¿Besó a quién?
ᴹˢ. ᴿᵒᵇᵉʳᵗˢ                                                 ♥︎
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Había anochecido cuando Theo iba caminando a casa de Seth.

Habían acordado reunirse los tres para ver Van Helsing, ya que la había rentado en un Blockbuster, pero se le había olvidado regresarla. También su amigo dijo tener algo importante que contarle, pero se esperaría hasta después de la película, por fin verían una sin un Seth moribundo o con River mirándolo mal.

Sin embargo, cuando pasaba por un pequeño risco, el olor a cigarro le llamó la atención, pero lo que lo hizo detenerse fue que provenía de una cabellera naranja sentada de espaldas a él.

Se acercó silenciosamente y, cuando por fin vio lo que pasaba, fue tanta su sorpresa que rio, irónico.

—¿Es en serio?

Sentándose a su lado, la chica solo lo vio cansada. Con los ojos llorosos, exhaló el humo hacia el otro lado.

Por su parte Theo le quitó el cigarro y la miró expectante.

—Mira que hipócrita. Tanto que me reclamaste por esto y ahora tú misma lo haces.

—Cállate, Woods. Aquí el adicto eres tú.

—Y se puede saber, Riri, ¿de dónde lo sacaste? —dijo dándole una calada, entonces se dio cuenta.

—Olvidas muchos en mi cuarto, idiota.

De un empujón, le arrebató el cigarro de la mano.

—Si Seth se entera...

—Si Seth se entera le dará igual y se irá con su nueva novia.

El chico la miró confundido, ¿desde cuándo su amigo estaba interesado en alguien que no fuera Nova? En cambio, ella lo miró con una sonrisa falsa.

—¿No lo sabías? Vengo de su casa y déjame decirte que ya se te adelantaron. Anoche escapó a casa de tu novia, Nova Roberts, si no fuera por mí ya se hubieran besado. Y ahora habló con sus padres para tener una cita el sábado.

—Espera, espera. ¿Cómo que casi se besaron? ¡¿En qué momento si quiera hablaron?!

—Ay Theo, si estuviera limpio más de una semana lo hubieras notado.

—A ver, tiempo —dijo sobándose la cabeza—. ¿Cómo diablos consiguió el permiso de sus padres? ¿No lo había intentado Henry Swan y salió traumado por la mamá?

La chica se encogió de hombros. Una lágrima traicionera bajó por su mejilla y se la quitó con el dorso de la mano.

—Bueno, tal vez no has visto cómo es realmente Roberts. Ella sabía que querías con ella y, si estaba con tu amigo, la dejarías en paz. Les diría a sus padres sobre lo increíble que era Seth comparado a un adicto y ellos lo preferirían a él.

Eso no le constaba, pero era la única excusa que pensaba para que los Roberts cambiaran tan de pronto su dichosa regla.

Theo apretó fuertemente la mandíbula y sintió un nudo aparecer en su garganta.

—¿Y por qué no me dijo nada? —dijo en un hilo de voz.

—Nova le está lavando el cerebro. Como te dije, no nos quiere cerca de él.

—¿Y a ti por qué?

Limpiándose las lágrimas, River rio sin gracia. Era Theo, no es como si ahora le importara que él lo supiera.

—Estoy enamorada de Seth —dijo, por primera vez en voz alta.

Se quedó esperando la reacción de su amigo, pero solo la veía expectante.

—... ¿Y?

—¿Cómo que y?

—¿Se supone que era un secreto? ¿Por eso no te quiere Nova?

Apretando los labios, negó con la cabeza.

—Hace unos años... ella quería a Seth, así que le inventé que tenía que casarme con él por problemas familiares —hizo una pausa para pegarle a Theo cuando se rio de ella—. Claro que ella ya no me creyó cuando crecimos. Así que un día, que estaba distraída y yo atrás de ella, le corte un buen mechón de cabello. Lo puse en una carta amenazándola con que si volvía a pensar en él haría que se le cayera el resto del cabello.

—¿Y qué le pusiste final? —preguntó irónico— Besitos, la bruja de River.

—¿Cómo sabías que estaba enamorada de Seth? —cambió de tema dando otra calada.

A lo que él rodó los ojos y le dio un empujón juguetón.

—Pues porque babeas cuando no te ve, porque siempre renegaste de Nova, porque te sonrojas por cada cosa linda que dice, por ese besote en la graduación...

—¿Qué beso?... ¿De qué hablas?

—Ese beso en la casa de Jonny, cuando se fue la luz y era verdad o reto.

—Que idiota, ese fuimos tú y yo. ¿O me dirás que desde ahí ya estabas ido?

—No, no, no. Yo los vi, a ti te tocó con Seth y a mí con Lila Newton. Pero se notó que le estabas echando ganas, por eso nos dimos cuenta.

"¡¿Besé a Seth Clearwater?!"

El recuerdo de la fiesta la dejó aturdida al recordarlo bien. Esas manos acariciando sus hombros, los diez centímetros más alto que ella, esos bonitos labios sabor a menta no podían ser de nadie más que Seth. Lo había besado hace años y no lo supo hasta ahora.

Sus mejillas se enrojecieron fuertemente y una pequeña sonrisa apareció en su rostro.

—Y ahora Nova te lo quitó —la burla de Theo hizo que la chica saliera de su burbuja.

Pero no se quedó callada.

—Y a ti te humilló con sus padres, ¿qué acaso no te das cuenta de lo mal que te mira todo mundo? ¿De lo mal que te miran los señores? Todos en la reserva tienen a la familia perfecta en un pilar, si ellos te desprecian, los demás lo harán.

Entonces ambos se quedaron callados, cada uno pensando en lo que se habían dicho.

Theo no lo había visto así, pero tenía sentido. Había pasado desapercibido casi toda su vida, pero apenas los Roberts lo vieron fumando se había sentido el centro de atención cada vez que salía de casa. De hecho, había tenido problemas con la trabajadora social por ello, ya que le habían chismeado que todavía veía a los amigos de su tío, por lo que Alex Roberts le había hablado para meterlo a un "centro médico". Sin embargo, él se rehusó hasta con los dientes por ello. Ahí había ido su madre solo por unos meses y a la semana de su ingreso ya la habían enterrado.

Mientras que dentro de River crecía un sentimiento que la inquietó de pies a cabeza. No sabía si era el efecto del cigarro lo que le alteró tanto. Era ¿envidia, impotencia, celos... amor? Amor en desmedida, un amor enloquecido. Eran muchas emociones que la hacía querer... no, desear a Seth Clearwater cada vez más. Había probado solo pequeño pedazo de cielo con sus inocentes abrazos y el memorable beso sabor a menta, pero no era suficiente, no podía ser todo. Y mucho menos podía quedarse con todo Nova Roberts.

Parecía que sus problemas se reducían al mismo punto, los Roberts. Sin decir nada, se miraron unos segundos cada uno pensando en sus problemas.

—¿Crees que, si no fueran perfectos, o que fueran peor que nosotros, Seth se quedaría conmigo y a ti te dejarían en paz?

—¿Y qué? ¿Vas a ir a pedirles amablemente que roben un banco?

—No sería necesario que ellos hagan algo —rodó los ojos—. Si toda la reserva empieza a oír rumores falsos de ellos, ya no tendrán tanto aprecio por ellos. Denigrarían a Nova, ella se deprimiría y sus consentidores padres se querrán ir.

—¿Cómo podrían creernos si les decimos mierdas de los Roberts?

River sonrió con ladeando la cabeza.

—Existen muchos métodos para esparcir un rumor.