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━━ I r e n e

« Amo la manera en la que nuestros pasos combinan, llenándome, ya está decidido, solo viene automáticamente, quiero seguir en el mismo lugar que tú »



Irene y Seulgi se encontraban en la biblioteca de la institución haciendo una tarea en parejas. Se dedicaban sonrisas de vez en cuando y rozaban sus manos de manera "accidental".

Se conocieron un día en la que, como ese día, debían de hacer una actividad juntas por órdenes del profesor. Se les hizo fácil entablar una amistad, y esta se hizo cada más fuerte cuando, en un momento de sinceridad, Seulgi le había comentado todo lo que pasaba en su vida.

Kang Seulgi vivía en una familia educada a la antigua, con el único pensamiento de que las mujeres eran criadas para servir a un buen hombre que las mantuviese y a sus futuros hijos. Por eso, cuando visitó por primera vez la casa de Irene, quedó genuinamente sorprendida con todo lo que veía; la madre de su amiga salía a trabajar, mientras su marido lo hacía desde casa y se encargaba de algunas de las tareas del hogar. De ahí los ideales de Irene, algo que admiraba.

Reveló su estilo de vida, el cómo había sido criada y los planes que tenían sus padres para con ella. Irene la escuchó atentamente y luego, cuando hubo terminado, dio su opinión.

—Creo que eres consiente de lo que opino al respecto de todo lo que me has dicho, pero quiero explicártelo para que entiendas perfectamente en lo que creo —la bonita chica hizo una pausa y sonrió hacia Seulgi, quien se veía algo nerviosa por todo lo que había confesado y por lo que esperaba escuchar—. Ser feminista no consiste en empoderar a la mujer y dejar al lado a los hombres, porque las mujeres ya somos poderosas, Seulgi. Hoy en día existe un concepto tan errado del feminismo que a veces me da vergüenza decir que soy feminista —rió burlona—. La idea original del feminismo es velar por nuestros derechos y ya; no entiendo la necesidad de denigrar a los hombres, porque ellos son igual de valiosos que nosotras.

»Los hombres sin las mujeres no podrían existir, pero las mujeres sin los hombres tampoco. Si yo tuviese una pareja y ganara más que él, económicamente hablando, debo de hacerle entender que eso no está mal. Si mi pareja hace alguna tarea en el hogar, mi deber como mujer es hacerle saber que no vale menos por hacerlo. El feminismo es educar y concientizar a las personas para que sepan que las mujeres valemos muchísimo, pero que los hombres también.

»Otro error común entre los ideales de ahora es pensar que por ser feminista no puedes atender a un hombre —dijo Irene y rodó los ojos con cansancio y fastidio—. Tú puedes hacer lo que quieras, y si a ti te nace atender a tu pareja como un Rey, lo haces y ya, eso no tiene porqué afectarte. Seulgi, eres una mujer que vale muchísimo, y hagas lo que hagas seguirás valiendo lo mismo. Puedes seguir los pasos de tu familia; conseguir un hombre y ser ama de casa, pero tu valor como mujer nunca cambiará y eso debes de tenerlo presente siempre.

Luego de esa conversación, sus lazos de unieron aún más, casi tan fuertes que comenzaron a ver a la otra con otros ojos que no eran los de una amistad. La primera en tocar el tema había sido Irene, tomando por sorpresa a Seulgi, pero llegando a una misma conclusión; se gustaban, no había duda de ello.

Sin embargo, no todo era color de rosas. Tenían miedo; Seulgi al ser algo reservada y, sorpresivamente, porque la chica era algo liberal con lo que pensaba y decía, Irene también. Les aterraba la idea de ser criticadas y señaladas por los demás, así que hablaron de sus miedos y decidieron que, por los momentos, mantendrían su relación oculta. Lo cual, en cierto punto, era genial; podían estar juntas sin que nadie dijese nada por el simple hecho de ser "amigas", y ni hablar de cuando se quedaban en la casa de la otra. Podían asegurar que en momentos como ese no les disgustaba decir que eran amigas y quedarse a hacer "pijamadas".

Si saben a lo que "pijamadas" se refería en realidad.

Pero existían otros momentos en los cuales, ni Seulgi ni Irene, no les gustaba decir que eran amigas. Más Seulgi que Irene. Un ejemplo de eso era lo que, —suponía Seulgi— se iba a presentar ahora mismo.

Park Chanyeol venía en camino hasta la mesa en la que se encontraban y Seulgi solo rodó los ojos, esperando algo molesta por lo que se avecinaba. Irene estaba tan concentraba escribiendo sobre la Revolución francesa, que no se había percatado de la presencia del chico alto.

—¡H-hola, Irene! —habló/gritó Chanyeol e Irene brincó en su asiento por la repentino llegada. Seulgi apretó los labios para evitar reírse y se llevó la mano a su boca para taparla. Chanyeol abrió los ojos y movió sus manos frenéticamente—. ¡D-disculpa por a-asustarte! ¡N-no era mi intención!

Irene hizo una mueca con los labios al ver a Chanyeol tan nervioso. Ya sabía lo que venía.

—Ya, no te sientas mal —dijo Irene con suavidad para intentar calmar al chico—. ¿Necesitas algo?

—Yo, e-esto... sé que los hombres no son de tu agrado por tus p-pensamientos feministas y-

Irene rodó los ojos hastiada y levantó su mano para callarlo, —No sigas, por favor. No metas mis ideales con el hecho de que no acepte a ningún chico. Si no salgo con alguien es porque no quiero hacerlo y ya. No tiene nada que ver con que sea feminista.

Seulgi colocó su mano en el hombro de la chica y masajeó la zona. Sabía lo mucho que le molestaba a Irene el que pensaran que rechazaba a todo aquel que declaraba sus sentimientos por el hecho de ser feminista. Irene se destensó y me sonrió agradecida.

—Uh, yo lo siento mucho si te molesté —dijo Chanyeol con un toque de arrepentimiento. Mordió su labio y jugó con sus dedos—. ¿P-podemos ser amigos, al menos?

—Claro, porqué no —respondió Irene y sonrió.

Chanyeol sonrió en grande e hizo una reverencia hacia Irene y otra hacia Seulgi, —¡Muchas gracias! ¡Adiós, Irene! ¡Adiós, Seulgi!

Ambas movieron sus manos a modo de despedida y vieron al alto chico alejarse emocionado. Irene rió por su actuar y negó con la cabeza, —Es un buen chico.

—Lo es —concordó Seulgi—. Al menos él no te dijo cosas desagradables como "una noche conmigo y verás lo bueno que es tener a un hombre a tu lado" —recordó la chica y ambas arrugaron sus caras con algo de asco—. Ah, que suerte que no tenga tantos pretendientes como tú, no sé cómo lo soportas.

Irene arqueó una ceja con ironía, —No tendrás muchos pretendientes, pero si tienes a uno que siempre está detrás de ti.

Seulgi arrugó la frente sin entender, pero luego negó varias veces con la cabeza, —No, no y no. Hoseok es sólo mi amigo.

—Ajá, tu amigo, pero no pierde la oportunidad de decirte lo linda, increíble, genial, perfecta, herm-

—Ya, ya, ya entendí —cortó Seulgi y rió cuando vio la expresión seria de Irene—. ¿Te molestarás por eso? ¡Sabes que sólo lo veo como un amigo!

—¡Pero él tiene muchas ganas de ser algo más! —se quejó la chica y Seulgi solo rió más fuerte, al mismo tiempo que tiraba de ella y la abrazaba, siendo correspondida por Irene—. ¿Y si algún día te comienza a gustar? Hobi no es mal chico, incluso yo le tomé cariño por su bonita personalidad —murmuró con un puchero.

—Mi Hobi es genial, imposible no quererlo al ser tan bonito —dijo Seulgi y escuchó un gruñido por parte de Irene. Rodó los ojos con una sonrisa en los labios y dejó un beso en la mejilla de ella—. Pero yo te quiero a ti Irene. Te imagino a mi lado por mucho tiempo. Imagino nuestra vida juntas. Nadie ocasionó antes eso en mi y lo sabes. Sé que nuestra relación es algo complicada y no podemos vivirla como una relación normal, pero me gusta y la acepto sólo por la recompensa que es tenerte a mi lado.

Irene sonrió y levantó la mirada con las mejillas rojas. Miró a todos lados y, cuando supo que nadie las veía, besó los labios de su preciosa novia. Suspiraron con gusto y sonrieron en medio del beso. Una vez se separaron, Irene miró con algo de picardía a Seulgi y dijo:— ¿Quieres ir a una pijamada hoy en mi casa?

Seulgi sintió sus mejillas calentarse y rió cómplice, —Me parece buena idea, tu mejor amiga te quiere hacer feliz.

Rieron por sus comentarios y se dedicaron a seguir haciendo sus tareas.

Quería matar a Jeon Jungkook. Ese niño metiche había revelado su relación sin su consentimiento. ¡Ahg! Ella siempre trataba de evitar comentarios como: "los hombres no sirven", pero ese tonto se lo hacía muy difícil. Quería buscarlo, encontrarlo, golpearlo mil veces y hacer que bese sus pies. Quería que le pidiera disculpas por haberlas metido en su estúpido jueguito junto al otro tonto de Taehyung. Quería hacerlo pagar por el mal rato que la hizo pasar en la cafetería.

Pero también quería agradecerle por haberle dado las fuerzas suficientes para poder revelarle al mundo lo que sentía. Darle las gracias porque ahora podía ir de la mano con su hermosa novia sin importarle las miradas de los demás.

Luego de que su secreto fuese revelado, había recibido comentarios de todo tipo; desde algunos despectivos, hasta otros de apoyo. Sin embargo, los comentarios que estaban de acuerdo a su relación eran más y eso le hacía sentir el corazón lleno de alegría. Quizá y el mundo no estaba tan de la mierda y había comenzado a cambiar.

Quienes más habían sufrido luego de su confesión habían sido todos los chicos que había rechazado, ¡Pero ella no tenía la culpa de que su novia fuese mejor que ellos! No era su culpa de que su novia, con sus suaves manos, su olor a fresas, su fina cintura y su delicada cara, le haya parecido mejor que cualquier otro chico.

Así que los ignoraba, porque mientras ellos hablaban mal de ella, Seulgi se encargaba de llenarle la cara de suaves besos, llenos de cariño y aprecio. Su chica, —ahora si todos sabían que era su chica y eso le satisfacía por completo— la ayudaba a ignorar todo comentario malintencionado con sus palabras de adoración y amor. ¿Qué más podía pedir? Porque Irene sentía que se había ganado el mundo completo sin mover ni un dedo.

—¡Es muy maleducado de tu parte no prestarme atención por andar pensando en tu novia! —Irene volvió en sí y miró cómo Chanyeol se cruzaba de brazos ofendido por ser ignorado—. Sé que Seulgi es un bonita, ¡Pero necesitamos terminar este ensayo si o sí!

—Lo siento, Channie. Prometo ponerte más atención —aseguró mientras sonreía arrepentida—. Y no estaba pensando en Seulgi.

—Tenías una sonrisa de estúpida en la cara, era obvio que pensabas en ella.

Irene frunció el ceño y golpeó en el brazo a Chanyeol, —¡Hey! ¿¡Cómo que estúpida!? ¡Me caías mejor cuando te gustaba!

—Te conocí mejor y no eres mi tipo, Irene —dijo mientras sobaba su brazo—. Ahh, ¡Pegas fuerte! Tienes cara de niña, pero golpeas como un camionero.

—Tú eres la niñita, Park. Además, ¿Cuál es tu tipo de chica?

Chanyeol se llevó la mano a la barbilla para hacer el gesto de que pensaba, —No lo sé, alguien bonita, con buena personalidad, agradable y que no tenga novia ni novio. Sip, esa sería mi tipo de chica.

—Ah, Chanyeol, ya supéralo —dijo Irene entre risas—. Nadie sabía de nosotras, no podía decirte.

El chico cambió su expresión a una dolida, —¡Se supone que somos los mejores amigos! ¡Los amigos se cuentan sus secretos! —se cruzó de brazos y desvió la mirada muy dignamente—. Me pierdes, Irene. Hasta acá llega nuestra amistad.

—Dios, pero es que tú eres un dramático de primera —rodó los ojos y colocó los papeles del ensayo al frente de él—. Vamos a terminar con el ensayo, ya después vemos que procede con nuestra amistad.

Chanyeol se quejó, pero se dedicó a terminar el trabajo. Irene se reía de vez en cuando por los tontos comentaros que soltaba: "Ni siquiera luchas por mi amistad", "Ya veo lo que valgo para ti" "¿¡Tan poco te importo!?", y el más común "¡Irenee!".

—Espero no interrumpir.

Irene levantó la mirada y sonrió en grande, mientras sus mejillas se sonrojaban. Chanyeol rodó los ojos exasperado, —Y aquí viene la cara de estúpida otra vez, ¡Ya había logrado que Irene se concentrara y vienes tú a arruinarlo!

Seulgi frunció el ceño e Irene golpeó de nuevo a Chanyeol, —¡Deja de llamarme estúpida!

—¡No te digo estúpida a ti, se lo digo a tu cara!

—¿¡Y de quién es la cara, pedazo de subnormal!?

—¡Dejen de pelear! —regañó Seulgi y ambos se señalaron, para decir al mismo tiempo: "¡Él/Ella empezó!". Seulgi rodó los ojos—. Parecen un par de críos, ¿Cómo pueden ser mejores amigos si ni se soportan?

—¡Detente ahí! —habló Chanyeol—. Que siempre estemos peleando no significa que no nos queramos, porque yo adoro a mi Irene.

—Ou, Channie~ yo también te adoro —habló Irene con una mano en el pecho. Se acercó hasta el más alto y se unieron en un abrazo.

Tonto número uno y tonto número dos, pensó Seulgi al verlos de esa manera.

—Claro —siguió Chanyeol aun abrazando a la chica—. Eso no le quita la cara de estúpida que pone cuando te ve.

Irene se alejó del chico y tomó un libro para comenzar a golpearlo. Chanyeol se quejaba entre risas, pero al final simplemente la tomó en brazos y le dio un cariñoso beso en la mejilla. Se alejó nuevamente de ella mientras agitaba su mano, —¡Adiós, estúpida!

—¡Ahg, te mataré, Park Chanyeol!

Irene dio un salto en su lugar cuando sintió unos brazos rodearle la cintura y apegarla al pecho de la otra. Giró su cabeza para encontrarse con la mirada de Seulgi, quien la veía con amor.

—Deja de pelear con Chanyeol y salúdame como es —murmuró Seulgi y la giró para tenerla frente a frente.

Ambas sonrieron, con las mejillas encendidas y los corazones rebosantes de alegría. Acortaron la distancia y unieron sus labios en un suave beso. Irene sonrió en medio de este, y llevó sus brazos al cuello de Seulgi para acercarla aún más. Disfrutaban el estar con la otra, el amarse sin estar escondidas, en profesar sus sentimientos y demostrarle al mundo que dos chicas juntas estaba bien.

Se separaron lentamente, y Seulgi dejó un casto beso en los labios contrarios, luego se desvió y dejó uno en la comisura de estos, dejó otros en sus mejillas, y por último, dejó uno en la frente de Irene. Seulgi se dedicaba a amarla e Irene se dejaba hacer, como una marioneta, sedienta de más.

—Te amo, Irene.

La nombrada sonrió y ladeó la cabeza, —Yo también lo hago, Seul.

Sonrieron nuevamente y se abrazaron. Los abrazos tenían su anatomía; cuando abrazas a alguien, no sólo lo unes los cuerpos, sino que también unes los corazones.  La posición del abrazo es tan exacta, que los corazones quedan a una misma altura, latiendo al compás de un mismo ritmo. Por eso era que, cuando ambas se abrazaban, sus latidos se sincronizaban en una misma armonía, y eso les gustaba. Les encantaba la manera en que sus latidos seguían un mismo paso.

Luego de muchas muestras de amor más, decidieron salir de la institución, pero, a comparación de las otras veces, ambas unieron sus manos y entrelazaron sus dedos como siempre lo habían anhelado.

Irene ignoró las miradas curiosas, porque mientras haya amor en la mirada de Seulgi, lo demás era irrelevante.

—Mis papás te enviaron saludos.

—¿Lo dices en serio? —preguntó incrédula Irene.

Desde que habían decidido confesado su relación a sus padres, la familia de Seulgi era quien menos estaba de acuerdo. Vamos, que ellos esperaban que su hija consiguiese a un buen marido y no a una chica de su edad. La familia de Irene si lo asimilado más rápido, claro, al principio si fue un poco confuso para todos, pero conocían a Seulgi y sabían que era una buena chica.

Su hija estaba en buenas manos.

—Sí, lo hicieron —respondió Seulgi y apretó sus manos—. A mi también me sorprendió, pero ellos te quieren, Irene. Solo están en el proceso de asimilarlo —hizo una pequeña pausa y rió—. Además de que pensaban que me casaría con Hoseok

Irene arrugó la frente y negó,—Espero y asimilen que con la única persona con la cual te casarás es conmigo y no con Hoseok.

Seulgi rió y dejó un sonoro beso en la mejilla contraria, —¡Deja tus celos con Hoseok!

—¡Jamás! —negó—. Cuando lo vea cerca te besaré como nunca te he besado, he incluso te meteré ma-

—¡Irene!

—¡Es mi momento de brillar y hacerle entender que eres mía! ¡No puedo desaprovechar la oportunidad!

Seulgi negó con la cabeza y sonrió derrotada. Su novia no tenía remedio alguno, y eso le encantaba. Saber que tenía a su lado a una mujer con liderazgo, su propio punto de vista y con una belleza inigualable, pero también tenía a su lado a una niña berrinchuda, que amaba los mimos y que le hablaran bonito.

Se acercó hasta Irene y besó sus labios rápidamente, dejando a la otra en un estado de trance y con un creciente rubor en la cara.

—¿P-por qué lo hiciste? —preguntó avergonzada, pues aún no se acostumbraba a las demostraciones de afecto públicas.

—Porque te amo, así de simple.

Irene mordió su labio y sonrió enamorada. Quizá Chanyeol tenía razón y ahora tenía una expresión tonta, —estúpida— por las acciones de su novia.

Irene esperaba conseguir una pareja; alguien que la amara, cuidara y respetara siempre. Un hombre que la valorara por quien era y por lo que podía hacer. Sin embargo, consiguió a una chica, que cumplía con todos sus deseos y los superaba de cualquier modo.

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