━━ J u n g k o o k
« No hay nada como nosotros, no hay nada como tú y yo. Juntos a través de la tormenta »
—¿Puedes creerlo? El tonto de Taehyung me hizo dormir en el piso cuando le gané todas las partidas de videojuegos —exclamó Jungkook sin poder creérselo—. Siempre que voy a su casa, duermo con él en su cama ya que es lo suficientemente grande para los dos, pero esta vez me dejó tirado en el piso como si fuese un perro, ¡Es un insensible! ¡Yo no tengo la culpa de que sea un asco en los videojuegos! ¿Qué opinas tú?
—Que eres un imbécil.
—¿Qué?
Jungkook detuvo sus pasos y enfocó su mirada en Jieun, quien tenía la vista gacha y las manos hechas puños a sus costados. Frunció el ceño sin poder entender el comportamiento de su novia. Se acercó hasta ella y estiró su mano hacia la mejilla de la chica, recibiendo un manotazo por parte de esta, evitando que la tocara.
—Ji, ¿Qué sucede, bonita?
—No me llames así —habló de forma tosca y miró seria a Jungkook—. No me digas bonita, princesa, Ji o novia. Ya no me digas más apodos lindos, ya no quiero nada de ti. Terminamos.
Dicho esto, Jieun se dio media vuelta y comenzó a alejarse del perplejo Jungkook, dejándolo botado en aquel parque donde habían decidido pasar el día. El chico parpadeó un par de veces y tuvo que correr para poder alcanzar a Jieun y tomarla de la mano.
—¿C-cómo que terminamos? Y-yo no entiendo, Ji —dijo Jungkook con desespero—. ¿Y-ya no me quieres? ¿E-es por alguien m-más?
Jieun alejó su mano del agarre de Jungkook y negó con notable dolor, —No es eso... yo aún te quiero y no hay nadie más en mi vida... eres tú, Jungkook.
—D-dime lo que hice mal, por favor, ¡P-puedo cambiar! ¡P-puedo hacer lo que quieras! —el chico tomó las manos de Jieun otra vez e intentaba hacerla cambiar de opinión—. ¡D-dime lo que te m-molesta de mi y l-lo cambiaré por ti!
—¡No, Jungkook! —gritó Jieun y se alejó de Jungkook, evitando que pudiese tocarla de nuevo. En los ojos de Jungkook se podía notar todo el desespero y dolor del momento, pero no podía hacer nada al respecto, terminar era la única solución a todo esto. Acabar con esa relación era lo mejor para ambos, aunque le costase aceptarlo—. No hay nada que puedas hacer, ni siquiera yo. Sólo estamos perdiendo el tiempo en esta relación que está destinada al fracaso.
Los pequeños sollozos de Jungkook llegaron directo a su corazón, pero debía ser fuerte. Sin él ser consciente, estaba privándolo de estar con la persona que realmente quería. A Jieun le dolía, pero Jungkook se había vuelto importante para ella.
—¿P-por qué d-dices cosas t-tan crueles? —habló Jungkook entre sollozos, con las lágrimas corriendo por sus mejillas—. ¿P-por qué dices q-que sólo estamos p-perdiendo el tiempo? A-a mi me g-gusta estar c-contigo, y-y sé que a ti t-también... estás m-mintiendo, tú n-no quieres t-terminar, porque si f-fuese así, no estuvieses l-llorando.
Jieun tocó su rostro y sí, tenía las mejillas cubierta de sus lágrimas, ¿Pero qué más podría hacer? Jungkook no estaba enamorado de ella, y era muy poco probable de que algún día lo hiciera.
—Es cierto, no quiero terminar, pe-
—¡Entonces no lo hagas! —interrumpió Jungkook—. ¡P-podemos seguir estando juntos! ¡No hay necesidad de alejarnos!
—¡Sí es necesario! ¡Yo no puedo seguir contigo mientras te guste alguien más!
Un silencio se instauró entre ambos, sólo se escuchaba los pequeños sollozos que soltaba la chica luego de soltar lo que dijo. Jungkook frunció el ceño y negó incrédulo.
—¿Q-qué? —dijo y comenzó a reír, sin creer nada y con la frustración recorriendo sus venas—. ¿¡Por qué asumes eso!? ¿¡Quién fue el que te dijo semejante estupidez!?
—¡Nadie me dijo nada, yo sola pude darme cuenta!
Jungkook levantó sus cejas y suspiró, sonriendo con falsedad, —Y según tú, quién es esa otra chica que me gusta.
La que rió ahora fue Jieun y miró con burla a Jungkook, —¿Qué te hace pensar de que es una chica? No es una "ella", es un "él" lo que hace que nuestra relación no pueda seguir adelante.
Las sonoras carcajadas de Jungkook reinaron en el casi desolado parque, haciendo rodar los ojos a Jieun que obviamente no me veía la gracia a nada.
—A mi no me gustan los chicos, Jieun —comentó con burla Jungkook—. Si querías terminar conmigo, hubieses buscado una mejor excusa, no esa idiotez.
—No es idiotez, Jungkook, tampoco es una excusa para terminar contigo. Me jode que yo sea la única que sepa esto y que tú no te hayas dado cuenta.
—Darme cuenta de qué.
—De que estás enamorado de Taehyung y que lo confundes con el cariño de amigos.
La expresión de Jieun denotaba tanta seriedad y seguridad, haciendo que el pulso de Jungkook se disparara. Quiso bromear, pero por algún motivo no pudo. Sentía nervios y una terribles ganas de vomitar, ¿Enamorado de Taehyung? ¡Imposible! Eran amigos de hace mucho tiempo, ¡Y hombres! ¡Él no estaba enamorado de Taehyung!
¿Pero por qué se sentía tan ansioso? ¿Por qué no se sentía asqueado por la idea? ¿Por qué sentía que habían dicho algo privado? No lograba entender ni la cuarta parte de todas las emociones que lo recorrían por completo.
Kim Taehyung, su mejor amigo, el chico que estuvo para él en todo momento, el que lo hacía reír y sentir bien, ese chico de sonrisa extraña pero única, el único a quien le podía confiar su vida... no, él no estaba enamorado de Taehyung, era imposible, ¿No?
¿Por qué ahora lo dudaba?
—Sé que es extraño, pero no imposible, Jungkook —habló suavemente Jieun al ver al chico perdido en sus pensamientos, llamando su atención y sonriendo de lado al ver su mirada desconcertada—. Al principio quise creer que lo apreciabas por ser tu mejor amigo, que era importante para ti y era parte de tu vida, pero luego me di cuenta que no era aprecio de amigos, Kookie.
»Cuando hablas conmigo, te notas feliz y cómodo, pero cuando nombras a Taehyung o ves algo que te acuerda a él, tus ojos brillan de ilusión. No sé realmente cómo explicarlo, pero toda tu expresión cambia cuando se trata de él. Te ves renovado, lleno de vida, te ves como si hablaras de tu serie o película favorita, así te ves... cuando hablas de Taehyung, se nota que hablas de algo que te gusta.
—Es mi mejor amigo, es normal que hable así d-
—No, Jungkook —negó—. No es normal y lo sabes. Cada vez que salimos, todo te recuerda a él, ¿Crees que es común? ¿Crees que es normal estar con tu novia en una cita y anotar el nombre del lugar que visitamos para venir luego con él?
Jieun apretó sus labios y se acercó hasta Jungkook, abrazándolo y siendo su apoyo »Yo te quiero, Jungkook, lo hago, pero debes entenderme. Si termino contigo es porque tú nunca me vas a querer como lo hago yo, y tampoco quiero alejarte de Taehyung porque eso te haría daño a ti. Por eso digo que nuestra relación está destinada al fracaso, porque tu gusto por Taehyung va mucho más allá que una simple atracción... lo amas, no como un amigo, sino como un hombre, como tu pareja, como la persona que quieres a tu lado.
—T-tengo miedo, Ji... y-yo no tengo s-sentimientos por Taehyung.
—Sí los tienes, Jungkook, acéptalo.
—¿Y luego qué? —dijo y se separó de la chica, mirándola fijamente a los ojos—. Los acepto, bien, me gusta Taehyung, ¿Y ahora qué? ¿Voy y se lo digo con la probabilidad de arruinar nuestra amistad de años? ¡No es tan fácil! ¡Yo no puedo tener sentimientos por Taehyung!
—Eso ya es asunto tuyo, Jungkook —habló Jieun con firmeza—. Yo cumplí con abrirte los ojos, ahora tú encárgate de lo que harás con tus sentimientos.
Dicho esto, dejó un beso en la mejilla de Jungkook y se fue de ahí, dejando al chico con millones de pensamientos. Su corazón latía con fuerza y, de manera inconsciente, comenzó a caminar sin rumbo fijo.
¿Gustarle Taehyung? Parecía una broma de mal gusto. Su cabeza era un lío y parecía estar en su contra, puesto que sólo se dedicaba a rememorar todos sus mejores momentos con su amigo; cuando dormían juntos, cuando reían, cuando la pasaban bien entre ellos. Sus mejillas estaban sonrojadas e hizo una mueca con los labios, ¿Por qué se sentía así?
Sacudió la cabeza, —Estás confundido por lo que dijo Jieun, pero tú le harás entender que no es así y volverán a estar juntos.
La calle comenzó a hacerse conocida y pudo visualizar la casa de Taehyung. ¿Cómo llegó hasta ahí? ¡Su casa quedaba más cerca del parque que la de Taehyung! Bufó frustrado y comenzó a hacer un berrinche en plena calle, llamando la atención de todos lo que pasaban por ahí.
—Tonto, estúpido, idiota, imbécil... —se insultaba a si mismo mientras se golpeaba la cabeza. Miró de nuevo la casa de su amigo y las ganas de verlo lo golpearon. Mordió su labio y suspiró—. Es mi amigo, es normal querer verlo.
Sin pensarlo más, caminó hasta la puerta del lugar y tocó el timbre. Se alejó un poco y se secó las manos con su pantalón, ya que se habían puesto sudorosas de un momento a otro.
La puerta fue abierta por el dueño de su nuevo desequilibrio mental y sintió un sinfín de mariposas en su estómago. ¿Qué? ¿Por qué sentía mariposas en su estómago? Se quedó mirándolo un poco más, detallando cada parte de su rostro. Sus mejillas se calentaron y su corazón latió acelerado.
—Uh, pensé que estabas en una cita con Jieun.
Su voz, ¿Desde cuándo era tan pofunda? Un escalofrío lo recorrió entero y de repente quiso escucharla más.
—T-terminanos —dijo con un hilo de voz.
Taehyung abrió los ojos de par en par y se acercó hasta su amigo, tomándolo de los hombros y lo miró de cerca, —¿¡En serio!? ¿Por qué lo hizo?
¿Desde cuándo Taehyung era tan atractivo? Sus ojos, su nariz, sus labios... y ese olor que emanaba de él, ¿Siempre fue así? Lo observó detenidamente, sintiendo cómo se incrementaban esas fastidiosas mariposas y sus manos picaban por querer tocar todo lo que veía. Se relamió los labios y un deseo fugaz pasó por todo su cuerpo.
Quiero besarlo.
Su pulso se aceleró y sus mejillas se calentaron al darse cuenta del pensamiento que había tenido. No, no, no.
—Kookie, ¿Estás bien? —habló suavemente Taehyung, llevando una de sus manos al rostro del menor y rozándolo con suavidad—. ¿Por qué Jieun terminó contigo?
Porque ella se dio cuenta de algo que siempre estuvo ahí. Porque tenerte así, tan cerca de mi, despierta emociones que ella nunca pudo despertar. Porque me gustas, Taehyung, ahora puedo verlo claramente.
—N-no lo sé... sólo me terminó y ya —respondió simple y se dejó abrazar por Taehyung, quien le decía que todo estaría bien y que ahí estaba él para apoyarlo.
Pero Jungkook sabía que nada estaba bien, no cuando sentía que el corazón se le saldría del pecho por sólo sentir a su amigo rodeándolo con sus brazos. No cuando percibía el característico aroma de Taehyung y se sentía como en casa. No ahora que era consciente de que estuvo confundiendo la amistad con el amor.
Uno.
Dos.
Tres.
Cuatro.
—Sé que estás despierto, a mi no me engañas.
Jungkook hizo caso omiso y siguió haciéndose el dormido.
Cinco.
Seis.
Siete.
Ocho, nueve y diez.
Ya ahí no pudo controlarlo más y una sonrisa salió de sus labios. Diez besos fueron suficientes para hacer que sonriera enamorado.
Más, Taehyung, quiero más...
Como si su mente hubiese sido leída por el mayor, Taehyung volvió a acercarse a Jungkook y comenzó a besarlo, delineando los labios ajenos con su lengua y robándole al menor un jadeo que fue perfecto para la situación, ya que Taehyung pudo introducir su lengua en la boca de su novio y comenzó a besarlo con lentitud, pero al mismo tiempo, con intensidad.
La mente de Jungkook voló a otra dimensión y no pudo reprimir el gemido de gusto que salió de si por tan exquisito beso. Llevó sus manos hasta el cuello de Taehyung para acercarlo más y giró su cabeza para darle más comodidad al beso. Las manos de Taehyung lo sostuvieron de la cintura, apretando un poco la zona, volvieron un poco más loco a Jungkook. El oxígeno comenzó a hacer falta y, con un suspiro de inconformidad, se alejó de Taehyung, combinando sus agitadas respiraciones.
—¿Ahora sí estás despierto? —la voz de Taehyung salió unas octavas más baja de lo normal, haciendo que la piel de Jungkook se erizara por completo.
—No del todo, bésame otro poco más —dijo Jungkook juguetón. Taehyung se acercó otra vez, pero sólo dejó un corto beso en sus labios y se levantó de la cama, dejando a Jungkook desconsertado—. ¡Hey!
—Hay que ducharnos, ¿Vienes?
Vio como Taehyung entraba al baño y, sin pensarlo mucho, se levantó de la cama y corrió hasta el baño, quitándose la pijama en el camino y teniendo una enorme sonrisa en los labios.
¿Cómo podía definir todo lo que estaba viviendo? Había estado ocultando sus sentimientos por Taehyung con el miedo latente de perder a su compañero de vida. Luego, decidió jugar Fucking Mint; un reto tonto que lo único que hacía era revelar las intimidades de los demás, pensando que él y Taehyung eran intocables, para después caer en su propia trampa y ser exhibido frente a todos. Cuando pensó que su vida había acabado luego de que sus sentimientos fuesen expuestos, Taehyung le hizo darse cuenta de lo tonto que fue al ocultar algo que era recíproco.
Ahora, ambos caminaban de la mano hasta la casa de Momo, donde sería la fiesta para celebrar que por fin se habían graduado y empezarían una nueva etapa de su vida en la universidad; Jungkook lléndose por el lado de la pintura y Taehyung por arquitectura.
—Kookie —llamó Taehyung con voz pequeña.
Jungkook rió y lo miró, —Dime, Tata.
—Dame un besito.
Las mejillas de Jungkook se colorearon y no dudó en complacer a su chico, dejando un beso en su mejilla, logrando que Taehyung sonriera complacido y diera saltitos de emoción.
Le gustaba, su vida de ahora le gustaba.
Llegaron a la casa de Momo, siendo recibidos por la chica con una enorme sonrisa. No había rencores y eso estaba genial.
Entraron al lugar y saludaron a todos los que veían, hablando entre ellos y riendo por recordar todas las locuras que habían hecho en todos esos años de estudio.
Se encontraron también con su profesor Heechul, saludándolo como si fuesen amigos de toda la vida, y es que ya todos sabían que él y Momo aún mantenían su relación, siendo aceptada por todos y deseándole los mejores deseos.
—Profesor, admita que era su alumno favorito —dijo Taehyung, ocasionando la risa del mayor.
—No me gustan los niños chismosos.
Un quejido salió de Taehyung y se cruzó de brazos inconforme, siendo abrazado por Jungkook, quien reía por la situación. Momo también estaba presente y abrazó a su novio, riendo también por el quejumbroso Taehyung.
—Tú eres mi favorito, Taehyung —habló Jungkook y se dedicó a besar a Taehyung, escuchando los gritos de chica de Heechul y los "¡Compórtate como un adulto, Chu!" de Momo.
La música estaba alta, y todos ya tenían alcohol en su organismo, haciendo que se sintieran un poco más contentos todos. Jungkook tomó el micrófono del karaoke y le bajó a la música, ganándose la queja por parte de los chicos.
—¡Esperen! ¡Quiero jugar algo para recordar viejos tiempos! —gritó Jungkook y todos comenzaron a hacer bulla al entender lo que quería hacer. Jungkook buscó con la mirada a la pareja, encontrando a la chica sentada sobre las piernas de su novio—. ¡Momo y el profesor Heechul son pareja desde hace mucho!
—¡Fucking Mint! —corearon los demás y gritaron para celebrar.
—¡Y esperamos serlo por mucho más! —exclamó Heechul, ganándose los aplausos de todos y un beso por parte de Momo.
—¡Namjoon salía con Jisoo por su parecido a Seokjin!
—¡Fucking Mint!
Namjoon se tapó el rostro avergonzado y Jisoo, —la cual se convirtió en su mejor amiga— lo tomó del cuello y comenzó a ahorcarlo, logrando la risa de todos, incluso la de Seokjin.
—¡Hyuna logró que su crush fuese su novio!
—¡Fucking Mint!
Hyojong, quien tenía abrazada a Hyuna desde atrás, sonrió y besó la mejilla de la chica.
Jungkook había notado que Kai no asistió a la fiesta, así que decidió que era mejor no nombrarlo, —¡Irene rechazaba a todos porque siempre tuvo novia!
—¡Fucking Mint!
Seulgi abrazó a Irene y levantó su dedo del medio para todos, demostrando que la chica era de ella y sólo de ella.
—¡Yoongi se la pasaba viéndole el trasero a Jimin!
—¡Fucking Mint!
Yoongi levantó sus hombros y tomó a Jimin en un demandante beso, ocasionando una ola de gritos de celebración y orgullo para los chicos.
—¡Hwasa logró enamorar a Wheein con sus notas de amor!
—¡Fucking Mint!
—Qué no daría yo por comerme el culo de Hwasa —se escuchó por todo el lugar y Wheein levantó una ceja.
Tomó a Hwasa y la apretó contra si, —Pues este culo es sólo mío, imbécil.
Todos comenzaron a gritar emocionados por la valentía de la chica, quien sólo sonrió y besó a su novia con orgullo.
Jungkook miró entre la multitud a Jieun y le sonrió de lado, dejándola de lado de todo esto, pero queriendo decir que ella es una chica increíble que todos debían darse la oportunidad de conocer. Le guiñó un ojo y Jieun ocultó su sonrisa detrás de su mano.
Un golpe a su costado lo hizo quejarse y descubrió a Taehyung, viéndolo de manera intensa. Lo tomó de la cintura mientras veía a la chica, ganándose una mirada fastidiada por parte de ella.
—Déjala en paz, Tae, no fue su culpa.
—¿No viste cómo te sonrió? Eres mío, Jungkook.
El chico sonrió y volvió a hablar por el micrófono, sin dejar de ver a su novio, —¡Fui un jodido idiota que no se dio cuenta de que estaba enamorado de Kim Taehyung!
Escuchó a los lejos el "¡Fucking Mint!", dedicándose sólo a ver a su chico, acercándose a él y besándolo como si no estuviese nadie en el lugar.
Saborearon sus bocas y se abrazaron para juntar todo lo que pudiesen sus cuerpos. Fueron amigos y ahora novios, pero nunca dejaron de ser almas gemelas, porque se amaban y estaban el uno para el otro, compartiendo un mismo corazón y la vida entera.
—Te amo, Taehyung, fucking mint.
—Y yo te amo a ti, Jungkookie, fucking mint.
Se sonrieron y se besaron de nuevo, porque Jungkook sabía que nada era como ellos dos, y que feliz se sentía por eso.
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