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¿Qué es? ¿Qué va a decir? Mi mente se tambaleaba con las posibilidades. Justo cuando Eunwoo estaba a punto de abrir la boca para hablar, una voz estridente atravesó nuestra burbuja.

-¡Eunwoogie! ¡Emma! -Eunwoo apretó los dientes, molesto. Su madre, y un hombre que supuse que era su padre, ocupaban ahora la única mesa visible desde la nuestra. Se acercó a nosotros.

-Qué agradable sorpresa -dijo.

-¿Por qué estáis aquí? -preguntó Eunwoo, irritado.

-Como no estabas en casa para cenar, hemos decidido salir a comer también.

-¿Al mismo restaurante?

-Nunca nos dijiste a qué restaurante ibas. Es una coincidencia que estemos todos aquí. ¿Tal vez debería preguntar si podemos unir nuestras mesas.

-No es necesario. Casi hemos terminado de comer y nos iremos pronto.

-Yeobo, déjalos -dijo el padre de Eunwoo.

-Esta es la chica de la que te hablé -le explicó la madre de Eunwoo-. Se ven bien juntos, ¿no crees?

-¡Emma! -dijo Eunwoo.

-Está bien, está bien. No te molestaré más. Terminen su comida -Se retiró a su mesa enfadada.

-Lo siento -dijo Eunwoo, devolviendo su atención a mí.

Comió otro trozo de pescado, pareciendo olvidar lo que estábamos hablando antes de la interrupción. No podía dejarlo pasar. Necesitaba saber qué tenía que confesar.

-¿Qué ibas a decirme?

Eunwoo se tragó el bocado-No puedo decirlo con mis padres ahí, espiándonos.

Suspiré-Me parece justo. Dímelo luego, cuando estemos solos.

Asintió con la cabeza y siguió comiendo. Jugué con mi comida, perdiendo repentinamente el apetito.

-¿Has terminado? -preguntó Eunwoo cuando hubo vaciado su plato.

-Sí. Ha sido demasiado para mí.

Nos bebimos el resto del vino antes de levantarnos para irnos. Hice una rápida reverencia a sus padres mientras Eunwoo me empujaba hacia la barra. Intentó pagar la cuenta, pero le dijeron que sus padres ya habían pagado. Eunwoo suspiró.

-No tenían por qué hacerlo -murmuró.

El aire fresco de la noche nos golpeó al salir del restaurante. Eunwoo se puso la sudadera y se tapó la cabeza con la capucha.

-Vamos -dijo-. Te acompañaré a casa.

Echó una mirada cautelosa a su alrededor antes de que nos pusiéramos en marcha, caminando uno al lado del otro por una ruta tranquila a través de calles residenciales, tenuemente iluminadas por las luces de la calle y la resplandeciente luna llena.

-Siento lo de mi madre -dijo Eunwoo-. Tiene la costumbre de intentar meterse en mis relaciones.

-No me importa. De todos modos, estoy segura de que no tenía intención de estropear nuestra velada.

Se burló-Estoy seguro de que lo hizo.

Mis pensamientos volvieron a la dirección de nuestra conversación durante la cena. Ahora era mi oportunidad de sacar el tema de nuevo-Oppa...

-¿Sí?

-¿Qué ibas a decirme antes?

Eunwoo hizo una pausa y se frotó el lado de su ancho cuello-Sobre eso... he cambiado de opinión.

Me quedé quieta, aturdida-¿Qué?

-No quiero decírtelo porque podría meterte ideas en la cabeza.

-Pero ahora que lo has mencionado, tienes que decírmelo -Era demasiado tarde, la semilla ya estaba sembrada en mi cabeza. Y estaba segura de que no llegaría a dormirme temprano con la declaración incompleta de Eunwoo rodando en mis pensamientos.

-¿Esa es una regla?

-Sí.

-No creo que lo sea.

-¿En serio no vas a decírmelo?

-Hmmm... Ahora mismo no.

-Esto me va a volver loca, ¿lo sabes? -Lo mire a los ojos por varios segundos. Él se quedó en silencio observándome con una mirada que no supe descifrar-. ¡Dios. Ya dime! Quiero saber.

-Aigoo -Una sonrisa se dibujó en sus labios-. Entonces, ¿qué tal esto? Juguemos a un pequeño juego.

Mi interés se despertó-¿Juego?

-Si gano, puedo guardar mi secreto. Si tú ganas, te lo cuento todo.

Le encanta esto. Me tiene bajo su control. Apreté los labios con frustración.

-¿Qué? ¿No quieres jugar? -Se burló.

Me crucé de brazos-¡Bien! Lo que tú quieras. Hagámoslo.

-De acuerdo... El primero que corra hacia ese árbol de allí, gana -Señaló un gran árbol en la distancia.

-¡No es justo! Tú eres más rápido que yo.

-Te daré tres segundos de ventaja.

-Hmmm... -¿Será suficiente?

-¿Estás dentro? -preguntó.

-Muy bien. Vamos.

-A la cuenta de tres. Uno... dos... tres... ¡vamos!

Salí a toda velocidad hacia el solitario y alto árbol que atravesaba el campo de hierba. No miré por encima de mi hombro para ver a qué distancia estaba Eunwoo detrás de mí, pero pude oír su respiración cuando ya me había alcanzado. El árbol estaba a pocos metros.

Estaba... tan... cerca...

Hasta que las manos de Eunwoo me agarraron por la cintura y me lanzó hacia atrás. ¡Oh, no, no lo harás! Agarré la parte trasera de su capucha y lo arrastré conmigo. No me solté ni siquiera cuando perdí el equilibrio. Me caí de espaldas y Eunwoo cayó encima de mí, con las piernas entrelazadas y su cuerpo jadeante cubriendo el mío.

Su mano derecha se posó en el suelo. Su mano izquierda estaba en uno de mis pechos. Me quedé helada, incapaz de procesar la comprometedora posición en la que habíamos acabado. Los intensos y carismáticos ojos de Eunwoo se clavaron en los míos y tragó saliva. Nos quedamos fijos en esa posición hasta que de repente se dio cuenta de dónde estaba su mano izquierda.

-¡Omo! -quitó su mano, y luego se separó de mí a toda prisa y se levantó.

De nuevo sobre sus dos pies, extendió la mano y me levantó-L-lo s-siento -tartamudeó-. No quería hacer eso.

-Lo sé. No pasa nada.

-¿Te has hecho daño?

-No. No lo creo. ¿Y tú?

-Estoy bien.

Nos quitamos las briznas de hierba de la ropa.

-Nadie ganó. ¿Qué hacemos ahora? -pregunté.

-Tú no ganaste, así que no te lo voy a decir.

Miré al árbol. ¿Quién dijo que el juego había terminado? Eunwoo se dio cuenta de lo que estaba mirando, pero era demasiado tarde para detenerme.

Salté corriendo y toqué el árbol con una sonrisa triunfante dibujada en el rostro-Yo gano.

-Aigoo. Tienes muchas ganas de saberlo, ¿no?

-¡Sí!

-Bien. Aquí va... -De repente se volvió tímido, el color subió a sus mejillas-... estaba muy enamorado de ti en la escuela.

-¿Eh?

-Ya está. Está al descubierto.

Pude sentir que mis mejillas se ponían rojas. ¿A Eunwoo le gustaba yo en el instituto? No puedo creerlo...

-Di algo -instó Eunwoo.

-Estoy sorprendida -balbuceé.

-¿Es realmente tan sorprendente? Le gustabas a muchos chicos. Yo fingía que no me importaba, pero en realidad no era mejor que ellos, gustando de una chica porque parecía diferente. He crecido mucho desde entonces, por supuesto.

Le di vueltas a esta nueva información en mi mente, sin saber qué hacer con ella-¿Por qué no querías decírmelo? -pregunté por fin.

-No quería que te hicieras una idea equivocada. Me gustabas en el instituto, pero no es que vaya a salir contigo ahora sólo por algo así. Lo he superado completamente.

El sarcasmo en su voz hizo que mi presión sanguínea subiera-Ni siquiera pensé en eso -le respondí.

-Bien.

Un silencio incómodo se apoderó de nosotros mientras recorríamos el resto del camino hasta la casa. Por mucho que lo intentara, no pude ocultar mi enfado por el comentario de Eunwoo.

-¿Estás enfadada conmigo? -preguntó cuando llegamos al final del camino de entrada.

-No -dije, con un tono alto y más amargo de lo que pretendía.

-Parece que lo estás.

-No lo estoy.

-Bueno, okay... -No parecía estar convencido.

-Gracias por la cena.

-No hay de qué.

-Buenas noches.

-Buenas noches -Se dio la vuelta y desapareció en la noche sombría, sin mirar atrás ni una sola vez. Me deslicé dentro de la casa con un suspiro.

-Unnie -llegó la voz de Seri de la nada, sobresaltándome.

Apareció en el vestíbulo, envuelta en una bata rosa y borrosa, con el pelo recogido por una cinta de orejas de gato.

-¿Por qué estás sucia? -preguntó, con el ceño fruncido.

-Yo, eh, me caí al suelo.

-Aigoo. Qué torpe.

-Sí.

-Entonces... ¿cómo fue?

-No lo sé. Bien y mal.

-¿Hmm? Ven aquí y cuéntame qué pasó -Me llevó a su habitación.

Le expliqué lo que había pasado mientras me ponía el pijama y hacía mi rutina nocturna de cuidado de la piel.

-Empezaba a creer que podría gustarle de verdad -admití a mi pesar, mientras nos tumbábamos en el colchón con mascarillas hidratantes adheridas a la cara-. Entonces sale y dice algo así. No es que vaya a salir contigo ahora -imité su tono con algo de mofa.

-Hmmm... -Seri jugueteó con el borde de la manta- ¿Podría ser que sí le gustas, pero no sabe si será posible salir contigo?

-¿Qué quieres decir?

-Bueno, salir con alguien es muy difícil para los famosos. Hay muchas cosas que tendría que tener en cuenta. Sin duda perjudicaría su carrera, por no hablar de las hordas de fans celosas que podrían ir a por ti.

Suspiré, sabiendo que hablaba con sentido-Supongo que sí. Pero aun así...

-No saques conclusiones precipitadas. Ese es mi consejo.

Nos quitamos las mascarillas y nos metimos en la cama.

Con las luces apagadas, mi mente se aceleró, analizando una y otra vez los acontecimientos de la noche. ¿Podría tener razón Seri? Tal vez sí quiere salir conmigo, sólo que... no puede. En cualquier caso, era frustrante.

La pantalla de mi teléfono se iluminó con un mensaje entrante, distrayéndome de mis pensamientos.

Bora: Noticias de última hora.
La fecha de emisión de Hidden History
se ha adelantado dos semanas. No queda
mucho tiempo para ello. PD. Comprueba el
correo mañana. Te he enviado un paquete.

Emma: ¿Qué paquete?

Bora: Ya lo verás. Buenas noches.

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ღ 𝒥enny Lu ღ