KISUGI'S POV

Izawa y yo nos salvamos de ser molidos a golpes por Minami, jeje.

Regresamos a casa y nos aprontamos para ir al restaurante. Mientras me sacaba la ropa, Izawa me miraba como todo un pervertido. Me silbó y todo, ayyy Dioos.

─Hey, estás en forma. La pubertad hizo un excelente trabajo contigo─ dijo haciéndose el galán mientras se acercaba a mí.

─Oye, me gusta cuando te pones en modo pervertido─ dije siguiéndole la corriente, pero enseguida volví a "la normalidad"─, pero donde escuchen ruidos extraños ya tiran la puerta.

─Cuando tengamos una oportunidad, voy a aprovecharla para hacer lo que quiera contigo─ pegó sus labios a mi cuello y me dio un besito─. Mmm, estás perfumadito.

─Jaja, ay, Izawa, me avergüenzas─ me sonrojé. Entonces escuchamos la voz de Minami:

─Oigan, tórtolos, ustedes saben que amo el yaoi, más que nada el Kisawa─ nos miró con picardía─, pero tenemos que llegar a ese restaurante o no podremos probar esos deliciosos platillos que come mi ganso, ¡o sino le faltaré el respeto!

─Oye, ya, ya. Cálmate, demente─ le dijo Izawa─. Para eso tenemos que cambiarnos, así que...─ le hizo un ademán con la mano, como indicándole que se vaya─Shu. 

─¿Alguien me llamó?─ dijo papá asomándose por la puerta.

─Tú no, papá─ dije entre risas─. Izawa se refería al shu de "lárgate".

─Ah, perdón, perdón, perdón─ se retiró lentamente─. Hagan de cuenta que no me vieron─ se fue.

─Amo a mi padre─ dije.

─Hizo un excelente trabajo criándote, Kisugi─ Izawa me dio un beso en los labios, lo que activó el modo fujoshi de Minami. 

─¡KAWAIIIIIIIIIII!─ sus ojos se hicieron corazones, y se desmayó.

─No me sorprende─ dijo Izawa con desinterés y le dejó en la cama─. Terminemos de cambiarnos, Kisugi.

─Sí.

Por fin llegamos al restaurante. El lugar era hermoso. Parecía de esos restaurantes para gente millonaria, jaja. Nos sentamos en la mesa y un mesero nos trajo los menús. 

─Oh, mira nada más: hay hamburguesas─ dijo Izawa.

─Y sí, bobo, las hamburguesas son de Hamburgo. ¿Por qué crees que se llaman hamburguesas?─ le dijo Minami.

─Ah, bueno, ¿ya te me pusiste de malhumor?

─No, sólo que me llama la atención tu ignorancia.

─Bueno, perdón, señorita fujoshi. 

─Yo también comeré hamburguesa─ dije.

─Yo también─ dijo Mei.

─Y yop─ dijo la señorita gansa... Digo, Minami. Aún sigo pensando que el Minami por Wakabayashi es el mejor shipp, después del Kisawa, obvio.

─Nosotros pediremos Würstchen─ dijeron mamá y papá.

─¿Qué es eso?─ preguntó Mei.

─Son salchichas, mi amor─ dijo papá revolviéndole el pelo.

─Suena delicioso─ dije─, pero aún quiero hamburguesa.

─Kann ich Ihre Bestellung annehmen?─ preguntó el mesero. Quiso decir: "¿Puedo tomar su orden?".

Minami quedó con una cara de "¿Qué mierda dijo este viejo?". Yo me aguanté la risa.

─¡Hamburguesa!─ Dijimos los cuatro y Mei le mostró el dibujo de la hamburguesa del menú. ¡Es taaaaan adorableee!

─Und wir werden nach Würstchen fragen─ dijo papá.

─¡No entiendo nadaaaaaa!─ dijo Minami agarrándose la cabeza. ¡La pobre tiene un desorden mental terrible, jaja!

─In Ordnung Ich werde sie sofort bringen─ dijo el mesero, y se llevó los menús.

─Dios, cada palabra que sale de la boca de ese viejo hace que el equilibrio mental se desequilibre─ dijo Minami.

─Minami, no parece superar los cuarenta años─ le dijo Izawa─. A los profesores de tu clase que son de veintipico de años les dices viejos, ¿y entonces qué les dices a los de cincuenta para arriba? ¿Dinosaurios?

Mei se rió. 

─Pensé que los dinosaurios ya no existen─ dijo mirándome.

─Es una forma de decirle a la gente vieja, Mei─ le acaricié su hermoso pelo blanco. Es muy inocente, la nena. Y me da mucha ternura.

─Ihr Essen, meine Herren. Genieße es─ dijo el mesero dejando los platos en la mesa, y se marchó.

La comida estuvo deliciosa. Las hamburguesas de este lugar son las mejores que he probado en mi vida. Minami se la devoró como una demente, y Mei le daba pequeñas mordidas con su boca pequeña. ¡Me morí de ternura!

─Mmmmm, eso estuvo delicioso─ dije limpiándome con la servilleta.

─Sí, ¿pero sabes qué es más delicioso?─ me preguntó Izawa.

─¿Qué?

─Tú─ me tomó de la mano.

─Awww, Izawa-kun─ mi cara quemaba.

Minami nos miraba de nuevo, e Izawa le echó la lengua, jeje.

Nos fuimos a dormir. Yo aún seguía despierto, e Izawa tenía los ojos cerrados, tratando de dormir.

─¿Qué pasó, cariño? Hace rato que das vueltas en la cama─ me tomó de la mano.

─Izawa... Quiero tener un hijo contigo.

Izawa se puso rojo.

─Algún día, Kisugi─ me dio un beso en la mejilla─. Algún día te haremos un transplante de útero y óvulo para que puedas quedar embarazado, y criaremos juntos a nuestro bebé─ me sonrió y me dio un beso en los labios.

─Ese es mi deseo, Izawa─ le sonreí y le dije buenas noches.

Sólo oliendo el hermoso cabello de Izawa pude conciliar el sueño.