Capítulo Trece- Culpa
Narrador omnisciente.

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NADA HIBA bien en la vida de Samantha desde aquel día en donde perdió a su mejor amigo, al cuarto día de su desaparición encontraron su bicicleta no muy lejos de el campo de Béisbol en un terreno baldío, eso la destrozos por completo aunque la esperanza no moría dentro de ella, por los siguientes días busco a su amigo junto a varias personas de el pueblo, claro con ayuda de su madre y hermano pero al parecer era en vano, no había rastro ni pista de su paradero, lo cual cada día, acababa más con ella.

—No haz tocado tu carne en todo este rato.- habló su madre, los tres cenaban en la mesa, mejor dicho los dos, Samantha no estaba comiendo.

—No tengo hambre.- dijo sin despegar la mirada de el plato.

—Eso dijiste en el almuerzo.- añadió Emely.

—Por que tampoco tenía hambre en el almuerzo.- la miró a los ojos pero son girar la cabeza, estos últimos días estaba un poco irritante, claro que Emely lo entendía pero la paciencia se agota.

—Pues tampoco en el desayuno.- reclamo Shean, Sam lo miró mal.

—Shean.- dijo su madre haciendo que guardará silencio
.—Necesitas comer.- se dirijo a Sam tratando de guardar la calma.

—Es que realmente no tengo hambre.- Emely la miro comprensiva.

—¿Qué te parece un trato? tu terminas la mitad de tu cena y mañana guardaré mi día de trabajo para tener un día solo tu y yo.- sonrió Emely, hace días Sam lo habría aceptado con mucha emoción, hoy, era los más insignificante de el mundo.

—Claro, entonces sigo mi vida como si nada estuviera mal, Bruce no desapareció, sus padres no están destrozados y ningún niño corre peligro en este maldito pueblo.- alzó la voz lo cual a Shean no le pareció para nada.

—¡Tus malditos problemas no son los nuestros! te he soportado toda la maldita semana, se que tu mejor amigo desapareció pero tu actitud no cambia nada Sam.- grito parándose de la mesa.

—¡Si tuvieras un poco de empatía lo entenderías! pero no es así porque no tienes amigos, no sabes lo culpable que me siento.- grito Sam derramando lágrimas.

—A tu habitación.- dijo su madre furiosa hacia Sam.

—Pero el.- trató de decir.

—A tu habitación y no quiero discutir Samantha Jade.- ella la miró con enojo, luego a su hermano.

—Ojalá hubiera sido yo.- dijo antes de levantarse de la mesa, la expresión de Shean cambió completamente, de enojo pasó a tristeza, el imaginar que su hermana estuviera en peligro lo hizo despertar.

—Sam yo.- no lo dejó terminar cuando subió rápidamente las escaleras a su habitación y la cerró con fuerza.

Se sentó de nuevo y suspiro con lágrimas en sus ojos.

—Lo lamento.- dijo a su madre.

—No me lo digas a mi, dile a ella, te necesita Shean aunque no lo diga pero te necesita, ahora mas que nunca, que no te aleje por favor.- Emely levantó el plato de el y ella.— Ve a dormir, yo lavare.

Shean obedeció y subió a su habitación, vio la luz de el cuarto de Sam prendido así que se acercó a la puerta y tocó.

—Se que estas despierta, solo quería decir que lo siento... .- no hubo respuesta de ella.— mira, no se lo que sientes pero puedes decírmelo, soy tu hermano.- miro la puerta y se puso de espaldas hacia ella dejando caer su cuerpo.— y tienes razón, no tengo amigos.- se quebró su voz.— es por eso que quiero estar cerca de ti, eres lo único que tengo y verte mal me pone mal, si llega a pasarte algo... no podría... seguir.

Shean suponía que sus palabras las pasaba por alto, pero de el otro lado de la puerta, en donde Sam se encontraba recargada, tenía una mano en la boca tratando de no hacer ruido al llorar por que lo estaba haciendo, las palabras de su hermano realmente le importaban pero ahora no quería hablar más con él.

—Sam te quiero, habla conmigo, quiero que seamos lo que éramos antes, te entiendo y sigo aquí, jamás te dejaré. Buenas noches.- dijo y se levantó, ella vio como la sobra de él se alejaba de la puerta, por fin quito la mano de su boca y sacó un largo suspiro de dolor.

Volvió a la cama, como cada noche, no podía dormir, las lágrimas salían y salían tras recuerdos y palabras, lo cual aria en su pecho, lloraba hasta quedarse dormida, lo cual al siguiente día le provocaría ojeras y un dolor de cabeza inmenso, pero de eso ya estaba acostumbrada.

(•••)

Como todas las mañanas, Shean y Sam caminaban a la escuela, ella por lo menos dos metros más adelante que el, ni una palabra, ni una risa, casi ni respiraban, había un completo silencio entre ellos dos y así fue todo el camino hasta llegar a la institución.

Era de costumbre encontrarse con Finney y Gwen en la entrada, ella los saludaba "normal", sin ánimos, no como lo era. Esta vez no hablaba con Finn de alguna cosa random graciosa, simplemente caminaba a su aula, cuando llegaba era de irse a un rincón de hasta atrás, Finney la seguía sentándose a su lado. El comprendía todo así que no le hacía preguntas, no la molestaba, solo existía, existía a su lado.

La clase de matemáticas comenzó, esta vez Sam pasó al frente y contestó de la manera más rápida y correcta la pregunta, las matemáticas son su fuerte, excepto biología, el abrir ranas a la mitad es un asco. Cuando iba a pasar a su lugar, un hombre tocó la puerta de el salón.

—Adelante.- indicó la maestra.

—Buenos días profesora, ¿se encuentra Finney Blake aquí?.- pregunto, Sam lo miro rápidamente confundida.

—Aquí.- levantó la mano.

—No le quitaré mucho tiempo.- mostró su placa, era un policía lo cual hizo que Sam despertará su curiosidad.

—Adelante.- dijo la maestra, Finney se paro, nadie había notado que Sam seguía parada allí a su lado.

—¿Cuál es el salón de Gwen Blake? ¿Tú hermana cierto?.- apenas escucho pero la profesora lo arruinó todo.

—Pasa a tu lugar Sam.- indicó, ella obedeció antes sin dar un vistazo al policía y Finney.

Luego de sentarse tal vez uno o dos minutos después Finney volvió al aula.

—Muchas gracias profesora.- agradeció y se fue, Finn volvió a su lugar.

—¿Todo bien?.- preguntó Sam.

—Si, no, no lo sé, preguntaron por mi hermana y un par de cosas más sobre ella, es super raro.- dijo y continuó escribiendo en su libreta.

¿Un policía hablando con Gwen? De alguna manera su cerebro lo relacionó cuando la vio hablando con la hermana de Bruce, tenía que hablar con Gwen.

La clase siguió y la chicharra sonó, Sam rápidamente tomó sus cosas y salió de allí, al salir iba dirigirse hacia el salón de Gwen pero alguien la detuvo de frente.

—Samy.- dijo Robin.

—Hola Rob, estoy ocupada.- dijo rodeándolo pero el la tomó de el brazo.

—No no espera, no te e visto en un par de días y cuando lo hago me ignoras.- ella negó.

—No lo hago.

—Entonces por qué ahora te sostengo de el brazo para que no te vayas.- ella se solto.

—Lo sé pero esta vez es importante.- dijo con rapidez.

—"Esta vez".- imitó.— mira lo de Bruce.- de la boca de ella salió un ugh y rodo los ojos dándose vuelta para irse, el la siguió.— Perdón no mencionaré más eso, pero solo no alejes a las personas que te quieren Samy.

—¿Alejarlas?.- se detuvo y lo miró arqueando una ceja.

—¿A dónde vas ahora? ¿Dónde está Finney? eran como uña y mugre y ahora parece que no se conocen, me dejaste de hablar como si no existiera.- ella bajo su mirada.— lo ves.

—Tu no sabes nada.- respondió.

—Pues dímelo, estas enojada con todo mundo, no es culpa de nadie lo de Bruce, ni tuya.- ella dio un paso atrás.

—¿A no? El estaría aquí si yo no hubiera ido contigo a comer, habría ido con él y estaría a salvo.- dijo apuntando a su pecho.

—Entonces me culpas a mí.- negó mirando para otro lado.— entonces yo soy el puto raptor.- dijo en español aunque Sam lo entendió bien.

—No dije eso.- dio un paso cerca pero ahora el se alejo.

—Lamento lo de Bruce, pero si sigues alejando a todos no quedará nadie más que tu sola y realmente no quiero que te pase eso.- acomodó su mochila y se fue algo ¿triste? solo el sabe que sintió, pero fue negativo.

Sam cerró los ojos tratando de olvidar todo, regresó a su plan de buscar a Gwen pero no fue necesario, ella y un par de policías salían de la oficina de la directora, la niña se despedía un poco exaltada, tal vez enojada y se iba directo hacia ella.

—Oh hola Sam.- le sonrió.

—Hola Gwen, ¿todo esta bien?.- pregunto señalando con la mirada a los policías quienes aun hablaban con la directora.

—Agh si, me hicieron preguntas sobre.- se calló rápidamente.

—¿Sobre qué?.- preguntó Sam un poco impaciente mirándola directo a los ojos.

—Bruce... .- dijo en tono más bajo.

—¿Por qué te preguntaron sobre eso?.- cuestiono.

—Porque le conté mi sueño a su hermana.- ambas caminaron por el pasillo.

—No entiendo.- frunció el seño.

—Mi sueño era que... lo vi... vi que se lo llevaban, fue mas un pequeño clip como de una cámara de video, luego vi globos, globos negros.

—¿Globos negros?.- Sam comenzaba a conectar todo en su cabeza.— Un momento ¿lo soñaste antes de que pasara?.

-Si... pero solo fue un sueño.

—No Gwen no lo fue mira.- se paro delante de ella y la tomo de los hombros.—Estas asustándome.- dijo mirándola rara.— ¿hace cuánto que no duermes bien?.- dijo señalando sus ojeras y ojos rojos.—No estarás drogada ¿o si?.

—¿Qué? Gwen hablo enserio, yo también a veces sueño cosas, una vez casi fue real por que no estaba dormida, soñé con Vance Hopper y una horrible casa y una camioneta... .

—Camioneta negra... .- terminó Gwen.

—Si ¿lo ves? si investigamos más.

—Sam.- interrumpió pero a ella no le importo.

—Podrías encontrar a los chicos perdidos, a Griffin, a Billy, a Vance a.- Gwen interrumpió de nuevo.

—¡Sam!.- la detuvo.

—A Bruce... .- dijo más leve soltando un suspiro y bajo un poco la mirada.

—Se que estas preocupada, pero este no es nuestro problema, es de ellos.- señaló a los policías que salían de la escuela.

—Cuatro niños ¡cuatro! no puede haber más.

—Lo sé pero no puedo hacer más, no lo controlo.- sonó el timbre.— voy tarde, adiós.- dijo y se fue.

—Adiós.- dijo desanimada.

Tan cerca pero tan lejos de la verdad, sus ideas terminaban y su cabeza se hundía en desesperación, todo parecía acabar. Robin tenía razón, se enfocó tanto en esto que alejo a todos Finney estaba solo y ahora no sabía nada sobre lo de Donna, Robin se metía en peleas y ni siquiera lo ayudaba, Gwen le caía tan bien y ahora la presionó para algo que ella ni siquiera quiere, la culpa volvía pero no podía seguir así, lo cambiaría, lo haría. Si quería encontrar a Bruce no lo haría sola, realmente no quería estarlo... los necesitaba...

Lo necesitaba a él... .

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Capítulo Trece ✔︎

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