𝟎𝟐
Un pato silvestre cayó sobre el suelo al recibir una bala.
-¡Eres el mejor cazador de todos!.- aduló Wally a Striker.
-Lo sé.- respondió este con petulancia mientras pulía su escopeta brillante.
-Ninguna bestia se te podrá escapar.- corrió hasta alcanzar a Striker cargando el saco con el pato.- O muchacha.
-Muy cierto, Wally.- abrazó al hombre con brusquedad por el cuello.- Pero tengo los ojos puestos en ese.- dijo mientras apuntaba a Blitzø, quien ajeno a todo, seguía caminando mientras leia.
-¿El hijo del inventor?.- Striker asintió con seguridad.
-Exacto.- fue bajando la mirada, recorriendo todo el cuerpo de Blitzo.- Y si tiene suerte, será mi pareja.
-Claro, claro.- asintió enérgicamente Wally.
-Pues es el mejor de aqui.- Striker empujó a Wally de su agarre.- Y yo merezco lo mejor, ¿o no?
-Pues si, pero como vas a...
-Ah, definitivamente lo atraparé y lo haré mio.- ignoró a Wally y caminó hacia Blitzo. Pasó frente a un trio de chicas, quienes suspiraron ante la presencia del hombre. Este, al notarlas les guiñó un ojo y corrió hacia Buckzo.-Hola...Blitzø.- paró en frente de Blitzo bloqueandole el paso y saludandole con coquetería.
-Hola, Striker.- saludó casi al aire, pues aun no se despegaba de su libro. Trató de esquivarlo pero este seguía sin moverse.-Permiso, Striker.- intentó rodearlo pero el mas alto le arrebató el libro de sus manos. Suspiró cabreado.- ¿Me puedes devolver mi libro, por favor?.- apoyó una de sus manos en su cintura mientras que la otra la estiraba para recibir el libro. Striker ojeó el libro y arrugó la nariz.
- ¿Te divierte leer esto?.- preguntó con cara de espanto.- Ni siquiera hay dibujos.
-Bueno, ¡algunas personas usan su imaginación!.- intentó alcanzar el libro pero Striker lo elevó.
-Pequeñito, deberías dejar los libros y prestar atención a cosas más importantes.- pone una postura recta mientras aspiraba para sacar su pecho.
-¿Cosas como tu?.- se cruzó de brazos y rodó los ojos.
-¡Exactamente!.- contestó emocionado.- Todo el pueblo lo dice.- se encogió de hombros.- Además, no es bueno que un hombre lea. ¡Eso lo haría una mujer!.- Blitzo totalmente ofendido, le gritó.
-¡No seas primitivo!.- Striker se acercó mas a Blitzo pero antes, arrojó el libro al suelo y pasó encima de el.
-Gracias, cariño.- restó importancia a su comentario. Rodeo a Blitzo con un brazo y le sonrió- ¿Que te parece si damos un paseo por la taberna y miramos mis trofeos?
-¿Qué te parece si mejor no?.- quitó su brazo de encima y se agachó para recoger el pobre libro. Tomó un pañuelo de la cesta y comenzó a limpiar la tapa.
-Oh, vamos, Blitzø.- lo tomó de los hombros.- Sé que sientes algo por mí.
-No te lo puedes imaginar.- masculló con sarcasmo. Quitó las manos de Striker de sus hombros pero este insistió.- ¡Striker, por favor! Tengo que ayudar a mi padre.- Blitzø se quita de su agarre y continua caminando hacia su casa,
-Ese viejo loco. ¡Necesita toda la ayuda del mundo!.- gritó Wally al aparecer y carcajea junto con Striker. Blitzo totalmente molesto les fulmina con la mirada.
-¡No hables así de mi padre, idiota!.- pararon de reir y Striker aprovechó para golpear a Wally en la cabeza.
-¡Sí! ¡No hables así de su padre!.- reprende con el ceño fruncido.
-¡Mi padre no está loco! ¡Es un genio!.- Blitzø vuelve a cruzarse de brazos. A lo lejos pudieron escuchar una explosión y Blitzo, al instante, palideció.- Oh Dios.- gira su cabeza en dirección a su casa.- ¡Papá!.- deja a los hombres y corre en busca de su padre. Al llegar a su casa corre hacia las puertas del sótano y las abre, dejando que el humo se liberara.- Papá, ¿Estás bien?.- agita sus manos para esparcir el humo mientras se va adentrando al sótano.
-Si, si, estoy bien.- contesta su padre.- ¡Pero no puedo hacer que esta chatarra funcione!.- Blitzo sonrie de alivio al ver a su padre salir.- ¿Qué le pasa a esto? masculla mientras recorre con la mirada su invento.- Estupida cosa.- y la patea.- ¡OW!
-¡Papá!.- Blitzø grita al ver como su padre salta por el dolor.
-¡Estoy listo para tirar esta chatarra!.- grita con enfado el hombre.
-Oh, siempre dices eso.- va hacia el y le pone una mano en el hombro para calmarlo.
-¡Esta vez hablo en serio!.- se cruza de brazos, furioso.-¡Nunca voy a conseguir que funcione este pedazo de armatoste!
-Si, si vas a poder.- alienta Blitzo.- Vas a ganar el primer premio en la feria de mañana.
-Lo dudo mucho, cariño.- dice refunfuñando.- ¡Hmmph!
-Yo si creo que serás un famoso inventor.- le sonríe.
-¿De verdad piensas eso?.- su padre se gira y lo mira. Blitzo se encoge de hombros.
-Siempre lo he pensado.- ambos se sonríen
-Bueno, entonces debo conseguirme algo mejor para apretar esto.- señala una pieza de su invento.- Esta cosa no va a fijarse.- piensa unos segundos.- Ahora déjame ver, ¿Dónde deje esa pinza divergente?.- Blitzo niega divertido con la cabeza.
-Papá.- agarra una herramienta y la ve graciosa, y se lo sostiene frente a el amablemente. Él lo toma y lo usa para trabajar.
-Y... dime, ¿Te divertiste en el pueblo hoy?.- pregunta mientras aprieta la pieza. Blitzø piensa unos segundos.
-Traje un libro nuevo.- su padre rie.
-Realmente amas los libros.- dice y Blitzo suspira.
-Es que... ellos me llevan a maravillosos sitios donde hay aventura, misterio, romance y... finales felices.- Blitzo muerde su labio y observa a su padre.- Papá... si te pregunto algo, ¿vas a responderme honestamente?.- el hombre frunce el ceño, confuso.
-¿A caso no lo hago siempre?
-Pues si.- soba su brazo y vuelve a mirar a su padre.- ¿Crees que soy... extraño?
-¿Mi hijo extraño?.- pregunta con extrañeza mientras deja de lado el invento y mira a su hijo.-¿Pero de dónde sacaste esa idea?.- Blitzø niega.
-No sé, es que... papá, la gente murmura cosas y...
-¿Y qué?.- se apresura a decir.- Ellos hablan de mi también.- frunce sus labios.- No hay nada raro aquí Pues somos muy normales.- se encoge de hombros. Blitzo suspira.- Con mi invento a todo el mundo podre impresionar.- se frota las manos.- Ayúdame a ponerle los troncos ¡Aquí vamos!.- él tira la palanca y el invento funcionó para impresión de ambos.
-¡Fu.funciona!.- grita emocionado Blitzo.
-¿Funciona? ¡Funciona!.- ambos se mirar totalmente sorprendidos.
-Papá, ¡Lo hiciste! ¡Realmente lo hiciste! ¡Vas a ganar el primer el premio para la feria mañana ¡Lo sé!.- le grita a su padre.-¡Ah, casi me olvido!.- saca una bufanda del cesto y la cuelga alrededor del cuello de su padre.- Te hice una bufanda para la buena suerte.- su padre lo mira con cariño y acarició la bufanda.
-Ahora sé que ganaré.- le agradece con la mirada a su hijo.- Ahora tendremos oportunidad de salir de este pueblo y viajar a todos aquellos sitios que leíste en tus libros. ¡Bien, debo irme a la feria!.- Blitzo ayuda a cargar el invento sobre una pequeña carretera que es tirada por un caballo. Blitzø abraza a su padre y le desea buena suerte cuando este parte por el bosque.
-¡Adiós Papá!.- le grita.
-Adiós hijo.- agitan sus manos.
-Cuídate.- le susurra al viento mientras Blitzø entraba a su casa.
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