Jisoo intentó con todas sus fuerzas hablar con su familia sobre lo que tramaba la ex de Jungkook, pero solo fue rechazado y corrido de aquel lugar donde una vez vivió.

Los guardias de su hermano lo sacaron a patadas de ahí, Jisoo sentía impotencia ante lo que pasaba, nadie le creía nada y estaba más que desesperado.

Si Jimin se llega a enterar por esa malvada mujer de lo que planea, no sabía cómo se lo tomaría o si se pondrá mal en su estado de embarazo. No quería que alguien como ella le arruinara la vida a su sobrino, quien aún no le ha perdonado aquello.

—Si tan solo me hubieran escuchado, todo habría sido diferente.

Murmura con pesar. Sacudió su cabello algo desesperado, se levantó del sofá de su sala y se dirigió a la puerta para salir a ver a su novio, más que nunca necesitaba apoyo de alguien en qué si confía, alguien quien siempre estuvo para él.

Solo eso le quedaba.

4 meses después...

Ashia estaba mirando mal a la niña quien comía desesperadamente, habían pasado ya los cuatro meses después Jeon se fue con su novio a quien sabe dónde.

Hoy era el día en el que la castaña le mandaría la demanda de paternidad y abandono, al fin podría deshacerse de la niña quien solo le estorbaba.

Con eso podría al fin disfrutar de las riquezas que le corresponden, sonrió ante el espejo que tenía en su mano mientras colocaba su labial favorito. Miró a su hija comiendo su cereal de frutillas y no esperó más para hacerle saber quién era su padre.

—Piper, ven aquí.

La pequeña pelinegra alzó su mirada mirando a su madre con temor, estos últimos meses le ha hecho la vida imposible, desde dejándola sin comer, hasta golpes. Ya no quería ni verla, pero no tenía a nadie más que a su niñera, pero ella la dejó, la abandonó.

—¿Qué pasa mamá? —dijo tímida y temerosa.

—Que vengas rápido hay algo que te hará feliz de saber, ven.

La llamó, pero Piper no estaba segura. Para evitar más golpes fue hasta su madre donde tenía varias fotografías y papeles en la mesa. Al llegar, Piper se sentó a su lado y su madre no perdió el tiempo.

—Cariño —Le acaricia el cabello, la pequeña se encoge en su lugar— Sabes que te quiero mucho amor, aunque me he portado contigo muy mal, pero era por culpa de tu padre.

—¿Papá?

—Si cariño, al fin encontré a tu papá, después que nos abandonó cruelmente por culpa de otro hombre.

—¿Otro hombre?

—Él nos dejó porque se enamoró de otra persona, sé que no lo entiendes, pero es así amor, tu padre nos dejó por él y por eso vivimos como vivimos antes, ¿Lo recuerdas?

Pipera sintió, no recuerda sobre esos tiempos porque era muy chiquita, pero estaba segura de que fue así.

—Sí, mami.

—Pues al fin lo encontré y qué crees.

—Que mami.

—Le pediremos tu manutención por abandono e infidelidad. Mira este de aquí es tu padre, se llama Jeon Jungkook.

Le mostró su fotografía y la pequeña se quedó sorprendida, ya lo había visto, era el señor que acompañaba al señor Jimin.

—¿Él es papá?

—Si y lo haremos volver, ¿Qué dices amor? Lo haremos juntas si tú me ayudas y cooperas como se debe y te prometo que se terminará los golpes y los maltratos, de eso tenlo por seguro.

Eso a Piper le causó alivio y felicidad, al fin tendría a su familia unida, eso la puso muy feliz.

—Si mami yo te ayudaré con tal de formar nuestra familia.

Ashia sonrió satisfecha, tener de su lado a su hija fue más fácil de lo que pensaba.

—Seremos esa familia que tanto deseas cariño, lo seremos muy pronto.

Piper no dejaba de ver la fotografía de su papá, escuchaba atentamente lo que decía su madre, su plan estaba dando comienzo y eso no era para nada bueno.

Después de almorzar la pequeña Piper miró a su madre bien vestida, ella caminó a su habitación para seguir mirando la fotografía de su padre, pero un pequeño corto en su lamparita de ositos de goma los asustó y madre fue a ver qué pasaba.

—¿Qué pasó?, ¿por qué gritas?

—Es que la lámpara de ositos hizo un ruido extraño, mami.

La castaña miró la lámpara, pero ella la miró bien, no le dio importancia.

—De seguro lo imaginaste cariño. Saldré a hacer lo que te platique, no hagas nada extraño amor bien.

La niña asintió y la castaña cerró la puerta de su habitación para irse a denunciar a Jungkook.

Cumpliendo así su cometido.

Jungkook miraba con amor a su novio, quien no dejaba de quejarse de las patadas que su hijo le daba. Si porque ya sabían el sexo del bebé y resultó que sería niño, Jeon estaba más que feliz por la gran noticia.

No tardó en llamar a su madre para darle la noticia de que Jimin esperaba un niño, la noticia corrió por toda su familia quien no paraba de llamarlo para felicitarles. Su estadía en las islas fue sumamente relajante y hermosa, compartiendo momentos increíbles y amorosos.

—Jungkookie no deja de patearme.

Se queja el rubio mirando sobresalir los movimientos de su vientre, Jeon se acercó a dónde su novio para tocar su vientre, los golpecitos de su hijo eran demasiados fuertes.

—Hijo ya sé que quieres salir de ahí, pero aún faltan 4 meses para que vengas al mundo y no sabes lo mucho que morimos tú papá y yo en tenerte con nosotros —se inclinó besando la barriguita de su novio, Jimin tenía tantas emociones encima.

—Es muy inquieto amor, creo que será atleta o bailarín.

—Si tal vez sea así. O será bailarín igual a ti.

Jimin acarició la cabellera de su novio mientras miraban muy a gusto la vista del mar y el cantar de las gaviotas. Ahora el rubio no se quería ir de este lugar, es más, no le molestaría criar a su hijo en un lugar como este, tenía paz y a su hijo le encantaría vivir aquí.

El móvil de Jungkook sonó al igual que el de Jimin, ambos se miran mutuamente para levantarse y atender su móvil.

—Me llama Taehyung, veré qué quiere.

—A mí me llama Nam.

Jimin se aleja para ir al porche y sentarse para atender la llamada de su mejor amigo, Jungkook también contestó rápidamente. Su hermano lo llamaba de vez en cuándo sobre la empresa, hoy era sábado, así que no entendía muy bien su repentina llamada.

—Hola, Nam ¿Qué pasa?

—Hermano, hay algo que está pasado y necesito que tomes un vuelo de regreso a Corea, pero no sin antes decirle a Jimin lo que pasa no quiero que nada malo le pase.

—Me estás preocupando, ¿dime qué pasa Nam?

Escuchó el suspirar de su hermano preocupándose más.

—Es, Ashia.

Con tan solo oír aquel nombre su cuerpo sintió escalofríos.

—¿Qué pasa con ella?

—Pasa todo Jungkook, la muy desgraciada está demandando por abandono y manutención por tu supuesta hija con ella.

El pelinegro tomó asiento en su escritorio.

—¿Hija? ¿Qué diablos?

—Escucha, Jungkook, ella está haciendo un gran escándalo por todos lados diciendo que tú la abandonaste y que casi la obligaste abortar a tu hija, la niña tiene un gran parecido a ti. Te mandé las fotos y todo documento sobre el tema en tu email, revisa todo y cuando puedas y si es rápido ven a Corea.

Jungkook tomó su laptop para ver todos los archivos que le mandó su hermano mayor, miro la fotografía de la pequeña y su corazón se hizo chiquito, si se parecía a él, pero no podía ser su hija, la edad no coincidía. Era esa niña a la cual vió con ella.

—Nam, no puede ser mi hija, sabes perfectamente lo que ella hizo, hasta enterramos el feto cuando ella lo aborto y se fue para jamás volver.

—Sé que hay algo que no cuadra en esta historia, necesito que vuelvas y le digas a Jimin todo esté asunto, no dejes que se lleve una impresión. Mañana hablaremos sobre esta gran mentira que estoy seguro de que lo es.

—Bien, mañana vuelvo a Corea a primera hora, compraré los boletos hoy mismo y le diré a Jimin sobre esto.

Se pasó las manos por su cara mirando aún la fotografía de la niña.

—Te veo mañana entonces, cuídate y cuídalo.

—No te preocupes.

—Rayos, sabía que tu llegada no era coincidencia. Malditas seas Ashia, no sabes cuánto te odio.

—¿Jungkook?

El mayor volteo a ver a su novio quien tenías pequeñas lágrimas en sus mejillas, rápido se levanta para saber qué le sucedía.

—¿Qué pasa amor? ¿Qué tienes?

—Tae... Taehyung me contó sobre lo de tu demanda. —abrió sus ojos de sorpresa— ¿Es verdad que tienes una hija?

Jeon negó rápidamente.

—No amor no es nada de eso, jamás te ocultaría algo así cariño no. —se apresuró a decir.

—¿Entonces qué es todo esto? ¿Por qué esta niña se parece tanto a ti? Incluso cuando la vi, creí que solo era imaginación mía. Ahora entiendo lo que ella me dijo. Ni siquiera sabía que ella era tu ex, esa niña...

—¿Te dijo algo más?

El rubio se debatió si decirle, pero le dolía el corazón cuando Taehyung le contó sobre el chisme que corría en Seúl sobre su novio, además que tenía presente las palabras de aquella mujer cuando fue a dejar a su hija.

—Sólo lo ya sabes, que ella criaba a su hija sola y el padre de su hija los abandonó. ¿Tú hiciste eso?

—¡¿Qué?! Claro que no amor, jamás hubiera abandonado a mi hija, jamás lo haría. Además, no tiene sentido amor, ella abortó a mi hijo, yo mismo enterré el feto, no puede ser ella mi hija. Si se parece a mí, pero te lo juro que no lo es.

—¿Entonces que pasa por qué ella te demanda por eso?

—No lo sé, pero eso lo voy a averiguar mañana.

—¿Mañana? —Lo miró confundido.

—Tenemos que volver al amor, tengo que resolver esto. No sé qué quiere Ashia, pero definitivamente no es bueno y esa niña no es mi hija.

No sabía que sentir con todo esto, él confiaba en su novio y no dudaría de él, le ha demostrado ser alguien honesto y cariñoso. Además, esa mujer en el pasado le hizo mucho daño a su novio, no podía ser confiable y aún faltaba la versión del señor Jisoo  quien le demostró ser alguien bueno.

Aquí había gato encerrado.

—Te creo kookie. Lo siento, creo que me deje llevar.

—¿Estás bien?

Jimin asintió.

—Si, además, esa mujer no fue muy santa que digamos por lo que me contaste. Si esto es falso y esa niña no es tuya, puede causar le daño emocionalmente.

—Gracias por confiar en mi amor.

Tomó su cintura sin apretarlo, miró esos ojos cafés que lo volvían loco, el vientre grande de Jimin los separaba un poco a ambos.

—Nunca desconfíes de mi amor, jamás haría u ocultaría algo para lastimarte.

—Lo sé, te amo.

—Y yo a ti amor.

Se besaron uno con el otro con todos los sentimientos del mundo.

Ni ella ni nadie los podría separar.

Cuando la pareja llegó a su amado país, Jimin supo que la paz aquí ya no era una opción, sino que tenía que ganársela.

Esa mujer solo le estaba causando problemas, su novio podía tener sus planes, pero él también tenía los suyos. Tendrá unos kilos de más por su embarazo, pero no sé dejaría de una tipa como ella.

No iba a arruinar a su familia.

—Tengo una sorpresa para ti amor.

—¿Una sorpresa?

—Sí, espero que te guste mucho cariño, es como un regalo adelantado de cumpleaños o de luna de miel.

—Aún no me has pedido matrimonio amor.

Caminan hasta la gran camioneta de lujo que los esperaba afuera del aeropuerto, las personas a su alrededor les tomaban fotos y otras suspiraban de amor al ver el vientre grande de Jimin.

—Lo haré, pero no te diré el momento exacto de aquello amor, será una gran sorpresa.

Más emocionado no pudo estar Jimin.

Entraron a la camioneta y en unos minutos llegaron a su destino, el rubio tenía los ojos abiertos de par en par mirando el hermoso lugar donde viviría con Jungkook.

Bajaron rápidamente mirando la gran mansión donde ambos vivirían.

—No lo puedo creer kookie, ¿esto es mi sorpresa?

—Asies cariño, bienvenidos a casa amor.

Lo toma de la cintura mientras los empleados sacan sus maletas, el menor no lo puede creer.

—Dios mío Jungkook es tan grande que siento que me perderé.

—No le harás cariño, es nuestro hogar. Cuando te impongas a ella estarás caminando de un lado al otro.

—¿En serio en nuestro? Me parece algo que nunca esperé que me pasará, parece un drama de esos que pasan en televisión dónde el guapo millonario se enamora de alguien pobre que no tiene nada y de repente le da todo.

—No soy un drama de amor, es nuestra vida real. Viviremos aquí, nos casaremos aquí y aquí crecerá nuestro hijo, nada es un sueño amor, mi nene, mi Minnie.

Se dio la vuelta para mirar a su novio, acarició su mejilla para juntar sus labios en un beso que les robó el aliento.

—Serás un increíble padre amor.

—Y tú también lo serás. Vamos adentro para que la veas y después si no te gusta el color y esas cosas, puedes cambiarlo.

El rubio asintió y ambos se adentraron a la mansión. Si por fuera era enorme, por dentro era mucho más grande, definitivamente Jimin se perdería en una mansión así. En toda su vida jamás miro algo como esto, bueno solo en las novelas que miraba con Taehyung.

—Es... preciosa.

—¿Te gusta cómo está?

—Si me gusta como está, creo que así la dejaré, es perfecta.

Jeon sonrió eufórico con todo esto, amaba ver la carita de su novio, ver su humilde hogar; por así decirlo. Ahora lo que más le preocupa es la felicidad de su Jimin y su hijo, quien viene en camino

Su felicidad no será derrumbada por Ashia sea lo que sea que quiera lo enfrentaría. Él solamente quería vivir en paz con su novio y formar su familia. Si ella quería guerra, pues guerra tendrá.

😷 Que lloro.