CAPITULO 2

"EL RUMOR"

NARRA CASSANDRA

Han pasado dos semanas desde que la Sultana Hurrem me hizo sus ojos y oídos en el harén y todavía no he descubierto nada que sea útil, a este paso no me iré nunca de este infierno. Nassia, que se había ofrecido a ayudarme, tampoco había descubierto nada. Lo único que decían las chicas del harén era lo "hermoso" que era el sultán y no creo que la Sultana quisiera saber que su hijo es hermoso.

A pesar de no haber descubierto nada, iba con la Sultana Hurrem todos los días. La ayudaba a prepararse, le mostraba vestidos y cosas así. Cada tarde iba con la Sultana y me preguntaba sobre como estaba todo en el harén, como eran las muchachas y sobre todo, me preguntaba si había algo importante que debería saber.

Ya había terminado mis tareas del día, empecé a buscar a Nassia para poder hablar un rato. Cuando la ví, me di cuenta que ella estaba hablando con Meryem, algo muy raro ya que nosotras odiamos a Meryem.

Me quedé un rato esperando a que Meryem y Nassia terminarán de hablar, luego de unos 15 minutos, Nassia se acercó a mi y antes de que pudiera decirle algo, me arrastró a un costado de harén dónde nadie nos podía escuchar.

—¿Qué pasa Nassia? —pregunte confundida.

—¡No sabes que me dijo Meryem! ¡Esto realmente te ayudará con la Madre Sultana! —dijo Nassia feliz. Por mi parte, cuando oí eso, sonreí inconscientemente, ¿Podría este chisme ayudarme a ganarme la confianza de la Madre Sultana Hurrem?

—¿Qué esperas? ¡Cuéntame! —le pedí muy emocionada.

—Por lo que me contó Meryem, hay un chisme que dice que el príncipe Mustafa, el que debería haber ido al trono realmente, planea hacer una revolución en contra de su hermano, el sultán, porqué mató a sus tias y mando a su madre al Palacio de las Lágrimas, dicen que está verdaderamente enojado. —explico Anastasia rápidamente.

Cuando mi amiga terminó de contarme, me levanté rápidamente no sin antes agarrar de la mano de mi amiga para levantarla e ir caminando hacía los aposentos de la Sultana Hurrem, como todas las tardes.

Cuando llegamos tuvimos que esperar para que le avisaran a la Sultana que ya estaban allí. Segundos después, entramos a los aposentos de la Sultana.

Hicimos un reverencia y empecé a contarle todo a la Sultana mientras que Nassia se quedaba callada.

—Haz echo un increíble trabajo, Cassandra. —dijo la Sultana ¿orgullosa?

—Gracias mi Sultana pero mi amiga, Anastasia, me ha ayudado mucho.

—Gracias a ambas, esto es muy importante. Desde ahora ambas serán mis criadas pero deben saber que para ser mis criadas necesito su lealtad. —dijo la Sultana volviendo a su cara seria.

—Tiene nuestra total confianza, Sultana. —hablo por primera vez mi amiga.

Nassia y yo salimos de los aposentos de la Sultana y nos dirigimos al harén. Cuando llegamos vimos que Meryem estaba muy bien arreglada y estaba yendo a algún lugar. Nos acercamos a las demás concubinas a preguntar que era lo que estaba pasando.

—¿No lo saben? —pregunto una de las chicas del harén confundida.

—¿Qué deberíamos saber? —pregunto Nassia confundida.

—Meryem a sido llevada para pasar una noche con el Sultán. —dijo otra muchacha algo decepcionada.

—Pobre de ella. —dije algo triste.

—¡¿Pobre de ella?! ¿Es una broma? ¡Eso es genial!—Le dijo una de las chicas del harén alterada.

—¿Por qué es genial? —pregunte desconcertada.

—¡Si satisface al Sultán podría convertirse en favorita y si queda embarazada podría ser Sultana! 

Iba a responder pero en ese momento apareció Sumbul y nos mando a dormir a todas. 

Después de un rato, ya estaban todas dormidas, use ese momento para escribir lo que había pasado el día de hoy.

❝Querido Diario,

Han pasado dos semanas desde que la Sultana me hizo sus ojos y oídos, costó mucho pero gracias a Nassia conseguí algo que puede ser mi boleto a casa. El chisme, la verdad, es que es muy útil para la Sultana, es sobre un enemigo del Sultán. Trata sobre que el Sehzade Mustafa, quien de verdad iba a ser el Sultán del mundo, está muy molesto con el actual Sultán ya que asesino a sus tias y mando a su madre al Palacio de Lágrimas, por lo que dijieron, desea hacer una revolución.❞

Luego de escribir eso, me acosté más cómodamente y caí dormida.