III
La suerte parecía estar del lado de Seokjin y sus anheladas vacaciones habían coincidido con la semana que le había dando Namjoon para crear su canción.
Estaba sentado en su cama con una libreta al frente sin poder escribir nada. De su mente no salía la mirada que le había dedicado Namjoon; esa mirada llena de tristeza y decepción que logró calar hasta lo más profundo del alma de Seokjin.
Luego de que el moreno saliera del estudio, Jin se quedó hasta altas horas de la noche. No lloró, no gritó, no rompió algo ni se lastimó a si mismo, —acto que hacía muy esporádicamente y del cual no se sentía orgulloso— sólo se quedó ahí sentado sin hacer absolutamente nada. Respiraba y pestañeaba, pero no sentía que lo hiciera, más bien era todo automático.
Eran las tres de la madrugada cuando finalmente decidió irse a su departamento. Se quitó los zapatos en la entrada y caminó como un desconocido por su hogar.
El departamento era ridículamente grande para alguien que sólo lo utilizaba para dormir. Estaba situado en las mejores zonas de Seúl lo que implicaba que se encontrara lejos de todos. Seokjin se entristecía cada vez que volvía a su solitario departamento.
Pensó en tener alguna mascota pero casi nunca se encontraba ahí, así que no podría darle los cuidados necesarios.
Caminó como un alma en pena hasta de dormitorio. Se quitó las prendas quedando solamente en ropa interior y se lanzó a su cama.
No quiso comer nada. Últimamente las personas lo halagaban por haber perdido peso y Seokjin no lo consideraba de esa forma, él se veía igual, ¿Cómo que estaba más delgado si la ropa le quedaba como siempre? No quería caer en las trampas de los demás así que de un tiempo para acá había decidido dejar de cenar para adelgazar su cuerpo.
No quiso arroparse, no sentía ni frío ni calor y el nudo en la garganta estaba amenazando con hacer salir sus lágrimas. Había decepcionado a Namjoon, ¿Pero en qué? Había estado de acuerdo con su estúpida idea al igual que Jimin, pero a comparación del rubio, que recibió una gran sonrisa, él recibió una mirada llena de decepción.
La lágrimas se agruparon por montones en sus ojos y se escaparon de ellos haciendo grandes caminos de agua. Seokjin las dejó ir. No se forzó en arrugar la cara por el llanto, tampoco sollozó ni mucho menos se las quitó del rostro. Las dejó libres y no hizo esfuerzo en nada. Caían con vida propia sin ningún tipo de restricción.
Esa noche Seokjin no lloró hasta que le doliera la garganta. Esa noche Seokjin solo dejó que las lágrimas cayeran solas y se durmió cuando el sueño lo venció.
Por eso ahora, Seokjin veía la libreta al frente de él con los ojos rojos y sin ningún tipo de vida en ellos. La única persona por la cual se mantenía de pie la había decepcionado sin saber el porqué y cómo remediarlo.
Tenía miedo de escribirle a su teléfono y que Namjoon no le contestara. Quería hablar con alguien pero no tenía amigos. Había conocido a varios idols a lo largo de su carrera, pero para él, no eran más que colegas. Su único amigo era Nam y estaba seguro de que el moreno no lo quería ver ni en pintura. Bufó frustrado y cayó de nuevo en la cama.
Que difícil es hacer una canción y Namjoon lo hace ver como si fuese igual que respirar. Debería pagarle más...
Sacudió la cabeza ante tal pensamiento. Estaba buscando pagarle más al mayor cuando realmente no sabía si este aceptaría seguir trabajando con él. Ahora que lo pensaba mejor, debería ir buscando en qué compañía, —de las que había rechazado por el mayor— aún lo querrían aceptar.
El sólo pensamiento de dejar de trabajar con Namjoon hizo que sus ojos se llenaran nuevamente de lágrimas como que si no hubiesen sido suficiente las que ya había soltado. Enterró su cara en las almohadas y gritó con frustración:
—¡No quiero dejar de trabajar con mi hyung! ¡No quiero a alguien más! ¡No quiero que otra persona escriba mis canciones! ¡Quiero solamente a Kim Namjoon pero el me odia y no lo puedo obligar a trabajar con alguien que detesta y lo decepciona cada vez que tiene oportunidad!
Pasarían alrededor de veinte minutos cuando Seokjin por fin salió de entre las almohadas y se levantó para ir a la cocina.
Miró al reloj que marcaba las cinco con quince de la tarde. No se había levantado en todo el día más que para ir al baño a hacer sus necesidades, lavarse la cara y cepillarse los dientes. Su estómago rugía de hambre y la cabeza comenzaba a dolerle. Se preparó algo sencillo y caminó de vuelta a su habitación.
—Ok, Seokjin. Eres un fracasado de primera y lo sabes, no hay manera de negarlo. La cagaste con Namjoon y ahora tienes que hacer una canción, ¿Fácil? No lo creo. Es más difícil de lo que crees cuando en mente sólo tienes su maldita mirada de decepción, ¿Pero sabes que es lo peor? ¡No saber el puto porqué!
Frotó sus manos contra su rostro y miró de nuevo la libreta en blanco, —Ayúdame, ¿Puedes?... Ya estoy loco.
Volvió a tirarse a su cama y a los momentos sonó su celular. Su corazón saltó y tomó con rapidez el aparato.
¡Namjoon hyung!
¡Nam hyung!
¡Joonie hyung!
¡Mi hyung me escribió, mi am-! Uhg, puta mierda, Park Jimin.
Soltó el teléfono casi que con asco al darse cuenta de que quien le envío el mensaje, fue el enano y no su hyung.
—Me emocioné para que al final fuera la basura de Park.
Su ceño se frunció molesto e ignoró el teléfono que sonó unas cuantas veces más.
¿No tienes una canción que hacer, Park? Deja el puto fastidio y dedícate a hacer tus cosas... ¡La canción!
Seokjin abrió los ojos en grande tan rápido como llegó la idea idea a su mente pero la descartó de inmediato. No iba a pedirle ayuda a Jimin para su canción. Primero muerto y mutilado antes de pedirle algo a la escoria de Park.
Aunque situaciones drásticas merecen medidas drásticas.
No esperó más y tomó su teléfono. Ya después se recriminaría por lo patético que era. Lo hacía todos los días así que un día más no afectaba realmente a su asquerosa mente.
Park enano de mierda Jimin
En línea
➡¡Hyung, buenas tardes!
➡Espero no estarlo
molestando >w<
➡Quería saber como iba en
su canción!!
Hola Jimin⬅
Aún no tengo nada jé⬅
Es más difícil de lo que pensé⬅
pero creo que tu tienes algo o no?
➡Ya la tengo casi lista
en realidad! *(^O^)*
➡No es tan difícil hyung
➡Solo busca algo que quieras
decir y ya c:
Ese es el problema⬅
No soy tan bueno para⬅
expresar lo que siento
➡Debe haber algo que quiera
decir hyung
➡Dar gracias, pedir perdón,
expresar dolor o amor por
alguien e.e
➡Solo piense en alguien y plasme
en esa canción todo lo que quiere
decirle
Ignoraré la carita que pusiste⬅
cuando mencionaste amor...
Pero gracias, Jimin⬅
Fuiste de bastante ayuda, creo⬅
➡De nada hyung!!
➡Siempre puede contar
conmigo ^u^
➡Usted es importante para mi
así que me gusta mucho ayudarlo
➡No dude en hacerlo! ♥
Seokjin sonrió y se sintió mal por como había tratado a Jimin últimamente. Cada vez se daba más cuenta de que Namjoon merecía a alguien tan noble y bueno como el menor. Fue a Configuraciones y cambió el nombre del rubio por "Park Jimin".
Volvió a concentrarse en la libreta y suspiró. Dar gracias, pedir perdón, expresar dolor y expresar amor.
Inmediatamente a su mente llegó la imagen del moreno. Tenía tanto que decirle; quería darle las gracias, también quería pedirle perdón, quería expresarle el dolor que lo atormentaba día y noche, y quería decirle todo su amor.
Descartó la idea del amor. Iba a dejar al menor ser feliz con Jimin aún si le doliera en el alma. Namjoon merecía ser feliz y Jimin era capaz de darle esa dicha. Lo que menos necesitaba el moreno era a un chico de veintitrés años con miles de demonios internos. Seokjin lo amaba tanto que era consciente que el mayor no merecía dicha carga como lo era él.
Así que comenzó su primera canción. Despidiéndose.
Para su propia sorpresa la terminó mucho más rápido de lo que pensaba. La revisó mil y una vez y se sentía conforme dentro de lo que cabe.
Pasaron algunos días pero Seokjin no estaba satisfecho.
Sentía que algo le faltaba.
Gracias, perdón, dolor y amor.
Perdón.
Dolor.
Seokjin quería pedir perdón a Namjoon a pesar de no saber lo que hizo.
Seokjin sentía mucho dolor. Seokjin se ahogaba de tanto dolor que sentía y se incrementaba al recordar la mirada de Namjoon.
Y por primera vez quiso compartirlo con alguien más. Namjoon era el amor de su vida y su mejor amigo, —aún le dolía recordar eso, debía trabajar en ello— por ende era la persona más cercana a él y a la única a la que podría decirle todo lo que sentía.
El dolor que lo agobiada y lo mataba día a día.
Así comenzó con su segunda canción. Expresando su dolor.
Vio el sol salir por la ventana cuando por fin terminó la canción.
Namjoon, espero que no me odies después de saber que me odio.
Espero que no te de asco el saber que me doy asco.
Namjoon espero que... Espero que no te alejes de mi porque yo realmente no se que será de mi si decides no ser más parte de mi vida.
Namjoon, te amo, pero no soy lo que mereces y creo que de a poco lo estoy aceptado.
Aún no sé que canción te presentaré; si me despediré de ti o te mostraré mis demonios. Lo que sí sé es que tengo miedo, Namjoon. Ayúdame, por favor, ¿Acaso es mucho pedir?
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