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La gran puerta frente a él le hacía sentir pequeño y con un poco más de nervios, se encontraba frente a la oficina de Yeonjun. Este no había dado una respuesta concreta a su petición del día anterior y la verdad Soobin se sentía desesperado por saber.

-¿Qué haces?

Se sobresaltó al escuchar una voz a su espalda, volteó encontrándose con YuGyeom que mantenía un libro grande en sus brazos- Me has asustado.

-Me doy cuenta -la relación entre ellos no ha cambiado, según YuGyeom siempre actuaron como hermanos desde la niñez por lo que Soobin quiso que siguiera así- ¿Necesitas hablar con Yeonjun?

El pelinegro asintió- Necesito que me responda algo.

El interés del mayor creció y se acercó cauteloso- ¿El qué?

-Si me dará tutorías -respondió sin más Soobin, viendo como YuGyeom volvía a alejarse después de su respuesta que al parecer no era la deseada.

-Oh.

-No le iba a preguntar del accidente si eso creías, hyung -cuando intentó hacerlo, sus tíos rápidamente cambiaron a una mueca triste, se reprimió al ver las reacciones de su alrededor; Soobin seguía sin saber lo que causó su pérdida de memoria. "Una caída" fue todo lo dicho, además- sé que estamos prohibido.

YuGyeom revolvió el cabello del menor mientras este protestaba- Lo sabrás después, todo a su tiempo.

Dada por terminada la conversación, YuGyeom caminó hacía la gran puerta y dió unos toques hasta escuchar el permiso del peli-gris. Soobin no se pudo ocultar una vez las puertas se abrieron por lo que decidió entrar junto al mayor. Yeonjun se encontraba sentado mientras revisaba varios papeles sobre el vidrio del escritorio, no levantó la vista por lo que no había notado la presencia del príncipe.

-Su majestad -habló YuGyeom -, ha llegado el libro que pidió... y el príncipe Soobin se encuentra aquí.

Con eso último, la atención del peli-gris por fin cayó en ellos, en especial en Soobin por unos cuantos segundos hasta que asintió- Gracias YuGyeom .

El mencionado se acercó dejando el gran libro sobre la mesa, se dirigió a la salida parándose junto a Soobin para decirle algo- Está prohibido ver lujuriosamente a la realeza. -acusó sonriendo.

-¡¿Quién lo hace?! -YuGyeom sonrió divertido mientras que Soobin sentía sus mejillas enrojecer, era muy obvio el encanto que Yeonjun hacía sobre él.

YuGyeom dio unos toques en la espalda del menor y salió por fin de la habitación para dejarlos solos.

Cuando volvió a ver al peli-gris, éste había retomado su lectura a los papeles sobre el cristal. Sintiéndose fuera de lugar, Soobin comenzó a acercarse hasta colocarse al lado de Yeonjun, miró los papeles y comenzó a leer lo escrito en estos- Me gusta más el pastel de vainilla con caramelo -En los papeles que Yeonjun leía podía ver que se trataba de la preparación de alguna festividad, había desde elección de colores de telas hasta la comida-, mi favorito es el vino blanco, es buena elección.

Yeonjun suspiró y volteó a ver al hombre a su lado- ¿Se le ofrece algo, su alteza?

Soobin sonrió apenado y volvió a ponerse frente al escritorio- Solo venía a saber su respuesta de la tutoría, no se si la ha pensado.

Claro que lo ha hecho, cada segundo desde que el pelinegro dijo esas palabras ha pensado en si aceptar o no, lo racional apoya las dos respuestas existentes. Es buena idea en el hecho que ayudaría a Soobin a adaptarse a sus labores pero no lo es tampoco para el pobre corazón del peli-gris.

-Su alteza -menciona Yeonjun poniéndose de pie- ¿está seguro? Hay maestros que...

-No veo el porqué no intentarlo -interrumpe el pelinegro- ya he estudiado, solo me faltaría la práctica; podría ser su asistente.

Ambos mantuvieron su vista puesta en la contraria por varios segundos hasta que Yeonjun bajó la mirada a los papeles, no podía negarse a la petición de Soobin, jamás ha podido decirle "no" a él- La verdad es que mi trabajo en la gobernación se ha reducido, por lo que solo aprendería algunas pocas cosas conmigo -aclara-, como por ejemplo me encuentro organizando un baile y festival.

-Por mi está bien, no me molesta aprender ello -"y poder apreciarte más" terminó de decir en su mente.

Después de varios segundos Yeonjun habló- Está bien, espero serle de ayuda en su retorno, príncipe Soobin.

Encantado, solo esa palabra encontraba Soobin al referirse a lo que Yeonjun generaba en él. Sabía que hay otro medios para aprender pero el quería que lo hiciera el peli-gris, sería por poco tiempo pero él quiere cada segundo de este, apenas lo conoce de unos días y prácticamente solo su belleza ha logrado apreciar pero sabe que su corazón ha comenzado a anhelar al peli-gris más allá de una amistad.

No sabe si es un sentimiento olvidado que está resurgiendo o es algo nuevo del momento, pero el futuro rey está cayendo por el regente actual, por ello intenta ocultar la sonrisa tímida que ha aparecido en su rostro.

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-Sí por favor, en mi oficina a uno de los lados.

Yeonjun indicó a unos guardias llevar el escritorio a su oficina, después de discutir un poco con Soobin sobre su lugar y este dijera que no era necesario su propio escritorio, al final terminó ganando y logró que este accediera a uno.

-Su majestad -habla BeomGyu acercándose y dándole una reverencia- ¿Se ha arruinado su escritorio?

El peli-gris juega con sus manos nervioso, toma el brazo del rubio y se alejan a un área sola- He aceptado -dice, viendo la sorpresa que las facciones contrarias toman con esas palabras-, he aceptado la propuesta de Soobin sobre la tutoría.

BeomGyu sonrió, deseaba tanto que su amigo retomará un poco más, aunque sea, la amistad con Soobin que casi le imploro que aceptara- ¡Has hecho bien!

Aún con las palabras de su amigo, Yeonjun no se sentía completamente de esa manera, su nerviosismo era notorio para quien lo conociera tanto como el rubio. Con cosas como estas hace mucho se volvió completamente inseguro, lo único que tenía claro era regir el reino, pero sentimientos fuera de estos ya no sabe controlarlos.

-¿Eso crees? -preguntó, manteniendo su vista en el pasillo por dónde se habían metido, no veía o buscaba algo en concreto- ¿Y si esto termina mal? Yo no...

De repente el peli-gris fue envuelto por los brazos del rubio, un suspiro cansado salió al sentirse reconfortado por el cariño contrario- Yeonjun, solo disfruta y no sobrepienses, ese tiempo ha terminado -los brazos del peli-gris rodearon el torso del rubio-, disfruta el tiempo que queda.

Tras varios segundos dónde Yeonjun logró controlar sus ganas de llorar en los brazos de su mejor amigo, ambos se separaron y el más bajo agradeció las palabras emitidas.

-Por cierto, avísale a SeokJin que se agrega pastel de vainilla con caramelo al menú del baile.

-¿Y eso?

-Binnie... su alteza dice que es su favorito -explica-. Antes era el de chocolate blanco ¿habrán cambiado más cosas?

Sin tener una respuesta concreta, BeomGyu solo sonríe- ¿Cuánto falta para el baile?

-Tres semanas -susurra bajó Yeonjun, rodeándose con la capa de su vestuario; últimamente sentía mucho frío.

-Tan poco tiempo ¿no se puede atrasar?

Con una sonrisa triste, Yeonjun negó. Otra vez se vio envuelto entre los brazos del rubio en otro abrazo de consuelo.

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Hola, si alguien lee esto gracias.
Tengo todos los capítulos ya escritos solo falta publicar y editar algunas cosillas.