Shotaro arrastró sus pies hasta la puerta, estaba viendo una serie y el timbre sonó e hizo que se levantara de su lugar, pero como ya era normal en él no tenía ganas de existir.

— Soy Jung SungChan, y me traje a domicilio —Sonrió en cuando el mayor abrió la puerta, haciendo que este riera

— Hola Sung —Se hizo a un lado para que el más alto pasara— ¿Qué haces por aquí? Hyuck ya no vive aquí.

— Vine a visitar al lindo japonés de HaeChan, no sé si lo conoces pero es realmente lindo cuando sonríe —El mayor negó con su cabeza y sonrió, haciendo que SungChan hiciera lo mismo.

— ¿Qué te trae por aquí? —Se sentó en el sofá, seguido por el más alto, el cual hizo lo mismo.

— Vine de visita hyung, ¿acaso no puedo extrañarnos y venir a verlo?

— Si puedes, pero no es normal —Rió

— Nada en mi es normal Taro, y esa serie es triste, no debería verla —Señaló la tv

— ¿Cómo sabes que es triste?

— RenJun la vio y estuvo llorando por dos días, así que no se la recomiendo... a menos que quiera llorar.

— Correré el riesgo —SungChan rió y se encogió de hombros.

— De acuerdo, cualquier cosa estoy junto a usted para abrazarlo si llora mucho —Sonrió, haciendo que Shotaro riera y volviera a reproducir el capítulo que había comenzado a ver.

Habian pasado al rededor de dos horas cuando el mayor decidió quitar la serie, en ese momento supo que tendría que haberle hecho caso al menor, ya que por alguna razón se había puesto triste y sus lágrimas no dejaban de salir. SungChan miró al mayor y sonrió, para luego abrazarlo y hacer que por inercia el más bajos se aferrara a él.

— No me digas nada —Soltó mientras intentaba ocultar su rostro lloroso del menor.

— No iba a hacerlo, después de todo no iba a poder evitar que lo viera. —Acarició la cabeza del mayor, haciendo que las lágrimas del mayor se intensificarán un poco— Además es bueno llorar de vez en cuando y me han dicho que tengo un don para hacer que la gente se sienta cómoda llorando conmigo.

— No sé que dices, no te presto atención, déjame llorar en silencio. —Habló con rapidez el mayor, haciendo que Sung riera y simplemente se dispusiera a abrazar al más bajo.