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𝗪𝗛𝗔𝗧 𝗪𝗢𝗨𝗟𝗗 𝗬𝗢𝗨 𝗖𝗛𝗢𝗢𝗦𝗘?

Estaba en la sala de profesores con Seonghwa, Mingi y Taehwa, Todos estábamos concentrados en nuestro trabajo, Seonghwa corregía exámenes, Mingi estaba planeando una salida al Museo de historia, ya que él es el profesor de historia y por último, Taehwa tomando un café. Yo ya había acabado de corregir los trabajos de lengua que me habían entregado mis alumnos ayer, así que decidí interrumpir la paz de Taehwa un ratito.

—Tae, te veo con cara de haber chupado un limón últimamente, ¿acaso es que Mingi no te folla bien?— Si las miradas mataran, yo definitivamente estaría a 3 metros bajo tierra.

—Jung Wooyoung, ¿Por qué no te callas y te metes en tus asuntos?.— Esta vez fue Mingi quien me miro, estaba intentando calmando a Taehwa mientras se aguantaba la risa.

—Mingi, hoy duermes en el sofá.

—¿¡PERO YO QUÉ HICE!?— Mingi empezó a quejarse, rodé los ojos dejando a los dos tortolos discutiendo y me acerque a Seonghwa, que parecía un tanto estresado.

—Que te pasa Hwa, te veo estresado.— Me puse detrás de él y le empecé a hacer un pequeño masaje, él se reclinó en la silla y soltó un suspiro cansado.

—Muchos de mis alumnos tienen problemas en la materia, entiendo que les sea difícil, no a todos se nos dan bien las matemáticas.— Cerro los ojos disfrutando del movimiento de mis manos sobre sus hombros —Pero tengo un par de alumnos a los que se les da realmente mal la materia, por mucho que les intente explicar no entienden y yo no quiero que suspendan, pero ya no sé qué hacer.

— Mmh, creo que deberías hablar con sus padres, hay alumnos que tienen dificultades académicas por tener algún tipo de déficit de atención, podrías hablar con ellos y charlar del tema con ellos, si resulta que alguno de ellos padece alguna de esas cosas, el psicólogo te podría ayudar a adaptar la materia a ellos o darte algún tipo de consejo.— Sonreí mientras notaba que Seonghwa se iba relajando cada vez más y asentía.

— Es una buena idea, no es la primera vez que tenemos alumnos con dificultades, sin duda hablaré con ellos, Gracias Woo.

Al rato Seonghwa se tuvo que ir a dar clases, vino Jongho y lo primero que hizo fue tomar un buen baso de agua, yo sería incapaz de dar educación física, soy demasiado debilucho. Para las 11 am fui a dar clase y al volver a la sala me encontré a Yeosang sentado en el sofá de la esquina hablando con Hongjoong tranquilamente.

—Good morning.

—Yeo serás profesor de inglés, pero a mí me hablas en coreano.— Hong se echó a reír, deje caer mi cuerpo en el espacio vacío del sofá suspirando pesadamente.

—Bueno, ¿Cómo le va al zorrito intentando conseguir su misión?— Dijo Yeosang divertido.

—Hable con él en casa, pero obviamente se niega, es San, no se esperen que yo le diga ''¡Hey! San, me gustaría que me follaras contra la mesa de tu escritorio en horas laborales con tu secretaria rondando la puerta y los estudiantes dando vueltas por el centro'' y San diga que si de inmediato, de hecho se negó rotundamente y me dijo que eso nunca sucedería.— Los dos me miraron mientras ponía un mohín triste por no conseguir mi objetivo.

—Siempre puedes ir a su oficina cuando los dos estén en horas libres y provocarlo allí mismo.— Sugirió Yeosang.

—Sabes bien que si lo interrumpo solo para eso me va a matar, pero no me parece tan mala idea, San es un gatito indefenso, no creo que me ''castigue'' o me riña mucho.—Sonreí, ahora pensando como podría provocar lo suficiente al gatito para que se convirtiera en león.

↳📚」

Iba a poner la operación en marcha.

Pique un par de veces a la puerta, se escuchó un tenue ''Pase'' desde el otro lado de la puerta. Cuando San me vio una sonrisa alegre se formó en su rostro.

—Sannie, ¿cómo va el trabajo mi amor? Ahora justo tenía hora libre y vine a visitar al mejor novio del mundo.— Saque todo mi lado más inocente y puro para que mi plan no saliera revelado a la luz. Pero como no, este maldito me conoce demasiado bien.

—Cosita, tú planeas algo, ¿Verdad?

—¿Yo? No digas tonterías, vine a traerte un regalito, se me olvido dártelo en casa esta mañana, ¿lo aceptarías?— Me acerque a su mesa, apartando algunos de los exámenes de biología que estaba corrigiendo. 

—¿No te cansa mucho eso amor?— Dije mirando uno de los exámenes.

—¿El qué?— Me miro curioso.

—Ser el director del centro y a la vez dar biología a casi toda la secundaria, yo apenas puedo con mis clases de lengua.—Lloriqueé, recordando el montón de redacciones que aún tenía que corregir.

—Me gusta lo que hago, a veces si es pesado y estresante, pero amo mi trabajo y no lo cambiaria por nada en el mundo.— Sonrió satisfecho. Aproveche para poner la cajita con mi regalo dentro en el medio de su escritorio, expectante de la reacción de San.

—¿Qué es?

—Sorpresa.

San cogió el paquete y lo abrió, era una vela aromática con olor a frutos del bosque, el favorito de San.

—Es para que la pongas aquí en tu despacho y huela rico, justo como a ti te gusta.— San se acercó a mí y me dio un besito en la punta de la nariz.

—Gracias por darme hasta los más mínimos detalles Woo, te amo.

Lo abracé por la cintura mientras dejaba besos por su cuello y mandíbula, sabiendo que San era sensible en esa zona, él soltaba pequeños suspiros de gusto. Aproveche la su distracción para ir subiendo mis besos hacia sus labios, sus pómulos, nariz... hasta llega a su oreja.

—También podemos jugar con ella...— Una leve risa hizo acto de presencia entre mis labios.

—Wooyoung...— Si, ese tono de voz era el que yo quería escuchar, el demandante. Sé que diciendo esto me estaba advirtiendo, advirtiendo de lo que yo quería que ocurriera.

—Por favor San... será rápido. Cumple con mi petición por favor Sannie.— Dirigí sus manos a mi cintura, sus dedos empezaron a hacer figuras alrededor de ella.

—¿Por qué siempre haces lo que quieres conmigo Jung Wooyoung?— Murmuro contra mis labios.

Yo di el primer paso y lo besé con pasión, lentamente iba pasando mis manos por sus anchos hombros y nuca, presionaba en esa zona intentando evitar que nos separara de nuestro contacto, aunque yo supiera que él nunca rompería ese acto. Me separé cuando mis pulmones exigieron oxígeno y saque el mechero de mi bolsillo, encendí la vela y la deja a un lado para que el calor del fuego empezara a trabajar y derretir la cera.

—Maldito, lo tenías todo preparado, ¿cómo sabías que iba a aceptar?— farfullo mientras dejaba besos y chupones a lo largo de la blanquecina piel de mi cuello.

No le conteste y deje que hiciera lo que le quisiera conmigo en ese momento, delicadamente fue quitando mi corbata para luego seguir con los botones de mi camisa, me besaba con tanta lentitud como desabrochaba los botones. Hasta cierto punto era una tortura, sabía que él lo hacía aposta para que yo me desesperase completamente y así lo estaba consiguiendo, me agarro de los muslos para subirme encima del escritorio. Vi que San se estaba quedando atrás con la ropa y por nada del mundo yo dejaría que él quedara completamente vestido. Desabroche su camisa con rapidez y empece a dejar besos, lamidas y chupones por sus clavículas.

—Vaya, alguien está impaciente...

Iba a reprocharle, pero me calló con un beso mientras me recostaba sobre el escritorio. Deslizo mi camisa por mis hombros y la dejo sobre su gran silla giratoria, bajo sus besos hacia mi abdomen, donde se entretuvo bastante jugando con mi paciencia. San se apartó repentinamente de mí, cogió la vela y sonrió socarronamente, empezó a derramar la cera caliente sobre mi pecho y abdomen, el calor mezclado con el dolor y el placer me hicieron soltar un sonoro gemido de satisfacción

—Sr. Choi, ¿Esta bien?- Era Yeji, la secretaria de San

—Todo perfecto por aquí, solo que Wooyoung se dio contra la esquina de la mesa. ¿Verdad Wooyoung?- Empecé a negar con la cabeza cuando estaba empezando a formular la pregunta, pues sabia que él iba a realizar alguna maldad, y así lo hizo, empezó a derramar más cera sobre mi piel mientras yo arqueaba mi espalda intentando no gemir demasiado fuerte.

—S-sí, todo bien.- Tape mi boca al acabar de hablar, eche la cabeza un poco para arriba para ver lo que había hecho San sobre mi cuerpo, ya que todo este tiempo parecía haber dibujado algo. ''SAN'' ponía en letras mayúsculas.

—Maldito enfermo posesivo.

—El único enfermo aquí, eres tú, yo solo cumplo tus fetiches cariño.— Una sonrisa burlona se asomó por sus finos labios.

Se veía tan tentador, con la camisa desabrochada, labios hinchados de color rojo sangre, su piel perlada por el sudor y duro, duro y erecto para mí. Me incorporé y dirigí mis manos hacia su cinturón para empezar a deshacerme de él, acto seguido desabroché sus pantalones de vestir bien planchados. Antes de que yo pudiera hacer algo más, San se acercó tanto a mí que juntos nuestras erecciones, creando un delicioso y a la vez aliviante contacto. 

—Tú no te me vas a quedar atrás cosita.- Me puso de pie solo para bajarme los pantalones hasta la mitad de los muslos y volvió a ponerme en el sitio anterior, me sentí un tanto expuesto, pero esa sensación duro poco en mí cuando sentí su mano posarse son delicadeza sobre mi miembro y empezó a subir y bajar su mano con parsimonia, mientras que su otra mano presionaba mi boca para amortizar los sonidos provenientes de ella. El ambiente se volvió más caliente, me volvió a recostar encima del escritorio y aun con su mano en mi boca se acercó a mi oreja.

—¿Eres feliz con lo que conseguiste?— Gemí en respuesta, San bajo su boca hasta mi cuello por segunda vez, dejando pequeñas mordidas mientras aumentaba el ritmo de su mano, lamí un poco la palma de la mano que estaba obstruyendo mis obscenos sonidos, pidiendo que la apartara.

—T-tú también.

—¿Yo también qué cariño?— Me miro con confusión.

No conteste con palabras, y procedí a bajar sus bóxer en respuesta, jadeé ansioso por mi acción, a lo que San volvió a poner su mano sobre mis labios cuando lleve mi mano hacia su miembro y lo junte con el mío, él pareció entender y siguió con sus acciones anteriores, yo no podía parar de retorcerme del placer debajo de él, arqueaba la espalda y gemía, San hacia su mejor esfuerzo para mantenerse en silencio, Volvió a coger la vela que llevaba encima de la mesa bastante rato y contenía una generosa cantidad de cera derretida dentro, a lo que San sonrió para empezar a derramarla sobre mí paulatinamente, me estremecí de tal forma que logre tirar un bote lleno de bolígrafos que estaba sobre el escritorio.

—¿Sr. Choi?— Esa maldita voz se hizo presente otra vez detrás de la puerta, pero San estuvo lejos de parar, si no que en cambio aumento el ritmo de sus movimientos.

—No es nada Yeji, ¿Quieres algo?- Se denotaba molestia en su voz.

—E-em sí, tiene que dar un mensaje por megafonía ahora mismo informando a los estudiantes sobre el asunto de mañana.

Abrí mis ojos en sorpresa e intenté que San parara sus acciones, pero él solo aparto su mano de mi boca para llevarla hacia sus labios indicando silencio, presiono el botón de la megafonía mientras el ritmo de su mano aumentaba.

—Queridos alumnos y alumnas, se les informa de que mañana será el evento de recaudación, necesitamos que asistan todos.

Empece a sentir el característico cosquilleo en mi vientre bajo, mis ojos empañándose de lágrimas de placer mientras veía a San con una sonrisa coqueta plasmada en sus labios

Sannie...

Me liberé en la mano de San con un sonoro gemido, con lo que no contábamos ni él ni yo es que el botón de la megafonía se hubiera quedado enganchado y siguiera funcionando. Por lo tanto, todo el colegio nos escuchó.


Este es mi primer intento de smut, espero que les guste <3

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