Changbin había pedido la licencia para ausentarse de la escuela por un par de semanitas, cosa que nunca hacía durante esos años laborales, pero el doctor se la dió sin protestar demasiado, le hizo un chequeo y vaya que si hubiera seguido esforzándose caería enfermo por las horas de sueño, sus ojeras se hacían notar y que ya ni se reconocía al verse por el espejo. No sabía cómo Jeongin no se espantaba de él, Jinbo como siempre siendo un gatito juguetón que no le importaba demasiado ver a uno de sus dueños en la miseria.

Bin estaba cómodo en la cama sintiendo el jugueteo del minino en su mano, era bastante temprano y el menor había salido a hacer cosas que desconocía por completo. El lado de la cama de Jeongin estaba helado, cosa que le hacía tener aún más frío de lo que ya hacía. Durante esos días Jeongin ha estado saliendo más temprano que de costumbre, eso lo lograba notar una vez que sentía como lo arropaba, no quería preguntarle que hacía para no sonar un poco tóxico, pero ya le estaba preocupando.

En una de esas la puerta de entrada se abre, dando a ver al pelinegro menor que entraba con un par de cosas. Bin estaba con Jinbo sentado en el sofá que había corrido antes de que Yang cruzará la puerta.

—Oh, me asustó… ¿Qué hace allí Hyung? —paso para dejar las bolsas a un lado.

—Nada, Innie, no es por sonar de mala forma, pero ¿Qué estás haciendo? No es normal verte salir a altas horas en la mañana para después volver más tarde —dejó que el gatito fuera a descubrir esas bolsas desconocidas.

Jeongin mordió su labio mirando hacia otro lado.

—Hyung no es importante, la verdad, solo he estado haciendo un par de cosas en la universidad que se lleva todo mi día, perdón por hacer notar algo que le moleste —ignoró la mirada del mayor para ir a hacer algunas cosas, obviamente teniendo a Seo detrás de él.

—No te veo muy seguro, es más, te veo nervioso —alzó una ceja al ver lo torpe que era al hacer algunas cosas.

—No es nada Hyung, se lo prometo —sonrió.

Bin se encogió de hombros, volviendo a entrar en su habitación y detrás de él iba el gatito. Seungmin hace un mes se había ido a otro departamento siendo bien agradecido con ellos por dejarlo quedarse por ese tiempo con ellos, solo que el gran departamento cuando estaba solamente él se sentía vacío, si no fuera por la bola de pelos naranja vaya que sí se sentiría al borde de la depresión.

Yang entró en la habitación viendo cómo Changbin dejaba que Jinbo arañará y mordiera su mano.

—Bin, ¿estás enojado? —acarició el brazo del mayor, queriendo ver la carita del mayor pero este no se lo dejaba.

Un poco arrepentido recostó a Changbin y se acomodó a horcajadas sobre él, cosa que le impresionó al ver cómo tapaba su rostro.

—Estás llorando, Hyung, perdón, no quería…

—No es eso Innie, la verdad si tienes cosas que hacer debes de hacerlas, pero, no me está gustando mucho estar la mayoría del tiempo solo en el departamento —iba a limpiar sus ojos pero las manos de Jeongin fueron más rápidas.

—Esto es lo que no me gusta de hacer cosas bonitas —suspiró acomodándose mejor en Changbin —. Durante todo este tiempo he estado haciendo prácticas para sacar mi licencia de conducir y otras cosas más, para celebrar nuestros cinco años juntos.

—Pero…

—Si lo sé, pero esa vez no la sentí como si estuviéramos celebrando, sino más bien como trabajo, no lo dije antes por qué me hubieras ganado la idea y quise hacer algo sorpresa.

Changbin sonrió para besar a Jeongin, era solamente una beso lento pero Yang lo llevó más allá de solo un besito. Sin duda la sorpresa que había preparado sería la mejor, dentro de todo era la primera vez que él hacía algo y no Changbin.

El ruido de las olas más el sonido de las aves era algo que más merecían, el suspiro de satisfacción que liberó Changbin al sentir el agua sobre sus pies era más que placentero, hace años que no iba a la playa por su apretada agenda. Jeongin tomó la mano del mayor y se acercó para besar la mejilla de este.

—Hyung, el sol ya se está ocultando y la noche se está colocando fresca —abrazo por los hombros al mayor.

—Lo sé, es hora que volvamos al hotel, creo que mi pequeño necesita una merecida recompensa por traerme acá, ¿No es así? —lo abrazó sonriendo maliciosamente —. Pero… antes de eso.

Lo empujó al agua riendo por el grito que le lanzó, Changbin carcajeaba al ver a Jeongin, hasta que este lo empujo para caer ambos al agua, entre risas y juegos decidieron ir al hotel. Jeongin tiritaba, solo que sintió la mirada del mayor sobre él. La camisa blanca que portaba había quedado transparente por el agua, seguramente estaba observando cómo resaltaba ese lugar.

—¿No me digas que también has estado yendo al Gimnasio? —alzó una ceja al ver cómo el abdomen de Jeongin estaba levemente marcado.

—Eh si, ¿acaso no te gusta?

El mayor negó, Yang cayó acostado en la cama con Changbin sobre él. Bin con su lengua empezó por la mandíbula hasta llegar sobre la camisa a esos botoncitos que tanto le gustaba probar al ver cómo se inquietaba.

—De hecho me encanta.

[♠️]

Y una vez más los roles eran un poco cambiados, Jeongin disfrutaba de la merced del mayor, sus ojos vendados, sus manos sin movimiento alguno y sus pezones siendo apretados por esas pinzas, solamente era el descubriendo los lugares favoritos de Changbin. Yang dejó un camino de besos desde los labios hasta llegar al pene del mayor dónde pasó su lengua por todo el largo de este, viendo cómo Bin trataba de hallar un poco más de tacto.

Lo bueno de esto es que podrá hacer todo lo que quiera, y a su tiempo. Empezó a lamer de una forma totalmente tortuosa para el mayor que de su boca solo salían incoherencias más que otras cosas, sintiendo el sin hueso del menor se paseaba por ese lugar, hasta que sintió como al fin se lo llevaba a la boca succionando o algunas veces rozaba con querer sus dientes, generando un gran sentimiento de placer. La escurridiza mano de Yang se dirigió a los pobres y maltratados pezones del pelinegro solamente para rozar con la yema de los dedos.

Un “Pop” se oyó cuando Jeongin había sacado de su boca el miembro del mayor una vez que el orgasmo se acercaba. Su mirada recorrió todo el cuerpo del mayor hasta llegar al cuello de este dónde las venas se notaban por lo tensa que estaba la mandíbula de este al ser privado de su orgasmo. Jeongin sin pensarlo demasiado besó ese lugar para empezar a dejar marcas por el pecho hasta el cuello del mayor.

Se acomodo mejor sobre el mayor, alineando el pene del contrario en su entrada ya lubricada para entrar de una sola estocada. Ambos gimieron tras esa intromisión tan repentina y exquisita, Changbin sentía como las paredes de Jeongin lo apretaban muy bien, mientras que Yang sentía como el pene de su novio lo llenaba de una manera bastante placentera. Empezó a moverse para adelante y atrás, luego comenzó a saltar apretando a su paso ese lugar que tanto le gustaba.

La venda fue retirada junto con ella la atadura de las muñecas del mayor, así se unieron en un beso mientras que las estocadas aumentaban su movimiento.

Quien diría que solo fue un romance adolescente, podría ser mucho más allá que solo eso. Es más, lo de YeonJun deberá de esperar, no es algo que a ellos le importe ahora o que sea relevante para nuestra parejita, solo querían recibir el amor el otro o solo querer explorarse una vez que ya sabían todo del otro.

[...]

Muchas gracias por haberle dado una oportunidad a esta historia. Muchas gracias por los comentarios y también por los votos, es más, gracias por llegar hasta acá.

No saben lo mucho que me alegra saber que fue muy bien recibida, y que tendrá un universo que estará para rato, y espero que este universo sea igual bien recibido.

Es una tristeza acabar una historia ya que te apegas un chingo a tus personajes. Y pensar que está historia iba a ser una historia Corta, que nació cuando estaba bastante enojada por un motivo que ya ni recuerdo jajdjz.

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Se despide... KUKI <3

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