
Capitulo 05
──Oh, hola Hoseok oppa. ¡Vi-viniste! ──Sana le regaló una linda sonrisa. De casualidad había escuchado el timbre cuando bajaba las escaleras.
No esperaba encontrarse al peli-rojo al abrir la puerta.
──Si pequeña, pero, tu hermano no me dijo que hoy festejaban tu cumpleaños ──La niña se quitó el bonete de un manotazo, avergonzada por que ella le había pedido a Taehyung que por favor no le dijera nada, ella no es tonta y con solo trece años se da cuenta de algunas cosas que no le gustan de él.
Tantas noches le había oído llorar, y esas extrañas marcas rojas en su piel... simplemente Hoseok no le daba buena espina.
──Oh, si, es que yo... Papi y mami dijeron que Tete solo podía invitar a una persona a mi fiesta de cumpleaños ──Supo que había metido la pata al ver la expresión dura en el rostro sel mayor.
──¿Y si no me dijo a mí, entonces con quién vino?
SanA tragó saliva, nerviosa.
──Tra-trajo a su amigo. Jeongguk oppa, el chico de al lado ──Terminó de hundirse. O bien, hundir a su hermano.
Hoseok murmuró un "No podía haber sido otro", haciando de sus manos dos puños. La sangre le hervía en las venas.
──Oh, claro, tú no te preocupes. ¿Puedes decirle que venga un momento?
──Cla-caro, está bien ──Sonrió una última vez antes de cerrar la puerta, le puso seguro por si acaso, no confiaba en el chico. Corrió por toda la casa, cruzó el patio y llegó junto a los dos muchachos──, TaeTae... Hoseok oppa está en la puerta, quiere hablar contigo.
──¿Qué? ──Se puso de pié, tomando a la niña por los hombros──. SanA, no debes abrir la puerta cuando estés sola. Ya te lo hemos dicho, no sabes quién puede estar del otro lado.
Jeongguk se mantenía al margen, observando a ambos hermanos. Su amigo parecía alarmado y la pequeña princesa estaba tan o igual de confundida que Jeon. Si se suponía que Hoseok era su novio, confiaba en el, ¿por qué tanta desconfianza?
Es decir, Jeon tenía una leve sospecha, había visto al peli-rojo ser agresivo con Taehyung, pero a la vez, los había mirado cariñosos y pegotes. Y eso lo confundía.
──S-si, oppa. Perdón ──Murmuró.
El mayor sin decir nada se marchó con rapidez por el costado de la casa, dirigiéndose hacia el frente de la propiedad, mientras que sigiloso y con un mal presentimiento, Jeongguk ingresó a la casa.
Lo que no sabía es que SanA lo siguió, a la espera de que no cometiera alguna tontería. Ella también temia por su hermano, claro, pero no permitiría que le ocurriera algo malo al vecino. Sonrió con alivio al ver que había entrado a la cocina y estaba simplemente apoyado en la mesada, tronandose los dedos o tocándose el cabello.
──SanA, puedes pasar si quieres. Ya te ví ──Se rió. La niña entró, mostrándose algo tímida, y el mayor notó el bonete colgando de su mano──. Oye...
Sin decir nada, SanA se acercó a él y le entregó el gorrito de tela para que se lo colocara correctamente sobre la cabeza. Jeongguk sonrió al sentir la textura del material, sorprendido por qué nunca había visto otro tipo de bonete que no fuera de cartón, y este en cambio, estaba hecho de telas con un plástico blando por dentro que le daba forma de cono.
──Muchas gracias oppa ──Susurró abrazándolo por la cintura. SanA era alta.
Jeongguk sonrió dejando una suave caricia en su espalda.
Hoseok estaba frente a la puerta cuando llegó al frente, mirando a un punto fijo con los puños cerrados. Se mostraba enojado, rojo del cólera, y Kim tuvo miedo de acercarse por un momento. Finalmente lo hizo, posicionándose frente a la puerta, llamando la completa atención del mayor.
──Amor, ¿Que...? ──La sonrisa nerviosa de su rostro fue borrada de una bofetada. No dolía, pero quemaba──. ¿Por qué no me invitaste al cumpleaños de SanA? ¿No se supone que soy tu novio?
──Es su fiesta, yo no podía simplemente invitar a quien quisiera ──Explicó en voz baja.
──Oh, claro bebé, ya entiendo ──Asintió, sonriendo cínico y cruzándose de brazos. Taehyung quiso abrazarlo, pero rehuyendo de su toque le dió un empujón que lo estampó contra la puerta. Soltó un quejido bajo──, ¡¿y entonces por qué le dijiste al idiota del vecino que viniera?! ¡Yo soy tu novio hace más de dos años, a ese cualquiera lo conociste hace tres días!
──Hoseok, estás sacando todo de contexto ──Negó con la cabeza──. Él es mí amigo, no un cualquiera que conocí hace tres días.
──Es un idiota al igual que tú ──Casi gruñó, como si fuera un perro rabioso.
──¡Dejá de llamarle así, no te lo voy a permitir!
──No quiero que lo sigas viendo ──Bajó tres tonos a su voz, ahora, parecía un gatito mojado y arrepentido. Manipulador──, ¿No has notado cómo te mira? Es obvio que le gustas, tonto. Aléjate de el. Si te veo cerca te juro que lo mataré, ¿entiendes? Y a tí también. Lo único que me consuela es que no debe saber ni siquiera como hacerte un oral ──Se rió por lo último dicho.
Ahora la mano de Kim se estrelló en su mejilla, dejándola tan roja como su mismo cabello, Había cavado su propia tumba, pero se sintió bien.
A vista de cualquiera, parecía un enfermo. Según Jung... solo lo hacía para cuidarlo. ¿Pero golpeándote es la manera en que alguien te cuida?. Más específicamente, ¿así debe cuidarte tu novio?.
No recordaba ver a su madre con marcas violáceas en el cuello, o en las caderas por presión de las manos de su padre. Nunca vio a su padre empujándola a pesar de estar molesto por algo... ni siquiera sus hermanos con sus primeras novias habían sido así. ¿Por qué él si?.
──Hoseok, ¿te das cuenta la semejante estupidez que me estás diciendo? ──Rápidamente el mayor lo agarró del cuello con fuerza y volvió a estamparlo con la puerta de madera, clavando sus uñas en la piel del peli-castaño──, su-sueltame ya, dé-jame.
──Te vas a arrepentir, Kim.
Alguien desde dentro abrió la puerta, provocando que Taehyung terminara de lleno en el suelo, sobre otro cuerpo que inevitablemente había caído con él. Hoseok se escabulló corriendo con rapidez, temeroso de ser visto.
──TaeTae, ¿estás bien? ──Murmuró. Puso una mano en la cabellera castaña, enredando los dedos en sus hebras, dejándole una leve caricia.
Oh, mierda.
Con rapidez se sentó, no queriendo haberlo apretado o golpeado sin querer. Para buena suerte, Jeongguk había caído sentado y estaba tan acostumbrado a tener esos pequeños accidentes que no sentía ningún tipo de dolor.
──Ggukie... lo siento mucho.
──Oye, no, no pasa nada. Perdóname tú ──Suspiró, observando las marcas rojas al rededor de su cuello y quijada. Los ojos vidriosos de color almendra pedían consuelo, y el corazón del menor se quebró, rasgandole el pecho de dolor. Cómo duele el amor──. Ven acá, hyung ──Estiró los brazos en dirección del mayor, abriendo y cerrando sus manos tres veces como si fuera un bebé.
Kim prácticamente se le había tirado encima, sin ser bruto. Pero aún si estaban recostados en el suelo, y Taehyung lloraba, ambos se sentían bien con el otro entre sus brazos. Tan malditamente bien, que se hicieron la pregunta:
¿Y si nos hubiéramos conocido antes?
©ʏᴏᴏɴɴɪᴇxᴊɪᴍɪɴɪᴇ5
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