𝟬𝟯.
CAPITULO 03
"SULTANA MIHRIMAH"
NARRA CASSANDRA
Paso 1 semana desde que supe ese chisme que me llevaría a ser una de las criadas más confiables de la Madre Sultana Hurrem. Ya me había acostumbrado a este lugar, ya no era tan... horrible.
Íbamos, junto con Nassia, todos los días a los aposentos de la Sultana Hurrem, siempre que la Sultana nos pedia algo, lo hacíamos, más allá de la lealtad era por admiración. La Sultana paso de ser alguien sin nada a ser una de las Sultanas más poderosas de estos momentos.
Recién empezaba la tarde y junto a Nassia fuimos de nuevo a los aposentos de la Sultana Hurrem para poder ayudarla y comentarle todo los que sabíamos. Está mañana, cuando la visitamos por primera vez, nos dijo que nos quería presentar a alguien, no sabíamos a quien nos quería presentar pero la curiosidad nos mataba.
Apresuradamente, llegamos a los aposentos de la Sultana, luego de esperar unos segundos para que la avisarán a la Sultana que ya estábamos aquí, entramos rápidamente. Al entrar, vimos a la Sultana junto a una hermosa mujer de pelo castaño y unos hermosos ojos azules, traía un vestido azul muy vivo que tenía detalles dorados, también utilizaba una gran corona y un collar.
Cuando la vimos, hicimos una reverencia, seguíamos sin saber quién era pero al verla usar esas ropas supimos que era alguien muy importante.
—Chicas, les presento a mi única hija, la Sultana Mihrimah. —dijo la Sultana sacándonos la duda.
—Es un honor conocerla Sultana. —dijimos con Nassia.
—Lo mismo digo muchachas. —dijo la Sultana Mihrimah con una cara seria. Cuando la ví, me recordó a la Sultana Hurrem, esa mirada seria, esa elegancia, esa belleza.
—Mi hija estará aquí un largo tiempo, quiero que siempre que necesite algo ustedes la ayuden, confío mucho en ustedes, se que harán lo mejor que puedan. —aseguro la Sultana con una sonrisa orgullosa. La Sultana Mihrimah nos inspeccionó con la mirada, luego de eso sonrió.
—Madre, me gustaría salir a dar un paseo con tus criadas, luego visitare a mi hermano. —dijo la Sultana hacia su madre con una gran sonrisa.
—Esta bien, Mihrimah.
Al principio, tenía miedo pero después al hablar un poco más con la Sultana, me di cuenta que era muy amable, ella era la copia de la Sultana, parecía fría y calculadora pero en realidad era una fachada y era muy amable.
La pasamos increíble con la Sultana Mihrimah, era muy divertido estar con ella, iba a ser grandioso poder ayudarla mientras estaba aquí.
Llegó la noche, llevamos a la Sultana a sus aposentos, la ayudamos y nos fuimos. Cuando llegamos con Nassia al haren las demás estaban a punto de irse a dormir asi que cuando ví todas estaban durmiendo, saque mi diario y empecé a escribir.
"Querido Diario,
Hoy fue un día normal, bueno casi todo fue normal, hoy la Sultana nos presento a su hija, Mihrimah, al principio se veía seria y fría pero luego de conocerla ví que era muy divertida y encantadora. Ella era como la Sultana, se vía fría, seria, calculadora pero en realidad era buena y amable.
En fin, ame pasar tiempo con la Sultana Mihrimah y Nassia, siento que podemos llegar a ser amigas sacando el echo de que ella es una Sultana y nosotras unas criadas."
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