Hay cosas que simplemente no podemos cambiar, y otras que sí.

Todo suele estar en continuo cambio, pero eso es lo que hace las cosas mucho más interesantes.

De las cosas que quisiera cambiar de mi relación con Stolas, podrían ser: la manera en la que nos conocimos o la forma en que nos separaremos.

Relamente no sé cuál es peor. Pero la que más sufriré será la última.

Mientras miro el cielo por la ventana me pregunto, ¿si no hubiera subido al tren lo habría conocido aún así? De no haber sido así, ¿entonces nunca lo hubiera conocido?

Hubiéramos tomado caminos separados, y justo ahora siguiésemos siendo dos desconocidos más, o tal vez en algún tiempo después nos conoceríamos.

Es imposible saberlo, hay tantas posibilidades en el mundo que es mejor disfrutar mi presente.

Hoy es el dia de la luna de sangre.

Lo cual significa que hoy comenzará mi nueva vida, pensar en lo que ocurrirá posteriormente a nuestra unión hace que un escalofrío atraviese todo mi cuerpo.

Mientras veo el amanecer con Stolas a mi lado, siento que todo es tan correcto justo ahora. Que esta nueva vida nos pertenece a ambos y deseo que el viaje nunca termine.

Un extraño sentimiento de nostalgia y tristeza me invade, de pronto el amanecer no es tan hermoso como antes, mi pecho comienza a doler y el ambiente se siente cada vez más pesado.

No quiero pensar en lo que sucederá pero una parte de mí se siente incómoda por ignorar lo que me sucederá una vez que esto acabe.

Stolas irá a ver a su padre y yo me quedaré con Moxxie un tiempo. ¿Realmente regresará por mí? ¿Y si algo le pasa en su visita?

Fingir ignorar ésto sólo me hará sentir peor cuando la despedida llegue. Así que me doy esperanzas, Stolas sí regresará por mí y seremos felices juntos.

Toco suavemente mi cuello, hoy será el día en que deje de ser un omega más en su vida. Ahora seré su omega.

Sentiremos nuestros sentimientos, los latidos de nuestros corazones y nuestras vidas estarán entrelazadas por siempre.

Según sé la mordida duele mucho, pero la sensación del dolor se va pronto y sólo queda el sentimiento de sentirte lleno, de tener todo lo que quieres, de poder conquistar el mundo y de tener a alguien sólo para ti.

O bueno, éso es lo que me dijo Angel. Y ella nunca miente. Seguramente justo ahora esté bastante ocupado con Husk , extraño la compañia de esos dos.

Stolas deja salir un gruñido y me abraza posesivamente, es tan tierno. Le doy un suave besito en la nariz y su ceño fruncido se relaja al igual que su agarre en mis caderas.

Quisiera contemplarlo dormir por más tiempo, pero debemos empezar a arreglar todo para nuestra ceremonia de enlazamiento.

Lo muerdo lo más fuerte que puedo en su hombro y despierta gruñendo por el dolor. Admito, fue una muy mala idea, pero mi objetivo se cumplió.

- Auch - dijo sarcástico Stolas

- También te amo, pero ya despierta, narcisista. - chasqueo mi lengua fingiendo fastidio

Pero sin más me apoya hacia abajo, golpeó y mordió mis gluteos repetidas veces dejándolos rojos. Y provocando mi excitación, últimamente me he sentido demasiado excitado aunque lo hacemos tantas veces al dia.

Dejándome llevar por el deseo, meto dos dedos dejándole una buena vista trasera de mí, veo el deseo en sus ojos y eso me provoca tanto deseo que separo mis nalgas y le pido que me tome.

Se mete tan profundamente dentro de mi que mis piernas no pueden sostenerme y pierdo el equilibrio, cierro mis ojos esperando el golpe.

Pero veo a Stolas enfrente de mí, tomándome y sosteniéndome como si fuera lo más valioso que tiene. Y me siento tan feliz en ese momento.

Que cuando comeinza con las embestidas , ya no siento que estamos follando, siento que estamos haciéndo el amor.

Cuando acabamos, limpio los restos de su escencia de mi entrada y me obligo a vestirme con algún abrigo, el tren abrirá sus puertas dentro de poco y tengo que buscar agua y algo para comer esta noche.

Será algo como nuestra primera y última cita. Estoy tan emocionado que mi omega y yo damos chillidos de felicidad.

Pronto estaré enlazado, tal vez tengamos un cachorro y seremos muy felices juntos.

Stolas está igual o peor que yo, desde la mañana sólo lo he visto sonreir tan lindamente que no podía evitar dejar besos en su linda cara pálida.

Cuando el tren ha abierto sus puertas salgo, el bosque se ve tan grande y el olor a lluvia delata el olor de algunos frutos y flores cercanos.

Salimos tomados de la manos en nuestra propia burbuja de amor. Caminamos siguendo el olor de los frutos y nos encontramos con el primer arbusto.

Son arándanos grandes y de un color azul obscuro. Y a su lado se encuentran varios arbustos más con frambuesas, moras y fresas.

Stolas estira las bolsas que trae en sus bolsos y pone una en el suelo, cerca de los arbustos llenos de frutos.

Nos incamos y comenzamos a arrancar los y a ponerlos en las bolsas. Lo hacemos en un silencio tranquilo, escuchando a la lejanía los pajaros cantar, el agua chocar con algunas rocas y el sonido que hacen los árboles al ser movidos por el viento.

Tan tranquilos, pero nerviosos por nuestro futuro.

Cuando creemos que llevamos lo suficiente, nos paramos y regresamos al tren. El dia es tan hermoso que temo opacarlo. Pero no es mi culpa ser tan hermoso, es culpa de mis genes, soy jodidamente sexy.

Justo ahora, amo la sonrisa de tonto enamorado que tiene Stolas, pero creo que justo ahora tengo una peor que la suya.

Cuando llegamos a la entrada, Stolas toma un poco de agua y pone en la bolsa donde colocamos los frutos y luego saca el agua, cuidando que ninguna salga.

Mientras tanto yo busco algo bonito para ponerme esta noche. Qué bien! Un par de Hanboks hace aparición entre mi ropa.

Uno es de un color azul oscuro con bordes aún más obscuros y detalles de color azul cielo y amarillo. El otro es de color rojo sangre con detalles azul obscuro y negro, ambos son largos y muy suaves.

Llamo a Stolas para decidir ambos cúal usaremos. Él escoje el azul obscuro y me da el otro, besa mi mano y sonrie tan encantadoramente como él sabe hacerlo.

- Te verás tan hermoso, querido - me dice amorosamente.

Este hombre va a matarme.

Mientras lo veo alejarse abrazo el Hanbok y suelto una sonrisa. Debo apresurarme ya está oscureciendo y pronto empezará la luna roja.

Lo bueno es que el viaje tiene contemplado la Luna de Sangre y el bagón se quedará en el mismo lugar toda la noche hasta las 9 a.m y después partiremos hasta llegar a nuestro destino final.

Stolas y yo acomodamos nuestras cosas en las maletas, excepto nuestros trajes y una manta roja que había traido por si tenía mucho frio.

Y descansamos un poco en nuestras formas lobunas, sabiendo que cuando el momento llegue nuestro instinto nos despertará para adorar a la diosa Luna.

Para cuando despertamos la Luna está comenzando a salir y cambiamos a nuestras forma humanas. El tren se ha detenido y las puertas están abiertas.

Me visto dandole la espalda a Stolas con verguenza, a pesar de haber visto nuestros cuerpos desnudos. Y cuando volteo el también está listo.

Tomo la manta roja, el agua y las frutas diversas que cortamos y caminamos por el sendero lleno de árboles y pasto, hasta llegar a un claro con buena vista a la luna y unas hermosas flores nocturnas llenas de vida a su alrededor.

- Mierda, que cursi es esto.. - susurre apenado.

Stolas solo suelta una risa que me hace mirarlo embobado, es muy hermoso.

Extendemos la manta roja y ponemos las cosas a un costado. Entonces por primera vez desde que nos despertamos, nos vemos a los ojos.

Se ve tan guapo con ese traje y su mirada en mí, me hace sentir tan hermoso que un suave sonrojo recorre mis mejillas, terminando por tapar mi rostro.

Él se ríe nuevamente de mi timidez y toma mis manos besándo cada una y dándome un besito tierno en la mejilla.

Me ha hecho tan hambriento de él, y eso por el contrario de lo que se esperaría para alguien como yo hace que me encante aún más.

Nos paramos en la manta y tomados de la mano nos contemplamos el uno al otro, mirando a través de nuestros ojos, con esa conexión tan especial que sucede entre ambos.

Después de cinco minutos amándonos en silencio, él me rodea fuera de la manta mientras lo veo iniciar su cortejo.

Stolas da varias vueltas por la manta sin dejar de verme con algo mezclado entre amor y deseo profundo.

Empiezo a sentir en mi estómago una especie de cosquilleo y en ese segundo en que me descuido, Stolas me recuesta en la manta y se pone encima de mí.

Deshace el nudo de ambos trajes y abre el mío dejándo a la vista mi cuerpo desnudo cubierto de sus marcas de color violeta y morado.

Me mira tan fijamente que me averguenzo y desvío la mirada. La luna roja comienza a hacer efecto en mí y el lubricante natural comienza a formarse entre mis piernas, mi miembro se erecta ante su mirada fija.

Y el suyo se pone tan duro ante mi vista que me pongo tan impaciente y para acelerar las cosas abro mis piernas para él.

Se quita el traje y lo dobla formándo un rectángulo pequeño. Lo pone detrás de mi cabeza como almohada y comienza a besar mi cuello.

Los sonidos agudos que hago sólo hacen más que excitarlo y se frota en mí. Su pene está tan duro como una roca y se siente tan enorme que hace que la saliba en mi boca parezca agua.

Meto mi mano entre nuestros cuerpos y froto su miembro en ella. Sus gemidos tan roncos y sensuales hacen contraste con el momento, haciéndome sentir el fuego intenso de la lujuria.

Paramos. Nos alejamos el uno del otro y tomados de la mano miramos la Luna. Es la hora de la verdad.

- Yo, Stolas Goetia, descendiente de los Goetia de Britania Magne, prometo amarte por toda la eternidad, atesorar cada parte de tí. Y en los momentos difíciles ser un apoyo para ti. Prometo que nunca usaré mis manos para dañarte, sólo serán para acariciarte y para demostrarte todo el amor que siento por ti, y que llena mi alma completamente.

Las lagrimas comienzan a salir de mis ojos como si se tratase de una cascada. Últimamente estoy muy sentimental, y cualquier cosa podría ponerme o muy triste o extremadamente feliz.

- Yo, Blitzø Boss, de los IMP Boss de Los Ángeles, california. Juro ante la Diosa Luna, permanecer siempre a tu lado, demostrarte mi amor todos los días de nuestras vidas y aún más allá de ellas. Prometo llenarte de este amor que no cabe en mi cuerpo y demostrártelo sinceramente. Te acepto como eres y sé que seremos felices juntos, entonces, ahora te entrego todo mi ser ante la Luna.

Sellamos nuestro juramento con un beso tranquilo, pero lleno de tantos sentimientos que quiero seguir con lo que estábamos haciéndo antes.

Abro los ojos entre el beso, pero en vez de ver a Stolas veo a un lobo enorme con Pelaje azulado, mirándome en silencio.

Intento señalarlo, pero me veo incapaz de alzar tanto mi mano, porque en vez de haber una mano hay unas garras cubiertas de pelo.

La luna ha aceptado nuestra unión, estoy tan feliz que correteo alrededor de Stolas como un cachorro queriendo jugar.

Pero éste me derriba, y me hace recostar en la manta. Nuestros hocicos pronto están unidos, compartiendo un beso tan húmedo que hace que la excitación de antes vuelva.

Stolas se dirige hacia mi entrada y comienza a lamerla. La sensación tan deliciosa de su lengua rasposa acariciándo mi tan sensible entrada hace que los jadeos salgan de mi , ahora, hocico.

Estoy tan concrntrado en las sensaciones de mi cuerpo, que cuando Stolas para de lamer mi entrada estoy por reclamerle, pero siento algo duro presionar contra mi entrada.

Me quedo quieto y de un segundo a otro ya tengo a Stolas tan dentro de mí que comienzo a perder la cabeza de lo bien que se siente.

Pero Stolas en vez de ser tan salvaje como siempre lo es en su forma animal, es tan cuidadoso conmigo que siento su amor por mí en cada estocada.

Sus embestidas son tan suaves pero certeras que hacen un desorden dentro de mí. Él está más ocupado, lamiendo mi cuello y hombros como para notar el desastre en el que me está conviertiendo.

Es tán suave que siento que si yo no le doy una señal, él lo hará más lento. Estoy tan excitado que lo que ahora quiero tener es su amor un poco más rápido.

Entonces, presiono y muevo mis caderas metiéndo tan dentro su pene que comienzo a chillar, Stolas por fin entiende lo que quiero hacerle saber y sus embestidas son más fuertes y rápidas dentro de mí de un momento a otro.

Su gran miembro se hace cada vez más y más grande dentro de mí que comienzo a ver borroso, y me dejo caer en la manta.

Pero Stolas sigue moviéndose tan bien dentro de mí, que el orgasmo está por llegar, mis piernas tiemblan tanto que me aferro al suelo.

Dos estocadas más y siento el orgasmo haciéndo efecto en mi cuerpo. El placer que siento ahora es tan bueno que sollozos salen de mí.

El dolor que siento en la unión entre el hombro y cuello, me hace saber que oficialmente Stolas y yo estamos enlazados.

Y la sensación que siento de estar lleno, me dice que Stolas está anudando dentro de mí, y que tendremos cachorros en algunos meses.

Estoy tan feliz y a la vez cansado que cierro mis ojos por un segundo y al abrirlos de nuevo ya es de día.

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La sustancia viscosa que siento provenir de mis piernas hace que me despierte. Stolas sigue dentro de mí, pero ahora estamos en nuestra forma humana.

Saco lentamente su miembro de mí. Y contemplo a mi alfa en silencio.

Ahora él es mi alfa y yo su omega. El sentimiento de pertenencia en mi pecho me hace tan feliz que mi omega, quien había estado muy tranquilo estos últimos días, da saltitos dentro de mí.

Stolas con sus cabellos azules despeinados y cuerpo al desnudo, me hace sentir orgulloso. La sensación de tener a mi alfa muy bien amado junto a mí, de haberlo dejado satisfecho sexualmente.

No puedo esperar más para que despierte, me acerco lentamente cerca de él y doy un gran salto, cayendo encima de él. Y despertándolo de su sueño.

Luce tan sorprendido y asustado que sólo suelto carcajada.

Stolas sólo me mira en silencio, y en un segundo ya lo tengo abrazado a mí, y a su cabeza en mi vientre.

Creo que ha olfateado el olor a leche, característico de omegas enlazados.

Siempre he creído que es una reacción algo extraña del cuerpo de un omega. ¿Por qué comenzar a soltar un olor a leche, cuando aún no la produces?

Y lo que es más, ¿por qué olor a leche hasta el momento de enlazarse y no en la primera relación sexual?

Omega tuve que ser, la vida me odia.

Un jalón hace que los pensamientos en mi mente se vayan rápidamente. Stolas se ha puesto su hanbok y me ha puesto el mío. Ni siquiera me di cuenta de cuándo lo hizo.

Me ofrece su mano, para ayudarme a levantarme y la acepto. Bebo un poco de agua y como algunas de las frutas que anoche nos encargamos de traer. Y la manta la trae Stolas.

Caminamos hasta el tren y entramos en él. Hoy será el último día que estemos aquí.

Mientras terminamos de arreglar nuestras cosas por completo , pienso en lo que sucederá después de esto.

Es demasiado obvio para mí ,que el embarazo ya es un hecho. Sé que iré a casa de Fizzarolli y me quedaré allí unos días, pero ¿y luego que?

Espero que a Stolas le vaya bien con su padre.

La preocupación llena de nuevo mi ser, siempre me ha gustado tener planes y expectativas a futuro. Pero ahora depende de lo que le suceda a Stolas. Porque ahora estaremos juntos en todo.

Stolas me abraza y da un suave beso en mi cuello. Calmándome completamente.

Lo olvidé, ahora que estamos enlazados él puede saber qué es lo que siento en su totalidad y yo tambien puedo saberlo de él.

Mi alfa me recuesta en uno de los asientos, con mi cabeza en su regazo y me acaricia tan gentílmente que me derrito de amor y cierro mis ojos disfrutando su toque.

El tren se detiene, y sé que hemos llegado a Reino Unido. Levanto mi cabeza de su regazo y lo miro con lágrimas en los ojos, no quiero separarne de él.

- Blitzy... - murmura adolorido por mi reacción.

- Mierda.. - me quejo limpiando mis lágrimas.- ¿Enserio debes irte?

- Sabes que es necesario, mi pequeño.

Él está igual o peor que yo en este momento, lo siento en nuestro lazo, pero intenta calmarme y por eso pone una de sus sonrisas tranquilizantes en su rostro.

Me ayuda a pararme y se arrodilla para ponerme mis Converse altas. Mis sollozos hacen eco en el lugar apesar de intentar calmarme.

Entonces me abrazo a él, sintiendo la desesperación llenar mi cuerpo, sintiendo a mi lobo removerse dentro de mí.

No quiero dejarlo ir, Stolas es mío.. de nadie más, solo mío.

Él me besa, en ese beso siento todo lo que no puede decir pero lo transmite en nuestro lazo, en su pasión al besarme.

Es la promesa de su regreso, la promesa de un padre que volverá a su familia porque tiene algo por lo cual luchar.

Salimos con nuestro equipaje en manos, un poco más tranquilos pero acompañados del silencio, quien nos acompañará a ambos en nuestros caminos separados.

Salimos de la estación, y Stolas pide un taxi para mí.

El conductor, que huele a beta, sube mis maletas al taxi y sube al mismo. Stolas me habre la puerta y espera a que entre en él.

A pesar de estar ya más tranquilo. Siento un profundo dolor en el pecho, uno que me sofoca, lastima y quema. A penas nos hemos enlazado y ya vamos a separarnos.

¿Por qué mierda las cosas tienen que ser así?

En vez de seguir lamentándome en silencio. Abrazo a Stolas con todos mis fuerzas, aferrándome a él, aferrándome a mi unica esperanza de seguir viviendo.

Siento la respiración de Stolas en mi cuello, su aroma me calma y relaja tanto que cuando entierra sus dientes en mi marca, estoy tan embelezado en su aroma que apenas siento su mordida.

Me da un suave beso, y me empuja dentro del taxi, cierra la puerta. Y entonces el taxi se aleja.

Mientras el auto avanza y veo a Stolas por el cristal, veo cómo lagrimas caen por su hermoso rostro palido y para evitar que lo siga viendo toma sus cosas y se aleja de la estación.

Stolas... Mi Stolas...

Ahora sólo me queda tener esperanza.
Yo lo esperaré, aguantaré lo más que pueda hasta que por fin podramos estar los tres juntos de nuevo.

Solo esperó que el vuelva a mis brazos de nuevo, muy pronto.

[ FIN ]