Otro día común y corriente, del que no se esperaba mucho. Un pelicastaño claro, de tez albina, bajó del bus y camino con pereza, observando curioso algunas tiendas que cruzaba en el camino. Minutos más tarde ingreso a la preparatoria y busco su salón.

La vibración de su celular hizo que el sonido de la música en los airbuds bajara.

Sonrió de oreja a oreja, había estado soñando con ese mensaje desde que salió de casa. Rápido, desbloqueo la pantalla y respondió.

Tal como se lo había dicho, dejo sus cosas y salio casi volando del aula, solo para llegar a mitad de pasillo y ser jalado del brazo dentro del baño en reparación.

Río y beso los labios de un alto pelicastaño con el cabello atado en una coleta alta.

―Podrías simplemente dejar que entre en vez de secuestrarme. ―río.

―¡No~! ―infló sus labios en un lindo puchero. ―Es la última vez que tendre la oportunidad de hacerlo, es divertido, me recuerda a cuando me anime a hablarte.

Admitió sonrojado, el omega suspiró, ese alfa en verdad lo tenia enamorado, por mucho que había dudado antes, llegó a la conclusión de que el menor era su lugar seguro.

―Tan lindo, jamás olvidare eso ―. Lo beso de forma corta, cruzando los brazos sobre los hombros fuertes de Jungkook, con una de las manos fue dejando caricias en su cabello recogido.

Era cierto que ambos tenían hoy su última clase en el colegio, aunque no dirian la razón, estaban felices por ello, solo les restaba aguantar un poco más.

El alfa aprisiono la cintura de su omega con el brazo derecho, acortando por completo la distancia entre sus cuerpos.
Sus labios chocaban deseosos, una y otra vez, creando sonidos placenteros de chasquidos con cada toque.

La intensa sesión de besos se sintió como si durase una eternidad, aunque solo se mantuvo por unos pocos minutos.

―Debemos ir a clases ―. dijo Yoongi relamiendo su labio inferior.

―Odio que tengas razón ―beso sus rosados belfos por última vez.

―Ya, igual yo, pero nos veremos a la salida en la esquina de siempre.

Ambos asintieron a lo dicho por Yoongi, y entre risas traviesas se turnaron para salir del baño sin ser vistos.

Jungkook dilato el camino a su clase, había un pequeño vicio que quería conseguir primero. Tecleo algo rápido en su celular y alzó la mirada, un chico bastante alto salio del baño para alfas mirando hacia los lados.

―¿Tanto drama de espionaje por esto? ―le entrego una bolsita color madera.

―Si, Yug, sabes que se me hicieron un vicio y yo se tu secretito ―. Sonrió victorioso.

―Oh no, llena esa boca tuya de gomitas y mejor ni hables.

Le dio un zape en la nuca que hizo al contrario gruñir por casi escupir su dulce manjar.

Kim Yugyeom no era muy bueno haciendo tareas ajenas, así que ganaba dinero revendiendo las gomitas que compraba en el quiosco a un mejor precio, claro, sin contar que debía dárselas gratis a su amigo para que no dijera nada.

Segundo y tercer año recibieron la misma noticia; día de hora libre, unos no tenian matemáticas, y otros no tendrían química ese día, debido a que ambas materias coincidían a la misma hora, las preceptoras de ambos salones decidieron reunir a sus cursos en el mismo lugar.

Algunos se fueron con sus padres, pero los que no tenían autorización para salir ni tutores a la mano debían quedarse. Entre ellos estaba un grupo de revoltosos conformado por los alumnos más hiperactivos de ambos cursos.

Park Jimin y Kim Taehyung, los inseparables mejores amigos eran la prueba de eso. Jamás dejaban de hablar, moverse o pelear.

Tal era el caso que Yoongi otra vez se agobiaba en medio de los dos, le caían bien, pero no cuando lo único que hacían era pelear por su atención.

―¡Yoongi hyung me quiere a mi! ―espetó un molesto Taehyung, desafiando a su amigo más bajo.

Jungkook solo miraba la escena, devorando la bolsa de gomitas que dijo haber comprado en el quiosco, como si eso le fuera a quitar los nervios.

―¡Te equivocas! ― Jimin miró al chico blanquito en cuestión, demandando que él tomara la decisión, ―Yoongi hyung, sexy, tierno y bonito hyung, dígale a este sopenco que usted me quiere más a mi.

Antes que el aludido pudiera pronunciar palabra, un indignado pelilargo estampó su puño sobre el pupitre, asustando al par de amigos parlanchines que habían estado discutiendo.

―¡Él es mio! ―gritó cansado, para sellar semejante sorpresa, se levantó y beso los labios del sonriente pelicastaño que había estado esperando ese momento por meses.

En un principio, ambos acordaron mantener la relación en secreto, pero en el fondo Yoongi había soñado con un momento como ese desde hace ya mucho tiempo.

―¿¡Son novios!? ―exclamaron Park y Kim al unísono.

―Así es, y saben qué más? A mi me dan las gomitas gratis.

Sonrió orgulloso por el tremendo impacto que sus palabras habían provocado.

Hoseok, el chismoso de tercer año, había estado grabando toda la escena, material que no dudo en enviar al grupo que compartía con su amiga Lalisa, y los más chismosos del colegio que no tardarían en difundir semejante bomba.

―No jodas ¿Cómo que gratis?

Kim, Park, y algunos otros "clientes" que presenciaron la escena voltearon incrédulos hacia YuGyeom.

―Si no se las daba, él me iba a denunciar con el director ―se defendió el acusado.

―¡Mentiroso! Solo iba a decirle a la señora Kang que no tienes hipoglucemia ―. Río.

Jungkook sabía muy bien que esa era la falsa excusa de su amigo para comprar buenas cantidades de gomitas.

―¿Porqué no le cuentas que también las vendes? Aunque consumes más de lo que puedes llegar a vender, si esto fuera droga ya estarías muerto ―. Las declaraciones del chico alto sorprendieron a todos.

―¿No pensabas darme la mitad de tus ganancias o un poco de la mercancía? ¿Que clase de novio traficante eres? ―. hablo Yoongi rompiendo a un falso llanto.

―No amor, si pensaba compartirte las gomitas de fresa de hoy ―Le dio un beso en los labios por segunda vez, disfrutando de que todos estuvieran viendo.

Excepto un curioso Taehyung, que a modo de venganza se colo en el feliz momento, estirando la mano para tomar, "de manera muy disimulada", la bolsa en el bolsillo de Jungkook.

Por un mal cálculo al tomar la bolsa de madera se cayeron algunas gomitas, alertando a un alfa que gruño disgustado.

―¿Qué mierda haces? Vas a tirar las gomitas para mi novio ―. lo reprendió molesto.

―No te preocupes, puedo darle una caja entera a mi bonito omega.

Taehyung volvió a extender el brazo con la intención de dejar la bolsa en manos de Yoongi, muy consciente de que no le importaba la revelación reciente de la pareja, pero fue detenido por un enojado Jeon que lo empujó hacia atrás.

―¿¡Cómo que tu omega!? ¡Repite eso idiota!

Ambos alfa y delta se dieron empujones mutuamente, aumentando la tensión del ambiente con algunos gruñidos. Por suerte para Yoongi, y desgracia para sus compañeros que querían ver el espectáculo, la preceptora abrió la puerta, dando grandes regaños después de presenciar la escena. 

Un gran revuelo se armo en el salón, Taehyung y Jungkook fueron expulsados por casi agarrarse a golpes, Jimin inculpo a Jeon por la venta ilegal de gomitas para vengar a su soulmate, pero Yugyeom se entregó como principal responsable, acusando a Park de falsa complicidad, la tensión por intentar desmentirlo fue tan grande que los cuatro tuvieron que caminar rumbo a la dirección.

Terminado el interrogatorio de la directora, se los llevaron a la sala de detención, en verdad que los cuatro parecían un grupo de reclusos de una prisión, más tarde se unio a ellos Hoseok, por filtrar chismes de profesores que no debía.

Las pocas horas que restaban fueron pasando, Jungkook mantenía la mirada fija en el reloj, esperando la hora exacta.

《17:30🛎》

¡Por fin! La tan ansiada hora de final de clases, el alfa castaño oscuro no pudo evitar reírse solo, pues les habían dado de castigo un mes limpiando las aulas apartir del día siguiente, pero Jungkook sabía que esa reprimenda no sería tal para él.

"Esos revoltosos siameses limpiaran todos los salones, y yo estaré con mi omega en Japón."

Sonrió por su propio pensamiento, sin esperar más fue el primero en tomar sus cosas y correr a la puerta. Llevándose una grata sorpresa cuando la abrió.

―¡Bebé! ―se acerco al blanquecino y dejo besos en todo su redondo rostro.

―Sorpresa ―. Río, ―Vine en busca de mi alfa y quería arreglar algo.

Miro a los muchachos que los veían atónitos.

―Lamento todo el lío chicos ―sonrió.

Los tres presentes no tuvieron más que palabras dulces para tan linda sonrisa.

―Bueno, hora de irnos amor.

Min asintió a las palabras de su novio y lo tomó de la mano, sonriendo.

―Adivina qué, mi tía dijo que nuestra relación era obvia.

Se echo a reír luego de recordar a su mayor diciendo esas palabras.

―¿Enserio dijo eso? Es tan linda, ojalá tu madrastra fuera igual ―.suspiró.

―Si, me dio pena no poder decirle más nada, pero es lo mejor ―. Sonrió a medias y miró a su novio mientras se dirigían a los casilleros.―¿Ya tienes todo listo?

―Claro, deje el bolso aquí dentro, toma el tuyo y salgamos de este lugar.

Señaló su casillero y sacó lo prometido de ahí. Jungkook replicó su acción, cuando hubieron terminado salieron con disimulo.

Eran solo un par de adolescentes enamorados viviendo una gran aventura, y ganando un poco de libertad.

Holiiiii! Nuevo shot! Aunque este podría tener continuación si ustedes lo piden.

Les contaré algo, estuve y estoy con varios síntomas realmente molestos, lo más probable es que tenga covid, el martes voy a hisoparme. Aprovechare estos días para escribir más, tengo pensado subir un shot taegi que les prometí hace un tiempo.

Por otro lado, espero que les haya gustado esta historia cómica ¿Les gustaría saber como los protagonistas se conocieron? ¿Quieren continuación?

Lxs amo♡