08.
Un turno nocturno, era perfecto mirar las estrellas con el menor o al menos eso había comenzado a imaginar Zhan mientras miraba el techo y jugaba con un lapicero.
— Odio los turnos nocturnos, no puedo dormir — se estiró su compañera Lu.
—¿No quieres dormir?— ofreció Xiao con una sobra hacia ella.
— No, aguantare... Tampoco soy la chica que no puedo aguantar nada— Rio divertida, al parecer fue la única que le dió risa, dejando un silencio eterno.
— Creo que... Iré a dar una vuelta — se levantó de su asiento— Ahora regreso— tomo su gran abrigo acogedor y lo puso en su brazo doblado caminando hacia la única habitación con las luces encendidas.
—¿Puedo pasar?— Volvo a hablar el joven Xiao
—¿Eh? ¿Que haces aquí?, ¿No debiste ya haberte ido a dormir?— pregunto Yibo desde su sofa
—¿Quieres ir a mirar las estrellas?— sonrío entrando por completo en la habitación.
—¿Estrellas?, No se ven desde el patio principal— se encogió de hombros.
—¿Quieres ir a mirar las estrellas?— volvió a preguntar, asiendo que al mejor le diera curiosidad y asentía levemente.
— Vamos— bajo sus pies, lo metió en su pantuflas que le había regalado el más joven de la habitación.
Caminaron hasta la azotea, dónde podía verse toda la ciudad de noche y sin duda esa era una de las vistas más preferidas de varias personas a Xiao en general le daba miedo las alturas, pero quería pasar tiempo con el más bajo.
— Hace frío— camino hasta estar en medio de la azotea comenzando a frotar sus brazos.
—¿Tienes frío? — hablo de manera inocente, tomo el abrigo que llevaba en su brazo con el propósito de abrigar al más bajo, pasando así este por los hombros de Yibo.
—Gr... Gracias— lo miro confundido un poco mientras se sonrojaba levemente—¿Cómo esque sabías que e veía muy bien las estrellas hoy? — dijo con la vista hacia el cielo.
— Solo... Fue coincidencias, no es como si viniera seguido aquí— se encogió de hombros haciendo que el más bajo riera
— Es una linda vista— miro nuevamente hacia el cielo, mientras sostenía el abrigos por sus hombros.
— Si, una linda vista — su mirada de Xiao estás clavabada en el rostro del más bajo, soltó una sonrisa y miro hacía dónde Yibo miraba.
— Mecanse de estar aquí— hablo de la nada.
—¿Te aburriste? — lo miro con curiosidad
—¿Tu no te aburriría de estar encerrado?— levantó su ceja mirando a Xiao de manera incrédula— Pero me gusta, por lo menos puedo verte — miro hacía arriba u se encogió de hombros.
Así, ambos se sentaron en una banca que estaba ahí recargada en la pared, y así el sueño comenzó a apoderar del más bajo, dejando si cabeza sobre el hombros de Xiao estando expuesto a sus caricias en su cabello y en su mejilla.
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