Los sonidos obscenos del chasquido que hacían sus cuerpos una y otra vez que el mayor entraba en Jeongin, hacía que el nivel de cordura de ambos se fuera a la verdadera mierda. El menor no trataba ni siquiera intentaba callar sus gemidos ni mucho menos sus gritos cada vez que Bin golpeaba ese dulce lugar o cuando se detenía una vez que estaban por llegar. El cuello de Yang y Changbin estaban completamente llenos de marcas, algo que sería un problema pero no para ahora, sí no para más adelante. Lo que importaba ahora era satisfacer a su pareja, tocando los lugares específicos que solo ellos conocen del otro.

Las manos de Jeongin afirmaron fuertemente de los hombros de Changbin en tanto trataba de tener un movimiento continuó mientras saltaba sobre el falo de su novio, esa posición era una de sus tantas favoritas ya que lograba sentir el pene de Bin llegar más profundo, sólo que el cansancio ya se notaba en sus movimientos errados cosa que no pasó en alto en Changbin.

—¿Ya estás cansado? —sonrió ladinamente el mayor.

Yang asintió, sus piernas dolían cada vez que se impulsaba.

—¿Podemos cambiar de posición? Por favor —hablo entrecortado al sentir como Bin se movía embistiendo.

—¿Por qué? A mi me gusta la vista que tengo acá —acercó su boca al hombro del menor para morder a su antojo.

Miro el pene rojo palpitante y mojado del menor que estaba con indicios de querer correrse. El dedo de Seo se paseo por la glande y después por uretra que soltaba hilos de pre semen, sintiendo como las manos de Jeongin volvían a posicionarse en sus brazos apretando. El mayor recostó al menor en la cama volviendo a penetrar rápidamente y sin ningún cuidado, poniendo atención tanto atrás como adelante.

Los ojos del menor estaban con una capa de lágrimas tras los movimientos continuos y rápidos que había iniciado su pareja, golpeando en ese maltratado punto que lo desesperaba por correrse. Ya sería la segunda vez que lo hacía.

—¡Mierda Bin! —grito siendo inmediatamente callado por la mano del mayor.

—Bebe, no me hagas callarte, no me gustaría perderme tus lindos gemidos por culpa de tu irracionalidad —habló cerca del oído de su novio, mordiendo y lamiendo el lóbulo de esta.

Un hermoso arco se formó en la espalda de Jeongin, su boquita parecía una perfecta “o” mientras eyaculaba sobre los dos abdómenes, apretando con sus paredes el pene del mayor que se corrió dentro. Changbin estaba saliendo de Jeongin, levantándose para apagar la cámara y volver, tomó por el brazo al menor para sentarlo sobre él, dándole mimos.

—¿Quieres que me detenga? —pregunto acariciando la espalda del menor.

Yang trataba de regular su respiración, negando, quería más, quería sentir a Changbin de todas las maneras posibles. Llamarlo un adicto al Sexo, pero era mejor que cualquier otra adicción que puede existir. Tomó de las mejillas de su pareja para fundirse en un beso que explicaba lo mucho que lo amaba, era despacio y lento, sin ninguna prisa, de todas formas, si seguían como estaban podrían llegar aún más lejos en su relación. Jeongin después de todo tenía muchas cosas preparadas para celebrar estos cinco años, no era mucho, pero vaya que Bin ha tenido que aguantar mucho de él y se lo merece.

Por el suelo se encontraban los antifaces, la pareja había decidido que ya había sido suficiente en grabar y que ahora lo harían para ellos mismos. De sus bocas escurría nuevamente del champán que se dieron tiempo de querer probar por segunda vez, disfrutando de la exquisitez que este tenía en sus bocas. Jeongin colocó una mano en el pecho del mayor para empujarlo con su respiración agitada, limpiando con el dorso de su mano el líquido que se había escurrido.

Jeongin se acomodo en cuatro dándole una vista a Changbin que ni se imaginaba, de su entrada aún salía la eyaculación de hace un rato y movía su trasero de un lado a otro incitando a su novio de que lo penetrara. Como si este lo entendiera lo hizo, colocándose entremedio de las piernas de Yang sobre sus rodillas, acariciando el trasero de su novio.

Alineó su falo en ese lugar maltratado para entrar de una sola estocada, oyendo un gemido de Jeongin que cayó sobre sus brazos, dejando alzado su trasero. Las manos de Changbin se colocaron en la cintura del menor para tener movimientos continuos y rápidos.

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Los ojos de Jeongin pesaban de cansancio, pero se levantó, tomando su celular para ver qué eran las cinco de la madrugada. A su lado estaba Changbin durmiendo plácidamente un poco descubierto por la manta, así que lo arropó para que no sintiera frío y acarició al gatito que estaba acurrucado en Changbin. Se encaminó al baño para ducharse y hacer sus necesidades, en unas horas tendría que ir a clases y después preparar una sorpresa para su pareja que, hoy, sábado no tenía que dar clases.

Ya listo reviso un poco más su cuello al ver si no se veía una marca por allí, ya que Changbin se había entusiasmado bastante en marcar cada rincón de el.

—¿Ya te vas? —la voz de recién despertando de Bin llegó a Jeongin.

—Sip, debo ir a clases hasta las nueve, y después hacer otras cosas más. Quedas a cargo de que JinBo no haga de las suyas —sonrió al ver cómo Changbin iba para todos lados con el gatito.

—¿A qué hora llegarás?¿No puedes venir después de que termines tus clases?

—No tengo bien entendido a qué hora llegaré, y no puedo, debo hacer cosas amor —sonrió acariciando la mejilla del mayor.

—¿No te duele nada?¿Si quieres puedo ir a dejarte? Estás muy distante, no me dejaste llevarte al baño, ni cambiarte después de aquello, ¿Hice algo malo?¿Hice algo que te causó dolor? —dejó al gatito en el suelo para apoyarse en el marco de la puerta.

Jeongin carcajeo, ayer por la noche había visto a Changbin muy cansado, las ojeras ya se le notaban y el estrés por el inicio de año ya se le notaba bastante.

—No amor, no hiciste nada, solo quería dejarte descansar… estás bastante cansado por dar las mejores clases a esos niños y no me gustaría agregar más peso ¿Oki?

—Sabes que eso no me molesta, de hecho, me gusta hacerlo. El jueves unos chicos sin respeto me dijeron que era un viejo amargado ya que mi pareja no me daba —bufo —. En parte tienen razón pero en otra no… estoy que tiro licencia.

Yang quedó sorprendido, ¿como así? Pobre de su Changbin que tanto ha tenido que aguantar. ¿Pedir licencia? Eso podría servirle a él para lo que tiene planeado.

—Pide licencia, hay algo que quiero hacer y necesita tiempo libre, solo un par de días, o una semana —abrazo al mayor dejando su barbilla pegada en el pecho del mayor para mirarlo.

—Okey, lo haré —beso la frente del menor.

[...]

Esperen, hay más, un extra y se acaba :)