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O13 » Castigo

Changbin estaba en su día de descanso, un día de la semana normal donde no tenía que dar clases de matemáticas ni de jefatura, donde lo único que debía de hacer era regañar a su grado por ser desordenado, ahora estaba en su momento de relajación en el gimnasio. Hace bastantes semanas no se daba su tiempo de hacer ejercicio y eso ya lo estaba extrañando, no estaba solo, sino con Chan el ex de Minho, cuando se presentaron tuvieron varios hobbies que compartían, así iniciando una relación de conocidos.

—¿Tu me notas pasadito de peso? —quiso saber el australiano, recibiendo una respuesta negativa por parte del menor —. ¡Vez! La empresa quiere que haga dieta, y eso que solo como lechuga —protestó Chan mirando a Changbin hacer una serie de ejercicios en la máquina.

—Hyung, de verdad debería de no lo sé, hacer algo, eso puede ser peligroso para su salud —contestó Bin concentrado en lo que hacía y en lo que decía su Hyung.

—Lo sé, pero no puedo hacer nada si no quiero que la empresa me deje a un lado por ser caprichoso  —hizo un puchero, ayudando al coreano con la pesa para dejarla donde correspondia.

—En parte la vida de modelo es difícil, hay una gran demanda en tantas cosas. Pero tampoco es como si fuera tan bien visto acá en Corea, si no más en el extranjero. Creo que solo se están apegando al estándar coreano —sacudio sus manos, dándole su punto de vista al mayor.

Chan se encogió de hombros, Changbin tenía razón y mucha. Después de una serie más de ejercicios, ambos tomaron sus cosas para ir a ducharse, después irían a pasear por allí. No tenían una amistad tan unida pero si tenían salida de conocidos, sólo tenían de amigo en común a Minho pero eso basto para compartir. Después de aquello, Changbin llegaría al departamento para ver a su querido novio.

[♠️]

Seo admiraba la vista que le entregaba su indefenso novio desde el sofá individual del salón, amaba verlo arrodillado al medio de sus piernas con ese arnés que unía su cuello y manos, junto a ese antifaz negro a juego con su bóxer también negro, y sin olvidar esa mordaza que le impedía a Yang decir algo por lo que se le ve incomodo por no saber como acomodarlo en su boca. Las manos del menor se movían tratando de hallar una forma de estar cómodas, pero un jadeo fue ahogado al sentir una mano de su mayor pasar por su mejilla hasta su cabello, sinónimo de que Changbin estaba admirando su nuevo color de cabello.

—Siendo verdad, siento que el negro te queda muy pero muy bien —elogió recibiendo un quejido por parte del menor.

Bin mordió su labio inferior, por su mente se le cruzaban un montón de cosas que hacer con su novio en ese estado por lo que pidió por Internet, ya que a Jeong le daba vergüenza ir a una Sex Shop. Seo le sacó de la boca la bola negra de la mordaza para que Jeongin pudiera hablar y estar un poco más cómodo.

—Hyung quiero verlo —habló bajito, sintiendo como su barbilla era tomada para levantar su rostro.

—No, un castigo debe de ser algo que no te gusta —sonrió uniendo sus labios en un beso bastante necesitado, Jeongin luchaba para mantener el ritmo del beso pero le era imposible hacerlo.

Jeongin no era una persona que le gustase sólo recibir órdenes y eso Changbin lo tenía más que claro, al separarse del beso Jeongin pasó su nariz por la entrepierna del mayor, así llevó su boca al cierre de la cremallera del pantalón para bajarlo pero en un movimiento fue dejado en el regazo de Changbin, sintiendo como este soltó un poco el agarre del arnés en sus brazos para que no le quedara tan marcado, cosa que agradeció.

—Por favor Hyung, saqueme esto —exclamó incómodo acomodando su cabeza en el cuello de su mayor, sus brazos se estaban entumeciendo y le resultaba estresante no saber cómo acomodarse.

Changbin acarició la nuca de Yang para después dirigir su mano a la ropa interior para deshacerse de ella, tomando a su paso el recipiente de lubricante y así lo derramó por la entrada de su novio donde adentro un par de dedos para empezar a prepararlo.

—Aún sigues tomando en cuenta nuestras reglas del juego de roles… ¿uhm? Me recuerdas cuales eran —mencionó con cierta ironía cuando adentro un dedo en la estrecha entrada del menor sabiendo que a su pareja no le agrada aquello.

—Innie no debe tocarse sin el permiso de… Daddy —respondió entre suspiros tras sentir los dedos de su hyung moverse.

—Y lo has cumplido bebe —sonrió derramando más lubricante —. Pero ¿me recuerdas porque estás siendo castigado?

—Por dejarle una marca a Daddy, cuando al día siguiente tenía que trabajar —mordió su labio por seguir sintiendo como los dedos de Chang seguían moviéndose dentro de el.

—Muy bien bebé.

Jeongin se removió incómodo por sentir desde un inicio caer algo frío por sus nalgas y espalda baja, después los dedos de su Hyung y para finalizar sintió cómo algo estaba siendo introducido por su entrada, no podía saber muy bien qué es lo que era, solo lograba percibir que era algo circular que después lo hizo morder sus labios para ahogar los gemidos cuando el objeto anónimo empezó a vibrar de una manera rápida dentro de él.

—Si sigues callando tus gemidos te volvere a colocar la maldita mordaza —soltó molesto Changbin introduciendo otro vibrador.

El cuerpo de Jeongin se desplomó sobre Changbin por no poder sostenerse y las vibraciones que aumentaban cada vez más, la mano desocupada de Seo masajeaba lentamente y torturosamente el pene del menor. Los gemidos de Jeongin se oían por todo el salón del departamento, la respiración del menor se sentía irregular por lo cual al ver que Yang estaba por acabar sacó ambos vibradores de un tirón.

—Hyung —chilló al ser privado de su orgasmo.

El mayor empezó a repartir besos por el cuello de su novio para dejar mordidas muy fuertes en el pobre cuello de su bebé, este jadeaba al sentir las mordidas que le dejaba su hyung, era algo que le gustaba y lo llegaba a excitar aún más.

Changbin sacó el antifaz de los ojos de Jeongin para verlos con lágrimas, y nuevamente atacó los labios apetecibles de su pareja donde jalo y mordió a su antojo. Llevó sus manos a los broches del arnés para soltar los brazos del pequeño pelinegro aún que en un movimiento rápido Jeongin llevó una de su mano libre a los oscuros cabellos de Bin para jalar su cabello haciendo que la cabeza del mayor se fuera un poco para atrás.

—Eso duele —protestó molesto, colocando su mano libre en sus labios.

—¿Es lo único que dirás? —empezó a hacer falsas embestidas.

—Saca el arnés de mi cuello —ordenó apuntando su cuello.

—Uhm, no. No me apetece sacarlo cariño, aparte aun no terminas ¿o si? —dijo con una sonrisa dibujada en su rostro —. Sabes que no me molesta que hagas lo que quieras, pero lo que me molestó más fue que hicieras algo mientras dormía… ¿Algo que debas de decir al respecto?

—Perdón.

—Puedes hacerlo mejor bebé, ¿o no quieres correrte? —llevó su mano a la entrada del menor para penetrarlo con sus dedos algo que hizo al menor gemir. 

—Lo lamento, es que no puedo justificar mis hechos pero no quería incomodar a Hyung.

[...]


Vrga, no he dormido nada... TT

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