OO7 » Tarde intensa
Jeongin al oír que Changbin quería seguir maldijo el día donde se propuso sacar de su zona de confort a su novio. ¿Dónde quedó el Changbin que no se dejaba guiar por la tentación?¿Que se negaba a todo lo que no fuera la vainilla?
—Ponte en cuatro —ordenó viendo el cuerpo delicado de Jeongin tenía espasmos pero de todas formas le hizo caso.
El rubio pegó su pecho en el colchón de la cama ya que su respiración aun no lograba volver a la normalidad. Soltó un jadeo al sentir como una nalga era apretada y mordida, también se sintió vacío cuando el pug se le fue retirado de su entrada, pero eso no duró mucho tiempo ya que ese vacío fue llenado por el lubricante acompañado de los dedos de su novio. Estos entraban y salían de una manera rápida y exquisita para el menor que apretaba con sus mano las sábanas. Se preguntaran ¿Por qué Changbin no se ha detenido? Bueno, no es por la cerveza que se tomó por que era cero alcohol, solo que la irritación que le dejó Minho y más la excitación que sentía en ese momento le estaban jugando una mala pasada. Bajo sus pantalones junto a su ropa interior donde su erección fue liberara de ese pantalón ajustado, la tomó para alinearse con la entrada de su novio, y así empezó con un vaiven despacio jugando con la paciencia del menor.
Yang mantenía su boca abierta soltando gemidos y maldiciones por lo profundo que llegaba a sentir el pene de Changbin en su interior, sus manos aún se encontraban hechas puños mientras apretaba las sabanas cada vez que el falo chocaba con su punto dulce, hasta que en un momento repentino Seo lo hizo pararse en sus rodillas chocando su espalda en el pecho de este, sintiendo como su maltratado punto era golpeado más fuerte, corriendo se en su pecho con un gemido de por medio. Su cuello era atacado por la boca de Changbin que se encargaba de dejar mordidas o lamer. El pecho del rubio subía y bajaba por su errada respiración, su rostro giró a donde se encontraba el de Bin cuando este levanto su mirada dejando en paz su cuello apunto de unir sus labios pero el sonido del teléfono de Changbin los interrumpió.
Changbin salió despacio de Jeongin, sacando su celular del pantalón viendo quien llamaba, pensando si responder o no, vio como Jeongin se recostaba boca arriba colocando su antebrazo sobre su frente tratando por cuarta vez restablecer su respiración por su segundo orgasmo, por su cabeza pasó una idea un poco perversa y contestó.
—¡Changbinnie! —una voz desconocida para Jeongin llegó a sus oídos, un poco asustado se levantó mirando la sonrisa maliciosa de su Hyung.
¡¿Hasta dónde era capaz de llegar?! ¡¿Y porque le estaba gustando?!
Jeongin se incómodo al oír la otra voz en la línea llevando su mano a su boca para que ningún sonido se le salga, recibiendo una mirada fulminante del mayor, así quitando y mordiendo su labio. De pronto sintió como Bin volvía a penetrarlo, haciendo que un jadeo fuera ahogado.
—Espero no molestarlo —un Seungmin arrepentido se oyó por el celular.
—No te preocupes Minnie...
—Bueno, ahora por lo que llamaba, ¿Qué le parece salir al parque de atracciones? Usted con su novio y yo con Hannie, para aprovechar estas vacaciones —soltó entusiasmado.
El pelinegro mordió su labio, lo tendrían que hablar, ya que él no toma las decisiones por Jeongin. Empujó más su pelvis, adentrando su miembro en la entrada del rubio haciendo que arqueara su espalda. El labio del contrario dolía, de su garganta querían salir los sonidos obscenos y también quería liberarse pero el pulgar del mayor se lo impedía.
—Claro, ¿por qué no? Allí le preguntó a Jeongin —sonrió al ver que Jeongin empezó a moverse por si solo, olvidando que estaba al teléfono.
—¿Se encuentra bien Hyung? Se oye un poco jadeante...
—Si, todo bien acabo de hacer una serie de ejercicios. No te preocupes Minnie, voy a colgar, allí te mando un mensaje con lo que dijo Jeongin —sin más colgó al sentir como Jeongin apropósito apretaba su pene con las paredes de su ano.
Changbin sacó su pulgar para masturbar el pene necesitado de su novio haciéndo que se viniera por tercera vez manchando la falda y su abdomen, siguió embistiendo para conseguir liberarse. Seo al ya liberarse por primera vez salió de Yang, viendo como su semilla salía del menor, llevó su mano al abdomen no tan trabajado de su novio para tomar con sus dedos un poco del líquido que bajaba hasta su pelvis, se lo llevó a su boca para saborearlo, y con su otra mano abrió la boca del menor para unirse en un beso. Bajo sus manos para tomar los muslos del contrario para dejarlos en cada lado de su cadera y atraerlo más a él. Llevó una mano al rostro enrojecido del menor para acariciar la mejilla, con su otra mano seguía afirmando del muslo, dándole más acceso para acercar su pelvis y restregar su miembro nuevamente erecto.
Al separarse del beso Jeongin sintió el sabor de su propia semilla y tiró su cabeza para atrás, estaba cansado pero al parecer su novio quería seguir hasta que él quedara satisfecho por segunda vez. Bin vio la manzana de adán del contrario, acercándose para besar esta para luego bajar al entre cuello y hombro para dejar una mordida que hizo quejar al menor por lo fuerte que lo mordió.
Bin se sentó en la cama trayendo consigo a Jeongin para que éste quedase sentado en su regazo, sacó la falda que lanzó por algún lado de la habitación y sus pantalones, dejando solo los listoncitos en los muslos del menor donde los apretó gustosamente. Jeongin ya estaba recuperando su estabilidad, así que atacó también el cuello del mayor, dejando marquitas chiquitas o solo lamia. Seo bajó una mano para masajear una nalga de Jeongin dejando una nalgada que resonó por la habitación, luego adentro dos dedos a la lubricada entrada del menor sintiendo aún su semen en el.
—Eres un maldito pervertido Jeongin, aun no lo derramas... —mordió el lóbulo de la oreja de Jeongin.
—Hyung Aah~ —se removió abrazando por los hombros al pelinegro por los movimientos que daban los dedos del contrario.
—¿Uhm?
—Folleme —pidió moviendo su trasero sobre la erección del mayor.
—Muévete tú, al parecer aún tienes energía... yo pensaba terminar acá —sonrió.
No protestó así tomó el falo del pelinegro para alinearlo en su maltratada entrada, empezó a bajar lentamente así quedo quieto un momento esperando a que se volviera a acostumbrar. Inició montándolo, teniendo en un inicio un ritmo rápido y continuo. Yang sentía lo profundo que podía entrar el miembro del mayor en esa posición, saltando y sintiendo las manos de Changbin tomando su cadera para que tuviera más impulso, hasta que llegó el momento donde las piernas de Yang no pudieron más.
Los jadeos no se hicieron esperar, Jeongin se encontraba debajo de su novio. In arañaba la espalda del mayor y en sus ojos habían lágrimas por lo rápido que llegaba a ir Bin, Changbin daba embestidas que hacían tocar el punto ya bastante abusado del menor. Ambos estaban al borde de llegar al orgasmo, un par de embestidas bastaron para que Jeongin se liberara una cuarta vez en la tarde manchando ambos abdómenes con grandes tiras de semen, Changbin se liberó dentro del menor al sentir las paredes contraerse.
Al salir del rubio suspiro y vio cómo el líquido viscoso salía, acomodo su cabello mojado por la transpiración y se levantó para tomar unos pañuelos, limpiando todo rastro de suciedad, luego prepararía la tina para que tomara una ducha el menor.
—No te duermas, prepararé la tina para que te duches —aviso Changbin limpiando el abdomen de su novio.
Jeongin asintió cansado, nunca en su vida se había corrido tanto en una sola noche. Por poco y casi parecía una fuente.
El pelinegro arreglo el baño para tomar a su novio, dejarlo en la tina que tenía el agua templada junto con una bomba de jabón que desprendía el olor dulce de la lavanda. Yang no evitó soltar un suspiro por lo relajante que estaba la tina, un poco adolorido se sentó y llamó a Changbin.
—Métete conmigo, quiero hablar contigo —vio como el pelinegro se lavaba los dientes.
—Depende.
—¿Depende que?
—Del tema de que quieras hablar, cuando te enojas eres de golpear, y no quiero un golpe.
—Solo métete, te hice espacio.
El pelinegro sin hacer esperar más a su pareja se metió a la tina sentándose detrás de Jeongin. Este se acomodó apoyando su cabeza en el hombro del mayor, Seo apoyó su mejilla en la cabecita del menor, pasando sus manos por el estómago contrario para abrazarlo.
—¿Con quien hablaste? —preguntó jugando con las manos de Bin.
—Uhm, Seungmin. Un chico un poco mayor que tu, también le hice clases pero fue para nada ya que en fotografía dudo que le vayan a pedir una fracción —recordó su reacción cuando Seungmin le dijo que iba a estudiar.
—Quiero conocer a tus amigos, siempre hablas de ellos cuando no tienes trabajo... ¿Con quien te reuniste hoy en la mañana? —preguntó jugando con la espuma, su ojos ya empezaban a pesarle.
Bin soltó un suspiro.
—Lee Minho, no sé si lo recuerdas.
Jeongin negó, tal vez sí había escuchado su nombre, pero no recuerda dónde o de quien lo oyó.
—Deberías de presentármelo dijiste cuando llegaste "no deberías de estar celoso de la persona que piensas." ¿Eres amigo de alguien que no te cae bien?
—Touche. Minho es alguien de una personalidad muy fría y más de eso que no se deja pisotear de nadie, pero el si te puede pisotear y no me gusta que abuse de eso. Simplemente no me gustaría que lo conocieras.
[...]
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