KISUGI'S POV

Pasaron dos semanas desde que mis padres se fueron. Mañana es el Día del Niño, así que voy a usar parte del dinero que me dio Nagisa para comprarle un celular a Mei tal y como se lo prometí. 

─Muy bien, chicos, mañana es el Día del Niño. ¿Qué les gustaría de regalo? Cualquier cosa que quieran, yo se los daré. Eso sí: no me pidan una mansión de cuarenta mil millones de dólares─ los tres nos reímos.

─No, no. No importa lo que sea. Sólo quiero estar con ustedes e Izawa─ dije.

─Awww, qué lindo. Ustedes dos juntos hacen una hermosa pareja─ juntó las manos al costado de la mejilla─. ¿Qué les parece si los llevo a dar un paseo en el auto por donde ustedes quieran?

─¡Sí! ¡Sería genial!─ dije con una gran sonrisa.

─Yo quiero un celular, tía Nagisa─ dijo Mei.

─Yo te lo compro. Primero te compro el celular y después paseamos.

─¡Síiiii!

─Oigan, ¿quién quiere un batido helado?

─¡Yooo!─ dijimos los dos.

Hicimos tres batidos con el helado que compramos, le pusimos la crema encima y los degustamos tan rápido, que a Mei y a mí se nos congeló el cerebro.

─¡Aaaah! ¡Congelamiento cerebral!─ y nos caímos al piso.

Nagisa solamente se rió.

NOZOMI'S POV

Hyuga y yo nos encontramos caminando por un campo de girasoles para hacer un picnic aquí. El día es hermoso y el campo es enorme.

Kojiro y yo encontramos el lugar para el día de campo. Colocamos el mantel y las canastas con los bentos. Comimos hasta reventar. Realmente adoro mi comida, y la manera en la que me independicé cuando empezó todo este mal. Era hacer mi propia comida sana o comer las hamburguesas de MCDONALD'S todos los días y quedar obesa (ni Akio ni mamá están obesos porque a veces salen a caminar mucho, pero no dejan de comerlas). 

Después estuvimos toda la tarde jugando a las escondidas entre las plantas y nos dormimos por accidente al echarnos a mirar el sol.

Fue una muy hermosa tarde. 

Nos despertamos justo cuando estaba atardeciendo. ¡Nos dormimos por tres horas! Aunque admito que me hizo bien dormir tanto, ya que anoche sucedió lo mismo de siempre: no dormí por culpa de Akio y mamá.

─Esto fue muy lindo, Nozomi─ dice Kojiro.

─Era necesario un momento para relajarnos y olvidarse del estrés del colegio─ me desperezo.

─Sí, ser el capitán del equipo es muy agotador, sin mencionar que a las ocho de la mañana ya empieza la jornada escolar. Me tomo como dos cafés antes de venir.

─Wow. Eres admirable como capitán y como persona, Hyuga─ le digo.

─Gracias, y tú eres una gran amiga─ me sonríe─. ¿Sabes? Jamás hablamos de nuestros entornos familiares.

─Oh, es verdad.

─¿Quieres que te cuente cómo fue mi vida?

─Adelante.

─Bueno─ suspira─, yo vivía con mis dos padres y tres hermanos menores. Éramos muy felices, pero un día, hace cuatro años, él murió de una enfermedad.

─Qué triste, lo lamento mucho.

Vaya, a él y a mí se nos fueron nuestros padres. Algo que tenemos en común.

─Pero eso no fue lo peor de todo, mamá estuvo en muchos trabajos para mantenernos a mí y a mis hermanos. No podía disfrutar del fútbol viendo a mi familia sufrir. ¿Entonces qué hice? Empecé a trabajar limpiando los pisos de una verdulería y así ganaba un poco de dinero para ayudarlos. No pensaba en otra cosa más que aliviar la carga que sentían mis hermanos, e intentaba divertirme jugando fútbol, pero me era imposible. De hecho de no ser por Tsubasa, el capitán del Nankatsu, no estaría disfrutando del fútbol ahora. Las cosas son mejores ahora porque el Toho cubre los gastos de comida y vivienda de mi familia.

─Qué suerte tuviste. Es bueno ver que ahora son felices. Comienzo a admirarte mucho más. Luchaste con todo para quitar a tu familia de la pobreza.

─Gracias, jeje. Ahora vas tú.

─¿Eh? Ah, sí, sí─ me arreglé la garganta para empezar a hablar.

Y así le conté desde mis inicios, la muerte de papá, el gran cambio que hizo mamá, la aparición de Akio y lo mal que me ha hecho, el accidente automovilístico que me dejó inconsciente por dos años, todo.

Quedé cabizbaja, esperando la respuesta de Kojiro.

─Vaya, no sabía que estabas pasando por esta situación tan horrible. ¿Por qué no me lo dijiste antes?

─Es que es un tema que no suelo tocar con nadie para evitar llorar. Odio llorar, porque me hace sentir que soy débil, y todos en la escuela me creen una Diosa muy fuerte que jamás llora, pero es la única emoción que siento en el mundo, hasta que te conocí a ti, Kojiro, me hiciste recordar la felicidad que sentí cuando papá aún respiraba. Te estoy muy agradecida─ le doy un fuerte abrazo, y rompo en llanto en el pecho de Hyuga.

─Nozomi... ¿Te sentiste muy sola?

─S-sí.

─¿Dices que yo soy lo único que te hace feliz?

─Sí.

─Ya veo... Entonces prometo estar a tu lado hasta que la muerte nos separe─ acaricia mi cabeza.

Inmediatamente sentí un calor leve en las mejillas. Me separé de Kojiro y nos miramos a los ojos. Esos ojos rojos como la sangre que me enamoran, y al fin sucede... los dos nos besamos.

Ese beso tuvo un significado muy profundo en mi vida. Este beso fue con la persona que alegra mis días con su presencia. Primero fue Urabe, y ahora este bello hombre corpulento... con el que me quiero casar. 

El atardecer le dio aún más encanto al momento. Es como esas películas románticas. 

Te amo, Kojiro Hyuga.

Aún así, me pregunto si Urabe sigue vivo...