allá, sin nadie de los que conocemos. ¿Crees que tu mamá podría estar bien contigo al otro lado del mundo? ¿Que yo podría alejarte de tu manada?

—¿Entonces? ¿Qué quieres hacer?

"Huir", pensó con pesadez la chica.

—No tengo idea.

No empezaba a ser mala idea decirle a sus padres y a la policía sobre lo que hizo en el club. Fuera de que a su madre le daría un infarto, Nova tendría tiempo en la cárcel para reconsiderar qué hacer con su vida, y para que capturen a la demás gente que busque a los Wolf. ¿En qué momento había sido buena idea para ella salir esa noche?

Seth, que sobaba la espalda de su impronta decaída, sacó una caja debajo de una silla y la puso a espaldas de la chica.

—¿Crees que me metan a la cárcel?

—Bonita, esa gente debió de ir a la cárcel hace mucho tiempo. No te carcomes la cabeza porque si la policía hubiera hecho bien, tú no tendrías que haber pasado por todo esto.

—¿Entonces no iré?

—Tal vez sí, pero no dejaré que pases ni la noche ahí —contestó pasándole la caja con un bonito listón al regazo—. Y como nada tiene que pasar ahora mismo, ¿qué opinas de una segunda cita, mañana, abajo en las jardineras?

Sonriendo un poco más animada, Nova intentó abrir la caja, pero rápidamente se la quitó de las manos.

—Es para que lo uses mañana, pero no lo puedes ver hasta entonces —lo puso en la mesa a lado suyo—. Voy a tener que regresarme a mi casa para lavar la ropa que me prestaste y para que tus papás me vean entrar por la puerta. ¿Estarás bien hoy?

A lo que la chica asintió y se acercó para besarle ambas mejillas. Y Seth, con una sonrisa tierna, dejó pequeños besos sobre su hombro y el ultimo en la comisura de los labios.

Acercándose a la ventana, le hizo una señal para que no abriera la caja y ella volvió a asentir sonriente. Y apenas saltó hacia abajo, la chica tomó la caja y rápidamente le quitó el listón azul para abrirla.

"Hoy hay buen clima para un picnic-cita-sinsolporqueodiassudar", decía la tarjeta.

Y cuando vio que era el vestido que se quedó viendo en la primera cita, sintió como si un balde de agua helada la golpeara hacia la realidad, donde en algún momento Seth iba a darse cuenta de ese detalle que tanto le ha costado ocultar.

Tal vez ya era momento de contarle la verdad completa de porqué se cambió de apellido.