Capítulo Siete- Primer día de clases.
Samantha Jade

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EL PRIMER DÍA DE CLASES y definitivamente no iba como pensaba, me había levantado un poco tarde, a decir verdad, muy tarde ya que no podía despertar pues a noche no dormí para nada.

-Buenos días.- dijo mi madre poniendo los platos para desayunar.

-Lo siento mamá, no podré desayunar llegó tarde.- tomé una galleta y salí corriendo hacia la cochera de donde saqué mi bicicleta.

Realmente no le daba cuenta a la velocidad que iba pero si que esquive muchos autos, temí por mi vida pero no puedo llegar tarde a mi primer día de clases. Revice mi reloj, solo faltaban cinco minutos.

-Mierda mierda mierda.- pedalee más rápido pero mis piernas ya estaban muy cansadas, tuve que seguir y muchas veces tome calles diferentes que iban de bajada para que no tuviera que pedalear más.

Al llegar tocaron el timbre, aun faltaba acomodar mi bicicleta, gire rápido al estacionamiento de la escuela y derrape al llegar.

-Oh Sam si que venias rápido.- dijo Bruce sacudiendose la tierra que probablemente moví al derrapar.

-Lo lamento se me hizo muy tarde.- coloque la bicicleta en su lugar y me quite el casco.- ¿Te divertite acampando?.

-Realmente si, algún día te llevaré.- caminamos juntos hacia dentro de la escuela y en eso se nos unió Finney.

-Adiós Gwen.- dijo despidiéndose de su hermana mientras que a nosotros nos daba un choque de puños.- Que onda.

-Hola amigo, ¿qué clase les toca?.- Bruce iba en un salón diferente al que nosotros, Finney y yo íbamos juntos.

-Biología.- dijimos al mismo tiempo.

-Genial, me toca historia con la profesora aburrida, como detesto la historia.- dijo Bruce a punto de separarse de nosotros ya que su salón era por otro camino.

-Concuerdo, por cierto gracias por el helado, se nos acabó en dos días.- me heche a reír por lo que dijo Finn, definitivamente amaban el helado.

-¿Les diste un helado?.- se detuvo Bruce en seco.

-Si, Finney me invitó a su casa y les lleve dulces y helado.- sonreí pero la expresión de Bruce cambió.

-Cool.- dijo de manera claramente forzada.-Adiós.- se fue así como así.

-Creo que se molesto.- dijo Finney.

-Pienso lo mismo pero no entiendo por que.- dije y seguimos caminando a nuestro salón.

-Te dije que creo que le gustas, es mas que obvio.- negué.

-Seguro fue por que no lo invitamos pero el estaba de campo así que bueno.

-Sigue negándola pero estoy seguro.

Me quede analizando, a penas nos conocemos así que no lo sé. En cuanto llegamos al salón nos sentamos juntos, era un tipo laboratorio y en seguida llegó la maestra.

-Llegamos justo a tiempo.- me susurro Finney y chocamos los puños.

-Buenos días alumnos, espero que les haya gustado las largas vacaciones que tuvieron pero ahora seguiremos trabajando.- de una caja saco tipos de plantas y otros vegetales y los coloco en nuestra mesa.- Con el microscopio revisaran cada una de las cualidades de estos vegetales y los anotarán en su libro en la página trece, ahí viene lo que tienen que observar, hagan parejas.

-¿Lo hacemos juntos?.- pregunto Finney.

-Claro me encantaría pero si quieres hacerlo con alguien más no me importaría.- el negó.

-No es como que tenga amigos.- se alzó de hombros.

-Bien.- en cuanto dejó todo en la mesa de los demás nos dio la indicación de iniciar.

La verdad fue divertido y estar con Finney lo hizo más fácil, fuimos la segunda pareja en términar y tuvimos muy buena calificación. En cuanto sonó el timbre ambos salimos peor una chica nos detuvo.

-Hola Finney.- le sonrió y Finney la saludo.- Hola chica nueva, soy Donna.- me extendió la mano y la tomé.

-Soy Samantha.- sonreí.

-Que bueno que estas en nuestro salón, veras que nos llevaremos muy bien.- sonreí mostrando los dientes, ella definitivamente me caía muy bien.-Tengo que irme, bye Samantha, bye Finn.- ese último bye dirigido a Finney sonó muy coqueto. Al mirar a Finney parecía drogado mirando a Donna irse.

-Te gusta.- golpe levemente su brazo con mi codo.

-¿Qué? no claro que no, es solo una amiga.

-Por favor, se nota a kilómetros, habla con ella no se invitala a salir.

-Te dije que no le gusta.- siguió.

-Sigue negándola pero estoy segura.- repetí la mismas palabras que el me había dicho y ambos reímos.

En un pasillo el salón de Bruce a penas salía, vi a Bruce y realmente me sorprendí cuando tras el salía Robin, de nuevo verlo fue raro, muchas emociones pero no sabía distinguirlas.

-¡Hey chicos!.- se acerco Bruce con rapidez, creo que ya no esta enojado.

-Hola Bruce, ¿te divertiste?.- pregunte con burla.

-Puff si claro, amo esa clase, es la mejor te lo aseguro.

Los tres reímos y en cuanto mire para otro lado, mis ojos se cruzaron cono esos ojos marrones de nuevo, me miraban figamente pero ninguno quitaba la vista, a decir verdad no quería hacerlo. El camino como si fuera hacia a mi pero antes de llegar nos pasó de largo.

-Hola Robin.- dijo Finney y yo solo lo mire como un ¿callate? realmente no sabía si Robin me hablaría.

-Hola amigo.- chocaron puños y vi como miro a Bruce, después de lo que me contó Finn no sabía que podría pasar.-Hola Sam.- rápidamente me miró a mi y yo me quede congelada, me sonrió dejando ver sus perfectos dientes, Finney me golpeó con su codo un poco para que reaccionara.

-Ho-hola Robin.- sonreí, por alguna razón Bruce se puso detrás de mi en una forma rara de ¿protección? No tenía idea pero esto cada vez me ponía más nerviosa y tensa.

-Nos vemos luego chicos.- se despidió de Finney y al mirarme solo guiño un ojos, mire de reojo a Bruce quien apretaba su puño.

-Vamos Finney o llegaremos tarde.- tome a Finney del brazo y me despedí de Bruce con mucha rapidez, quería salir de allí rápido.

-Au au, tranquila vas muy rápida.- dijo estirando su brazo pero yo enrede el mío en el de el aun jalandolo.- ¿Aún crees que no le gustas a Bruce?.- lo mire pero no salía nada de mi boca, si realmente era así.

Claro que no, no y no, es mi amigo, mi mejor amigo en realidad, fue el primero que conocí al llegar a Denver.

En cuanto llegamos a la puerta de la clase todos estaban adentro y nos miraron raro, me di cuenta qye tenia a Finney de mi brazo, mire a Donna quien tenía una expresión de tristeza en la cara asi que rápidamente lo solté y entramos, el detrás de mí y me senté hasta atrás, Finney enfrente de mi, en cuanto llego la maestra todos sacamos nuestra libreta pero Finney comenzó a escribir algo, arrancó la hoja y me la paso.

¿Estas bien?

Suspiré y saque mi lapicero y empecé a escribir.

Estoy bien, solo confundida,
lamento lo de hace rato.

Le pase la hoja empezó a leerla, en seguía escribió.

No te preocupes, hablemos
en la salida y creo que deberias
dejarle en claro a Bruce las cosas

Me paso la nota y la leí, me quedé pensando y el solo me miró, le sonreí y volvimos a prestar atención a la clase. La tarde siguió tranquila y está vez no me acerque tanto a Finn y hable con Donna, me parece una niña muy linda y me trato bien a pasear de todo, supungo que seremos amigas.

A la salida me dirigí a las bicicletas y Bruce me esperaba para irnos juntos, Finney se va caminando con su hermana.

-¿Lista?.- preguntó subiendo a su bicicleta.

-Lista.- subí a la mía y comenzamos a pedalear.

-Todos rumorean que eres novia de Finney.- soltó una risita pero la verdad no tenía idea de que tipo de risa era, si era una falsa o una sarcástica.

-¿En serio? eso es mentira y lo sabes.

-Lo sé... realmente no hablamos de ese tipo de cosas.- empezaba a ponerme nerviosa ese tema así que pedalee más rápido.-Hey espera, ¿hacemos una carrera?.- lo mire competitiva y pedalee aún más rápido.

-¡Alcanzame!.

-¡Tramposa!.- me siguió el paso.

-De aquí a tu calle, si pierdes me debes tu sudadera de Béisbol.

-Esa es mi favorita.- se quejo y empezó a pedalear mas rápido.-Trato pero si tu pierdes, una cita al cine.- abrí los ojos, realmente había dicho "cita".

-Hecho.- pedalee aún más rápido a punto de llegar a la calle donde el se desvaiva para ir a casa.

-No no no.- continuó pedaleando pero yo me le atravesaba de vez en cuando así que a un metro de la meta derrape de lado provocando tierra y el bajo la velocidad por ello haciendo que pudiera ganar.

-¡Mañana la llevas a la escuela!.- hable refiriéndome a la sudadera.

-¡Adiós Sam!.- se despido y se desvío, yo seguí mi camino pero ahora más lento ya que me había cansado.

Miraba las calles como de costumbre hasta que me detuve en la calle de las casas, saben que casas, dude en seguir por allí o dar la vuelta completa.

-¿Te perdiste Samy?.- gire a ver quien era ya que ese apodo era nuevo, ¿de verdad?.

-¿Por qué me sigues Arellano?.- reí.

-¿Seguirte? ja, por favor.- dio un último impulso a su patineta y bajó.

-Siempre tienes una excusa, pero tanto me extrañas que ahora eres una acosador.- baje de mi bicicleta.

-Lo dice la que no paraba de mirarme en los pasillos.- sólo fue una, dos, probablemente tres veces pero... no no claro que no me dejaré.

-Mentira.- recogió la patineta de el suelo.- Y no estoy perdida, solo no se que camino tomar.

-Podría acompañarte si te asusta.

-Lo ves, otra excusa para que estés cerca de mi.- el rodó los ojos.

-Eres tan fastidiosa, como quieras.- bajo la patineta y se subió dando un impulso, lo malo fue que quería rodar y exactamente fue el camino que tomó Robin.

Camine y de lado tenía la bicicleta.

-¿Por qué me sigues? ¿ya me extrañas? estamos como a dos metros no inventes.- rodé los ojos.

-Es que elegiste el camino que tomó, no te creas tan importante.

-Si claro, de manera indirecta te estoy acompañando o tu me estas acompañando ya que vienes tras de mi.

-Solo callate, son un par de calles.

-Sería menos tiempo si subieras a tu bicicleta.

-Estoy cansada.- dije empujandola un poco más rápido para quedar a un par de centímetros de el. El se paro en seco.

-¿Sabes andar?.- levantó su patineta, ¿qué blaneaba?.

-No, ni pienses que subiera esa cosa.- seguí caminando pasando a su lado.

-Inténtalo.- tomó mi bici deteniendome.

-No, quiero llegar viva a mi casa gracias.- sonreí falsamente.

-Es fácil mira.- se puso frente a mí, pude ver que en sus ojos había un brillo que me llamaba la atención así que me quedé viéndolo un rato, demasiado.- Otra vez mirándome.- me sacó de mis pensamientos.

-No no, es solo que tenía una basura en el cabello.- hice como que quitaba algo de su cabello.

-Si aja, ponme atención.- indicó.

Me dio un resumen breve y no estaba segura de hacerlo pero pues solo se vive una vez así que dudosa subí un pie.

-Si muero cargargaras con la culpa toda la vida y en la noche te prendere ya apagare las luces.

-Ya dramática, solo hazlo.- tomó mi mano y con eso como ayuda subí el otro pie, mi bicicleta estaba en el suelo ya que Robin me dio ambas manos para tomar equilibrio.

-No no ya bajame.- hice ademán de bajarme pero el me regresó.

-Avanza un metro y te dejo en paz.- frunció el ceño.

-Te odio.- bufe.

-Callate, me amas.- negué y rodé los ojos.

-Siempre con ese enorme ego.

-Tu tan orgullosa y no puedes avanzar un metro con una simple tabla con ruedas.- eso era un reto.

-Mira y aprende.- me solté de su ambas manos pero el seguía pendiente a que no cayera.

En cuanto me soltó dí un leve impulso moviéndome, subí mi pie y traté de mantener el equilibrio, Robin mi siguió con precaucion.

-¿Qué decías?.- sonreí de lado, soltó una risita dejando ver sus dientes de nuevo lo cual me distraía demasiado, perfecto para que cayera lo cual casi ocurre pero baje antes de que pasara y recogí su patineta.- Listo, un metro y me dejabas en paz.- se la entregue.

-¿Fácil cierto?.- la tomó.

-Uh si claro.- camine por mí bicicleta.

-Tengo que irme, es tarde, cuidate Samy.

-Dime Sal o Samantha, Samy....

-Es que solo yo te llamo así, por eso lo haré.- sonreí un poco tonta.

-Bien, adiós Robin.- el me detuvo.

-¿Tú no me pondrás un apodo?.- hizo una especie de puchero.

-Agh ya callate.- subí a mi bicicleta y me fui, también el lo hizo y ambos nos fuimos a casa.

Realmente no había visto la hora, supuse que era tarde pero mi. Madre ya estaba acostumbrada.

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Capítulo siete listo.

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Linda dia/tarde/madrugada :D

Eli dice I ♡ u a todas esa personas lindas que están presentes.