Había pasado mucho tiempo desde que ambos se conocían y mucho más desde que oficialmente habían comenzado a ser una pareja, si bien ambos seguían siendo jóvenes y parecía mucho tiempo, no se sentía así para ambos, es como si todo pasara lento cada que estaban juntos. El omega en los últimos meses tenía en su cabeza una idea, quería algo muy específico y le avergonzaba pedirlo, ya que su bonito alfa siempre le regalaba cosas y pedir algo no hacía que su corazón se sintiera feliz.

Niki miraba al omega, quién parecía pensar intensamente en algo que le preocupaba, había intentado preguntarle pero insistía que no sucedía nada, pero él conocía lo suficiente al mayor como para saber cuando algo estaba mal. Ambos estaban recostados en la cama del mayor, haciendo que de vez en vez el alfa se dedicara a mirar el rostro del omega en un intento de adivinar que sucedía.

— ¿Será que mi bonito novio quiere algo? —Preguntó el alfa mirando hacia el techo, para luego mirar al omega, quién sonreía— ¿Quizás quiere salir? —El omega negó— ¿Quizás un abrazo? —Nuevamente el mayor negó— ¿Será que quiere pedirme algo y no quiere decírmelo? —El mayor sonrió levemente, asintiendo— ¿Y quizás mi bonito omega ahora me dirá que es? 

— No... —Susurró, mientras se volteaba para evitar la mirada del menor.

— ¿Será que mi bonito novio me está ignorando? —Soltó entre una pequeña risa, levantándose de la cama para rodearla y sentarse en el suelo, provocando una sonrisa en el mayor— ¿Por qué no quieres decirme?

— Sólo no quiero —Murmuró, haciendo que el alfa acercara una de sus manos al rostro de éste.

— ¿Hice algo mal? —Preguntó, acariciando una de las mejillas del mayor.

— No haces nada mal.

— ¿Dije algo fuera de lugar? —El omega negó— ¿Tendré que seguir adivinando? —Sonrió, haciendo que el mayor riera.

— No...

— ¿Entonces me dirás? —El omega volvió a negar.— Seguiré adivinando, ¿Quieres dormir? ¿Ir al cine? ¿Ir al parque? ¿Ver nuevamente alguna película? ¿Ir por helado? ¿Qué te ayude con tu tarea? ¿Un abrazo? —Preguntó con rapidez, el omega se mantuvo negando— Ya sé que quieres.

— No, no sabes.

— Claro que sé. —Sonrió

— Mentira. —Rió levemente

— Yo no miento, ya sé que quieres —Alejó su mano del rostro del mayor— ¿Será que mi bonito omega quiere un beso? —Sonrió, haciendo que SuNoo se quedara unos segundos en silencio.

— ¿Por qué siempre adivinas? —Frunció el ceño.

— Telepatía —Se encogió de hombros, haciendo reír al mayor— ¿Mi bonito novio se avergüenza de pedirme un beso?

— Sí... —Murmuró.

— No sé que hice mal para recibir esta incógnita —Negó con su cabeza.

Niki acercó con lentitud sus manos al rostro del omega, para luego depositar un suave beso sobre sus labios, al mismo tiempo que acariciaba el rostro de éste. Porque quizás el primer amor también se trataba de avergonzarse de algo tan simple y bonito como un beso.