💚┋LO SENTIMOS
💚
Habían cosas que estaban bien, y no había problema con hacerlas; como comerse un gran helado de chocolate mientras ves El Viaje de Chihiro.
Habían cosas que estaban mal, y hacerlas traían consecuencias; como correr cuando te dijeron que no lo hicieras y al final te caes, raspando tus rodillas.
Habían cosas que se sentían mal, pero que no eran malas; como comerse todas las verduras del plato, aún cuando tengan olores y sabores extraños.
Habían cosas que eran buenas, pero que no se sentían como tal; como las verduras, otra vez. ¿Por qué debemos comerlas? ¡No somos conejos! ¡Ni tortugas ni hámsters! Padres, ¡Dejen de obligarnos las verduras, pofavo!
Habían un sinfín de cosas, buenas y malas, que se sentían bien o mal, y entre todas esas cosas, existían las que en un momento se sintieron bien, pero pasado un rato dejaban de serlo; como dejar de lado a Bambam por no creer en la reputación que tenía Lisa.
—¡La atrapé! —exclamó la niña alegre, sosteniendo la colorida pelota entre sus manos—. ¡Va hacia ti, Jinjin!
El niño se preparó para la lanzada, pero la pelota se resbaló de sus manos y cayó algunos metros más lejos. Miró a sus amigos a modo de disculpa, y corrió hasta la pelota para poder tomarla.
Miró a lo lejos a Mark junto a Yugyeom, quienes eran los únicos que no estaban jugando con ellos, e hizo un mueca al ver al bebé con su frente arrugada y sus manitos hechas puños. Estaba enfadado.
—¡No voy a jugar más, me cansé! —gritó y lanzó la pelota de regreso. Los otros cuatro no le dieron mucha importancia y comenzaron a jugar entre ellos.
Caminó hasta sus otros dos amigos, al tiempo que secaba su frente con el pañuelo que siempre llevaba en su bolsillo.
—¿Sucede algo? —preguntó una vez llegó, sentándose al lado de Mark.
—N-no quiere c-comer.
Jinyoung miró el envase de Mark, y vio un par de brócolis, zanahorias y lechugas. Arrugó su cara con asco y su cuerpo se estremeció. —Hasta yo no comería.
El niño arrugó su frente y miró su comida. ¿Por qué no comería? Los brócolis eran pequeños arbolitos, la lechuga era el verde pasto, y las zanahorias era el alimento de conejitos como él. Jackson le había dicho que era uno.
—¿Quieres comer de mi sandwich? —el bebé tensó sus brazos y pataleó con furia, negando enfadado—. Uh, sandwich no. ¿Fruta? —volvió a negar—. ¿Galleta?
Yugyeom abultó sus labios, y sollozó desesperado. —¡Babi!
Oh, ahí estaba el problema.
💚
La madre de Bambam vigilaba a sus alumnos, al tiempo que veía de reojo a su pequeño bebé recostado en las colchonetas del lugar, chupando su dedo pulgar con ahínco, y frunciendo su ceño de vez en cuando.
Le tenía intrigada el porqué Bambam estaba ahí y no con sus amiguitos y su prima, cuando a él le fascinaba la hora del receso para poder reencontrarse con todos.
Por su expresión, podía notar que estaba enfadado, pero también había una pizca de tristeza en su mirada que la desconcertaba por completo. ¿Qué había sucedido? Incluso ese día tampoco había querido vestir de manera "bonita", —como él mismo decía— sino que prefirió unos jeans, una camisa cualquiera y sus tenis blancos. Algo sencillo para lo que estaba acostumbrado.
—Cariño, ¿Te encuentras bien? Sabes que con mami puedes hablar todo —le dijo una vez se acercó al niño.
Bambam la miró y negó, cerrando sus ojitos. —Teno seño.
Apretó sus labios. —¿Y no te gustaría que llamara a tus amigos para que estén contigo?
—No. Quero domi.
Bien, aquí había algo, el problema era saber el qué.
💚
Yugyeom no paraba de llorar, y Jinyoung le había pedido a Mark que se alejara de ellos, ya que el bebé no quería ser silencioso, llamando la atención de los otros niños que corrieron al rescate de la mascota del grupo.
—¿Poqué Yugy llora? —el primero en preguntar fue Youngjae, quien apretaba sus manitos desesperado.
Jaebum fue quien se dio cuenta del estado del niño, así que tomó sus manitos con suavidad. —Anda con Mark, está solito.
El niño abrió los ojos y negó. —¡Makie no puede eta solito! ¡Tiste, tiste!
Y así fue como Youngjae corrió hasta Mark para acabar con su soledad y darle muchos besitos.
—Uh, ¿Qué tiene Yugy? —preguntó Lisa, ladeando la cabeza sin saber porque el bebé lloraba tanto.
Jackson se acercó hasta Yugyeom, pero este sacudió sus brazos, no queriendo que se le acercara. El niño abultó sus labios y miró a Jinyoung. —Yugy no me quiere.
Jinyoung abrazó a su amigo, sabiendo lo sensible que este era. Miró a Jaebum y se encongió de hombros. —Yug solo quiere a Bambam, pero él no quiso venir con nosotros.
—¡Babi! —lloró aún más alto. Su carita roja y llena de lágrimas lastimó el corazón de los tres niños que lo veían.
—Puedo ir a buscar a Bambam y traerlo, así Yugy no va a seguir llorando.
Yugyeom miró a Lisa, y sorbió su naricita. —¿Babi?
—Sí, traeré a Bambam —sonrió y miró a los demás—. Ya vuelvo.
Se alejó de ellos y caminó hasta la entrada del lugar, en dirección al salón de su tía. Suspiró fastidiada, ella quería seguir jugando, no tener que parar el juego para ir a buscar a su tonto y raro primo.
No entendía porqué se había quedado con su tía, ¡Era tan inmaduro! Ella ni siquiera le iba a prestar atención a él. Sus amigos eran mucho más divertidos que Bambam, o bueno, al menos Jackson y Jaebum lo eran, porque Jinyoung era inútil al jugar con la pelota, Youngjae era un bebé llorón, Mark ni se diga y a Yugyeom no se le podía hacer nada.
Chasqueó la lengua y entró al salón de su tía, y sonrió dulcemente en cuanto la vio, ¡Era su favorita! Corrió a sus brazos y se dejó cargar con tranquilidad.
—¡Mi niña bonita~! ¿Qué te trae por aquí?
—Vengo a buscar a Bambam, tía.
—Oh, claro. Está allá.
Bajó a Lisa, y la niña fue hasta su primo, que no hacía más que armar una torre con bloques. Rodó los ojos al verlo, y le tocó el hombro para llamar su atención.
—Vine a buscarte.
El niño arrugó su frente y negó. —No quero.
—Yugyeom no para de llorar por ti.
Eso sí llamó la atención de Bambam, y se levantó de inmediato. Se acercó a su mami y tiró de su mano para llamar su atención. —Sali.
—Sí, sí, anda —permitió y dejó un beso en la frente del niño.
Regresó con Lisa y ambos salieron del salón, más no contó con que la niña se detuviera a unos pasos más adelante y lo mirara con molestia.
—Si te vine a buscar es porque Yugyeom estaba siendo un escandaloso y no nos dejaba jugar —declaró brusca—. Así que vas a hacer que se calle y nos deje en paz.
Bambam se encogió en su sitio, y asintió sin más. Su prima siempre lo había asustado con su forma de ser. —No queo que a los dema los molete.
—A mi no me importan los demás, a mi me fastidia y listo —se cruzó de brazos y miró a Bambam como si fuese poca cosa—. Aún no entiendo cómo es que tienes amigos, si sigues siendo el mismo niño raro de siempre. Feo y estúpido, ¿Qué hiciste para tenerlos? Es obvio que te tienen lástima.
Los ojitos de Bambam se llenaron de lágrimas, y reprimió un sollozo que quería salir de sus labios. Lisa siempre hacía ese tipo de comentarios, y por eso no le gustaba cuando ella venía de visita, porque lo ofendía siempre y lo amenazaba con pegarle si decía algo a alguien.
—¡Aish, no llores! ¡Te voy a golpear muy duro! —gruñó con molestia, y tiró del delgado brazo de Bambam para darle énfasis a su punto—. ¿Cómo mi tía puede tener un niño tan estúpido? ¡Ella es la mejor tía del mundo y tú un tonto! ¡Ya deja de llorar! —Lisa comenzó a zarandear a Bambam, estresada porque el niño no dejaba de llorar, solo incrementaba sus lamentos.
Un fuerte tirón de cabello la hizo gritar y se giró a mirar al responsable, el cual era un Yugyeom muy molesto, quien no dudó en volver a tomar del largo cabello de la niña y templarlo con fuerza.
—¡Estúpido bebé! —se quejó dolida, y levantó su mano dispuesta a pegarle.
Mark al ver tal acción, no dudó en acercarse y empujar a Lisa lejos del bebé. ¡Nadie lo iba a lastimar! Lo abrazó a si y miró a la niña con molestia.
Youngjae también caminó en dirección a Lisa, —quien yacía en el suelo— dispuesto a darle su merecido, pero fue detenido por Jackson, quien lo tomó de la capucha de su suéter y lo retuvo entre sus brazos. —Los niños bonitos no pelean.
—¡Pero Makie la pujó! ¡Y Yugy garró su cabello!
—Sí, pero Yugyeom es un bebé bonito, y Markie el niño más lindo, ellos sí pueden pelear —explicó con lógica—. Tú como eres un niño bonito no lo puedes hacer.
No entendía, pero se cruzó de brazos igualmente y miró de la peor manera a Lisa. Él era un niño bonito, y si los niños bonitos no peleaban, entonces él no iba a hacerlo.
Jaebum tomó entre sus brazos a Bambam, y repartió varios besitos en su cabeza para intentar calmarlo, sintiendo como el niño se aferraba a su abrazo.
—¿Por qué tratas tan mal a Bambam? Él no te ha hecho nada —preguntó Jinyoung desconcertado.
—Porque es un estúpido que no dejaba de llorar.
El niño frunció el ceño. —Eres muy mala. Ya no jugaremos contigo.
Lisa rodó los ojos. —Igual ustedes también son unos tontos, y tú eres un asco jugando a la pelota.
—¡Hey! ¡Con mi Jinyoungie no te metas, bruja fea! —se metió Jackson, molesto por como esa niña hablaba de su mejor amigo.
—¡No soy fea! ¡Soy bonita!
—¡No tienes espejos en tu casa! ¡Fea!
—¡Todos dicen que soy bonita!
—¡Pues te mienten!
Unos pasos acelerados se escucharon, y los niños se giraron a ver a la mamá de Bambam trotar hacía ellos.
—¡Tía! —exclamó Lisa, y se levantó del suelo para correr a los brazos de su tía con pesar—. ¡Me están molestando tía! ¡Me tratan mal!
La madre de Bambam parpadeó confundida, y sostuvo a la niña entre sus brazos. —¿Tratarte mal? ¿Cómo...?
—¡No le crea, señora mamá de Bambam!
—¡Sí, no le crea!
—¡Tía!
Un algarabío había empezado, y la mujer comenzaba a desesperarse. —No hagan tanto ruido, recuerden que a Mark no le gusta —dijo firme, y todos se callaron. Miró a Lisa y la bajó al suelo, para luego agacharse ella—. ¿Qué fue lo que sucedió?
—Yo iba a llevar a Bambam al patio, y ellos comenzaron a tratarme mal y a decirme fea.
Los niños comenzaron a quejarse, y la mujer los silenció. —Jinyoung, dime tú qué sucedió.
—Bambam no quería estar con Lisa, y por eso no salió al receso con nosotros. Entonces Yugyeom comenzó a llorar porque lo extrañaba, y ella dijo que lo iba a traer, pero estaba tardando mucho, así que vinimos y ella estaba tirando del brazo de Bambam mientras que él lloraba mucho. Yugyeom tiró de su cabello, y Lisa intentó golpearlo, pero Mark la empujó. Eso fue lo que pasó.
La mayor abrió los ojos y miró a su hijo, que no hacía más que sorber su naricita y temblar asustado. Abrió sus brazos en su dirección, y pronto tuvo al pequeño aferrado a ella. Discretamente miró su bracito, y pudo notar las marcas de una mano. Siempre se había preguntado el porqué Bambam no se llevaba bien con Lisa, y descubrir este tipo de cosas la hacía sentir muy mal. Negligente.
—Amor, ¿Lisa siempre te trata así? —susurró bajo, queriendo que solo el niño la escuchara, pero no lográndolo. Lisa iba a replicar, pero recibió una fea mirada de Jinyoung que la obligó a permanecer en silencio.
Bambam asintió vacilante, con miedo a que lo regañaran. —Me tata mal, siempe.
—¿Y por qué no me lo dijiste? Sabes que a mami se le cuenta todo, porque mami te ayuda y te cuida.
—Lisa me dijo que si decía ago, me iba a pega.
La mujer sintió su corazón romperse al escuchar a su hijo hablar con tanto miedo. —¿Crees que lo hubiese permitido? Si yo me enteraba, te iba a proteger siempre. Mami siempre luchará contra los malos para que en tu rostro no haya tristeza.
El niño se aferró más a su mamá. —Dispulpa.
—Babi... —llamó Yugyeom, y se removió en su sitio, con sus ojitos llenos de lágrimas nuevamente—. Baso, Babi.
Al oír el llamado, Bambam se giró y salió de los brazos de su mamá para unirse en un abrazo con Yugyeom, quien comenzó a soltar silenciosas lágrimas que tenía retenidas por extrañar tanto a su amigo.
—Lisa —llamó la madre de Bambam—. Vamos al salón, debo hablar contigo —la niña sollozó y asintió, siguiendo de cerca los pasos de su tía.
—Lo sentimos... —murmuró Jaebum con vergüenza—. Lisa sí es mala.
—Mu mala —secundó Youngjae.
Bambam los miró a cada uno, y las palabras de la niña volvieron a su cabeza. —¿Utede me queren? ¿No piensa que soy feo? ¿Dado? ¿Amigos?
—¿Feo? ¡Lisa es fea! ¡Tú eres el niño más precioso del mundo! —exclamó Jackson.
—T-tampoco raro... genial —le siguió Mark.
—Obvio que somos amigos —le sonrió Jinyoung.
—Los mejores —terminó Jaebum.
Bambam sonrió y todos se acercaron para abrazar al niño, claro, que lucharon un poco con el berrinchudo bebé que no quería que nadie tocara a su Bambi.
💚
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro