💚

El día estaba siendo de maravilla, y la convivencia de niños y de los padres era increíble, sintiéndose cercanos como si fuesen amigos de toda la vida.

Los tres hombres del lugar, —el padre de Yugyeom, Jinyoung y Youngjae— se encargaban de cocinar una carne en la parrilla, al tiempo que bromeaban y conversaban, compartiendo anécdotas graciosas de sus hijo, burlándose de ellos sin tener a sus mujeres regañándolos.

—Aún lo recuerdo —comentó el hombre entre risas—. Yugyeom pasó una gran parte de la tarde jugando con su reflejo en el espejo pensando que era otro niño. ¡Yo lo único que hice fue grabarlo! En el futuro tengo que avergonzarlo; es mi deber como padre.

Los hombres rieron, al tiempo que se imaginaban al bebé jugar consigo mismo.

—Jae una vez vio a una mujer embarazada en el supermercado y, Dios... —soltó un par de carcajadas antes de seguir—. Cogió una de las verduras del carrito y se la entregó a la señora, después le dijo "Mu goda" y se regresó con nosotros como si nada. Mi mujer quería morirse y yo me tuve que ir lejos para reírme con gusto.

El señor Park y el señor Kim rieron al imaginarlo, aunque sus mujeres también se hubiesen sentido avergonzadas por el momento. —Jinyoung no es muy iluso, la verdad es que mi pequeño es demasiado inteligente y no cae fácil, pero una vez estaba con sus primos y lo obligaron a mirar Toy Story con ellos. Recuerdo que Jin estaba furioso ya que no le gustan las caricaturas, pero se quedó y la miró de mala gana.

—¿En serio no le gustan las cosas de niños? —preguntó el señor Choi con asombro y el contrario asintió.

—Se cree un adulto. Esta es la primera vez que lo veo siendo un niño —miró a su hijo jugar con sus amiguitos y sonrió—. Pero en fin, la cosa es que cuando volvimos a casa el se fue a su habitación como si nada, pero al rato volvió a salir con todos sus juguetes y los tiró fuera de su cuarto porque según él "Nadie iba a estar tomando vida cuando no se diera cuenta".

—Me lo imagino pensando "¡Nadie se va a burlar de mi!" —rió el padre de Yugyeom.

—"¡Armen su fiesta en otro lado, pero en mi cuarto no!" —le siguió el padre de Youngjae.

—"¡Se les acabó su pendejo!".

Los tres reían a carcajadas limpias, contando más cosas vividas de sus criaturas.

Las siete madres por otro lado se dedicaban a vigilar a sus hijos a una distancia prudente, conversando sobre las dificultades que tenían sus hijos y de cómo han podido sobrellevarlo, además de expresar lo contenta que se sentían con la nueva amistad que los niños habían creado.

—Quiero darle las gracias a Jinyoung por haber defendido de tal forma a mi hijo, y a todos los niños por haberlo aceptado —la madre de Mark era la más entusiasmada con la nueva relación de los pequeños—. Markie siempre ha sido un niño solitario, y de solo verlo divertirse a su manera con sus amigos me hace sentir muy feliz.

La señora Bhuwakul asintió de acuerdo. —Yo también me siento muy feliz cuando los veo, y se nota lo mucho que se quieren.

—Jinyoung siempre ha sido un niño solitario, así que enterarme de pronto que tenía su pequeña pandilla me hizo muy emocionarme —comentó la madre del niño—. Aunque sí tuve que regañarlo por lo que le había dicho al otro niño. El bebé solo quería atención, y con él tampoco habían sido bueno, solo que no supo cómo actuar correctamente.

—Lo bueno es que todo está solucionado entre ambos —dijo la madre de Jackson y todas asintieron.

💚

—¡Juguemos a las sienas! —pidió Bambam con ojitos emocionados a Youngjae, quien asintió muy feliz.

Pero Jinyoung los tomó ambos por los hombros. —Mejor jueguen conmigo y con Mark a disfrutar el agua y ser niños tranquilos.

Ambos menores se quejaron, pensando que era muy aburrido quedarse a no hacer nada mientras estaban en una piscina. Los bracitos de todos los niños estaban adornados por unos lindos flotadores, y sus ojitos cubiertos por lentes de agua para evitar alguna infección, además de tener sus caras blancas, producto de la enorme cantidad de protector solar que le habían aplicado sus madres.

Mark mordió su labio y tomó a Bambam por la cintura. —N-nada.

El bebé ladeó su cabeza sin entender en el momento, pero luego sonrió en grande, comenzando a mover sus piecitos y sus manos, al tiempo que Mark lo guiaba y sostenía en la superficie. Youngjae alzó sus manitos hacia Jinyoung, quien copió el acto de Mark y guió al niño por el agua.

—Veamos quién dura más tiempo sin respirar.

Jaebum abultó sus labios indeciso. —No creo que esa sea una buena idea.

—¿Por qué no? Así sabremos quién puedes ser aguaman y quién no —respondió Jackson con obviedad.

—Aquaman —corrigió—. Y no lo sé. ¿Si nos ahogamos?

—Estoy chiquito, no sé hablar bien, y no nos vamos a ahogar, solo vamos a aguantar la respiración debajo del agua y luego salimos.

—Bueno, está bien.

Ambos niños se prepararon y contaron del uno al tres para sumergirse, pero mayor fue su sorpresa que al llegar al tercer número ninguno de los dos se metió al agua, demostrando que ambos eran un par de tramposos.

—Mejor nadamos con los demás.

—Sí.

Se acercaron a los otros cuatro niños y se unieron en sus clases de nado, pero Jaebum y Jackson eran los más desordenados, así que sin darse cuenta ya estaban todos corriendo alrededor de la piscina, —que no tenía más de un metro de profundidad, apta para niños— para luego lanzarse al agua y dejarse llevar por la corriente, causando que rieran divertidos por la experiencia y repitieran una y otra vez los movimientos.

💚

Yugyeom miraba a sus amigos jugar y divertirse, mientras él estaba sentado sobre una mantita en el césped del lugar con varios de sus juguetes para entretenerse, pero no quería eso.

Sus amigos reían y jugaban, ¡Se veía tan divertido! ¿Por qué él tenía que estar en esa aburrida manta?

Abultó sus labios y miró a sus papás, quienes también se estaban riendo con los otros papás. ¿Acaso era el único que no la estaba pasando bien?

Miró a sus amigos y alzó sus manitos al aire, sacudiéndolas con fuerza y energía, intentando llamar su atención. El primero en verlo fue Jackson, y Yugyeom sonrió, pensando que lo buscaría, pero no contó con que el niño lo saludara y que de igual modo lo copiaran los otros.

—¡Hola, Yugy! —gritó Bambam emocionado.

—¡Que lindo te ves, Yugy! —le siguió Jackson.

—¡Lindo, lindo! —Youngjae agitó sus manitos con alegría—. ¡El bebé má lindo!

Siguieron diciéndole cosas lindas, y luego de un rato volvieron a jugar entretenidos, olvidando de nuevo al bebé.

Yugyeom los miró con desespero, ¡No estaba saludando! ¡Era un llamado de auxilio! ¡Quería jugar en el agua y no ser abandonado ahí!

Estiró sus piecitos a modo de berrinche, pero nadie le hacía caso, así que tomó sus juguetes y los lanzó lejos, llamando la atención de su padre, quien los tomó y los regresó hasta él. Sonrió, pensando que ahora sí lo habían entendido.

—¿Se te cayeron muy lejos tus juguetitos, mi amor? Super papi ya te los trajo de vuelta —habló con voz graciosa, devolviendo los juguetes. Besó su mejilla y acarició sus cabellos—. Niño precioso~ El más lindo de aquí, pero shhh, no se lo digas a los demás —le guiñó el ojo y se regresó con los adultos.

El rostro de Yugyeom estaba rojo, y sus manitos se apretaron en puños con enfado, ¿¡Por qué nadie lo entendía!? ¡Él solo quería estar con sus amigos! Abrió su boquita con determinación y con su mayor esfuerzo gritó: —¡Aaaaaahhhhh!

Todos se giraron a verlo sorprendidos, aún más sus padres, pero eso no le importó, así que señaló a su amigos y volvió a gritar, con su frente toda arrugada y con la frustración a mil. ¿No lo entendía con señas? Entonces a gritar.

—Yugy, tú...

—¡Aaaaaahhhhh!

Nada de "Yugy", él solo quería ir a la piscina.

Los señores Kim se miraron, y decidieron complacer a su berrinchudo bebé en medio de todo su asombro. En sus bracitos reposaban dos flotadores, y su atuendo había sido cambiado por un pequeño Short de baño con diseños de carritos. Sus ojitos estaban cubiertos por unos lentes para la piscina y, fue dejado en el lugar dentro de un flotador en dónde podía meter sus piecitos y reposar en el con mucha protección.

El bebé al sentir el agua sonrió feliz y chapoteó con emoción, ignorando que sus amigos también estaban sorprendidos por sus acciones, como si no fuese nada, aunque claro, era todo muy increíble ya que Yugyeom nunca hacía sonido alguno, y ahora sabían que este poseía unos muy buenos pulmones.

—¿Yugyeom acaba de gritar? —preguntó la mamá del bebé incrédula.

Se giró a ver a su esposo, y se encontró con la escena del hombre con los ojos llenos de lágrimas. Sonrió de lado y lo abrazó, consolándolo y sabiendo lo sentimental y débil que es respecto a su hijo.

—Yo también estoy sorprendida —dijo la mamá de Bambam—. Nunca lo había escuchado hacer algún ruido, y ahora grita y luego actúa como si nada —se rió por la cómica situación.

Los demás padres por alguna extraña razón también se sentían felices por el avance del bebé, y son dudarlo comenzaron a felicitar a la joven pareja.

—¡Ya quiero que me diga papá! —berreó el hombre siendo un mar de lágrimas, y los demás no tardaron en reírse por su actitud.

—¡Apenas y grita, dale tiempo!

—¡No me importa! ¡Quiero que me diga papá y que me ama mucho!

La mujer rodó los ojos y rió, consolando a su segundo bebé e intentado hacerle entender que su hijo avanzaba a pasos lentos, pero lo hacía.

💚