₊˚ 015 ༄
「 🏛️ 」─── ◡̈ ❝ Hipatia ❞ ♡ ;;🕯️❜
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LOS OJOS DE TORI se abrieron delicadamente bajo la luz del sol que se colaba por la red de la tienda de campaña. Era de mañana, el verano seguía presente, pero una brisa de paseaba en los últimos días, indicando el final de la estación.
La castaña se incorporó en su saco de dormir y no vio a su familia cerca, así que decidió tomar su pequeña mochila de aseo y ir al baño.
Al salir, ya limpia se topo con Luck y Megan leyendo juntos en las escaleras de el gallinero con una canasta de huevos a un lado.
— Hola, buenos días. — saludo Tori mientras se acercaba a ellos.
— Hola, Vick. ¿Quieres unirte? — preguntó Luck mientras levantaba su vista, la pequeña no sintió como si estuviera interrumpiendo un momento muy romántico, así que aceptó asintiendo con la cabeza.
— ¿Mamá se fue? — preguntó Tori mientras tomaba asiento al lado de Luck.
— No lo sé, salieron a dejar al muchacho en la carretera pero no sé si ella fue. — respondió Luck con algo de molestia, le molestaba tener que adivinar dónde estaba su madre, eso no debía de ser así.
— Bien... —Tori dirigió su vista al libro, era Harry Potter y la cámara secreta. De repente Luck se puso de pie.
— Voy al baño, ahora vengo. — dijo mientras se alejaba, dejando a Megan y Tori solas, con un ambiente raramente incómodo.
— Yo... — dijeron ambas niñas al unísono.
— Tu primero. — dijo Tori mientras sonreía.
— No estoy enojada contigo, ni decepcionada. Yo tuve miedo pero no es tu culpa y tú no me obligaste a ir ¿bien? — Megan puso su mano en el hombro de Tori y le dio una delicada sonrisa.
— Lo entiendo, aún así, perdóname, no se que pasó conmigo, no debí haber pedido eso, gracias a mi casi mueres. — replicó la menor.
— No seas egoísta, no es verdad. — Megan se acercó a Tori y la rodeó en sus brazos. — Te quiero, aún que aveces tengas tus momentos de pre-adolescencia.
Su comentario hizo reír a Tori.
— ¿Crees que soy preadolescente ahora? — preguntó Tori con una sonrisa.
— Si, pronto entrarás a tu rebeldía. — Ambas niñas rieron y después continuaron su lectura.
El trío de niños fue a la casa de la granja a preparar la comida, pero al llegar se encontraron con una sorpresa.
— Hola, niños. ¿Cómo despertaron? — preguntó Rachel mientras pelaba zanahorias con una sonrisa y una curita en el dedo. — Creo que perdí la práctica en la cocina. — dijo mientras levantaba su dedo.
Tori corrió a abrazar a su madre, quien le correspondió con los brazos abiertos mientras se ponía de cuclillas.
— Te extrañé, mami. — exclamó la pequeña. Cuando levantó su vista por encima del hombro de la mujer vio a Daryl observando desde el marco de la puerta con una pequeña sonrisa ladeada.
— Yo más, cariño. ¿Nos ayudaran con esto? — preguntó mientras se ponía de pie.
— ¡Si! — contestaron los tres al unísono mientras tomaban asiento en la mesa.
Patricia empezó a repartir tareas, mientras
Luck se acomodó a un lado de su madre y empezó a susurrarle algo sin que nadie se diera cuenta.
— ¿Qué haces aquí? — habló algo nervioso, no quería ofenderla, pero le causaba curiosidad.
— ¿No puedo estar con mis hijos? — Rachel sonrió y levantó una ceja.
— Sabes a lo que me refiero, mamá. — Luck bajo su vista a las zanahorias mal cortadas y tomó el cuchillo de las manos de Rachel y empezó a cortar las zanahorias. — Nunca te gustó la cocina.
La pelinegra bajo su cabeza y frunció sus labios.
— Quiero pasar tiempo con mi familia, ayer Andrea me abrazó y me hizo recordar que los tengo a ustedes. — contestó rápidamente mientras veía de reojo como Tori estornudaba por haber aspirado canela por accidente. — Aparte no me había dicho que Megan y tú eran novios, ¿cómo fue? — Rachel dio una pequeño empujón a Luck mientras dejaba un beso en su frente.
— No te conté por qué no estabas aquí, pero si, fue hace algunas semanas, le pedí que fuera mi novia. — Luck notó como sus mejillas se calentaban un poco.
— Mm, eso suena bien, aunque tendremos que tener una charla, sabes a lo que me refiero, ¿verdad? — dijo Rachel en modo mamá oso.
— Si, mamá. Ya estoy grande, no necesito eso. — Luck negó con la cabeza mientras escondía su sonrisa nerviosa.
— Yo dije eso a tu edad, y salí embarazada. Y aún que te amo demasiado me hubiera gustado saber a qué me enfrentaba, cariño.
— Bien, como sea. — contestó mientras volteaba sus ojos.
— ¿Crees que tengo que hablar con Tori? Ya sabes, después de todo lo del bar. — preguntó la mujer algo nerviosa, cambiando de tema drásticamente.
— Si, si no lo haces te dejará de querer y llamar madre. — bromeó el chico, su madre le dio un pequeño empujón y soltó una risa, pero sabía que tenía razón, debía hablar con ella.
Tori estaba sentada en la sala leyendo sobre la anatomía del cuerpo, era confuso y abrumador, pero si lo analizaba despacio todo iba mejor. El movimiento en la puerta la distrajo.
— Hola, cariño. — murmuró Rachel mientras tomaba asiento a su lado y dejaba su mano sobre el hombro de su hija.
— Hola. — contestó la menor si dejar de leer su libreta.
— Yo quería hablar contigo, hija. — advirtió. Al ver que su hija levantaba la mirada pero no decía nada, habló. — Siento mucho haberte llevado, no debí hacerlo, es que me enojé contigo y pensé que era lo mejor, ahora veo que no, no debí exponerte de esa manera, ni a ti ni a tus hermanos. Pudieron haber muerto, lo siento, bebé.
Tori sintió como un nudo en la garganta se iba formando, espero tanto escuchar esas palabras y no lo sabía, ella necesitaba a su mamá, la extrañaba.
— Lo sé, mami. Yo no debí haberte pedido eso ni hablarte así, es solo que todo esto no va a acabar y es difícil pensar que tendremos que vivir así el resto de nuestras vidas. — contestó rápidamente.
— Lo lograremos, ¿si? — Rachel tomó a su hija en brazos y la abrazó con amor. — Juntos, como familia.
Unos pasos apresurados se acercaban, mostrando a una Lori preocupada.
— ¿Qué pasa? Tranquila. — dijo Rachel con curiosidad.
— ¿Has visto a Maggie o Hershel? — preguntó rápidamente mientras negaba con la cabeza.
— Si, hace como 20 minutos, ¿por qué?
— Cuida de Beth, iré a buscarlos.
Rachel asintió y se dirigió al cuarto de Beth con rapidez mientras le gritaba algo a Tori.
— Lo siento cariño, ve con Carl.
Tori frunció el ceño confundida, y se puso de pie para salir al porche, donde estaba Carl leyendo un cómic.
La niña no quiso saludarlo, le daba pereza hablar, no tenía muchas energía después de todo, el hecho que siempre haya tragedias le arrebataban sus energías. Pero si quería estar con él, por qué por alguna razón no solo te gustaba, si no también su presencia levantaba sus ánimos.
— ¿Estás bien? — preguntó Carl levantando su vista del cómic rápidamente después d eque Tori soltara un suspiro.
— ¿Por qué lo preguntas? ¿No me veo bien? — replicó Tori con confusión falsa, solo quería molestarlo.
Carl se sonrojo y negó rápidamente de manera nerviosa, a los ojos de Tori se vio tan tierno, que hizo que su corazón se apachurrará.
— No, para nada. Tu siempre te ves bien. — Tori soltó una pequeña risa y asintió, recargó su cabeza en el hombro del mayor y cerró sus ojos.
— ¿Qué lees? — preguntó, quería descansar sus ojos, pero también quería escuchar a su amigo.
— Un comic. — respondió Carl con sarcasmo y una sonrisa ladeada que sabía que Tori no podía notar.
— Wow...
— Es broma, se llama el amanecer de Flash, Beth me dio algunos. — Carl pasó la página y empezó a leer detenidamente. Tori levantó su cabeza y fijó su vista en el.
Sus ojos eran celeste, eran hermosos, más aún cuando la miraba a ella, sus pecas esparcidas por todo sus rostro le daban un toque de inocencia tan lindo, su nariz era respingada y puntiaguda. El era muy lindo.
— ¿De qué trata? — murmuró Tori aún concentrada en las facciones del chico.
— De un superhéroe muy veloz. — Respondió Carl levantando su vista a los ojos de Tori. — Nos es tan entretenido pero está bien.
— Deberíamos hacer una pijamada, solo tú y yo, Megan y Luck se ponen muy cariñosos y no es divertido pasar la noche con ellos. ¿Qué te parece? — propuso Tori repentinamente. Por un momento se le cruzó por la mente la pijamada que tuvieron con Sophia en el CDC.
— Me parece bien, las noches últimamente las paso solo, papá siempre está haciendo algo y mamá siempre está preocupada por el. — dijo el niño con algo de tristeza en su voz, cosa que hizo sentir mal a Tori.
— Lo siento, Carl. Yo no sabía, te lo hubiera dicho antes, ahora que lo sé esos dos tórtolos no me volverán a ver ahí. — ambos niños rieron.
— Gracias, Tori.
Algunos gritos y golpes se escucharon dentro de la casa, cosa que hizo brincar a Tori, estaba tan concentrada en Carl que le hizo olvidar todo al rededor.
— Mierda, vamos a ver. — Tori se puso de pie y tomo la mano de Carl, guiándolo detrás de ella a la fuente del sonido.
Encontraron una escena devastadora, Beth con sangra cayendo sobre su brazo y cubriendo una herida con la muñeca. Estaba acostada en la cama con Alice sobre ella.
Muchas cosas pasaron por la pequeña cabeza de Tori, Beth había intentado quitarse la vida, eso quería decir que había llegado a su límite y no quería más de eso, pero aún así tenía a la mayor parte su familia y había decidido hacerlo, Tori intentó no juzgarla, pero no pudo dejar de hacerlo por completo.
Tal vez solo eran personas muy diferentes, ella nunca podría dejar a su familia de esa manera.
— Carl, sal de aquí, cariño. — ordenó Lori quien estaba pálida, más de lo que era.
Carl dio una mirada rápida a Tori quien asintió, y el niño salió de prisa. La castaña se quedó a observar, su madre no la había sacado.
Rachel veo la escena con el ceño fruncido y tal vez algo de asco. La niña la vio negar varias veces.
— Rachel, ¿Tori puede ver esto? — preguntó Alice mientras sacaba utensilios de su maleta rápidamente.
— Si...
Tori se acercó apenas escuchó a su madre decir eso, Alice empezó a darle explicaciones de lo que pasaba y como iba a solucionarlo, la pequeña solo asentía y murmuraba, las sábanas estaban llenas de sangre, la cual manchó su camiseta, Beth estuvo inconsistente por algún tiempo, cosa que puso de nervios a Tori, aunque no hizo nada, solo vio y entendió lo que pasa.
Alice sabía lo que hacía más que nadie y Tori confiaba en ella.
Cuando Tori entró tranquilamente a la campaña para cambiar su ropa vio a Luck y Megan viéndola con una mueca.
— ¿Estás bien? — preguntó Megan con cuidado. — Es que tienes...
— Sangre. — completo Luck con preocupación.
— Si, es solo que Beth intentó suicidarse y Alice me enseñó un poco, es todo. — dijo Tori tratando de sonar indiferente, aún que recordarlo le daba náuseas.
— Ajá. Algo normal. — murmuró Luck. — ¿No quieres hablar sobre eso?
— No, tengo que ir con Carl, estábamos hablando sobre su cómic. — Tori tomó su ropa y salió de la casa de campaña rápidamente.
— ¿Crees que lo quiera más el que a mi? — preguntó el pelinegro con con preocupación.
— No seas tonto, claro que no. — respondió Megan mientras peinaba el cabello de el chico. — por ahora.
Luck volteó a verla sorprendido y ofendido falsamente con aires bromistas.
— No entiendo cómo puedes ser tan mala conmigo, y con los demás tan buena. Se supone que soy tu novio. — reclamó el Luck mientras se acercaba un poco a ella.
— Eres muy dramático aveces, lindo. — respondió Megan con una sonrisa ladeada.
— Si, claro. Ahora bésame hasta que se me quite el enojo. — Megan volteó sus ojos mientras trataba de esconder su sonrisa.
— Si no me queda otra opción...
Tori caminaba con Carl, buscaban un lugar vacío y tranquilo, la menor quería practicar con su arco.
— Aquí está bien, mi blanco será esa madera de ahí. — dijo Tori mientras señalaba a lo lejos.
— ¿Enserio te gusta el arco? — preguntó Carl sorprendido aún por lo grande que era.
— Si, más que las armas, no me agradan mucho. — contestó Tori mientras se posicionaba.
Carl tomó asiento en el pasto bajo un árbol, al lado de ella, viendo como la gran mayoría de sus tiros eran exactos. Pensó que llevando su cómic no se aburriría, pero en realidad el no se aburría de observarla a ella.
— ¡Wow! — exclamó una voz detrás de ellos, al voltear Daryl se acercaba. — Eso fue genial, mocosa.
— ¿Regresamos a ese apodo de nuevo? — Tori bajo su arco y alzó su ceja.
— Es divertido. — Daryl se puso de cuclillas. — Hola, Carl. — saludo al niño con indiferencia sin voltearlo a ver.
— Hola, Daryl. — murmuró el pequeño.
— De todas formas, ¿que hacen aquí? Están lejos de la granja. — preguntó Daryl mientras ponía una mano en el hombro de Tori. La pregunta iba más para la castaña, parecía que Carl no existía para Daryl.
— Buscábamos un lugar donde disparar flechas y estar solos, pero veo que encontramos tu escondite, Dixon. — dijo Tori mientras observaba sobre el hombro de él mayor una casa de campaña que no había visto al llegar, tal vez estaba distraída con Carl.
— No es un escondite, solo me gusta estar solo. — Darly se pudo de pie sin quitarle atención a la niña.
— Claro, pero mamá tiene que salir del campamento a buscarte y poder estar contigo, dejándonos solos. Si que te gusta la soledad. — replicó la niña, no lo decía con malas intenciones, pero era verdad.
Daryl bajo la mirada y asintió.
— Bien, lo siento, no pensé en eso.
— Te perdonaré si me das consejos para mi arco y puntería, tú eres muy bueno con la ballesta.
— Si eso funcionara, entonces si.
Dixon se acercó a la niña y empezó a explicarle cómo tomar el arma mejor, a tener una postura buena y más tips sobre puntería, cosa que funcionó.
Carl solo veía todos los movimientos de Tori entretenido, algunas veces bajo la mirada desafiante de Daryl, ante esto, el niño solo fingía que regresaba a su cómic.
— ¿Crees que ya puedo llevarla cuando salga? — preguntó la niña emocionada.
— Esperemos que no necesites salir, pero en todo caso, si.
Tori dio unos pequeños brincos emocionada, no pudo evitar saltar a los brazos del mayor.
— Gracias, Daryl.
La felicidad les duró poco, pues vieron a Shane y Rick llegar lastimados y leños de sangre en la camioneta.
— Debo de ir a ayudarlos, ahora vengo. Ten cuidado. — Daryl revolvió el cabello de Tori antes de marcharse.
La castaña vio como Rachel también iba con Rick y Shane, solo pudo resoplar al ver la escena. Carl estaba entretenido viendo su cómic, así que no se dio cuenta y ella no tenía el corazón de decirle que su padre había llegado así.
— ¿No te da miedo Daryl? — preguntó Carl sacándola de sus pensamientos, ella sonrió y tomó asiento al lado de él, bajo el árbol.
— Claro que no, el es bueno. Solo que tiene una forma de ser... peculiar. — murmuró Tori.
— Bueno, sí que es peculiar. Aún así lo admiro. — Carl cerró su cómic y lo puso a un lado.
— ¿Lo admiras? — Tori frunció el ceño y sonrió un poco.
— Si, es fuerte y sabe defenderse.
— Tienes razón. Es bueno admirar a alguien, nos dan motivos para ser mejor. — Tori recostó su cabeza en el hombro de Carl.
— ¿Admiras al alguien? — preguntó mientras tomaba las mano de la casta entre las suyas.
— A muchas personas, pero siempre he tenido a esta mujer en mente, Hipatia de Alejandría. — Carl sonrió confundido y negó delicadamente.
— No la conozco, cuéntame sobre ella.
— Se le conoce como filosofa pero era mucho más. Era una mujer muy inteligente, demasiado, en muchas cosas y la gente por eso pensó que era una amenaza, y una bruja. Así que la mataron, por tener una mente brillante. Han hecho tributo a su nombre de tantas formas, por que era una mujer maravillosa. — explicó Tori mientras veía el cielo. Carl cerró sus ojos y escuchó detenidamente.
Le parecía que Victoria era un niña muy inteligente, de las cuales no puedes quitar la mirada, pero el ella era perfecta. Tanto física como sentimentalmente, y eso le encantaba.
— ¿Puedo darte un beso? — Tori levantó la vista al niño, quien se veía tranquilo, Tori pasó su vista a los labios del niño y asintió. — En la mejilla, claro.
Tori por un momento se desilusionó, pero luego ese sentimiento se desvaneció, era claro que no iba a besarla en los labios, no porque él no quería, si no por que eran demasiado pequeños.
La castaña sintió los cálidos labios plantarse en su cachete, no pudo evitar sonreír. Cuando estuvieron frente a frente de nuevo Tori se inclinó y dejó un beso en la punta de la nariz de su amigo.
— Te quiero mucho, Carl. — Tori aprovechó que nadie estaba cerca y dejó que su boca dejara salir parte de sus sentimientos hacia el.
— Te quiero más, Tori. — ambos niños se abrazaron, y cuando se soltaron, por alguna razón no podían parar de compartir besos por toda su cara, si seguían así muy pronto los tiernos besos en las mejillas no serían suficientes, pero ellos no estaba preocupados por eso.
⋆ 𐙚₊˚⊹ 𝘋𝘪𝘢𝘯𝘢'𝘴 𝘴𝘱𝘢𝘤𝘦 •˙ᯓᡣ𐭩.ᐟ
Holi, la verdad este capítulo fue difícil de escribir porque no sabía cómo iniciarlo ya que no tiene tanto Lore, pero está bien.
¿Quieren ver la "charla" de Rachel y Luck?
¡No olviden de votar y darle una vuelta al TikTok de la historia para que no quede en flop!
Nos leemos pronto, byeee 🫶🏽
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