★彡

NO VOLVÍ A VER NI SABER nada de Eunwoo hasta que se reanudó el rodaje dos semanas después. Todas las escenas restantes de Hidden History en las que participaba Eunwoo se habían retrasado hasta su recuperación, y luego se habían rodado todas a la vez durante un agitado periodo de tres días. Bora se había burlado de él por la forma en que dijo mi nombre cuando se despertó en el hospital, pero Eunwoo no podía recordar nada de esa tarde.

En la última noche de filmación, Eunwoo y yo estábamos en nuestras posiciones iniciales para la última escena que se rodaría para Hidden History: la escena del beso entre Chloe y el oficial Park. La hora dorada bañaba el frondoso parque con la cálida luz del atardecer. Arrastré los pies por el camino de cemento, con los pensamientos cargados por la perspectiva de dejar Hidden History, dejar KAM y quizás no volver a ver a Eunwoo.

—¿Estás bien? —preguntó Eunwoo—. Pareces preocupada.

—Estaba pensando en que este es mi último día como actriz de K-drama. Es agridulce.

—Ah, ya veo. Pero estoy seguro de que habrá muchas más oportunidades para ti en el futuro. ¿Changsoo dijo que tuviste una entrevista para un trabajo en un hagwon en Busan?

—Sí, me han ofrecido el trabajo. Empezaré el mes que viene.

—Eso es bueno.

El operador de la cámara fija se posicionó para que estuviéramos correctamente en el encuadre, y un asistente nos iluminó con un reflector. Todos se prepararon para la primera toma.

—Acción —dijo Im Nara.

La escena comenzó con Chloe y el oficial Park dando un paseo por el parque, charlando sobre todo lo que había pasado. Tenía una sensación agridulce, al igual que mi estado de ánimo. Llegamos a un recodo del camino y nos sentamos en un banco del parque. Mi ritmo cardíaco aumentó, sabiendo que el beso se acercaba. No lo habíamos practicado en absoluto. Mis labios hormigueaban por la anticipación.

—Por favor, no te vayas. Te pido que no te vayas —dijo Eunwoo, con sus ojos fijos en los míos.

Mi cara se rompió en una sonrisa de alivio—He estado esperando que dijeras eso.

—...Me gustas.

—A mí también.

Eunwoo tragó saliva, estudiándome con una intensidad que me hizo estremecer. Lentamente, se acercó a mí, desapareciendo el espacio entre nosotros. Me plantó un breve beso en los labios. Me sentí incómoda. Ambos nos sonrojamos.

—¡Corten! —Im Nara gritó—. Cha Eunwoo, este es el momento que los espectadores han estado esperando. Parece que te estás conteniendo por alguna razón. Pon algo más de entusiasmo.

—Sí, PD-nim —dijo Eunwoo.

Podía entender su vacilación. Besarse era difícil en nuestra situación. Pero teníamos que dejar eso atrás para que la escena fuera convincente. Empezamos de nuevo desde el punto en que nos sentamos en el banco.

—Me gustas —dijo Eunwoo, con la respiración agitada.

—A mí también —dije.

Mi corazón latía con fuerza cuando se inclinó hacia mí. Lentamente, con suavidad, apretó sus labios contra los míos. Esta vez no se separó tan rápido, sino que dedicó tiempo a intensificar el beso. Completamente hipnotizada, me olvidé de todo lo demás, olvidándome de la filmación, olvidándome del hecho de que estábamos actuando.

Cuando Eunwoo se separó por fin, la realidad volvió a golpear. Podía ver al equipo que nos rodeaba en mi visión periférica, incluso cuando intentaba centrarme sólo en él. Me miró a los ojos con una expresión de anhelo. No podía decir si era Eunwoo el que me deseaba a mí o el oficial Park el que deseaba a Chloe. Permanecimos con los ojos fijos el uno en el otro hasta que Im Nara pidió corte.

—Eso es mejor —dijo.

Tuvimos que besarnos varias veces más para que la cámara pudiera captarlo desde múltiples puntos de vista. Me apliqué bálsamo labial entre toma y toma porque mis labios empezaban a estar en carne viva y secos. Cada vez que nos lanzábamos a besarnos de nuevo, sentía que la resistencia de Eunwoo se desvanecía.

—Y... ¡corten! Eso es todo. Buen trabajo a todos —dijo Im Nara al final de la última toma.

Los aplausos y los gritos estallaron por todas partes.

Changsoo y Bora vinieron corriendo hacia nosotros, con sonrisas en sus rostros. Nos abrazamos en grupo.

—¡Felicidades, chicos! Un final brillante para un drama brillante —dijo Bora.

—Buen trabajo, los dos —dijo Changsoo—. Estoy muy orgulloso.

—¿Estás llorando? —pregunté, notando que las lágrimas brotaban de sus ojos.

—No, me ha entrado polvo en los ojos —Se limpió la cara con la mano.

—¿Polvo? —preguntó Bora con incredulidad.

Se produjo una incómoda pausa antes de que estalláramos en una carcajada.

—Todo el mundo se dirige ahora a un bar para celebrarlo —dijo Changsoo una vez que recuperó el aliento.

—Entonces, ¿a qué estamos esperando? —dijo Eunwoo—. En cuanto nos quitemos esta ropa y el maquillaje, vamos.

Todo el bar estaba reservado para el evento y las bebidas eran gratis. El reparto, el equipo, los directores y los asistentes se amontonaron dentro.

—¡Cha Eunwoo! ¡Emma! —Baek Yena llamó, invitándonos a su mesa. Acercamos unas cuantas sillas más para unirnos a ella, a Cho Dongjoo, a Kim Jaehyun y a sus directores. Yena llenó nuestros vasos con soju.

—Salud —dijo, chocando los vasos con nosotros—. Otro drama cerrado.

—¿Te has enterado de los índices de audiencia del último episodio? —Cho Dongjoo preguntó— ¡Casi dos dígitos!

—Va incluso mejor de lo que esperaba —dijo Kim Jaehyun.

—¿Qué es lo siguiente para ti, Emma? ¿Has oído hablar de algún otro papel? —preguntó Yena.

—Creo que Hidden History es probablemente mi primer y último drama —respondí—. No hay muchos papeles para extranjeros como yo.

—Sigo olvidando que ya no estarás con KAM... —dijo Bora—. Eso es muy triste.

—Sí, probablemente no nos volveremos a ver.

Ella negó con la cabeza.

—No, sigamos en contacto, pase lo que pase.

—Me gustaría eso.

—Somos amigas, Unnie.

—Sí, somos amigas.

—Te visitaré en Busan.

Intercambiamos cálidas sonrisas. Yang Bora ya no sería mi colega, pero la idea de que nuestra amistad continuara me llenaba de alegría. Las voces que nos rodeaban empezaron a callarse y las cabezas se volvieron en dirección a Im Nara, que se subió a una silla para llamar la atención de todos.

—Me gustaría hacer un anuncio —dijo—. Espero que todos hayáis dejado libre la tarde del viernes, tal y como habéis pedido. Para celebrar el éxito de Hidden History, celebraremos una fiesta en el Domain Hotel para todos los miembros del reparto y del equipo.

Los vítores y aplausos resonaron en el local.

—Es un evento estrictamente privado. No asistirá la prensa —continuó Im Nara—. Y el código de vestimenta será formal, ¡así que vístanse bien!

—Emma, Eunwoo-ah, confío en que os veré a las dos en la fiesta —preguntó Yena.

—Allí estaré —respondió Eunwoo.

—Yo también —dije—. No me lo perdería.

Eunwoo se quedó boquiabierto cuando sus ojos se posaron en mí en el abarrotado salón del hotel. Había llegado a la fiesta de despedida con un vestido rojo largo y sin tirantes y unos tacones altos.

—E-Emma —tartamudeó—, estás...

—Está impresionante —dijo Baek Yena, deslizándose con un vestido brillante y unos pendientes enormes.

—Gracias —dije—, tú también estás genial. Y Eunwoo... no te había visto con traje antes.

Lo miré de arriba abajo, admirando el traje gris marengo y la corbata azul marino, perfectamente adaptados a su forma alta y delgada.

—Se ve sexy —dije.

—Gracias —dijo Eunwoo. Se pasó una mano por el pelo, repentinamente nervioso.

Apareció un camarero con una bandeja de copas de vino y una botella de champán de aspecto caro.

—¿Quieren un poco de vino? —preguntó.

Eunwoo y yo tomamos una copa cada uno. Yena ya tenía una copa en la mano.

—Me pregunto dónde nos sentaremos —dijo Yena, echando un vistazo a las mesas redondas cubiertas con manteles blancos. Comprobó un cartel que indicaba quién estaba sentado en cada lugar.

—¡Oh! Ahí estamos. Estamos todos sentados en la misma mesa.

La gente empezó a tomar asiento. Me uní a Eunwoo y Yena en una mesa delantera que compartíamos con otros miembros del reparto principal. Antes de que se sirviera la cena, Im Nara subió al escenario para dar un discurso. Dio las gracias a todos los principales colaboradores de la serie y repartió varios ramos de flores y regalos a las personas importantes. Empecé a perder el conocimiento cuando escuché mi nombre.

—También me gustaría hacer una mención especial a Emma, que se presentó en el último momento, sin experiencia en la actuación, e hizo un trabajo brillante y convincente de Chloe —dijo Nara—. Impresionó tanto a la guionista Kim que le escribió un papel más grande de lo que había concebido inicialmente. No sé qué habríamos hecho sin ti, Emma.

Baek Yena me dio un codazo en el hombro y me animó. Me hundí en mi silla, avergonzada por la mención. No sentía que hubiera hecho nada especialmente especial.

Im Nara continuó—Ahora pasemos a una nota más solemne. La actriz Tamara Wilson, que originalmente interpretaba a Chloe, nos ha dejado para estar con su padre, del que se ha enterado de que tiene una enfermedad terminal. Lamento informarles de que su padre ha fallecido. Así que me gustaría que me acompañaran en un minuto de silencio —Cerró los ojos y bajó la cabeza en señal de respeto.

El silencio se apoderó del recinto.

Pobre Tamara. Sólo se me ofrecía esta oportunidad gracias a su desgracia... No podía quedarme con ese pensamiento demasiado tiempo. Es obra del destino, decidí. Tras el discurso de Nara, se sirvieron los aperitivos, una apetitosa colección de pequeños platos coreanos y occidentales.

Entre plato y plato, hubo más discursos de personas como Kim Eunsook, productores y ejecutivos de la cadena de televisión.

Después de los tres platos de la cena, la música subió de volumen y la gente empezó a levantarse de sus asientos para mezclarse y bailar. Me quedé mirando a Eunwoo, que charlaba con Cho Dongjoo a su lado. Esta podría ser la última noche que pasara con él... Más vale que la aproveche al máximo.

—Deberías sacarlo a bailar —dijo Yena, notando mi mirada.

—¿Quién? ¿Cho Dongjoo? —bromeé.

Yena se rió—Ya sabes quién. ¡Eh! ¡Eunwoogie!

Eunwoo se volvió hacia ella—¿Sí?

—Continúa —dijo Yena, guiñándome un ojo.

—Aigoo —pronuncié, exasperada.

Eunwoo me miró expectante.

Nunca había sacado a un chico a bailar conmigo, pero qué demonios, había una primera vez para todo.

—Oppa, ¿bailarías conmigo? —pregunté.

Los labios de Eunwoo se curvaron en una sonrisa radiante.

—Claro, vamos —Me cogió del brazo y me llevó hacia los otros invitados a bailar.

—¡Diviértanse! —gritó Yena tras nosotros.

Bailamos cogidos de la mano al ritmo de una canción alegre. Me hizo girar y hacer todo tipo de movimientos de baile divertidos, haciéndome sonreír tanto que me dolía la cara. Me permití olvidar todo lo que había pasado entre nosotros y disfrutar del momento. Bailamos juntos durante otras dos canciones antes de que un invitado masculino que no reconocí se abalanzara sobre mí y me arrebatara a Eunwoo. Era guapo, alto y rezumaba encanto.

—Hola Emma, me llamo Lee Chiwon —dijo él.

—Chiwon-ssi —repetí.

Miré por encima del hombro hacia Eunwoo, pero había desaparecido entre la multitud. Como no quería ser descortés, me quedé bailando con Lee Chiwon hasta que terminó la canción. Para entonces, otra chica había llamado su atención y me dejó sola. Deseando pasar más tiempo con Eunwoo, fui en su busca, pero me desvió la atención Kim Eunsook, que entabló una larga conversación conmigo.

Cuando terminé de hablar con Eunsook, vi a Yena gracias a su llamativo vestido. Me acerqué a ella.

—Baek Yena-ssi, ¿has visto a Eunwoo? —Le pregunté.

—Sí. Estaba charlando con uno de los productores —explicó—. Probablemente tratando de averiguar sobre los próximos proyectos.

—Ah. Supongo que entonces será mejor que le deje. Debe ser importante para él hacer contactos.

—Emma, he reservado una suite en el hotel para esta noche, y he invitado a algunas personas a tomar unas copas más tarde —dijo Yena— ¿Quieres venir? Le preguntaré a Eunwoo también.

—Sí, iré —respondí sin dudarlo. Si Eunwoo iba a estar allí, yo también tenía que estar.

—Genial. Estabas muy guapa bailando con Eunwoogie antes, se os ve tan bien juntos. Los rumores son ciertos, ¿no? Hay algo entre ustedes. Puedo decirlo.

—Bueno, en realidad...

—No hace falta que digas nada. Lo entiendo. Ven a mi suite a medianoche, ¿vale? Habitación número 1208.

—Entendido.

A medianoche, salí del salón de baile y tomé el ascensor más cercano a la planta 12. Por un laberinto de pasillos, localicé la habitación 1208. Llamé al timbre. Yena abrió la puerta con una sonrisa en la cara.

—Pasa, pasa —me instó.

La magnífica suite tenía una gran cama, una sala de estar y ventanas del suelo al techo con magníficas vistas al río Han. No había nadie más en la habitación, excepto nosotros dos.

—No hay nadie más aquí... —dije— ¿Soy la primera persona en llegar?

—Sí —respondió Yena.

Me sirvió una copa mientras esperábamos a que llegaran Eunwoo y los demás. Poco después sonó el timbre de la puerta. Yena se levantó para contestar.

—¡Eunwoogie, has llegado! —dijo.

Eunwoo entró en la habitación, con las cejas fruncidas por la confusión—¿Dónde están todos? —preguntó.

Yena se mordió el labio.

—En realidad... —comenzó.

—¿Qué?

—Sólo os he invitado a vosotros dos.

—¿Oh?

—Y estoy a punto de ir a casa. Ustedes dos pueden usar la suite, sé lo difícil que puede ser pasar tiempo de calidad a solas cuando se está saliendo. Era lo mismo cuando salía con mi marido.

—No estamos...

—¡No hace falta que me den las gracias!

Antes de que pudiéramos hacer nada, Yena se escabulló de la habitación, dejándonos solos en un silencio impresionante.

VOTAR—COMENTAR—SEGUIRME

ღ 𝒥enny Lu ღ