IV. LA COSECHA.

LA VERDADERA CASA de los locos existia y era la de los vencedores del distrito cuatro. Horas atrás todo fue puro grito, llanto e insultos por doquier. En cuanto llegamos con Finnick encontramos a Annie pegada a la pared, con cara de una psicopata; después estaba Mags cocinando unas galletas de avena y mucha comida en exceso. Y por último estaba el otro vencedor masculino que gritaba y golpeaba cosas por doquier. Finnick también le ayudó con esa gran tarea.

Y después yo fui a llorar con Annie.

El tiempo transcurrió y solo nos quedó preparado para salir a nuestra futura y amada cosecha. Todos excepto FINNICK se pusieron unos trajes de pieles sintéticas bien grandes y calentitos para este invierno infernal que parecía una primavera tan rara.

—Bienvenidos. Hoy estamos aquí para observar un hecho histórico e inigualable...—canturreó nuestro acompañante del Capitolio

Ella vestía un vestido rosa fluo con flores amarillas de pies a cabeza, literalmente. La única apertura que tenía era la de su boca, lo demás era completamente cerrado.

—La odio tanto pero a la vez la amo.—susurré en un hilo de voz, a mi compañero

Junto a mi estaba sentado Odair, que me escuchó. Sonrió simplemente y susurró en mi oído:

—El sentimiento es mutuo.

Trinky siguió hablando de su discurso y de cuanto nos quería; nos presentó a la multitud del cuatro y luego comenzó con lo que sería la ceremonia. O elección de la muerte le decía yo.

—Empecemos con las niñas, mis favoritas por cierto.

No se si debería sentir nervios la verdad.

De una u otra manera ya sabría cuál era y sería mi final en este lugar. Le prometí a Finnick que me ofrecería por alguna de las dos; ninguna de ellas...ni yo merecemos entrar ahí adentro. Nadie más merece esa pena de muerte.

La mujer de cabellos rosa metió su delicada mano adentro de la urna donde solo habían tres papeletas. Estuvo jugando con ellas, mientras deslizaba de un lado al otro sus dedos. Hasta que simplemente paró su mano en la que estaba más hacia fuera. La tomo como si fuera lo más frágil y sonrió.

Hizo una pausa que provoca que todo el distrito se ponga tenso y nervioso a la vez.

—Nuestra femenina que nos va a representar en estos futuros juegos es...Annie Cresta.

Mi destino ya estaba siendo escrito con una pluma de tinta. Sabía justamente lo que significaba este momento, era el momento de que mi vida cambió en un ángulo de 360 ​​otra vez.

Era el momento en que debía admitir que ya no volvería a casa nunca más.

—Yo me ofrez...

Las cosas sucedieron tan rápido que ni si quisiera tuve un tiempo de asimilar todo. El distrito quedó sumido en un profundo silencio. Todos se quedaron observando la situación, incluyéndome. Mags sin chistar ni importarle nada se había ofrecido como voluntaria por Annie, antes que yo. La pelirroja al notar eso se angustió y comenzó a llorar casi a los gritos.

De seguro la cámara está captando muy bien eso. Es un espectáculo.

—Mags no...no lo hagas.—pidió ella

Deslice mi mirada hacia atrás, ahí se encontraba estupefacto Finnick. Ni si quiera se movió,  solo se quedó analizando lo que estaba sucediendo en este mismo instante.

—¡Mags! ¡No!

Unos guardias tomaron a Annie y la llevaron hacia atrás, Justo ahí Finnick volvió a la realidad. De manera brusca fue a liberar a su novia y encarar a los agentes de la paz. Estos inmediatamente le apuntaron con su arma, haciendo que todos nos pongamos a presto. Sin importar que miles de cámaras estuvieran viéndonos, me les acerque.

—¿A caso le vas a disparar a un vencedor, idiota? Media nación te está viendo.

Había tal silencio que estoy seguro de que todos pueden oír eso.

—Suéltame.—gruñó el rubio, al observar que lo estaban obligando a salir de ahí

—Bueno...son cosas que pasan, ¿no?—murmuro la presentadora, nerviosa y angustiada al no prever eso

—Suéltame!—volvió a demandar Odair, pero esta vez ejerciendo violencia

Golpeó a un agente en la cara y en su estómago. Este solo se inmutó y le dio un golpe seco en las costillas a Finnick, escuchando como el aire de sus pulmones salía y un sollozo de dolor se escuchaba por todo Panem.

—¡Ya basta! ¡DÉJALO!—gritó Annie

El lugar ya se estaba descontrolando.

Y se descontroló más cuando un agente comenzó a tirar tiros al aire. Todos comenzaron a correr por todos los lados, era un caos. Una bala cayó Justo en la cabeza de un habitante, haciendo paniquear más y más a la población del cuatro.

—¡No se vayan, no se vayan! Aún debemos continuar.—se exaltó la mujer que tenía el micrófono en manos.—El vencedor masculino...es: Finnick Odair.

Se llevó a Annie del escenario junto a Finnick. Rápidamente me baje hacia ellos y me interpuse, llamando la atención de otros agentes de la Paz que no dudaron ni un segundo en apuntarme a la cabeza.

—Disparame. Vamos.

Nadie apretó el gatillo.

—Aléjate, mocosa.

—No me digas mocosa, tarado.

—¡Al tren!—grito uno de ellos—Nos vamos ya.

Me empujó con todas sus fuerzas, pero de un movimiento tan raro pero espectacular que hice, logré sacarle un arma a uno. Sin pensarlo mucho, le apunte. Sonreí con picardía y dije:

—Suéltalo.

—Deben ir al tren. Es la orden.

—Suéltalo o te disparó. Tengo buena puntería por cierto, gane mis juegos por eso.

El hombre no dijo nada. Soltó a ambos y nos dejó a la deriva de otros agentes.

Ellos solo nos apuntaron en señal de que comencemos a caminar.

—Annie vuelve a un lugar seguro.—le susurré—Yo soy voluntaria, me ofrezco como voluntaria.

Su cara fue de sorpresa. Y tan rápido como pudo huyó de ahí corriendo.

—Cuídense. Cuídate, te estaré esperando—le susurro a su amado antes de dejar un casto beso en sus labios

—Cuida a...

Sin que pudiera seguir hablando, me arrojaron adentro del tren. Ya estaba todo equipado; habían muebles aterciopelados y una mesa con comida para alimentar a más que un ejército.

Finnick golpeó mis costillas, tomando el arma que tenía para que después se la de a un hombre de por ahí.

El rubio me observó detenidamente, sus ojos radiaban furia y ansiedad.

—¿A caso estás demente?¿O no te llega agua al tanque, Lev? ¿Eres idiota?

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

BUENAAAAS, ¿cómo están? Espero que muy bien <3

Que les está pareciendo?