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En el hospital todo era un caos, nadie salía del asombro por lo que habían visto, y los médicos, aunque ya acostumbrados a esto, no comprendían como es que la policía derivo a la víctima y al victimario en el mismo hospital.
Los residentes más jóvenes ponían a prueba la paciencia de sus superiores, algunos negándose a prestar servicios al delincuente, otros sentían pena por el niño que había sido atacado y se alegraban de que no fuese peor. Felix tenía heridas superficiales que cerrarían en unos días, se había desmayado más por el susto que por el propio golpe.
A este punto fue imposible ocultar al resto de la familia el diagnóstico del cachorro. Las reacciones fueron diversas, pero eran una familia fuerte, por lo que a pesar de la tristeza reaccionaron con ánimos positivos para animar tanto a los padres como al cachorro.
―¿Cómo te sientes? ―preguntó Hyunjin ahora en su forma humana.
―Bien, pero ya no quiero más hospitales ―hizo puchero.
―Tranquilo, esta es la última vez, y podrás disfrutar lo que queda de las vacaciones ―Hwang le sonrió.
Lee asintió, con ganas de que esta vez las cosas fueran de esa manera.
Un rato más tarde, con la seguridad de que el omega se encontraba bien, todos pudieron salir del hospital, optando por regresar a su hogar, había sido un día más largo de lo esperado, solo quedaba descansar y dejar la playa para mañana. Hyunjin cargó al castaño sobre su espalda, camino con cuidado hasta la salida y de allí al lugar donde los coches estaban estacionados.
―Algún día iré sobre tu lomo ―dijo Felix refiriéndose a ser transportado por el alfa en su forma animal.
―Por supuesto, sería divertido si lo hicieras como un gato ―Río.
―Yo también puedo llevarte ―opinó Seungmin.
El viaje se pasó rápido entre risas y bromas, como todo gato con sus mañas, Felix se quejaba de los vendajes que traía colocados en su mejilla y cuello, pero los alfas que lo acompañaban impedían que se los quitará.
Ya en fuera de la casa, Hyunjin bajo del auto seguido por los niños.
―Por fin hoy me toca dormir en la casa Lee otra vez ―sonrió de lado.
Felix lo miró intrigado.
―¿Hay días para eso? ―cuestionó el omega sin tener mucha idea de a que venía todo eso.
―Algo así, te lo explicaré después ¿Hacemos pijamada de tres? ―ofreció incluyendo a Seungmin.
―¡Sí! ―dijeron los niños al unísono con emoción.
Apenas eran las ocho de la noche, los mayores iban a cocinar algo rápido, mientras los niños jugaban en el patio interior de la vivienda.
Hyunjin sugirió a los menores hacer una 'previa' antes de la pijamada, con esa excusa Felix podría descansar el cuerpo de tanto ajetreo.
―Gatito ¿Puedo preguntarte algo? ―él solo asintió y bostezó. ―¿Cómo fue que te perdiste? ―Felix arrugó la nariz, trataba de hacer memoria aunque no fuera algo muy grato, ―No tienes que decírmelo sino quieres ―lo observó comprensivo.
―No me perdí ―inició el infante. ―Estaba esperando, vi un gatito blanco y quise seguirlo, solo camine un poco no estaba lejos, pero ese tipo feo me tapó la boca y dijo que no gritara.
Hyunjin sentía su sangre hervir, nadie tenía derecho de forzar a Felix de esa manera.
―La próxima vez espérame y yo traeré al gato para ti ―le respondió a modo de consuelo.
Felix asintió, había visto a Hwang ser bueno con otros animales días anteriores, asi que podía confiar en ello.
―¿Porqué hoy te toca dormir aquí? ―El pequeño encaró la pregunta que tantas dudas le había traído.
―Verás...
Fue interrumpido por nuevas presencias en la habitación, Seungmin y sus tíos traían la comida para los tres.
Seungmin se sentó junto a Felix en la cama, quedando Hyunjin en una silla, cerca de ambos.
―Le iba a contar a Felix porque me toca quedarme aquí, así que también te lo diré.
Kim asintió emocionado por escucharlo.
―A diferencia de ustedes dos, yo no tengo mamá ni papá, pero tengo a la abuela Lee.
Los niños observaron a Hyunjin con asombro.
―¿Ella te cuido? ―preguntó el alfa menor.
―Así es, se hizo cargo de mí, mis padres se divorciaron, mamá falleció y papá me abandonó, pero él quería quedarse con la casa y venderla, así que la abuela Lee lo echó, y me adoptó con la condición de que viviera en esa casa algunos días a la semana, pues ella nos rentaba la propiedad.
Su relato los mantenía tan impresionados como tristes por él.
―Tengo que hacerlo hasta que cumpla los dieciocho, luego podré vender la casa si eso quiero ― Tomó un trozo de carne con los palillos y lo acercó a la boca de Felix.
El menor tenía ciertas dificultades para cortar la carne, tirando de ella con el ceño fruncido hasta que logro cortarla.
―¿Y que harás hyung? ―esta vez fue Seungmin quien habló.
―Esperaré unos años más para decidir, pensé en mudarme, pero no puedo dejar sola a la abuela ―suspiró, le tenía mucho aprecio.
―Aún no entiendo hyung, ¿Porqué tienes que vivir ahí? ―a Lee le costaba un poco más entender la situación completa.
―Para que no se considere una casa abandonada, además, la abuela Lee quiere ponerla a mi nombre y para eso debo tener dieciocho.
Con aquellas palabras la situación tenía más sentido, según cálculos mentales de Felix tendría esperar mucho más de lo que pensaba para volver a ver a Hyunjin.
―¿En que piensas? ―quiso saber Hyunjin, ya que vio al menor muy callado.
―En que debo esperar mucho para volver a verte ―formó un tierno puchero en sus labios.
―Ah, eso es verdad, pero la vida va muy rápido, cuando menos lo esperes nos veremos, aun quedan quince días de diversión ―lo ánimo.
Después de aclarar dudas, los tres se la pasaron platicando de muchas cosas distintas. Incluso de juegos y materias escolares, unas horas más tarde los menores cayeron rendidos al sueño. Hyunjin los observaba, acostado en la cama con el pequeño Lee dormido en su pecho.
Viéndolo desde una nueva perspectiva, ya no le parecía tan mal que su predestinado fuera un niño pequeño. En esta instancia de su vida tenía muchos problemas que solucionar antes de pensar en un omega, quizás para cuando Felix tenga la edad suficiente para verlo como algo más, Hyunjin ya tenga todo resuelto y pueda dedicarse únicamente a consentirlo.
©missin_kitten_
Gracias por leer.
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