⚠️𝐀𝐃𝐕𝐄𝐑𝐓𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀⚠️

CONTENIDO VIOLENTO.

Capítulo veinticinco- No, por favor no...
Narrador omnisciente

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FINNEY COMENZABA a despertar, aun seguía en los brazos de el raptor y éste, lo lanzó a él colchón como si de un muñeco se tratara.

—¿Por qué haces tanto ruido?.- una voz de hombre se escucho arriba.

—¡Samson le estaba ladrando a algo, vuleve a dormir Max!.- grito El Raptor.

Sintió como camino fuera de la habitación pero Finn con algo de trabajo logró hablar.

—¡¿D-dónde está Sam?!.- movió sus ojos ya que su cuerpo aún no respondía.

—Oh Finn, tu querida amiga merece un castigo, me corto el estómago entonces merece lo mismo o peor, realmente estoy enojado.- hablo dando un golpe al suelo con su pie.— pero no contigo, tranquilo.- suaviso su voz y salió de la habitación cerrando la puerta con fuerza.

—N-no por favor.- extendió su mano pero al instante volvió a desmayarse.

Mientras, El Raptor arriba se aseguraba que su hermano continuará dormido, seguramente drogado de igual manera, lo cual le daba mucho beneficio ya que podía hacer el ruido que quisiera, tal vez no el, ero si Sam quien se encontraba acostada en el sofá aún dormida o desmayada. Sin cuidado el Raptor tomó su cara y colco un algodón con alcohol en su nariz para despertarla, eso funcionó pues ella parpadeo varias veces antes de despertar asustada y con ganas de seguir corriendo pero el Raptor la tomó de el brazo y la tiro al suelo sin soltarla.

—Vaya despertarse niñita idiota.- dijo con evidente furia debido a su grave tono de voz.

—¿Qué? no por favor, ¿dónde está Finn?.- preguntó mirando a todos lados buscando respuestas.

—Oh tranquila, él... no me corto mi abdomen....- tomó su cara de nuevo con dulzura pero al instante Sam comenzó a llorar.— pero tu si.- dijo antes de soltarla con fuerza haciendo que su cabeza cayera al suelo.— Sabes, creí que serías algo especial... siempre creí que las niñita eran débiles pero tu....- comenzó a desabrocharse el cinturón.

—No no por favor no.- dijo Sam gateando para atrás alejándose de el.

—Tu si que eres fuerte, me sorprendes... veamos que tanto.- dijo enredando una parte de él cinturón en su mano.

—No por favor te lo pido, voy a comportarme por favor.- trato de levantarse pero El Raptor tomó su pie e hizo que cayera de cara y en menos de un segundo dio un primer golpe en su espalda.

Sam soltó un gran grito de dolor y lágrimas más grandes comenzaron a salir de sus ojos sin control.

—¿Ya no eres tan valiente verdad?.- Sam giro su cuerpo, error, ya que el siguiente golpe lo recibió su cara.— irónico, me recuerdas a ese chico Mexicano, la misma mirada en sus ojos rogando por piedad.- la furia lleno su ser, la adrenalina sacó un poco de fuerza en ella y golpeó su entrepierna dejando salir un jadeo de dolor de parte de él.

—¡Jodete!.- grito pero otro golpe iba a llegar a su cara pero puso su brazo en ella así que le dio a este, otro grito de dolor.

—No ¡yo voy a joderte!.- respondio el Raptor, seguido dio más y más golpes sin parar, acompañado de patadas por todo su cuerpo.

Parecía que no iba a parar, Sam seguía gritando y llorando sin control. Quedó en el suelo, agotada y herida, pero no había parado, el Raptor quito su camiseta dejando su torso desnudo aunque con una gasa y cinta cubriendo la herida que ella le había hecho, su mascarilla provocaba náuseas en ella.

—No, por favor no... .- apenas logró decir.

—Calla, no me gustan las niñas idiota.- la tomo de el cabello y la arrastró por toda la sala hasta llegar a una habitación diferente que la de siempre.—¡Samson!.- grito y el perro salió de una puerta, El Raptor abrió la habitación y el perro entró, bajando las escaleras El Raptor la arrastró por ellas golpeado su espalda.

El hombre ato a su perro en una pared y a ella la aventó al suelo, estaba sucio y había mucho polvo pero eso ni siquiera le importaba, su cuerpo no reaccionana en absolutamente nada.

—Mi gran amigo.- acarició a su perro.— debe tener mucha ambre así que espero, no hagas nada estúpido o el te morder a directo a él cuello, tiene experiencia en ello verdad.- lo dejo de acariciar.— espero hayas aprendido la lección aunque bueno, no tienes derecho a comida por ahora, linda noche.- cerro la puerta y al hacerlo el perro comenzó a ladrar sin control provocando que Sam se arrastrara hasta chocar con la pared.

El perro no paraba de ladrar y al moverse parecía que su cadena iba a soltarse, Sam tomó sus piernas entre sus brazos y escondió su cara entre sus rodillas. Las lágrimas comenzaron a salir de nuevo.

❝irónico, me recuerdas a ese chico Mexicano, la misma mirada en sus ojos rogando por piedad❞

Ella golpeó el suelo con su puño debido al dolor, no sólo físico, realmente estar allá arriba y recibir todos esos golpes era lo menor de su dolor, esas palabras mataban cada parte de su ser.

Los hermosos recuerdos que tenía sobre Robin ahora los imaginaba como ahora, a él en la misma situación que a ella.

Ni siquiera pudo dormir en toda la noche digo, ¿quién podría?. Cada que cerraba los ojos lo recordaba, encima de ella golpeandola sin parar, su cuerpo arder, algo que ni a sus peores enemigos podría decear, nadie lo merecía.

Analizaba su cuerpo hasta toparse con su muñeca.

—No.- reviso a su lado.— no no no.- continuó y se movió por todos lados en busca de... si... el pañuelo de Robin.

Probablemente lo único que podría tener de el ahora no lo tenía, era cunfuso ya que pudo perderlo en la calle cuando salió corriendo o el Raptor pudo quedarselo. Era lo más lógico ya que suponiendo que tenía el cinturón de el creería que el pañuelo era de ella.

Grito furiosa y realmente estresada de todo, quería venganza, quería salir de allí, quería estar con su madre y con su hermano de nuevo. Pero también se preocupaba por Finney, ¿seguirá bien? ¿logró escapar?, necesitaba respuestas.

El perro se quedó dormido así que era su momento, se paro como pudo y se reviso, no como antes ya que toco su cara. Su ojo estaba algo inchado, definitivamente había un moretón allí, de su mejilla salió sangre y en sus brazos había moretones grandes y unos cuantos raspones. Reviso su costilla, si definitivamente eso se veía muy mal.

—Voy a morir.- dijo sin pensar aunque puso rápidamente sus manos en su boca, el perro sólo soltó un gruñido pero siguió durmiendo.

Camino un poco pero no veía nada, la habitación estaba muy oscura si, la anterior lo era, pero por lo menos la ventila alumbraba de día pero aquí no hay absolutamente nada, chocaba con un par de cosas que no podía resolver que era pero los sonidos eran tan fuertes que supuso que eran de construcción o cosas así, tal vez una pala la cual cayó al suelo y el perro comenzó a ladrarle, ella cayó sentada en el suelo y sobo su pierna.

—¡Ah! jodete maldito perro.- grito furiosa y se quedó en la misma posición anterior.

Una, dos, tres... cuatro, probablemente seis horas pasaron y la puerta se escucho.

—Buenos días.- dijo el hombre de la máscara.— ven perrito.- lo desató y este rápidamente subió por las escaleras.— sabe que es la hora de su desayuno.- lo miró irse y luego la miró a ella.— no puedo dejarte aquí ya que mi hermano es un chismoso idiota pero, bueno.- se acercó a ella pero Sam se alejo como pudo arrastrándose.

—Aléjate.- indicó.

—Ah ya veo ¿Sigues molesta? bueno, nunca me pediste perdón por esto.- alzó su camiseta y dejó ver su herida.

—No debería, me tienes aquí encerrada, me golpeaste y no e comido nada en mucho tiempo y qué ¿debo pedirte perdón? ¡Eres un enfermo!.- frunció su cara llena de enojo.

—Si pero esto no habría pasado si me hubieras dejado llevarme al chico solo, igual no sirvió de nada, has sido más una carga que una ayuda.- su expresión cambió por completo, Finn no pudo huir.

—¿Qué?....- preguntó sin ánimo y casi susurrando.

—Ow, creíste que tu amigo había escapado, que pena.- se acercó a ella y la tomó de él brazo.— levántate no quiero cargarte.- ella obedeció y soltó un gemido de dolor, subieron las escaleras y aunque ella trató de zafarse no lo logró y la aventó de nuevo a la habitación con Finney.

—¡Sam!.- grito Finn corriendo hasta ella callendo de rodillas a su lado.— ¿Qué?.- miró su cuerpo herido.— ¡¿QUÉ MIERDA LE HICISTE?!.- se levantó y se dirigió al Raptor furioso.

—¿Con esa boquita besas a tu mami? ella está bien, ya callate.- dijo antes de cerrar la puerta e irse.

Finn volvió rápido con ella.

—Hey, ¿estas bien?.- quito un mechón de pelo de su cara.

—Si si tranquilo.- tomó su mano.

—El no te... ¿vio–.- ella negó con rapidez.

—No, estoy bien solo me golpeó un poco.- bajo la mirada.

—Perdoname de verdad... yo trate pero el... me... amenazó y....- ella interrumpió.

—No no está bien, casi lo logramos.

Con ayuda de él llevó a Sam a la cama y la recostó, el se quedó sentado y ella a su lado comenzó a cerrar los ojos pero se negaba a dormir.

—Puedes hacerlo, estoy aquí y nadie va a hacerte daño, duerme.- acarició su cabeza con delicadeza como arrullo y funcionó, luego de horas Sam pudo dormir sin necesidad de ser golpeada.

Finn miraba cada una de sus heridas y trató de no llorar, se contuvo tanto pero no pudo así que tapó su boca con ambas manos para no despertarla.

Oh Robin cuanto decearia que estuvieras aquí.
Pensó, era lo que ambos deceaban.
Oh Gwen cuanto decearia que estuvieras aquí.
Era lo que Finn quería.
Vamos niños vuelvan.
Era lo que todo el pueblo gritaba.

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Perdóname San y perdónenme ustedes por este capítulo 😭.

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También les pido que vayan a mi cuenta de Tik Tok y la apoyen, subo edits de la película The Black Phone y algunos sobre este Fanfic, incluso en el último que subí pueden ver como era el padre de Sam 😉. ¡LINK EN MI PERFIL DE AQUÍ!.

BYEE <3