YeonJun estaba emocionado, su abdomen comenzaba a abultarse y le gustaba las caricias que el menor le daba siempre que podía. A pesar de que las náuseas y los antojos raros fueran parte de su día a día, se sentía feliz. Sobre todo porque en unas semanas más podría saber si su pequeño era niño o niña, claramente estaba emocionado por ello.

— Deberías dejar de suspirar tanto bebé —Habló el menor, sentándose junto a YeonJun en el sofá, viendo lo que el mayor veía en la laptop

— Lo sé —Rió— Pero es que no me decido con los colores —Suspiró nuevamente, haciendo que SooBin riera

— No elijas mucho azul o rosa, te conozco y luego te sentirás mal —YeonJun miró al menor haciendo un puchero, provocando que el menor depositara un beso sobre sus labios

— Pero quiero rosa —SooBin rió

— No dije que no podías elegir ese color, sólo dije que no escojas tantas cosas con esos colores —YeonJun rió y asintió, volviendo a mirar la laptop

— ¿Qué opinas del lila? —Sonrió, viendo las muestras que había en la página web del producto que estaba viendo

— Me gusta el lila —YeonJun sonrió.

A pesar de que últimamente sus tardes se pasaban hablando del bebé, de cosas para el bebé e inclusive del nombre del bebé, ambos estaban felices por ello. Estaban seguros de que iban a amar a ese pequeño o pequeña tanto como fuese necesario para que fuese feliz. Les gustaba la idea de que sea una niña, quizás y sus deseos se hacían realidad. Aunque ninguno de los dos deseaba ilusionarse con respecto a ello, quizás y solo era un deseo que iba a quedar en la nada. YeonJun estaba seguro de que quería tener dos hijos, mientras que SooBin sólo estaba dispuesto a hacer que el menor se sintiera feliz y si tener dos hijos funcionaba para YeonJun, él se iba a encargar de darle dos hijos.