ㅤׁ✧𓂃 25
El nudo se desinflamo al cabo de un buen rato, Hyunjin y Felix permanecieron juntos, sonriendo y soñando despiertos, fantaseando con los cachorros que podrían venir, construyendo un mundo que nadie podría derribar.
―Imagina un niño con tus lindos ojos, con su piel pálida y su carita redonda, seria nuestra bolita de nieve. ―sonrió de solo pensarlo.
―Que sea adorable como tú, con tu cara pequeña y tus labios abultados. ―apretó los labios de Hyunjin con su dedo índice y pulgar, besando estos. ―¿Como le llamaremos?
―Byeol, significa estrella, él o ella sera nuestra estrellita, Hwang Byeol. ―sonrió satisfecho.
―Suena bien, me agrada. ―Felix hizo silencio escuchando a su estómago rugir, ―Alfa tengo hambre. ―dijo tiernamente..
―Vamos a ver que podemos hacer bebé. ― se levantó de la cama.
Felix le siguió, pero se detuvo al ver que Hyunjin se agachó de espaldas a él.
―Súbete bonito. ―señaló a su espalda.
El omega subió con cuidado y fue levantado por el alfa, quien tambaleó pero se incorporó rápido. Camino a las escaleras sosteniendo las piernas de Felix con firmeza. El mencionado estiró uno de sus brazos con el puño cerrado como si fuera un superhéroe.
―Eres como un niño pequeño, ― lo miro de reojo, enternecido. Felix hizo algunos bonitos sonidos que le derritieron aún más el corazón. ―Ya es un hecho, estás chiquito.
Bajaron entre risas, el ambiente era muy animado. Hyunjin dejó al omega sentado en la mesada de la cocina.
―¿Qué te gustaría comer? ―pregunto parado frente a él, con las manos apoyadas sobre la mesada a cada lado del menudo cuerpo.
―Un sándwich y una mandarina. ―sonrió.
―Bien pero calma, primero cenas y luego el postre, ―frotó con suavidad su nariz en la de Felix, en un pequeño beso esquimal.
En otra parte de la ciudad el clima no era tan cariñoso, las tensiones dominaban el ambiente. Bangchan le marcó el teléfono a Jeongin para reunirse, aún tenían mucho que aclararse.
―¿¡Porque tuviste que ir y decirle todo!? ―gritó el alfa.
―Yo si tengo consciencia, ni siquiera lo conocía, ¿Entiendes eso? Le hice mierda la vida a alguien que nunca me hizo nada. ―habló entre dientes, mascullando la culpa.
―Al contrario Yang, le hiciste un favor, gracias a ti ahora tiene un alfa nuevo. Ojalá mi hermana nunca nos hubiera metido en esto. ―bufó golpeando su mano cerrada contra la mesa.
―Es mi culpa, debí entender que Yeonjun era un imbecil. ―el omega seguía culpandose. Suspiro y miro al más alto. ―Dime ya, ¿Quién es esa mujer? A caso no recuerdas algo?
―No, no tengo ni idea de quién era, y tampoco me importa.
Ambos gruñeron, enojados y frustrados.
―A esta altura Hyunjin debió marcar a Felix.
Aquellas palabras bastaron para poner en cólera al lobo interno de Bangchan, desesperado ante la posibilidad de que fuera real.
―¿Qué dijiste? ―cuestionó mostrando los colmillos.
―Una marca temporal, ¿Qué mierda pretendes? Felix está dispuesto a esperar, quiere salvar a tu amante, pero si no recibe una marca el tampoco aguantará mucho.
Objetó dando vueltas, caminaba de un lado al otro en el living.
―El recibirá mi marca, no necesita de ese idiota.
Gruño, aumentando su enojo.
―lamento decírtelo, pero vete preparando para firmar el divorcio. ―giro sobre sus talones.
Avanzó, listo para irse de la casa, más se paralizó al sentir gruñidos fuertes.
Bangchan no dijo nada, sus pisadas se hicieron oír, Jeongin respiro nervioso, asustado de lo que presentía.
Quizo correr, espantado, casi llegando a la puerta tropezó, cayendo de rostro al piso, el lobo furioso mordió su pierna, en la zona del tobillo, haciendo que aullara de dolor. Jeongin buscó el primer elemento a su alcance, tomo el florero y golpeó la cabeza del alfa con este. Dejándolo inconsciente.
Escapo horrorizado, corriendo hacia su auto, una vez que subió emprendió camino al único lugar seguro que su mente podía recordarle.
La pareja cenó mirando una serie de netflix, relajados, Felix pelaba la que era ya su tercer mandarina, gustoso con su sabor dulce. Su celular sonó de repente, miró a Hyunjin y le señaló el aparato, para luego alejarse de él.
―Hola... ¿Jeongin? ―preguntó sorprendido.
―Y-Felix hyung...¡pasó algo horrible! ―sollozo.
―¿Q-Que sucede? ―habló nervioso.
―Bangchan... el- el me atacó, y-yo no supe que hacer y, lo golpeé. ―su llanto le impedía a Felix escucharlo con claridad.
―Cálmate, primero respira, ven a casa, estarás seguro aquí.
Dijo antes de acordar esperarlo en la entrada y cortar la llamada. Se acercó a Hyunjin dudoso.
―Cariño, hay un problema. ―se sentó a su lado.
Le explico lo poco que pudo entender, Hyunjin suspiró, no muy feliz con la situación, abrazó el cuerpo de su pareja sabiendo que al llegar su invitado sería difícil tener tiempo juntos.
Unos minutos después el omega menor se encontraba tocando la puerta, Felix le abrió y fue abrazado por el más alto.
Lo llevó hacia adentro y dejó que se sentara en el living.
―Voy a revisar tu herida, ¿Si? ―Respiró profundo y levantó la bota manga rota del pantalón. ―Hyunjinnie, trae el botiquín y calienta agua por favor.
Jeongin respiro profundo, la mordida le causaba ardor. Decidió despejarse observando a Felix, el omega le parecía muy bonito, sus labios le llamaron la atención, luego su nariz, redonda y sus ojos oscuros. Yang nunca había sido un omega de apariencia delicada, era hombre, según él era por eso que le gustaba lucir masculino, en cambio Felix le parecía una belleza cerca de lo andrógino, si fuera alfa estaba seguro de que lo querría como omega, aún que, en el mundo actual no necesitaba ser un alfa para eso, muchas veces lo habían confundido con uno en su adolescencia.
―Jeonginie~ ―canturreo Hyunjin un poco molesto, aprovechando que el omega mayor se fue al interior de la cocina.
―¿Ah? ¿Qué pasa? ―preguntó saliendo de su ensoñación.
―No mires tanto a mi omega, ¿A caso ahora te gustan los de tu rango? ―le dio una palmada en el hombro.
―Puede ser, ¿Porqué no? Además Felix es un hermoso omega, ¿Quién no querría cortejarlo? ―una carcajada resonó en su boca abierta, como la risa de un villano, al ver la reacción del alfa. ―Tranquilo, todo lo que dije es cierto pero no estoy aquí para buscar problemas.
―Más te vale.
Ambos se callaron cuando Felix regresó, el omega miró a ambos hombres sin entender que pasaba.
Se encargó de curar y vendar la herida con cuidado, acto seguido se apartó observando su trabajo.
―Mañana iremos al hospital, por si a caso. ―anunció.
―Entonces vamos a dormir. ―Hyunjin se levantó, ansioso por recostarse junto a su omega.
―Cariño, Jeongin está asustado aún, no creo que sea buena idea dejarlo solo.
Felix se veía preocupado, su instinto de omega le hacía ponerse así. Como un hermano mayor.
―Bien, ―Bufó frustrado. ―Yo duermo abajo y ustedes duerman arriba en la habitación.
Jeongin flexiono su brazo, cerró la mano en un puño y empujó su brazo hacia atrás en señal de festejo. Sin dudas adoraba molestar al alfa.
©missin_kitten_
Gracias por leer.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro