3.

POV: LEA.

Estuve toda en vela y no pude pegar el ojo en ningún momento. ¿estoy tomando la decisión correcta? Toda la noche pensando una y otra vez. Chloe me encontró leyendo en las horas de la mañana y me mando a dormir. Escuche susurros en mi cuarto y no les preste atención. Las cortinas de mi cuarto estaban cerradas y no puedo distinguir la hora. Caigo en un sueño profundo a la hora de la llegada de Chloe y no dejo de pensar lo mismo.

(...)

Me levanto de golpe, soñando con mi familia unida de nuevo y lágrimas salen. Observo el reloj en la mesita de noche y golpeo mi cabeza por frustración. Odio a mi familia, siempre aparecen en mis sueños cuando tengo que tomar una decisión importante. No puedo hacerle esto al sueño de mi mellizo y observo la hora otra vez son las nueve y media. Corro al baño y escojo un vestido horrible para mi gusto. Frustrada observo mi tocador y hay uno más lindo.

"Sé que no vas a decepcionar a tu hermano, te dejo un vestido para la cena. Llega cuando puedas, te queremos, LOVE KISS".

Sonrío de la alegría y del alivio. Corro a bañarme y alistarme para llegar, aunque sea a tiempo antes de terminar.

(...)

POV: FRENKIE.

La cena transcurre de lo más normal hasta que el timbre suena. Apolo se disculpa y llegan las chicas. Busco con la mirada a Lea y la decepción llega. Apolo le pregunta en voz baja a Nara y ella se hace la loca.

—Esperamos no llegar tarde. —hablo Chloe. Mi mamá abre tres sillas y Apolo golpea mi hombro consolándome.

—¿Y Lea? —pregunta Apolo.

—Ella se despertó mal esta mañana. Espero entiendan. —guardo el anillo de compromiso en mi bolsillo con demasiada frustración.

—Claro, pequeña. La salud es primero. —responde mi papá. Me disculpo y dirijo mi caminar a las afueras de mi casa. Abro la puerta del frente y observo las estrellas. Lágrimas salen de mis ojos y no entiendo nada. ¿tan feo y odioso soy? Observo el cielo con tristeza y escucho un auto estacionarse. Decido ignorarlo por completo. Escucho unos tacones acercarse a mí y vuelvo a ver la dirección de la persona.

Sus ojos verdes me ven con amor y comprensión. No puedo con la emoción y corro hacia ella. La alzo en el aire y sonríe por primera vez. Cuando está en el suelo, beso sus labios con ternura y ella corresponde. Mi corazón no puede con la emoción y la veo con amor.

—¿Qué haces aquí? Pensé que no ibas a venir. —pregunte con lágrimas en los ojos.

—Acepto casarme contigo, quiero ser tu esposa. —dice y mi corazón explota de la emoción.

Saco el anillo de mi bolsillo y tiene un diamante del color de sus ojos. Ella sonríe y llora también. Coloco el anillo en su dedo y beso sus labios. Noto algo diferente en ella y me alegra demasiado.

—No importa nada, te prometo enamorarte en estos seis meses todos los días de mi vida. Quiero que estés todos los momentos en mi vida y no sabes lo que estás haciendo por mí. —le digo con el corazón en la mano.

—No digas nada, estoy aquí. —responde.

—Te ves tan hermosa, dulzura. —alago.

—Tú también. ¿entramos a dar la buena noticia? —pregunta y tomo su mano con suavidad.

Entramos a la casa y la guio al comedor con emoción. Las miradas se posan en nosotros y mi mamá observa el anillo en la mano de Lea. Corre abrazarme con emoción y todos se levantan a felicitarnos.

—Bienvenida a la familia de Jong. —habla Luuk con emoción.

—Eres tan hermosa y haces linda pareja con el pequeño Frenkie. —Siem llora de la emoción.

—FELICIDADES, LELEA. —gritan sus compañeras. Por último, nos abraza Apolo y me susurra que el plan sigue en pie.

Ella sonríe a sus amigas y abraza a mis papás, mi corazón se muere de ternura y Lulú sale de la cocina con la cena. Lea observa a ella y ella a Lea. No puedo creerlo, ambas corren abrazarse y lloran.

—Mi niña de ojitos esmeralda. Estas aquí. Te amo muchísimo. —llora con ella abrazada.

—Nana, estas aquí conmigo. No puedo creerlo y no no no. —no podía ni hablar.

—Apolito vino a buscarme y me trajo con él a España. No puedo creer que estoy viéndote en persona, mi niña. Ahora eres una mujer hecha y derecha. —lloran juntas y Apolo las abraza con lágrimas.

—Eres el único recuerdo de mis padres y ahora que sé que ésta aquí jamás me olvidare de venir a verte. —habla con lágrimas.

—Es la mejor cocinera del mundo. —alago a Lulú y Lea me abraza con un beso en los labios.

—Gracias por traer a Lulú y dejarla aquí. —agradece con otro beso y la verdad me puedo acostumbrar a ellos.

—¿Qué tal si cenamos y festejamos este compromiso y reencuentro? —sugirió Luuk.

—Me parece. —responde Nicky.

—Glotona. —contesto Nara.

Todos fuimos a la mesa y Lulú trajo la comida, Lea pidió que se sentara con ella a cenar. Cada vez me enamoro más de ella. es tan humilde y amorosa. La cena transcurre en halagos a Lulú y el conocimiento de mi mama para escoger a los ingredientes. Todo estaba normal hasta que llego la pregunta de mi padre.

—¿Dónde se conocieron y porque nunca nos hablaste de ella, Frenkie? —pregunta mi papá tomando de la copa de vino.

—Bueno... —no pude terminar la frase.

—Nos conocimos desde el 2018 cuando fui de gira por Países Bajos... la verdad quedé enamorada de él en instantes. ¿verdad, caramelito? —pregunto y agradecí con la mirada a Lea. Apolo rio al igual que sus amigas.

—Bien guardado tenías este secreto hermanito, muchas felicidades a ambos. —felicita Luuk y Siem. Mi madre sonríe con lágrimas.

—Y Lea, ¿Cuántos años? ¿Dónde están tus padres? —pregunto mi padre y lo fulmine con la mirada. Lea y Apolo se apagaron por completo y Lulú brinco de su asiento.

—Adivinen que les hice a mis niños hermosos. —habla con emoción intentando animarlos.

Ellos no responden y Lulú se va a la cocina, regresa con un postre y la mirada de los dos se ilumina de inmediato. Ella sonríe victoriosa y corre a la dirección de ella con una enorme sonrisa.

—¿Por qué nunca me hiciste el postre del Olimpo? —reclama Apolo.

—Porque faltaba yo, tarado. —le saco la lengua y Apolo vira los ojos con fastidio.

—Siguen siendo los mismos niños. —Chloe asiente y contesta que son peor.

—Que no los conociste cuando eran más pequeños y rompían los adornos con el balón de futbol. —ellos sonríen malvadamente.

—No es mi culpa que Apolo sea tan mal pateador. —defiende Lea.

—Discúlpame, Lionel Messi femenina. —viro de nuevo los ojos.

—Él tiemblan cuando me ve pasar. —posa con superheroina.

—En que momento nos la aguantamos en gira. —Nicky responde.

—No podrían vivir sin mí.

—¿Y cuando dejan Barcelona? —pregunta mamá.

—Pues, sigue Madrid y Valencia, pero, es hasta el próximo mes. Entonces tenemos estos quince días libres. Y después de aquí, nos vamos para Portugal y luego a Francia. —responde tomando de su vino Lea.

—¿Y Frenkie era contigo?

Ambos nos vimos con horror.