Capítulo 8 | bajo las estrellas
Claudia se acercó a Ben y le dio un beso en la mejilla.
Klaus jadeo ofendido.
—¿enserio Claudia? — la miró — ¿Benerino? — señaló a Ben que se encontraba con una tonta sonrisa — además dije que le des un beso
—si, pero no especificaste dónde — Claudia alzó los hombros — así que yo decidí darle un beso en la mejilla
—no puedo creer que hayas escogido a calamarcito en lugar de a mi — dramatizó
—lo siento Klaus, tal vez si fueras hetero — le dio unas palmaditas en su hombro
—¡ehhh! ¿Quien dice que no soy hetero?
Todos los miraron con obviedad.
—bueno, no lo soy — sonrió — ¡siguiente!
Y así el juego continúo hasta que llegó la hora de dormir.
—bien, las chicas dormiremos en la cama y los chicos en el suelo — ordenó Allison
Todos asintieron y empezaron a alistarse para dormir.
Ya habían apagado las luces y la mayoría se estaban quedando dormidos.
—oigan, chicos — habló Klaus
—¿qué? — le respondieron todos menos Cinco, Vanya y Allison. Las dos últimas porque ya se habían quedado dormidas y el primero simplemente porque prefirió ignorarlo
—¿por que creen que los humanos solo tenemos dos brazos? Ósea, ¿por qué no podemos tener ocho al igual que los pulpos? — preguntó
Todos soltaron un suspiro de resignación.
—no lo sé, Klaus — le respondió Ben
Claudia decidió ignorar las raras preguntas de Klaus y se acomodó para dormir mejor ya que ella se encontraba en la orilla de la cama. Bajo una pierna de la cama. Es raro pero se sentía cómoda durmiendo así.
—quita tu pie imbecil — alguien le empujó su pie
—si no me equivoco la horrible voz que acabo de escuchar es de un tonto tipo que usa cuchillos — habló mientras le daba una patada
—ajá y ese tonto tipo que usa cuchillos una vez te salvó de la muerte — dijo sarcásticamente mientras se agarraba su rodilla que fue el lugar donde la asiática lo pateo
—ajá — le resto importancia — duérmete tarado
—duérmete tu, cabeza hueca
Claudia rodó los ojos y le dio una ultima patada antes de voltearse para dormir.
—eso dolió idiota — se quejó Diego
....
Ya era más de media noche y todos los Hargreeves se encontraban dormidos, menos uno. Claudia no podía dejar de pensar en que su padre siempre le exigía más con lo de su poder. Siempre decía que tenía que controlar mejor sus poderes, hasta una vez había llegado a compararla con Allison diciendo que ella controla su poder mucho mejor.
Claudia dejó escapar un suspiro. Se sentó en la cama y bajo con cuidado de esta para no pisar a nadie, aunque pisar la cara de Diego no era tan mala idea para ella.
Borro ese pensamiento de su mente y siguió su camino. Con cuidado de las cámaras de seguridad se dirigió a la azotea.
Luther le había hablado tantas veces del espacio que ha ella también le empezó a gustar, sobretodo las estrellas.
Llego a la azotea y se sentó en medio de este mirando las estrellas.
Mientras tanto el la habitación de Allison uno de los chicos se había despertado.
Observó la cama donde dormían las chicas y vio que faltaba una.
....
Nuestra querida número ocho se encontraba tranquila viendo el oscuro cielo hasta que oyó una voz a sus espaldas.
—¿qué haces cabeza hueca? ¿No sabes lo que es dormir?
—ni en la madrugada me puedes dejar en paz — rodó los ojos
—simplemente vine porque no te vi en la habitación — se justificó
—¿y a ti qué te importa si no estoy? ¿Eso no te hace feliz? — dijo con ironía
—si, la verdad si pero quería ver qué hacías
Ella lo miró extrañada.
—¿por qué?
—porque seguro estás tramando algo contra mi
Ella rodó los ojos y se volteó para seguir viendo el cielo.
—te diría que no seas idiota pero eso es algo imposible — encogió los hombros — y para que te quede claro, el mundo no gira a tu alrededor, Dos
Diego la observó uno segundos antes de volver a hablar.
—¿y qué haces aquí? — preguntó mientras se sentaba a su lado. Claro, un poco alejado pero estaba a su lado en fin de al cabo
—¿no es obvio?
—no, no lo es
Claudia suspiro.
—vine a ver las estrellas — respondió
El chico la miro confundido.
—¿para qué?
—porque se me dio la gana — respondió de manera cortante
—uyy perdón por molestarla su majestad — habló con sarcasmo
—no, no te perdono — lo miró burlona
Diego rodó los ojos.
—¿acaso no podías dormir? — preguntó después de unos minutos en silencio
—la verdad no — respondió
—¿por qué? — preguntó intrigado
—por papá — respondió
—¿qué tiene que ver el viejo? — la miro confundido
—estuve pensando en lo que me dijo — bajo la mirada — papá dice que si no mejoro mis poderes seré totalmente inútil
—¡ja! Pero eso es verdad — exclamó
Claudia lo miró sería.
—ja ja ja que gracioso navajitas — rio falsamente — lo dice el hijito de mamá que no puede formular una palabra sin que lo ayude su mamita
Dos la miró serio.
—¿te crees muy graciosa, no? — dijo con ironía
—¡tú empezaste! — se excusó
El chico suspiró y no dijo nada más.
Claudia se recostó en el frío suelo sin hacerle caso al chico que estaba a su lado. Cerró los ojos y colocó sus brazos debajo de su cabeza.
El chico la quedó mirando.
—¿qué haces? — le preguntó
—relajándome — respondió aún con sus ojos cerrados — es algo que nunca haces
El rodó los ojos.
Se recostó a su lado y cerró los ojos.
—ya cerré los ojos, ¿ahora qué hago? — preguntó
La chica frunció el ceño confundida. Abrió los ojos y lo volteó a ver. Efectivamente Diego se encontraba imitando su acción.
—no lo sé, piensa en algo que te relaje — le respondió
—¿cómo en qué?
—¡no lo sé, Dos! ¡No soy tu maldito manual de instrucciones! — dijo sarcástica
El chico bufo.
Por primera vez, los adolescentes se habían quedado en silencio.
—papá se equivoca — habló Diego luego de varios minutos
—¿en qué? — preguntó
—no eres inútil, bueno aveces si — lo último lo agrego rápidamente
—wow Dos, tú si que sabes subirle el ánimo a uno, ¡muchas gracias! — dijo sarcásticamente
—me refiero a que no le hagas caso a papá — se levantó y la miró — aunque me cuesta admitirlo, tienes unos grandes poderes y peleas bien, pero eso no te quita lo insoportable e idiota, no te creas — la miró un poco nervioso
—eres pésimo consolando a la gente, Dos — soltó una pequeña risa — pero gracias
El chico sonrió ligeramente. Los adolescentes se quedaron mirando hasta que Diego volvió a hablar.
—no creas que por esta conversación seremos amigos — la miró nervioso
—¡quien te crees Dos! Yo jamás seré tu amiga — dijo a la defensiva mientras se paraba — primero muerta — dicho eso se retiró del lugar
—¡ehhhh! ¡No me dejes con la palabra en la boca! ¡Que te has creído cabeza hueca! — se paró y fue tras la chica
—¡que creativo! ¡Invéntate un mejor insulto, idiota!
Ya había amanecido y casi todo los hermanos estaban durmiendo.
—¡levántense dorminoles! ¡La tierra les dice hola!
—cállate Klaus — murmuraron todos
—vamos, a levantarse todos — ordenó Luther
—¿y quién nos va a obligar? ¿Tú? — Diego hablo medio dormido
—¡si no se levantan ahora Pogo y mamá descubrirán nuestra pijamada! — habló con voz alta
Todos se levantaron de golpe menos Claudia y Diego.
—¡ja! A mi no me descubrirán — habló Cinco — adiós idiotas — dicho esto se teletransportó
—maldito enano — habló Klaus
—¿dónde está Claudia? — preguntó Vanya
Todos miraron al rededor buscando con la mirada a número ocho.
—¡ahí está! — señaló Ben llamando la atención de todos
Número ocho se había caído de la cama y se encontraba en el suelo al lado de número dos.
—¡Claudia arriba! — número uno la sacudió intentando despertarla
—no me fastidies Luther — Claudia buscó su sábana para cubrirse pero no la encontró — ¿eh? ¿Y mi sábana? ¡Quién tiene mi sábana!
—ehhh, Claudia, tu sabana está en la cama — habló Allison
—pero si estoy en la cam... — la chica miró a su al rededor y se quedó callada — ¡suelta mi pierna idiota!
Diego se encontraba abrazando la pierna de número ocho sin darse cuanta ya que se encontraba dormido.
—¡cállate loca! ¡No estoy abrazando tu pierna! — le dijo aún adormilado
—Diego, Diego — lo sacudió Ben — de verdad estás abrazado la pierna de Claudia
El chico abrió los ojos de golpe y soltó la pierna de la chica.
—tanto me quieres que abrazas mi pierna, pervertido — se burló
—¡ja! ¡a ti no te quiere ni una mosca tarada! — respondió con el ceño fruncido
—tú eres uno de los que más la quiere navajitas — se burló número cuatro
—prefirió mil veces clavarme un cuchillo en el ojo — lo volteó a ver enojado
—yo te ayudo con el cuchillo — Claudia lo alejó antes de levantarse e ir con Luther — vámonos, si sigo aquí con Dos se me va a contagiar su idiotes
Luther asintió resignado.
—gracias por la pijamada Allison — le agradeció Claudia antes de salir de la habitación
—adiós Allison, me encantó tu pijamada, estuvo muy linda — habló Luther — yo creo que deberíamos... — fue interrumpido por Claudia que lo jaló fuera de la habitación
—lo siento, aveces habla mucho — se asomó por la puerta
—igual que tu, ¡ya lárgate tonta! — Diego le tiró una almohada
La chica esquivó la almohada.
—ja ja ja no me diste — se burló mientras le sacaba la lengua
El chico gruñó enojado.
La asiática le sacó el dedo del medio y se fue.
—y dicen que yo soy infantil — murmuró Klaus con notable burla
—¡CÁLLATE KLAUS!
....
Ya era hora del desayuno y todos se encontraban en sus lugares.
—buenos días jóvenes — Pogo entró al comedor
—buenos días Pogo — respondieron al unísono
—su padre me acaba de llamar y dice que le a surgido un inconveniente así que llegara mañana — todos se miraron felices ya que tendrán un día más sin su padre — acaba el desayuno y tendrán su clase de baile
Todos asintieron.
....
Ya había terminado el desayuno y Claudia se encontraba en su habitación preparándose para la clase de baile.
Sono la puerta.
—¡pase! — gritó mientras se ataba el cabello en un moño
—Claudia, ¿ya estás lista? — Luther se asomó por la puerta
—si, ya casi
—bien, te espero allá
—espera, ¿no iremos juntos? — lo volteó a ver
—es que Allison me dijo para ir juntos — sonrió nervioso
—¡ja! Encuentran cualquier perrito en la calle y te cambian — dijo indignada
—¿le dijiste perrito a Allison? — frunció levemente el ceño
Claudia rodó los ojos.
—me refiero a que me estás cambiando por ella — lo miró con obviedad
—Claudia, tú siempre serás mi mejor amiga — la miró con una media sonrisa
—si si, lo sé — sonrío levemente — ahora ve con tu amada
—lo haré, pero Allison no es mi amada — aclaró
—si si, y yo no me llamo Claudia Hargreeves — dijo sarcásticamente — ya vete
El rubio asintió y se retiró de la habitación.
Claudia se volteó a verse al espejo y se arregló bien el cabello antes de salir de su habitación.
Estaba bajando las escaleras cuando alguien se posicionó a su lado.
—que milagro que no estás con el tarado de Luther — habló Diego — ¿ya se aburrió de ti?
—y tú que milagro que no estás pegado a mamá — lo volteó a ver — como tienes mamitis
Aceleró el paso dejando al chico atrás.
Llego a la sala de baile y ya se encontraban casi todos sus hermanos. Esperaron unos minutos a que llegara Klaus.
—¡hola a todos! ¡Que comience la fiesta! — un alegre Klaus entró a la sala
—cariño, esta es una clase de baile no una fiesta — Grace le habló con cariño como siempre solía hacerlo con todos
—oh, si, claro mamá — asintió Klaus
—bueno niños, empecemos con la clase — habló una vez que todos estuvieron en fila — esta semana aprenderemos sobre los bailes de salón, el primero será el vals — todos la miraban atentos — formaré parejas para eso
Claudia oía atentamente cada cosa que decía su madre. Tenía curiosidad por saber sobre los bailes de salón.
—veamos, primero bailaran, Luther con Allison, Vanya con Cinco y Claudia con Ben — los miró con una sonrisa
—¡mamá! — Klaus la llamo — ¿y yo? ¿Bailaré con Diego?
Diego lo miro espantado.
—¡mamá, yo no quiero bailar con Klaus! — casi le rogó
Claudia intento no reírse de la situación pero le era casi imposible.
—chicos, ustedes no bailarán juntos — Grace los miro divertida — primero Allison bailará con Luther y luego lo hará con Klaus, mientras que Claudia primero bailará con Ben y luego con Diego — explicó
A Claudia se le borró la sonrisa de la cara.
¿Ella bailar con Diego? Esa era una idea que le desagradaba.
—bueno, las primeras parejas pasen al frente — les ordeno
Claudia paso al frente junto a Ben.
—te voy pidiendo perdón por adelantado — Ben la miro nervioso
—¿por qué? — lo miró confundida
—porque no se bailar y lo más probable es que te pise — explicó
—no te preocupes, yo tampoco sé bailar así que aprenderemos juntos — le sonrió
El baile empezó y cada pareja lo hacía a su manera. No estaba mal para ser su primera clase de baile, o al menos eso pensaban ellos.
—bueno, no lo hicieron mal — Grace alzó ambas cejas y apretó los labios — siguiente
—Ben, ¿no quieres bailar otra vez conmigo? — tomó su brazo para impedir que se fuera
—lo siento Claudia pero es el turno de Diego — se negó — me encantaría bailar contigo otra vez pero no sería correcto, espero sepas comprenderme
Claudia suspiró y soltó su brazo.
—buena suerte — le sonrío ligeramente
—gracias Ben — le devolvió la sonrisa
Número seis asintió y se fue a su lugar.
—vamos cabeza hueca — la llamo Diego
Ella soltó un pesado suspiro antes de voltear a verlo.
—más te vale que bailes bien — cruzó sus brazos
—como si tú fueras una experta — dijo irónicamente mientras le extendía su mano
La chica la tomó resignada.
—empecemos — Grace sonrió y puso la música
Los cuatro chicos empezaron a bailar.
—auch, me pisaste — se quejó la asiática
—ups lo siento — la miró burlón
Claudia le devolvió el pisotón.
—¡auch!
—ay, ¿te pise? — fingió preocupación
El chico le dedicó una falsa sonrisa y le volvió a pisar el pie. Y así se empezaron a pisarse llamando la atención de todos en el salón.
—¿en el vals también se zapatea mamá? — le preguntó Klaus
—no cariño, eso lo inventaron ellos — dijo antes de ir a separar a Claudia y Diego
¡HOLAA! ¡Aquí nuevo capítulo! Espero que les guste 🫶🏻💕
Está vez escribí en narrador omnisciente ya que se me hace más cómodo, ¿que les parece? ¿Les gusta?
Si les gustó este capítulo me haría muy feliz que dejaran su voto y comentario ⭐️💬
Cuéntenme, ¿que parte del capítulo les gustó más? 👀🩷
Espero poder actualizar pronto, ¡nos vemos en el siguiente capítulo! 💗✨
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