O29 » Sorpresa
Un celular en alguna parte del departamento empezó a sonar, despertando a Jeongin que estaba siendo abrazado por Changbin a sus espaldas. El mayor estaba vestido sin la parte de arriba y sus fuertes brazos lo tenían sin escapatoria, se removió un poco y sintió como Bin apretaba más el agarre en su cintura. Un dolor en la espalda baja lo hizo quejarse, y tratar de buscar una forma de estar cómodo.
—¿Qué pasó bebé? —habló somnoliento Changbin al sentir como Yang se movía en sus brazos.
—Me duele la espalda —chillo.
Changbin sonrió.
—Pero ¿Quién pedía más? —alzó una ceja.
Si, Jeongin estaba tan cegado por la lujuria del momento que, una y otra vez le pedía a Changbin que aumentará la rapidez de las embestidas, de la cocina pasaron del living y del living a la habitación teniendo sexo en descontrol total. Los pezones de Changbin estaban hinchados al igual que su entrada, algo que estaban sensibles por igual.
Yang se subió sobre el pelinegro.
—¿Y?… aún no me siento satisfecho —colocó sus manos en el pecho del mayor.
—Jeongin —nego Changbin.
—Ayer hiciste lo que quisiste conmigo, colocándome en cualquier posición dependiendo si era incómoda o no… ahora, déjame a mí hacerlo.
Los pantalones de pijama de Bin fueron bajados, viendo cómo una erección ya estaba presente. El menor se colocó sobre el bulto del pelinegro, rozando con su trasero el miembro del mayor para después entrar de una, cosa que lo hizo gemir, ignorando el dolor de su espalda o cuerpo en general.
Changbin apretó con sus manos la sábanas de la cama, Jeongin se encontraba montando lo a las diez de la mañana y recién habían despertado, ¿como tenía resistencia para aguantar horas teniendo sexo y no para salir a trotar veinte minutos? Las manos del menor se dirigieron a los pectorales del mayor para apretarlos a su antojo, y pellizcar los sensibles pezones.
—Jeongin me está empezando a doler —cerró sus ojos cuando Yang empezó a moverse de atrás para adelante.
—Uhm… están hinchados —lamió su dedo para pasarlo por la zona hinchada.
El mayor quería dirigir sus manos a la cintura o cadera del pelinegro, pero al ver como sus manos estaban marcadas en la piel de su bebé se arrepintió. El cuerpo de Yang estaba tan para la mierda como su espalda, pero no tenía moretones en su piel como Jeongin que era bastante sensible en su piel.
Bin recostó a Jeongin en la cama para empezar a dar un vaivén que hacía que ambos jadearon.
[♠️]
Jeongin había tomado una ducha con Changbin, no pasó nada más allá que besos y toqueteos, ya estaban bastante cansados aparte el dolor de algunos lados estaban sufriendo las consecuencias de tener sexo descontroladamente. Changbin ha tenido que estar sin playera porqué le dolía cada vez que rozaba con dicha zona, y Jeongin ha estado fresco como lechuga, nunca entendía como podía estar con energía después de solo dormir cinco horas.
—Iré a comprar algunas cosas y volveré —se estiró Yang levantándose del sillón observando al mayor.
—Está bien, no demores, es tarde.
Yang salió del departamento dejando a Changbin suspirando, recostado en el sofá colocando su antebrazo en la frente pensando en cómo accedió tan fácil a todo. Ahora en unos minutos llegaría HyunJin con lo que le pidió hace unas horas atrás, gracias al compañero de departamento del alto logró hacerlo en tan corto tiempo.
Se había tomado la molestia a las tres de la madrugada en limpiar todos los lugares que ensuciaron, también en bañar a su pareja, también bañarse él y descansar cómodamente junto con el menor, no le molestaba para nada hacer esas cosas, ya que el fue el que estaba con las hormonas alteradas.
La puerta fue tocada, cosa que lo hizo levantarse para ir a ver quién era, al abrir se encontró una bola de pelos anaranjados en su rostro, más a un HyunJin feliz y un pecoso con una bolsa detrás de él.
—Lo encontré —canto jugando con el gato.
—Eso fue rápido —rió al ver la emoción de su amigo.
—Tengo mis contactos —sonrió.
—Minho, no cuenta Hwang —Changbin tomó al gatito que estaba tranquilo, como si hubiera dormido todo el camino hacia allá.
—Bueno, ni que hubiera respondido mis llamadas en la mañana, ni Félix se hace de rogar bastante —el alto se encogió de hombros.
Así siguieron hablando de los cuidados que debe de tener dicho gatito. HyunJin no tomó en cuenta que Changbin estaba sin camisa y que tenía rastros de una noche agitada, pero el compañero de este si lo hizo mirando con disimulo el cuerpo del ajeno. Bin se despidió de su amigo para quedarse a solas con el gatito que estaba cómodamente en su pecho y brazo mientras iba al sofá.
Sin tener cosas que hacer se recostó en el sofá con el gatito que movía su cola haciéndole cosquillas en su pecho, lo miró con los ojos entrecerrados y el minino le maulló ronroneando.
—¿De verdad hice esto por Jeongin? —se preguntó acariciando al gatito, que le fue dando poco a poco sueño tras lo suave que estaba el pelaje.
Jeongin llevaba junto a una bolsa del restaurante favorito de Changbin, el mismo dónde trabajaba la amiga de su pareja, era alguien entretenida y alegre, también insegura, pero recordando sus gustos en chicas que fue hace bastante tiempo, era linda. Al salir del ascensor fue al departamento, tuvo un día tranquilo pero aún no se acostumbra a hacer filas ni mucho menos a salir, odiaba todo, había mucha gente por todos lados.
Al entrar lo primero que vio fue a Changbin recostado en el sofá durmiendo sin camisa y con algo sobre su pecho, al acercarse se encontró con un gatito que lo hizo dejar la comida emocionado sobre la mesa del centro y no evitó chillar ante ver a esa criaturita que maulló al ser tomado con mucha delicadeza.
Por otro lado Bin se despertó al sentir que esa calidez en su pecho se había esfumado, que al buscar al michi vio a su pareja acariciando y besándolo.
—Llegaste —exclamó Bin sentándose en el sofá.
—¿Aún te duele? —alzó una ceja al ver cómo Changbin estaba sin playera, algo no muy propio de este.
—Cincuenta y cincuenta —le resto importancia, sin saber que Jeongin tocaría su pezón que le hizo dar un manotazo.
—Yo digo que un diez y noventa —llevó su mano golpeada al pelaje del gatito que era naranjito, sin duda algo muy hermoso —. Ve a la habitación, llevaré hielo para que esa hinchazón se vaya, después cenaremos.
[...]
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