La otra semana, Yibo fue una hora antes al estudio, y se quedó parado en la ventana que daba a la sala de ensayo principal, la más grande, en donde iban los mejores, viendo al chico vestido de ropa deportiva negra, su cabello está suelo y húmedo, llegaba casi hasta su mandíbula y lo hacía ver completamente encantador y caliente.

Estaba practicando un energético dueto con una chica, el estilo era hip hop, pero la canción era un pop alternativo que casi llegaba a ser rock, no veía ningún tipo de historia o relato que aquel baile, pero Seungyoun sonreía tan bonito que la chica apenas podía concentrarse en la coreografía.

Yibo no podía evitar reír cada vez que la chica terminaba tan nerviosa que se caía, se marchaba, o le erraba un paso, y Seungyoun reía con burla porque le estaba poniendo incomoda a propósito.

Al salir de la clase, cruzaron miradas, y Yibo lo saludo con su mano de forma sutil, Seungyou se acercó a el un poco para hablar.

Conversaron apenas unos minutos, Yibo le dijo que le había gustado su actitud en el baile y que lo había hecho muy divertido, el hip hop no era mucho su estilo, así que no podía decir mucho de bueno, si se notaba que bailaba como un completo profesional.

Fue la primera vez que Yibo no la cago a la primera, dejo todo fluir y a Seungyoun hacer sus ligues baratos, hasta intercambiaron números, y en cuanto se despidió de él y se fue, al voltear, Zhan estaba allí, como siempre, el siempre estaba.

-Me vas a matar del susto algún dia- dijo Yibo, bastante molesto.

- Lo siento, no necesitamos más muertos- murmuró Zhan-. Hay que admitirlo que tiene buen culo, Wang- dijo, asintiendo con aprobación.

Yibo rodó los ojos.

-No tienes que aprobar a todas las personas con las que salga.

Zhan se encogió de hombros.

- Quiero que seas feliz y noto cosas en las personas que tú no, así que puedo saber si te quiere para siempre o para un rato, no está mal saber esas cosas, te lastimas menos- dijo el mayor-. Pero si quieres, no vuelvo a decir nada.

Yibo negó, en verdad le gustaba la opinión de su mayor, Zhan siempre supo más cosas que el, tenía esa capacidad de reconocer a las personas en los primeros cinco minutos que pasaba con ellos.

Entro a su clase de baile, como siempre, calentamiento, repaso rápido de la coreografía, corregía uno que otro paso que se equivocaba, y el resto de la hora y media era repetir el solo una y otra vez, con música, sin música, de a partes, hasta que algo terminara de alguna manera bien.

Su profesor segura completamente inconforme con la parte actoral de su danza, se tenía que ver todo, se tenía que ver cuándo abrazaba a su pareja imaginaria, como bailaba a la par de está, como le sonreía y miraba con corazones a los ojos a la nada, y como al final se rompía cuando era el momento de decir adiós.

Zhan, mirando todo el baile, memorizando tantas y tantas prácticas, tantas veces, encontró una solución más que indicada, pero no podía hacerlo en los ensayos.

Sería en su acto final.