𝔐𝔞𝔩𝔞 𝔣𝔞𝔪𝔞
Danna Paola
[🍭]
Jongho no sabía cómo habían comenzado aquellos chismes sobre él, eran absurdos. Muchos afirmaban que lo veían en fiestas bebiendo, besandose y dejándose manosear por cualquiera que se le apareciera y que estando borracho les había dado permiso de tocar su trasero cada que se les dé la gana, al principio le afectaba de sobremanera que le dijeran que todos lo manosearan por los pasillos.
La verdad era que Jongho era extremadamente tímido como para defenderse a aquellos que le tocaba el trasero a su gusto, eso le asqueaba pero de igual forma prefería hacer como que no ocurría, para a final de clases correr hasta su casa y encerrarse en su habitación para llorar por todo lo que soportaba, no entendía porque decían todo eso de él.
Hasta que llegó a su límite, se levantó del suelo para dirigirse al espejo que tenía retiro sus lágrimas, sabía que no servía de nada negar todo lo que decían nadie le iba a creer, si eso querían creer pues adelante pero ya no iba a permitir que lo siguieran tocando a su antojo. Había llamado a su primo para que le ayudará a un cambio aprovechando las vacaciones, fue algo difícil trabajar con su con autoestima, pero lo había logrado para cuando regresó ya no era el mismo que se dejaba.
Sabia que su mala fama iba a seguir, pero ya no importaba.
Todos aquellos alumnos no habían cambiado los chismes seguían y al igual que todos los aquerosos pervertidos, el único que había cambiado había sido él. Cuando sintió que alguien le había dado una nalgada no huyó en su lugar volteó y le dió una cachetada con fuerza haciendo que todos quedaran en silencio, ahí su voz se hizo presente.
—No se te vuelva a ocurrir a ponerme otra puta mano encima— Advirtió, aquel acto sorprendió a más de uno. Se alejó con el corazón latiendo con fuerza por fin pudo defenderse, eso le alegraba y quería saltar de felicidad pero debía tener una compostura firme para todos esos idiotas.
La situación no cambio mucho que digamos pero el lado bueno era que ya casi nadie le ponía una mano encima sin siquiera pensarlo cuatro veces como mínimo y el que se atreviera recibía una cachetada junto a una advertencia.
Algunas semanas después llegó un chico nuevo, sólo que Jongho no le prestó atención ¿Para qué? Sabía que en menos de un segundo ese chico ya tendría mierda de él en su cabeza, pero para su sorpresa el rubio llegó a su lugar y con timidez se sentó junto a él, había varios lugares vacíos y aún así prefirió sentarse con él. Al principio fue distante y muy seco con Yeosang, así se llamaba, pero conforme pasaban los días esté seguía con él y trataba de ser su amigo, para Yeosang fue sorprendente ver a Jongho tímido y no intimidante cómo se mostraba pero entendía la actitud así debía mostrarse para los idiotas.
Iniciaron una amistad pero Jongho seguía con la idea de que quizás el rubio quería sacarle algo para crear algún rumor o quizás confirmar algo que le habían contado.
Hasta que Yeosang le demostró lo contrario.
—¿Acaso lo conoces verdaderamente? Si se supone que fueron amigos, no deberías hablar así de él— Aquel chico fruncio el ceño— Quizás fuiste tú y sólo quieres crear tonterías de Jongho, no lo conoces.
Jongho se mostró asombrado, pero aquello solo reforzó su amistad. Con el tiempo el menor se acostumbro a todo lo que decían de él y de hecho lo tomaba con gracia, hasta se unía a los grupitos que hablaban de él.
—No puedo creerlo— Murmuró despues de oír al chico que hablaba de él— Yeosang ¿Recuerdas si besé a alguien el sábado?¿O si estube borracho?
—Quizas te pudiste emborrachar con la limonada que hice y sobre lo otro a lo mejor en los comerciales que salieron— Jongho sonrió y golpeó la nuca de aquel chico.
Varias veces había intentado una relación pero aparentemente era muy exigente, él no aceptaba que le dieran las estrellas sin que siquiera lo hayan llevado al cielo, tampoco quería promesas que el viento se iba a llevar, Jongho sólo necesitaba que su chico indicado fuera soltero, no como varias que lo habían pretendido, con cerebro, pues otros varios eran muy idiotas, que estuviera bueno y ya que por ahí andaba que tuvieran buen humor, eso era ¿Ser exigente? Él no lo pensaba así, y a final de cuentas aquellos chicos se iban a inventar chisme, ni siquiera había besado a los bastardos y ya andaban diciendo que era quien sabe que en la cama.
—Sang ¿Que traes con Seonghwa?— El rubio se sonrojó.
—N-nada— El menor sonrió—¿Por qué debería traer algo con él?¿Hay rumores?
—Siempre los hay, Sang, pero no me fío de ellos y lo sabes— Yeosang asintio— Prefiero hechos... ¿Entonces?
—No es nada, por ahora— Jongho alcanzo a escuchar lo último pero el rubio terminó por entrar a la cafetería donde trabajaba del estaban hablando.
Al entrar lo vió, un chico alto, de cabello oscuro, con unas mejillas que se veían tan suaves, no evitó sonreír embobado y sin dejar de verlo. Admitía que debía verse como idiota pero valía la pena. Notó que el mayor los señalaba y como ese chico lo miraba, aquellos lo puso nervioso pero se enternecio cuando vio que adoptó una actitud tímido.
—Ho-hola soy Yunho ¿Que van a pedir?— Y Jongho se rebajo al mismo de hace tan sólo seis meses atrás.
—Hola soy Jongho— El rubio que estaba con él ladeó su cabeza y no dudo de golpearlo con su pie para que el menor saliera de su ensoñación— ¿Qué? Ah, si, si, un batido de chocolate.
—Igual pero de fresa— Aquel chico pelinegro y sonrojado asintio, y se podía decir que huyó— Lo asustaste ¿Él sólo preguntó que íbamos a pedir?
—Ya— Bufó— Ese chico es tan guapo.
—Es un año mayor, lo he visto un par de veces, no tiene amigos— Jongho busco al chico ¿Por qué jamás lo había visto? Se sonrojó aún más de lo que estaba al percatarse de el pelinegro también lo estaba viendo— Lo acabas de conocer, te he visto ser más difícil con otros.
—Creo que él sí es el indicado— Yeosang lo miro con una sonrisa, a veces su amigo llegaba a ser tierno.
—Si, pero disimula un poco— El menor asintio— Enserio, pareciera que quieres algo de él.
—Quizas sea el caso— Murmuró mientras sonreía.
Yeosang se rindió y dejo que Jongho fuera tan obvio como se le viniera en gana ya después se burlaba de él. El chico volvió con sus pedidos, aún se veía tímido pero eso no quitaba la sonrisa que le regalaba a Jongho, se alejó tropezando con sus propios pies lo cual fue tierno para el menor, si ese chico no era el indicado entonces no se iba a molestar en buscar a alguien más. Tomo su batido y casi se ahoga al ver un número de teléfono.
—¿Enserio?— Cuestionó el rubio al ver el número.
Jongho busco al pelinegro para sonreírle, bueno iba a ver si era el correcto pero algo le decía que así lo era.
El turno del pretendiente de Yeosang acabo y se acercó a ellos, pero más que nada al rubio, ambos se sumieron a su mundo dejando de lado a Jongho pero a este no le importó.
—Tú también crees que se ven cursis— El menor brinco en su lugar al escuchar la voz del pelinegro—¿Jongho, cierto?
—S-si ¿Yunho?— El mayor asintio— Si son algo empalagosos pero supongo que siempre es así.
—¿Te gustaría averiguarlo?— Jongho se sonrojó aún más si era posible, ¿Acaso está insinuando algo?— Creo que podríamos ser más empalagosos que ellos— Si, si estaba insinuando lo que creía.
—Si pretendes algo, déjame decirte que no soy fácil— Yunho sonrio.
—Eso no es algo por lo cual preocuparme...
[…]
Llevaban cuatro meses de novios. Al principio Jongho estuvo asustado por todo lo que seguían diciendo de él, y un día llorando le suplico a Yunho que no creyera todo lo que decían de él porque no era como lo pintaban, Yunho por supuesto que le creyó a él, lo conocía y confiaba en él.
Otros rumores comenzaron, como que lo había conocido en una fiesta y que se le había ofrecido, o que lo había conocido en una página de citas porque estaba urgido. Resulta que nadie conocía a Yunho pues este había sido invisible para todos. Muchas cosas decían de él y de su relación pero no importaba porque ya tenía a su chico ideal y no lo iba a dejar ir.
—Yunnie— El pelinegro dejo de prestarle atención a la película— Te amo— Murmuró y después se escondió en su pecho por lo avergonzado que se sintió.
—Yo también te amo— Hizo al menor separarse para besarlo.
Yunho sabía quién era Jongho antes de verlo en la cafetería, había escuchado cada uno de los rumores y había presenciando cuando se propasaban con él, pero peso a la mala fama que le tenían él se enamoro del menor y cuando lo vió en la cafetería vio la oportunidad y no la dejo ir. Amaba a Jongho porque más que un chico de fiestas que según dormía con cualquiera, era un chico que prefería quedarse en casa para ver películas y dormir solo, bueno eso antes de que fueran novios.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro