41.
El sol baja muy lindo y entraba demasiado feo en aquella ventana haciendo que Xuan se despertara, se apresuró a arreglarse un poco y salió de la habitación.
Zhan ocupaba el otro sofá, y YuChen también.
—¿¡Zhan!?— grito en susurro
—No me despiertes— murmuro. No había podido estar cómodo en ese sofá lo que causó que no pudiera dormir.
—Hare el desayuno... Despierta a YuChen— Volvio a murmurar caminando a la cocina.
Minutos después el chico rubio al fin tomo la conciencia y se tallo los ojos, esa sin duda no era su casa.
—¿Zhan? — frunció su ceño — ¿Que hago...— escucho ruido en la cocina y camino hacia ella— Lu.
—Oh, hola ¿Estás mejor? — le miro de manera rápida; estaba apunto de acabar.
—Si, ¿Por qué estamos aquí?, ¿Vives con Zhan?
—No...— murmuró disgustada — Te traje aquí y me quedé también para cuidarte, ayúdame a poner la mesa tengo que alimentarte.— Sonrío mientras apagaba el fuego.
Los ojos con la que miraba a Lu, era una mezcla de confusión, agradecimiento y de ternura, Lu se llegaba como la mamá que nunca tuvo.
—Lu~ — murmuró haciendo aguda su voz; llamando así la atención de ella, se acercó a la chica y la abrazo— Gracias...
Porque las personas somos así, simplemente necesitamos algo y nos aferramos a ella a pesar de todo lo que cueste.
—¿Porque tienes tus ojos adormilados?— pregunto el mayor mirando a Zhan.
— No pude dormir — se rasco el cuello y lo miro.
—¿Y así querías tener una cita? — bufo tomando de la mano y guiandolo a su casa — Tu vas a dormir en mi casa, nadie me asegura que tú duermes en la tuya. Es sábado así que tienes hasta el domingo.
— No, Wang. Tu familia— murmuró pero parecía que el mayor le importa un frijol lo que pensaba su familia.
Al llegar a esta Zhan procuro no hacer ruido, no quería se echado de esta.
—¿Que haces?— el mayo lo miro — Caminando de pintas no vas a lograr nada, te daré de comer siéntate en la mesa.
—No, Yibo en serio... Puedo comer en casa — lo miro casi suplicando.
—Callate — comenzó a calentar y después le sirvió un gran plato — Come, no te irás hasta que termines.
Termino su gran plato, el chico que menos quería ver ese día entro a la casa.
— Vengo por mis cosas, encontré un departamento— hablo cuando llegó.
—¿Porque no está en casa?— pregunto Zhan algo curioso.
— Agh, no importa tu come — al ver al chico casi acababa le quitó el plato y lo lavo — Vamos — estiró su mano — Dame tu mano.
—¡Yibo! — Volvio a reprochar — No hace falta eso, pero gracias.
— Dije que me dez tu mano — el menor rodeo los ojos y tomo la mano del mayor. Ambos subieron a la habitación.
—¿Por qué no vamos a mi departamento?, No puedo dormir en otra cama que no sea la mía — murmuró.
—¿Estás jugando a casi conmigo?, Verás como si puedes dormir en otra cama.
—¡Wang!
—Esta bien vamos a tu departamento, pero si no duermes no quiero otra cita — lo señaló.
Y así caminaron hasta el departamento de Zhan, que y estaba libre de un YuChen y de una pequeña Lu.
—¿A dónde está tu cama?— pregunto el mayor.
— Está en la habitación, — rio se sentó en el sofá y jalo a Yibo — Siéntate conmigo —abrazo fuertemente al mayor — No te vayas y no me regañes.
—Zhan — chillo.
—No te vayas — tomo del mentón al mayor y lo acerco a su rostro besando sus labios.
Si porque apesae de todo quería probar esos labios otra vez. Se aferró a su cuerpo mientras seguía el beso pero poco a poco fue subiendo de nivel.
A poco ratos ambos comenzaron a buscar más contacto del otro alejando su ropa de ellos, los labios rozando la piel de ambos chicos era sin duda un delirio, y por eso era mejor ir a la casa del más joven, para tener algo más de privacidad para hacer algo más que no fueran besos.
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