No es lo que esperaba
ᴹˢ. ᴿᵒᵇᵉʳᵗˢ ♥︎
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SETH

Por obvias razones, me suspendieron de la escuela y no regresaría hasta la semana siguiente.

Me lo esperaba, más no me había librado del regaño de mamá cuando regresé de casa de Nova. Nunca la había oído tan enojada como en ese momento, ni cuando casi repetía año o cuando por accidente rompí la urna de mi tío.

Solo pude salvarme de ser castigado porque ambos sabíamos que fue algo inevitable con mi nuevo temperamento de cambiaformas. Tener una impronta era más trabajo de lo que parecía, pero no me importaba, no estaba castigado, por lo cual tendría el fin de semana libre para trabajar con Jacob en su garaje.

Tenía planeado sorprender a Nova en nuestra siguiente cita con el vestido que se le había quedado viendo en la plaza. Después de que la recogieran, Jacob había ido a preguntar por él y era algo caro.

Pero era Jacob, él mejor. Dijo que pondría la mitad del dinero e iba a dejarme ayudar con unas motos para que con el pago de ellas pudiera completar el vestido y unas flores de verdad.

Ojalá se hubiera imprimado de Leah, él sí sería el mejor hermano mayor.

Parecía que todo me estaba saliendo bien. Fuera de que sigo furioso con Theo y probablemente le partiría la cara si lo vuelvo a ver, estaba tranquilo con todo lo demás. Leah se distraía con las guardias, mi mamá —después de haberme gritado por media hora— estaba orgulloso de mí por defender a mi impronta aun siendo de mi propio amigo, Lucy había descubierto que su impronta iba seguido a una disquería, por lo que le estaba ayudando a espiarlo sin ser descubierta; Nova aún me quería y por lo que me había contado, sus papás ahora estaban agradecidos conmigo por haberla defendido. Cosa a la que saqué provecho y ahora Nova tenía permiso de venir a mi casa, no importaba que ahora la acompañaran dos guardaespaldas.

Estábamos juntos en el sofá viendo una película viejita que mamá nos recomendó. Nova me pidió que estuviéramos en pijama, ya que llovía y hacía frío, o al menos ella tenía frío.

Había descubierto que mamá le estaba tomando cariño, ya que también nos había preparado chocolate caliente e insistió que nos abrigáramos con un montón de cobijas suyas. Dejó únicamente prendidas las veladoras de la mesa del centro y subió a su habitación no sin antes decirnos que le llamáramos cualquier cosa.

A diferencia de nuestra primera cita en el cine, ahora ella había recargado en mí su cabeza y yo aproveché para abrazarla por los hombros. La película era en blanco y negro, sobre unos fotógrafos que se enamoraban en París, no me era la gran cosa, pero las canciones me estaban gustando tanto que las intenté memorizar para en unos años ponerlas en el vals de nuestra boda.

Era un momento muy especial para los dos, a pesar de no ser una cita como tal. Y tal vez hubiera hecho un movimiento, como les decía Jacob, si no fuera por los dos hombres con barba de candado en el sillón de al lado.

Mamá también les había dado chocolate caliente y cobijas a ambos. El que se parecía a Popeye era el único que había hablado para agradecerle y parecía absorto en la película, mientras que Johnny Bravo volteaba a vernos casi cada diez minutos, como si no estuviéramos literalmente a un metro de distancia.

No quise preguntarle por cuánto tiempo tendrían que acompañarla, ya que probablemente ella tampoco lo sabía, pero esperaba que no fuera mucho porque entonces sí consideraría meterme a escondidas a su habitación por la ventana.

Y cuando estaba a punto de acabarse la película, alguien tocó la puerta. Popeye la detuvo y rápidamente mi mamá bajó a atender.

—¿Pediste algo? —me susurró Nova.

Pero yo negué con la cabeza.

Los cuatros volteamos a ver, pero como la puerta se abre para adentro nos impidió ver quién era. Bajé mi brazo de Nova cuando vi a mamá fruncir el ceño.

—¿Se les ofrece algo? Estoy ocupada —dijo tosca.

—Lo sentimos, ¿está Seth?

—Quiero disculparme con él.

Tanto Nova como yo nos tensamos al oír de quién se trataba. A la par, sus guardaespaldas se levantaron y se acercaron a la puerta.

—Ya la oyeron, mocosos. Está ocupada —habló por primera vez Johnny Bravo, con su fuerte acento francés.

No se oyó nada por unos segundos, de seguro ellos también recordaron al subdirector por la voz del hombre, ambos hacían sentirte de lo regañado incluso cuando no estaban gritando.

—¿Y si tiene una buena explicación? —susurró Nova sobre mi hombro— ¿No quieres, aunque sea oírlos? No los perdonaremos, pero sí me gustaría oír por qué de la nada se puso en nuestra contra.

La miré poco convencido, pero ella ladeó la cabeza con una media sonrisa, a lo que no me pude negar.

—Está bien, ma, déjalos pasar —le dije aún desde el sillón.

Pero Popeye esperó la confirmación de Nova antes de asentir y hacerse a un lado de la puerta.

Como me lo esperaba, Theo venía con el ojo morado, con vendajes en la mandíbula y mano. Venía abrazando a River de los hombros y ella de la cintura, ambos estando extrañamente arreglados; River llevaba el pelo totalmente lizo y los labios rojos, mientras que Theo traía sus caireles marcados y los mismos anillos en la mano sana.

Entrelacé mi mano a la de Nova mientras que sus guardaespaldas y mi mamá se quedaban tras el respaldar del sillón.

River traidora. No me había hablado desde la pelea y ahora llegaba abrazada de él.

—¿Qué haces con él? —pregunté tosco apenas se sentaron frente a nosotros.

Theo todavía no había levantado la mirada, mientras que River seguía viendo a Nova con el ceño fruncido.

—Hola, Nova...

—No le hables a ella —le ordené a Theo, escondiendo más a mi chica atrás mío.

—Mira, sé que estás enojado...

—¿Tienes idea de lo que dijiste?

—Por eso venimos —susurró River—. Por favor, Seth, escúchalo.

Miré expectante a Theo y él se enderezó incómodo.

—Sé que dije cosas horribles y no saben cuánto me arrepiento, no ha sido una semana buena para mí —suspiró—. Cuando me enteré de que habían tenido una cita y no me dijiste me sentí... ¿celoso, traicionado? A mí también me gustabas, ¿lo sabes, Nova?

—Nunca fuiste muy disimulado —susurró a mi espalda.

Bajo la cobija empezó a acariciarme suavemente la espalda, haciendo que bajara un poco la guardia.

—Bueno, al principio me sentí traicionado por eso, estaba tan... enojado, casi igual que cómo estás ahora conmigo. Y para empeorarlo, están considerando enviarme al MHC.

Apreté la mano de Nova al oírlo.

Ellos no pueden... ay no.

—¿Dónde a tu mamá...

Asintió con la mirada baja.

—Ma, ¿puedes dejarnos a solas? —le susurré sin dejar de ver a Theo.

Oí sus pasos alejarse, pero los guardaespaldas se quedaron atrás nuestro.

—¿No puedes ir con el sheriff? ¿O huir con tu tía?

—Sabes que no. Cerraron el caso de mi mamá hace años y ahora me estoy quedando con River. Ya no me queda nada más fuera de esto.

Sin darme cuenta, un nudo apareció en mi garganta y estaba mordiendo mi labio inferior para evitar un sollozo. Todos estos años que lo había oído hablar aterrado de ese lugar... si lo llevaban ahí lo más probable es que solo saldría en un ataúd. Mi hermano... ¿por qué hiciste lo que hiciste justo ahora, cuando estoy a nada de perderte?

—Sé que les prometí que lo dejaría, pero estaba asustado y... me excedí. Y luego te dije todas esas cosas —señaló sus moretones—. Me merezco esto y más. Solo quería que entendieras por qué lo hice... y tal vez pudieran perdonarme algún día. Si al final me llevan allá, no quiero morir contigo odiándome.

No dije nada. Bajé la mirada reconsiderando mis opciones mientras que Nova se acomodaba a mi lado.

—También ya tiré toda esa basura —mostró sus bolsillos vacíos—. No quiero volver a ser un estúpido con nadie más, y mucho menos con ustedes.

—Yo también quiero disculparme contigo, Nova —dijo River, captando mi atención—. No hemos tenido la mejor historia, pero ya no soy la misma. Y si tú y Seth están juntos, me gustaría iniciar de nuevo contigo, como cuando éramos amigas.

¿Eran amigas?

—¿Qué dicen?

Miré a Nova y supe lo que estaba pensando. Mi impronta y yo éramos de corazón débil.

Nos levantamos a la par de ellos y le ofrecí la mano a Theo, a lo que él sonrió inmensamente y se abalanzó a abrazarme emocionado.

River se nos unió y, cuando pasé mi brazo por la cintura de Nova para acercarla, ella me vio con una sonrisa forzada mientras abrazaba incómodamente a Theo.

Esto era lo que ambos queríamos, ¿no?