> El mañana.
Tal vez fui un poco dramático por la noche, pero todos sabemos que no razonamos cuando tenemos el corazón roto.
Y bueno, tal vez (sólo tal vez) no fue buena idea pensar eso por la noche, cuando el segundo día de mi celo se acercaba.
El segundo día suelo estar muy sentimental (por no decir dramático y agresivo) pero es raro porque puedo estar muy triste en un momento, luego muy enojado y después muy feliz justo como ahora.
Amanecí encima de Stolas. Parpadeo levemente, lo miro detalladamente un par de segundos y me sonrojo... ¡Mierda!
Cómo alguien puede ser tan sexy y tierno al mismo tiempo, no, no.. es sólo que... su rostro justamente ahora es tan lindo! Y lo es aún más cuando sus labios rojizos sueltan suspiros calmados, es cómo una clase de Búho humano, el sólo verlo hace que quieras un abrazo suyo. Su apariencia es digna de un poderoso Alfa puro pero aveces sus fracciones son tan delicadas y hermosas..
Pero también es tan sexy.
Su voz ronca, sus gemidos cuando está a punto de llegar al orgasmo, su cuerpo de infarto, su mirada profunda,sus músculos , sus hombros, su cintura, su aroma, y su miembro...
Venir en este tren ha sido la maldita mejor elección que he tenido. No siempre se tiene la oportunidad de encontrar a un dios, como él.
Llego a la conclusión de que lo disfrutaré lo más que pueda y haré que no pueda alejarse de mí
Así que cuando despierta de sus sueños lo recibo con besos en toda la cara y mimos por varios minutos ,él me da varios mimos a mí, haciéndome ronronear como un gatito feliz.
Lo hacemos un par de veces más y cuando llega la hora de salir a dar un paseo por el bosque, salimos en nuestra forma humana a buscar comida.
Stolas trae muchas frutos para mí, y yo llevo agua dulce que tomé de un riachuelo en lo profundo del bosque y que metí en una botella, misma que yo traía en una bolsa en el hocico al salir del bagón, compartimos las moras, arándanos y fresas entre mimos y, cuando se acaban vamos por más.
Comemos hasta saciarnos y guardo muchas para el camino que nos espera.
Aún tenemos tiempo de sobra, por lo que jugamos como cachorros en el bosque.
Nadamos por un largo tiempo en un lago cercano al arbusto de moras, nos acariciamos y besamos en el agua por un tiempo.
Al salir nos secamos a lenguetazos en nuestra forma animal, primero yo a él y después él a mí, en esos minutos siento mi corazón latir tan rápidamente que me temo que me esté enamorando aún más de él.
Corremos en nuestras formas lobunas, persiguiéndonos y dándonos besos cada vez que nos alcanzamos como una pareja de adolescentes.
Terminé tan cansado que Stolas me tuvo que traer cargando a pesar de estar tan cansado como yo. Entre sus fuertes y cálidos brazos, miro hacia arriba y lo veo a él, él baja la mirada para verme y me sonrie tan cariñoso, su sonrisa hace que me sonroje y me oculte entre su pecho, mientras me aferro a él.
Ambos nos metemos a la única ducha que hay en este bagón, tomamos un baño caliente y salimos desnudos.
Descanzamos abrazados, jugando con nuestros dedos , entrelazándolos, conociéndo nuestros cuerpos, buscando algún lunar nuevo por descubrir o un lugar perfecto para marcar con besos, llenándonos mutuamente de nuestro olor y creando un aroma nuevo, el perfume de nuestro amor.
Dios, que cursi estoy.
Eso hasta que Stolas posó su mano en mi vientre, y comenzó a olfatearlo y a darle suaves besitos. Allí fue cuando la calma que había antes se esfumó.
Entonces un pensamiento llegó a mi mente, me imaginé en lo esperanzado que puede estar su lobo de que esté esperando su cachorro y ayer yo... Al menos el efecto de la pastilla sólo me cuidaría un sólo día, porque no pude seguir el ciclo estimado, y por lo tanto fue inútil haberla tomado, porque no funciona tomándola una sóla vez.
Pero aún así me siento un poco mal por ambos, por mi alfa ; quién estuvo vigilando ayer que toda su semilla quedara impregnada en mí y por mi lobo, quién quiere darle un primogénito al gran y narcisista alfa.
Suspiro. Al menos hacer bebés es divertido. Aparto la mano de Stolas de mi vientre y la bajo hacia mi pene. Me mira desconcertado por mi acción a lo que respondo mostrando mi cuello como muestra de sumisión por primera vez en mi vida cómo omega
Dejándo bastante claro que quiero que me tome.
Antes de que él haga algo al respecto me pongo de pie y corro en dirección a donde se encuentran mis maletas.
Me encierro en el mismo sitio y coloco seguro en la puerta, sé que mi alfa se enojará por dejarlo con ganas pero quiero usar algo que nunca antes había usado y seducirlo.
Busco en mi maleta , y mientras tanto escucho rasguños provenir de afuera, me siento algo mal por él pero sigo en mi objetivo.
Entre todas mis cosas encuentro lo que tanto busqué , sacó la pequeña maleta y la abró observando su contenido.
Sé que debo apurarme cuando escucho chillidos afuera de la puerta llamándome, así que saco el contenido de la maleta y lo pongo en el suelo.
Son mis medias negras con franjas blancas, unas bragas de encaje elegante, una falda corta de color rojo vino, unos convers rojos altos y un sweater corto color negro.
Suelo usar esta clase de ropa durante mi celo, para sentirme bonito, aunque siempre lo soy. Debajo de mi ropa están: una gargantilla negra, un vibrador y un pequeño consolador transparente con un corazón en el final.
Termino de vestirme y me pongo un poco nervioso por la reacción de Stolas cuando me vea, tal vez no le gustará como me veo o crea que soy un fetichista o simplemente no le gusten los convers altos que uso.
Me pongo la gargantilla con cuidado y me coloco de rodillas con mi trasero levantado con dirección a la puerta, dilato un poco mi entrada y meto poco a poco el consolador, la habitación comienza a oler a mi excitación y la puerta es golpeada con fuerza, lo cual hace que se rompa.
- Blitzy..
Ver a Stolas devorarme con los ojos y encima escuchar aquella voz de mando sólo hizo que me excitara (más) y que mi pene comenzara a sacar liquido pre-seminal.
Camina lentamente hacia mí; su pene está tan duro y la base del mismo se ve un poco inflamada, va a anudarme y a llenarme de su semen tan profundo, que siento hacerse agua la saliva, estoy demasiado ansioso.
Cuando está a un par de pasos de mí saco con rapidez el consolador y lo lanzo a alguna parte, muevo mi trasero rogando por su pene; sin pensarlo dos veces da una embestida tan profundo de mí que me saca un grito agudo.
Me levanta y empotra contra la pared, levanta mi pierna para tener más acceso y comienza a dar rápidas estocadas.
Siento su vello púbico y sus testículos chocar contra mi trasero en un vivén que me produce placer el sentirme como su perra. Sólo de él.
Lloriqueo al sentir su mano masturbar con rudeza mi miembro; de pronto me voltea dejándo mi espalda pegada a la pared y colocando mis brazos alrededor de su cuello, da un brinco haciéndo que enrolle mis piernas en su cadera y su pene se entierra aún más dentro de mí.
Varias lagrimas se escapan de mis ojos ante el placer, busco sus labios y los junto con los mios, sus embestidas se vuelven lentas pero certeras maltratándo mi próstata.
- M-Mierda... S-Stolas..
Gruñe entre mis labios y nos separamos, haciéndo que nuestras lenguas se separen, pone sus manos en mis nalgas y comienza a penetrar rápidamente poseído por el placer que mi interior le proporciona.
Muerdo la union de su cuello y hombro dejando marcas, rasguño su gran espalda palida y doy mi ultimo gemido agudo de placer antes de que mi orgasmo me golpee y mi semen manche nuestros vientres.
Stolas muerde sus labios tan fuerte evitando morder mi hombro para crear la marca que temo que se lastime por hacerlo, pero a la vez agradezco que se contenga ante alguna marca no deseada.
Siento cómo poco a poco la base de su pene se hincha más o menos del tamaño de una naranja y comienza a expulsar su semen a grandes proporciones dentro de mí.
Estoy tan exhausto que poco a poco pierdo la fuerza de mis brazos y piernas, y Stolas lo nota porque se sienta en el suelo conmigo arriba de su pecho. Intento calmar mi respiración lentamente entre pequeños suspiros.
Mi alfa me da besitos en la frente, da pequeñas caricias a mi espalda y deja algunas marcas en mi cuello. Calmándome y llenándome de su delicioso olor.
Me siento tan tranquilo que me quedo dormido con su miembro dentro de mí.
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Despierto, siento algo deslizarse entre mis nalgas. Miro al frente, estoy en la misma posición en la que dormí y Stolas está dormido frente a mí, su pene aún está dentro de mí.
Miro por la ventanilla cercana, deben ser las siete o seis de la tarde aproximadamente, suelto un bostezo y estiro mis brazos, al moverme siento el pene de Stolas. Suelto un gemido.
Le doy una mirada, está dormido. Se ve tan inocente dormido que me siento como un depravado sexual por querer sexo tan pronto desperté.
Pero aún así muevo mis caderas en circulos, sintiéndo mi piel tan sensible que tomo la mano de Stolas y la coloco en mis pezones haciendo que su mano me pellizque y tomo la otra pasándola por mi espalda.
- Mmgh..~ - suelto un gemido es tan buena la sensación.
Muerdo mi labio interior tratando de retener algún gemido alto que provoque que se despierte.
Siento cómo su pene comienza a erectarse y a hacerse tan grande dentro de mí, intento detener un lloriqueo de placer pero fallo al dejar salir un gemido agudo de mi garganta.
Las manos que yo sostenía comienzan a moverse por sí mismas, miro al frente, él ha despertado y a juzgar por la sonrisa arrogante en su cara sabe que quiero que me ame justo allí abajo.
Le respondo a su mirada mordiéndome los labios deseando que capte mi mensaje: estoy excitado y quiero que me trate como merezco.
Levanta una ceja, retándome, invitándome a hacer lo que pueda por su pene. No lo dejo esperar, me aproximo a sus labios y lo beso.
Él sólo se queda allí, no responde mi beso, pareciera que está en shook pero sé que no lo está, siento su pene palpitar dentro de mí, río en mi mente.
No está siendo completamente sincero conmigo, pero su gran polla dentro de mí lo es. Con eso me basta.
Ejerzo un poco de presión en los organos internos de mi ano, queriendo ordeñar su pene y sacarle toda la leche caliente dentro suyo.
Suelta un gemido lastimero y le envío un beso con mi mano, burlón , porque sé que llegó a su límite, toma su camisa y la pone en el suelo detras de mí y me recuesta.
Me sorprende que aunque lo hemos hecho bastantes veces él sigue siendo tan considerado conmigo, y tan dulce, tanto que aveces me da diabetes.
Sé que le encanta que me aferre a él, así que lo hago, le doy un besito en la comisura de sus labios pidiéndole que continúe y sin más me penetra.
Seguimos así un largo rato, disfrutando de nuestros cuerpos sintiéndo el placer único que sólo logramos los dos al estar fusionándonos.
Observamos la luna desde la ventana más grande del vagón, siendo únicamente iluminados por ella, y agradecemos entre palabras dulces por hacer que estemos juntos.
Nos dedicamos a conocernos un poco más; le cuento que me encantan las noches estrelladas, que no he salido con nadie en toda mi vida debido a mi carácter tosco (y que por lo tanto no he sido cortejado), me promete cortejarme como se debe estos días y me dice en el oído que para él soy el hombre más guapo que ha visto en su vida y que soy su bello Blitzy.
Aunque intenta actuar como un alfa maduro, noto un ligero sonrojo en su cara cuando me da un beso en la mejilla, es tan lindo que sea tan duro conmigo al hacerlo pero tan dulce en nuestros momentos melosos.
Sin dudas eres un Alfa único, Stolas..
Entonces cuando llega la hora de dormir, nos recostamos en la cama; con Stolas detrás de mí, abrazándome, llenandome protectoramente de su aroma.
Cuando estoy por quedar completamente dormido lo escucho susurrar con un exótico acento inglés:
- Can you stay with me, Blitzy?..
Me aferro a él y duermo sin saber qué significa, porque no sé inglés, y por primera vez en mi vida me odio un segundo por ello.
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