𝗢𝗢𝟯. a deal under fire
💥┊ 𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗧𝗥𝗘𝗦
un acuerdo bajo fuego
📍 Barcelona, España.
EL SERVICIO SECRETO DE LONDRES DEBÍA ESTAR CON GANAS DE JODERLE LA VIDA. Después de todo, Paul Kane era precisamente uno de los agentes más importantes de aquella organización y ahora estaba muerto en la habitación de hotel que se hospedaría con su nueva compañera. Hope se mantuvo unos momentos en su lugar sin mover ni un sólo músculo, el arma todavía en su mano derecha, el cuerpo de Kane sin vida debajo suyo. Tras unos segundos, se incorporó del suelo dejando el arma en la mesa de luz y tomó el cuerpo ya sin vida de Kane para llevarlo hasta el baño de la habitación, dejándolo en la bañera con el agua hasta el borde. Aunque en parte le sorprendía, agradeció que ningún huésped del hotel se presentara en su puerta buscando una respuesta ante los ruidos producto de la pelea que habían mantenido y aprovechó a quitarse la ropa de aquella noche para darse una ducha y cambiarse por completo por algo más cómodo. Preparó la escena como si de un suicidio se tratara, pero sabía que Paul no estaría trabajando solo y que seguramente ya sus cómplices sabrían cada paso de ella.
Estarían buscándola, eso era más que seguro, pero aún así Hope tomó las cosas que más necesitaba e intentando cubrir su identidad con una boina que tapaba la mitad de su rostro, abandonó el hotel. No era la primera vez que tenía que estar de encubierto, pero ciertamente era la primer vez que había asesinado a uno de sus compañeros por traición. Tenía sentimientos encontrados respecto a la situación, pero como en cada misión, era su vida o la de su compañero. Y por el momento, Hope no estaba dispuesta a regalar su vida en manos de un traidor. Apenas llegó a la entrada del hotel su mirada pasó de lado a lado con disimulo a la espera de que nadie estuviera siguiendo su rastro, sólo un hombre parado en la vereda de enfrente caminaba de un lado a otro hablando por teléfono como si algo lo hubiera alterado. Intentando no ser paranoica, Hope se alejó del lugar caminando lo más tranquila que pudo, sabiendo que cuando estas huyendo lo mejor es no llamar la atención.
Por el rabillo del ojo, pudo observar como el hombre al que había visto en la vereda frente a ella avanzaba casi a la misma altura aún desde la distancia, su caminar parecía despreocupado, pero firme. Parecía concentrado en su propio andar, pero aún así Hope se mantuvo alerta y dobló en la siguiente cuadra sólo para darse cuenta que el hombre seguía cada uno de sus pasos desde la distancia que los separaba. A diferencia de lo que cualquiera hubiera hecho, Hope no esperó para dar su próximo movimiento, ni siquiera esperó estar segura de lo que presentía y simplemente se echó a correr por el medio de la calle cruzando de vereda hasta adentrarse en un estacionamiento que uso de atajo para cortar camino.
Sin mirar atrás, siguió avanzando a paso acelerado pasando por la puerta trasera de un local de comida rápida para ingresar por este cuando un empleado salía a dejar la basura, cruzó rápidamente entre los comensales y algunos camareros, y tras abandonar del local corrió una cuadra más antes de detenerse contra una pared de un callejón y observar con disimulo el camino por el cual había transitado. La silueta de aquel sujeto vestido de jeans y polera negra apareció pronto en su campo de visión buscándola con la mirada, pero parecía haberla perdido de vista. El hombre tomó su celular y comenzó a hablar con alguien mientras seguía observando su alrededor. No obstante, Hope esperó a que el sujeto se diera la vuelta atento en la llamada y avanzó por la calle hasta que divisó un taxi que se acercaba y decidió subirse al mismo.
Necesitaba comunicarse con Carl, quería creer que él no sabía nada de la traición contra ella, que jamás podría lastimarla de esa forma, pero también debía estar segura que Carl no había mandado a Paul a asesinarla. Sin embargo, aunque necesitaba comunicarse con él, sabía que debería ser cautelosa, pues ya no sabía quién estaba de su lado. El taxi la dejó cerca a una tienda de diversos aparatos electrónicos donde consiguió comprar un nuevo teléfono desechable. La alarma de un patrullero le sirvió en modo de alerta, no estaba segura de haber tomado todas las precauciones a ese punto y parecía que todos se habían puesto en su contra, pero quizá era su propia paranoia. Así que antes de abandonar el local, mientras la vendedora terminaba de cobrarle, Hope tomó su navaja de unos de sus bolsillos del pantalón e inspeccionó uno de los bolsillos de la mochila. Tras abrirlo, descubrió un localizador activado escondido.
──Malditos hijos de- ──antes de siquiera poder terminar la frase, Hope tomó el celular y abandonó el local rápidamente corriendo por la calle mientras las sirenas de la polícia se intensificaban.
Hope entró en un hotel pequeño y barato que divisó a un par de metros de donde estaba y donde hubiera pasado desapercibida si no la hubieran visto ingresar. A grandes zancadas subió las escaleras rápido y sin detenerse hasta llegar al último piso del lugar. Mirando a ambos lados del pasillo, divisó como al final de este se encontraba una salida de emergencia y sin dudarlo corrió hasta la misma empujando la puerta. Sabía que debía pensar con rapidez su siguiente movimiento y que debía ser precisa para evitar que la atraparan, debía estar siempre un paso por delante de quienes la buscaban y sin más, apenas salió del lugar, comenzó a escalar los techos de los edificios de junto saltando de uno en uno a la espera de alejarse lo más que pudiera de la policia hasta que encontró una nueva puerta de ingreso en la azotea del tercer edificio al que cruzó. Mirando por sobre su hombro, lo único que la mantenía alerta era el sonido de las sirenas de las patrullas y el rápido despliegue de las unidades.
Sin embargo, no podía detenerse e ingresó al edificio a la espera de poder escapar por la planta baja, pero cuando comenzó a bajar las escaleras divisó como otro grupo de oficiales subían por la misma obligándola a regresar por donde había entrado. Miró a su alrededor desde la altura donde se encontraba toda la cuadra parecía un callejón sin salida, pero aún así avanzó por el techo para comenzar a bajar por una de las paredes traseras del edificio donde se encontraba. Aquel callejón no parecía tener señales de peligro y estaba alejado de la calle principal, así que, con cuidado, comenzó a bajar por la pared sujetándose de algunos cables y caños. Sin embargo, la estructura de la pared, de por sí, estaba deteriorada y le bastó solo un paso en falso para que los cables se despegaran de la pared haciéndola resbalar y caer de espalda al suelo.
Un quejido de dolor abandonó sus labios, no había sido una caída de demasiada altura, pero el golpe seco contra el suelo era suficiente como para hacerla cerra sus ojos un momento tras el impacto. Luego de unos segundos en los que el dolor se disipó de su cuerpo y dejó de ser intenso, Hope se incorporó aún adolorida del suelo antes de salir por la otra esquina de la cuadra para alejarse del lugar y de la zona donde la estaban buscando. Logró escapar sin ser vista nuevamente, la gente que se había acercado a la zona par ver el operativo la había ayudado a pasar desapercibida y una vez que estuvo lejos de aquella cuadra, tomó un nuevo taxi hasta el aeropuerto, no sin antes reportarse con Carl quien, aún sin comprender el misterio en las palabras de Hope, aceptó encontrarse con ella una vez que ambos llegaran a Londres.
ESTABA SENTENCIANDOSE A SÍ MISMA PISANDO EL LUGAR DONDE, SEGURAMENTE, ERA LA PERSONA MÁS BUSCADA. ¿Para qué ir al lugar donde el Servicio Secreto querría verla muerta tras acabar con uno de sus agentes? Podía ser una trampa, al menos aquella había sido la primer impresión de Hope tras pactar un encuentro con Carl. Si tenía la suficiente suerte, nadie sabría que habían fallado en la misión y que ahora Paul Kane estaba muerto. De otro modo, simplemente no le quedaría de otra que usar su entrenamiento contra cualquier persona que quisiera arrestarla o asesinarla. Aún así, Hope no estaba dispuesta a bajar la guardia ni siquiera con la persona que más la conocía. En su pequeño viaje hasta el punto de encuentro, no dejaba de pensar en todo lo que se había desatado en menos de veinticuatro horas y como ahora, su imagen estaría completamente manchada. No importaba si Kane era la persona que había jugado sucio, haberse ganado su lugar dentro del espionaje no había sido sencillo y la simple idea de que Carl, la única persona que confió en ella desde siempre, estuviera detrás de todo esto, le estrujaba el pecho, pero también le daba cierto aire de enojo.
Carl Paxton la esperaría en un bar no muy lejos del centro de la ciudad, algo no muy llamativo considerando el motivo de la reunión. Aún dudando de su palabra, Hope se presentó encubierta en el lugar. No había demasiadas personas, solo un grupo de hombres bebiendo en una de las mesas y el camarero, quienes voltearon a verla un momento siguiéndola con la mirada hasta que tomó asiento. No estaba dispuesta a escuchar palabras falsas provenientes de los labios de quien se suponía, debía protegerla, así que simplemente esperaba obtener todas las respuestas que buscaba y poder alejarse cuanto antes de las calles de Londres. Carl le extendió una cerveza una vez que la castaña se sentó frente a él. Sin embargo, la joven sólo se quitó los anteojos antes de verlo a los ojos seriamente.
──No esperaba tú llamado tan pronto ──comentó el hombre mientras observaba el lugar atento pero mantenía su atención también en la conversación──. Debió haber sido un completo fracaso.
──Lo fue, aunque estabas en lo cierto. No tomó demasiado tiempo ──afirmó la castaña recordando las palabras de Carl cuando le propuso el trabajo. La joven le dio un sorbo a su bebida──. Dicen que el 90% de los que suelen trabajar en equipo se ven traicionados por sus superiores ──comentó la castaña sin mirarlo, su mirada puesta en la cerveza aún en su mano.
──¿Cómo sabes que es cierto? ──respondió el hombre sin comprender por donde iba la conversación. Pero la mirada seria de Hope, le dio a entender que no estaba bromeando.
──No lo sé, tal vez acabo de inventarlo ──se encogió de hombros. No obstante, Aún cuando Carl sonrió, Hope se mantuvo seria observándolo esperando una explicación sincera de su parte. Conocía a aquel hombre de toda la vida y sólo esperaba que cualquier escenario donde él la traicionaba fuera solo su imaginación.
──Sabes bien que me preocupo por ti, Hope ──la mirada de Carl se vio apartada de los ojos de Hope al observar como la castaña sacaba de su abrigo un arma y le quitaba el seguro antes de ocultarla bajo la mesa apuntándole. Su mirada volvió a clavarse en los ojos de Carl con el semblante completamente serio.
──¿Lo sabías? ──preguntó neutral, pero algo en su voz hizo a Carl sentirse amenazado. Sabía cuando Hope bromeaba, pero en esta ocasión, no había señal de que estuviera haciéndole una broma.
──No ──se apresuró a responder──. Paul Kane era de confianza, sus propios jefes me lo aseguraron, jamás supe lo que tenía planeado ──Hope asintió, todavía no estaba segura de sus palabras, pero podía ver el temor en los ojos de Carl──. ¡Por dios, Hope Te conozco mejor que nadie, ¿Crees que enviaría a cualquier idiota a meterse de esa forma contigo? Nadie tendría oportunidad.
Hope asintió.
──Bien ──dicho eso, la castaña volvió a verlo a los ojos y tras unos segundos disparó. Carl sintió como su alma abandonaba su cuerpo por un instante ante el ruido del arma siendo disparada, sin embargo, la voz de la castaña lo trajo de nuevo a la realidad──. Oh mierda, olvidé cargarla. Maldición, ¿Te imaginas si hubiera estado cargada? Hubiera sido un completo desastre ──Hope se rió ante el susto en Carl antes de guardar el arma nuevamente y sentarse más relajada, tenía la situación controlada y ahora estaba en sus manos.
──¿Estás demente acaso?──Hope sonrió volviendo a poner su atención nuevamente a Carl. Al menos así se aseguraba que verdad o no, Carl jamás trataría de acabar con ella o tampoco terminaría bien. Aunque, por sus palabras, hasta él entendía que no podía deshacerse de ella tan fácil.
──Paul iba dispuesto a algo, un plan donde yo estorbaba. Ahora está muerto y tengo a la maldita policia pisándome los talones ──Hope suspiró antes de mirar por la ventana──. Esa es una de las miles de razones por las que no trabajo en equipo.
──Tal vez haya una manera de resolverlo ──la castaña volvió a mirarlo, Carl mantenía una sonrisa en su rostro ya más relajado luego del falso disparo──. El Servicio Secreto de Londres no estaba enterado de esto y no son ellos los que precisamente te buscan. Se cree que Kane trabajaba para alguien más dentro del servicio y que hay más de esa clase de traidores dentro. Todavía tienes una oportunidad ──Hope sabía que aquella mirada le indicaba que él tenía un plan, pero antes de poder preguntar a qué se refería, la silueta de un hombre que ingresó al bar llamó su atención.
Vestía de manera elegante, con un traje negro perfectamente a la medida, camisa blanca y una corbata de un color azul oscuro con algunas líneas en plateado. Todo en él desde su postura, su andar y su forma de vestir gritaba perfeccionismo, sin un sólo rasguño, sin ninguna arruga en el traje y hasta sus zapatos parecían brillar de lo bien lustrados que estaban. Hope lo observó avanzar hasta la mesa donde ellos se encontraban, ni siquiera entendía cómo un hombre como él había ingresado en lo que parecía un bar de cuarta. El sujeto se detuvo frente a la mesa saludando a Carl con la mirada, antes de que sus ojos se posaran en Hope.
──Agente Edervane, es un placer conocerla finalmente en persona ──Hope lo miró aún intentando procesar la situación y volteó a ver a Carl alzando una de sus cejas esperando una respuesta.
──Hope, él es Harry Hart, es un agente del Servicio Secreto aquí en Londres. Conocía al agente Kane, ambos habían trabajado juntos anteriormente ──la castaña observó a Harry atentamente sin decir ni una palabra, le tomaba tiempo entrar en confianza con alguna persona y más con alguien que había estado asociado con la persona que había asesinado.
──¿Va a arrestarme por matar a su compañero? ──preguntó con desinterés dándole otro sorbo a la bebida frente a ella sintiendo el calor del alcohol bajando por su garganta.
──De hecho, todo lo contrario señorita Edervane ──Harry tomó asiento frente a ella junto con Carl. Hope lo miró con confusión, pero dejó ver su interés en la propuesta──. Conocía a Paul Kane exactamente por la mala reputación que muchos le atribuían.
──Creí que era uno de sus mejores agentes ──comentó la castaña mirando a ambos hombres frente a ella.
──Y lo era, sólo que parece que tenía otros intereses ──respondió Harry antes de darle tiempo a Carl de poder decir algo en su defensa.
──Y aún así lo mandan a trabajar con otra agente.
──Nadie dentro de la agencia estaba enterado de la alianza que buscaban formar. Sin embargo, parece que algo salió mal para él y me temo que la juzgó antes de tiempo ──Hope alzó su mirada como si aquello le resultara obvio, su ahora ex compañero se había confiado que trabajaría al lado de alguien incompetente.
──Alguien tuvo que aceptar el trato de unir a dos agentes. No creo que Paul haya trabajado solo, hay alguien más detrás de esto ──la castaña se acercó un poco más sobre la mesa, su mirada aún atenta a la de Harry. El hombre asintió, estando de acuerdo con su afirmación.
──Coincido en eso y tengo la teoría de que Kane tenía conocimiento de lo que Richmond Valentine estaba planeando.
──¿Valentine? ¿El lunático multimillonario? ──Harry asintió──. Valentine estaba en la misma fiesta, pero no vi a Kane hablarle en ningún momento ──Hope estaba informada de aquel hombre y recordaba haberlo visto entre los invitados. Pero aún con su actitud despreocupada, algo en aquel hombre le aseguraba que podía ser de todo, menos ingenuo.
──Tal vez no explícitamente, pero algo nos dice que Kane y Valentine tuvieron encuentros en el pasado y que seguramente, hay más gente detrás de todo.
──Harry está de acuerdo en llevar adelante una especie de trato, una investigación encubierta. Estarían siguiendo una corazonada ──agregó Carl sumándose a la conversación. Hope volvió a ponerse seria mientras esperaba que ambos hombres prosiguieran con lo que le estaban ofreciendo──. La persona que estaba informando a Kane puede estar perfectamente dentro del Servicio Secreto. Harry cree que sería más sencillo tenerte dentro para poder informarle de cualquier irregularidad ──explicó Carl, sonaba como un trato razonable después de todo, pero esta vez, estaba dispuesta a conocer todo, sin secretos.
Hope hizo una pausa observando a ambos hombres con un ligero sentimiento de desconfianza. No obstante, se mantuvo completamente seria antes de volver a hablar.
──¿Y qué gano si les ayudo? ──preguntó la castaña volviendo a cruzar sus brazos antes de mirara a Hart──. Después de todo, asesiné a Kane.
──Salvarías al mundo y limpiarías tú nombre. No tendrías que ocultarte y el asesinato estaría justificado en caso de demostrar a Kane como un traidor ──explicó Harry. La joven lo pensó, era un trató justo y la oportunidad de retomar su reputación y el control de quién era. Luego de unos segundos, Hope asintió.
──Supongo que podría funcionar ──Carl sonrió mirándola mientras que Harry Hart le dedicó también una leve sonrisa.
──¿Entonces qué dice señorita Edervane? ¿Está lista para convertirse en una Kingsman?
──────── GIULY AL HABLA . . . AAAAAAAAAAAAA LA EMOCIÓN QUE MANEJOOOOOOO. perdón jsjsjsjsjs pero en verdad estoy emocionada con el final del capítulo, ¿Quién no querría ser una Kingsman? Paréntesis... ¡HARRY TE AMOOOOOO!
Anywaysss amores, espero les haya gustado el capítulo mis amores. Nos leemos prontito y que tengan un hermosa noche, las amodoro ♥
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